miércoles, 24 de julio de 2024

CRÓNICAS DESDE MI RETRETE: ESTO (EL PEDROSANCHISMO) YA NO DE MÁS DE SÍ (1 de 3) - LO QUE SÁNCHEZ TIENE EN CONTRA

Para algunos comentaristas, han empezado a manifestarse los rasgos inequívocos de un “fin de ciclo”. El pedrosanchismo estaría en fase de agotamiento: sin salida. Luego vendría un período de hegemonía de la derecha pepera y luego, quién sabe qué. ¿Podemos dar por buena esta perspectiva? Todo lo que ha sucedido ayer en el parlamento confirma que el pedrosanchismo está en el límite. A lo largo del último año, Sánchez no ha sido dueño de su destino: su permanencia en el poder estaba hipotecada a varios pequeños grupos de perdedores; el mismo PSOE fue el perdedor de las anteriores elecciones generales. Su fantasía era compensar esa pérdida de popularidad con unos socios sometidos a mermas idénticas de todos y construir una mayoría frankenstiana que le permitiera permanecer en el gobierno por tiempo indefinido. Pero esta estrategia no puede prolongarse hasta el infinito. Vamos a ver los pros y los contras a los que se ve sometido el pedrosanchismo. Esto nos permitirá extraer una conclusión sobre el futuro

LO QUE SÁNCHEZ TIENE EN CONTRA

1. Corrupción y nepotismo imposibles de ocultar

Lo peor del “caso Begoño”, lo peor del “caso Hermanísimo”, no son los hechos en sí mismos (que demuestran el alto grado de corruptelas y nepotismo que anida en el propio edificio de la presidencia del gobierno), sino el hecho de que el gobierno en pleno y el “PSOE”, han salido en tromba a defender lo indefendible: la “inocencia” de dos personajillos irrelevantes, cuyas aventuras “profesionales” alocadas, propias de Rinconete y Cortadillo, hubieran sido imposibles de ser no esposa y hermano de quien son. A estos se une el caso Koldo-Avalos, la anulación de las sentencias por los ERE de Andalucía (todos socialistas… a fin de cuentas, en su propio partido, le han dicho a las claras a Sánchez que, si ha amnistiado a los independentistas catalanes, los de su propio equipo van antes y exigen un trato “igualitario”. Y así lo ha hecho), la ley de amnistía por los hechos ocurridos durante el “procés” con argumentos propios de escuela primaria, la elección de un fiscal general cuestionado por toda la cúpula judicial, no son “accidentes” en la democracia española, son, más bien, el “pan de cada día”, solo que durante el ZPedrosanchismo se han vuelto cotidianos y giran especialmente en torno al “núcleo duro” de la Moncloa. Es cierto que, para la prensa oficialista, todos estos casos son cosa de “tabloides ultras”, pero lo cierto es que, por primera vez, en todo el globo terráqueo, se han conocido las corruptelas del gobierno de Pedro Sánchez.  Las redes sociales han hecho el resto. Y esto no termina aquí: las sombras de corrupción perseguirán al “PSOE” y no solo al ZPedrosanchismo incluso años después de que haya abandonado la Moncloa. Algunos barones socialistas han aguantado hasta ahora, ante el miedo de que Sánchez se eternice en la presidencia, conocen su carácter vengativo y faccioso y saben que oponerse a él, supone quedar apeado del “PSOE”, pero en el momento en el que los hechos demuestran que su caída está próxima, ellos mismos lo venderán a los “tabloides ultras” para salvarse de la quema. Todos los casos de corrupción que han estallado amamantados por el ZPedrosanchismo van a ser de largo recorrido: pasarán años antes de que se sustancien en los tribunales y décadas antes de que se olviden.

