1. Una oposición pepera floja, desnortada y sin liderazgo
Nunca en España hubo una oposición tan ambigua, torpe, dubitativa
y contemporizadora como la que ejerce Núñez Feijóo, en un momento en el que
hace falta rotundidad, carácter, nitidez, establecer barreras y cortar puentes. Nunca hubo un líder de la oposición tan falto de carisma, tan
gris, tan incapaz de entender lo que está cambiando en la política mundial y
tan plano como Núñez Feijóo cuyo modelo se nutre de fantasías centristas y de
pactos preferenciales con la sigla “PSOE” (que hace tiempo ha dejado de existir
y que, en realidad, encubre al “ZPedrosanchismo”: una mezcla de buenismo de
cara a la opinión pública y de psicopatía en el tratamiento general de los
temas. Feijóo no ha entendido dos cosas:
- que, ante el ZPedrosanchismo ceder un poco es capitular mucho y
- que para batir al ZPedrosanchismo es preciso un “programa común de las derechas”: su enemigo no es Vox, su enemigo es el “PSOE”.
Mientras el PP no asuma estos dos elementos y siga alternando
coqueteos con el “PSOE” enarbolando la “razón de Estado” (que para la otra
parte está muy por detrás del interés propio) y buscando posicionamientos “centristas”,
cualquier eventual victoria del PP lo será por desgaste de la otra parte, no
por adhesión del país a sus posiciones. Y esto generará que, poco después,
al repetirse las mismas políticas en los temas sensibles (inmigración masiva,
menas, delincuencias, okupas, imposiciones a la agricultura europea por parte
de la UE, idéntica política exterior en relación a la OTAN y a Ucrania), provoque
pérdidas súbitas de apoyo a la sigla.
2. Las naturalizaciones de extranjeros
La sigla “PSOE” se mantiene electoralmente y no se desmorona,
porque ha construido un electorado clientelar en base a las naturalizaciones fáciles
de inmigrantes subsidiados. Por mucho que Tezanos
se empeñe en ignorar este hecho, lo cierto es que, en las elecciones catalanas,
las únicas cifras que explicaban los resultados era el apoyo de los “nuevos
electorales” al PSC en detrimento de ERC especialmente. El ZPedrosanchismo
ha entendido que la pérdida de sus “viejos electores” tradicionales (clase
obrera, jubilados, votantes cerriles que van desapareciendo por la edad, jóvenes
-¿existen todavía las Juventudes Socialistas?- socialdemócratas) solamente
puede compensarse naturalizando lo más rápidamente a inmigrantes y ofreciéndoles
regímenes de subsidios y subvenciones suculentos, haciendo la vista gorda ante
los abusos de menas y okupas y facilitando las reagrupaciones familiares.
3. Tezanos y el CIS: creadores de “opinión”
La investigación abierta en el Sena sobre Tezanos y el CIS, por
supuesto, no servirá para gran cosa. Pero lo cierto es que Tezanos ofrece siempre
unas cifras de intención de voto que, en realidad, tienen como objetivo
condicionar el voto y sugerirle quién va a ganar -siempre la sigla “PSOE”-.
Tezanos demuestra ser un “científico social” manipulador, pero demuestra al
mismo tiempo que las leyes de la psicología de masas enunciada hace más de 120
años por Gustav Le Bon siguen siendo válidas: masa llama a masa, una
masa electoral amorfa apoya siempre a aquel que le presentan como vencedor con
la misma facilidad e inexorabilidad con la que el toro va hacia la vaca.
Obviamente, esto tiene un límite, especialmente porque a fuerza de repetir la
misma estrategia, ésta termina por ser grotesca y demasiado evidente, pero
sigue influenciando a un sector de la población, lo que, junto a otros elementos
es lo que contribuye al mantenimiento en el candelero de la sigla “PSOE”.
4. El PSC como único apoyo político sólido
Por mucho que Sánchez lo quiera negar, el “PSOE” es hoy un cadáver.
Partido hecho para gestionar el poder, seguirá existiendo mientras tenga
espacios de poder, pero estos se van achicando: de momento, en la mayoría de comunidades
autónomas gobierna el PP y, especialmente, en Andalucía, hasta no hace mucho
coto privado de caza del “PSOE”. Perder el gobierno de comunidades autónomas
supone perder recursos, perder puestos de trabajo y perder influencia. Solamente
el PSC se mantiene en posiciones hegemónicas indiscutibles, a costa de haber
sufrido mermas, duras críticas internas y adoptado políticas ambiguas y
cuestionables. La pérdida de vigor del independentismo, su división, el
hecho de que el PP estuviera ausente de la política catalana, prácticamente
desde la primera legislatura de Aznar (en la que fue apoyado por CiU), ha hecho
que, a pesar de que la política de Maragall fue el factor que revitalizó el
independentismo catalán, el PSC parezca ser una “opción segura”
antiindependentista o se presente como tal. A pesar de que el PSC puede
entrar en pérdida en cualquier momento, hoy es la única fracción regional del “PSOE”
que todavía conservar vigor e iniciativa en su ámbito de influencia. Y el
PSC, al menos en este ciclo, está dominado por afectos al ZPedrosanchismo.
5. La España subsidiada
Suele creerse que la izquierda reparte subvenciones como forma de
comprar votos, mientras que la derecha administra mejor el dinero público y eso
le permite rebajar la presión fiscal y, por tanto, por ese medio, ganarse el
favor de la parte del electorado harta de ser muñida por Hacienda. Esto es lo
que hace que pensionistas que tienen la convicción de que con el ZPedrosanchismo
van a ver aumentadas sus pensiones, o inmigrantes a los que se les permite
recibir subsidios, mientras realizan trabajo negro, por no hablar de okupas
conscientes de que, en el momento en el que caiga el ZPedrosanchismo se corre
el riesgo de volver a una política racional en la materia, sigan votando a la
sigla “PSOE” en cualquier elección. De hecho, el ZPedrosanchismo ha conseguido
dividir a España en dos bloques: los que pagan impuestos y los que reciben
subsidios y estos votan pertinaz, fanática y cerrilmente al PSOE
6. Una izquierda refugiada en la sigla “PSOE”
Ya no hay “una” izquierda, existen “las izquierdas” pero, todas
ellas, sea la forma que sea, están registrando, por una parte, un repliegue
hacia el PSOE y, por otra, una atomización creciente. El fracaso de Podemos, seguida por el descalabro de Sumar,
verdadera flor de un día, hace que esta área política tienda a la irrelevancia
política. Si la sigla “PSOE” es la que tiene las llaves de la caja, el
electorado de izquierdas y los militantes de izquierdas que solamente buscan un
lugar bajo el sol y construir “chiringuitos” en forma de ONGs que les permitan
vivir cómodamente sin excesivos esfuerzos, solamente pueden concentrarse dentro
de esa sigla y no en los pobres aprovechados de Podemos y Sumar. La
desmovilización de la izquierda por una parte y el goteo de Sumar hacia el “PSOE”
son significativos e imparables y constituyen otro caladero de votos para el ZPedrosanchismo.
El problema que va a encontrar esta sigla es cuando quede desalojada del poder.