martes, 29 de mayo de 2018

365 QUEJÍOS (30) ¿LEGISLAR LA EUTANASIA? ¿LOS DIPUTADOS?


Se entiende por eutanasia, el acto de provocar intencionalmente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar sufrimientos. Pareja bastante lógico que cuando se ha abandonado toda esperanza en encontrar una cura y no queda más que esperar la muerte, los médicos decidan acortar el sufrimiento y la agonía.  Sin embargo, entiendo perfectamente que haya médicos que se nieguen a practicar la eutanasia, como los hay que se niegan a practicar abortos. A los que, desde luego, no puedo entender es a los que exigen que se reconozca el derecho a la eutanasia… porque ese derecho ya está reconocido y se aplica desde hace años. ¿Qué se pretende? ¿Otra ley del aborto mal redactada que, en realidad, es un coladero para tranquilizar a los más reticentes llamando por otro nombre a lo que es, desde el principio aborto libre?

ME QUEJO DE LA INCOHERENCIA DE LA CLASE POLÍTICA QUE PRETENDE IR EN VANGUARDIA DE LA REALIDAD SOCIAL Y ES SIEMPRE, INEVITABLEMENTE, SUPERADO POR ELLA... COMO EN ESTE TEMA DE LA EUTANASIA. ME QUEJO DE LA APARICIÓN DE MOVIMIENTOS QUE EXIGEN UNA “REGULARIZACIÓN DE LA EUTANASIA” QUE, EN REALIDAD SERÍA “EUTANASIA LIBRE”.

La eutanasia es el reconocimiento de un fracaso y nuestros políticos deberían de preocuparse más de las causas de ese fracaso que de sus consecuencias últimas. En las unidades hospitalarias para enfermemos terminales se les inyecta morfina en cantidades cada vez mayores hasta que su corazón deja de funcionar y ellos se van envueltos en un paraíso insonoro e indoloro artificial. Obviamente, los médicos no son unos irresponsables: bastante tienen con que se les mueran los pacientes. Intentan, en la medida de lo posible ahorrar sufrimientos al desahuciado. Los políticos no entran para nada: es una cuestión médica que se basa en protocolos unánimemente aceptados. Si alguien se sale de ellos no hace falta crear una ley nueva, basta con aplicar la legislación sobre asesinatos. Eso es todo. Pero la clase política, especialmente progresista, quienes meter la cuchara. Y el problema es que el parlamento es un foro de maestrillos sin librillos, con un nulo conocimiento de las realidades científicas, un desconocimiento absoluto de la medicina: privilegiados de poco trabajo y mucho sueldo. No importa el partido al que pertenezcan, son eso y nada más que eso, por el mero hecho de estar sentados en donde están. Mayor responsabilidad y preparación debe tener el gruísta que aprieta un botón para depositar una carga sin que se lastime, a la del parlamentario que aprieta el botón de voto según le dice su jefe de grupo parlamentario.

El fracaso al que aludíamos es el siguiente: existe eutanasia especialmente porque existen cánceres particularmente agresivos que se ceban sobre la naturaleza humana. El énfasis consiste no tanto en investigar cómo tratar médicamente esos cánceres, como saber qué es lo que los provoca. Y ES AHÍ EN DONDE LOS PARLAMENTOS NI HACEN NADA, NI PARECEN INTERESADOS EN HACER NADA, POR MUCHO QUE PODRÍAN CREAR “COMISIONES DE INVESTIGACIÓN” QUE ANALIZARAN ESTADÍSTICAS, INCIDENCIAS DE DETERMINADOS CÁNCERES EN ALGUNAS ZONAS Y, ¡TRABAJARAN DE UNA PUÑETERA Y JODIDA VEZ!

Porque la realidad es que hay demasiados elementos en la alimentación y en la vida cotidiana de los que sospechamos que son cancerígenos, pero siguen ahí: LA PEREZA PARLAMENTARIA IMPIDE INVESTIGAR SOBRE ELLOS Y ELABORAR LEYES PARA IMPEDIR DE HOY A MAÑANA SU UTILIZACIÓN POR MUCHO QUE ALGUNAS EMPRESAS QUIEBREN Y ALGUNA MULTINACIONAL SE VEA AFECTADA. LA VIDA HUMANA ES LO PRIMERO… por mucho que al parlamentario le parezca que su sueldo y la suerte de los colores de su partido estén por delante de todo eso.

ME QUEJO DE QUE SE INTENTA LEGISLAR SOBRE LOS EFECTOS, PERO ESE MISMO “LEGISLADOR” EVITA HACERLO SOBRE LAS CAUSAS. ME QUEJO, ADEMÁS, DE QUE LOS MORALISTAS CONTRIBUYEN A DEBATIR INTERMINABLEMENTE SOBRE SI ES MORAL O NO ALGO QUE DERIVA DE LOS EFECTOS PERVERSOS DE PRODUCTOS LEGALIZADOS Y RITMOS DE VIDA QUE PODRÍAN SER CORREGIDOS. Me quejo de que nadie protege al ciudadano, pero, eso sí, se cuidan mucho de que tenga una buena muerte… Me quejo de que el “debate sobre la eutanasia” es una simple cobertura que impide ir más allá: a los orígenes de la mayor parte del problema. De eso me quejo.