2. Una dependencia absoluta de las minorías

Sánchez se ha enterado el martes 23 de julio de 2024 que ha entrado en la última parte de su ciclo de gobierno. Ni las concesiones a nacionalistas catalanes y vascos, ni la ley de amnistía, ni las condonaciones de deuda, ni el lograr pactos puntuales con Feijóo (en el reparto de menas, en la regularización de medio millón de ilegales, en los vocales del CGPJ) le ha salvado de perder cuatro votaciones seguidas en el parlamento: ni se reformará la ley de extranjería (torpedeada por el PP, pero también por Junts, y especialmente por Vox), ni el techo de gasto propuesto por la presidencia (lo que hace imposible aprobar una ley de presupuestos generales del Estado para el año que viene). Y son ¡32 las votaciones que ha perdido en el parlamento! Nunca ningún gobierno español había alcanzado estas cifras de fracasos parlamentarios. Esto llega después de que el gobierno haya sido tumbado en la ley del suelo y en la ley cosmética para prohibir la prostitución. Bastó que los cinco diputados de Podemos votaran en conta del subsidio de desempleo para bloquear también este proyecto. El refrán dice “a perro flaco todo son pulgas” dice el viejo refrán español: y el perro flaco es el ZPedrosanchismo. Cada minoría, consciente de que su voto es imprescindible para gobernar, aprieta lo más posible al ZPedrosanchismo. Y éste ya no puede dar más de sí. Él miedo que empieza a cundir entre las minorías es que el apoyo a un gobierno al que se le acumulan corruptelas, termine mermando a su propio electorado. Para un Puigdemont, incluso, ser el gobierno más corrupto e ineficiente de la democracia el que le ha concedido el indulto no es el mejor aval. El primer toque de atención lo planteó Aitor Esteban del PNV en su intervención parlamentaria sobre el “caso Begoño” durante la presentación del “Plan de Regeneración Democrática” del ZPedrosanchismo: aunque penalmente sea irrelevante, lo cierto es que “hay límites más allá de lo penal”. Dicho plan convenció aún menos a sus socios que temen que, en algún momento, pueda volverse contra ellos. Si las minorías más minoritarias, empiezan a ser crítica con la minoría ZPedrosanchista, es un signo elocuente de que el ciclo toca a su fin.

3. Los “tabloides digitales” tienen más audiencias
que los “medios oficialistas”

La prensa impresa casi ha desaparecido. En Barcelona cuesta encontrar un kiosco en el que se vendan diarios. Los medios convencionales, han debido abrir webs a precios de remate para compensar su indigencia absoluta en ventas. Son medios caros, conformistas respecto al poder (El País en relación al ZPedrosanchismo y La Vanguardia en relación al nacionalismo catalán), planos y sectarios en sus análisis y perdiendo credibilidad y colaboradores continuamente. Eso mismo ocurre con las televisiones generalistas y oficialistas: excesivamente caras para el contribuyente, con una calidad cada vez más deficiente, abandonadas por espectadores y por publicidad, languidecen con presupuestos cada año más abultados. Frente a estos dinosaurios de la información han aparecido youtubers, periódicos digitales y redes sociales (especialmente Twiter/X) que no cargan al contribuyente con subvenciones y que permiten, además, a los youtubers ingresos adicionales que justifiquen su actividad. Y entre estos nuevos comunicadores y el ZPedrosanchismo no hay apenas contacto: se entiende el porqué el ZPedrosanchismo intenta controlar esos medios, obstaculizar su trabajo al máximo y presionar a sus anunciantes. Pero, aquí si que no pueden ponerse puertas al campo: la difusión de los medios convencionales seguirá bajando, su campo de influencia empequeñeciéndose y sus necesidades económicas aumentando. Es la crónica de una muerte anunciada que, en definitiva, será el funeral de medios oportunistas-oficialistas que han ejercido durante años como verdadero “ministerio de la verdad” orwelliano.

4. El imposible tablero catalán

Poner de acuerdo a las tres fuerzas políticas mayoritarias en el parlamento catalán es una tarea titánica a imposible, especialmente porque en Cataluña no hay, desde el “procés” una clase política de reemplazo. Si la clase política pujolista fracasó y murió por sobredosis de corruptelas, la clase siguiente, la que protagonizó el “procés”, a pesar de su fracaso, a pesar del descenso de votos independentistas, a pesar de sus fracasos electorales, no se resigna a pasar el testigo a otra generación (acaso porque, para el nacionalismo no existe puede existir otro proyecto más allá de la independencia) y los Junqueras y los Puigdemont quieren seguir estando presentes en la política catalana. Y ambos se odian recíprocamente y hacen imposible cualquier acercamiento mutuo al PSC. Ambos son, en efecto, excluyentes. A lo que se une la presión ejercida por centros de poder que en otro tiempo fueron algo y hoy son residuos del “procés” (la Asociación de Municipios por la Independencia, la Asamblea Nacional de Cataluña, el Consejo por la República Catalana) y hoy son un instrumento más de dispersión y juego personal de personajillos nacionalistas. De hecho, Cataluña lleva desde las elecciones del mes de mayo con un gobierno “en funciones” y el plazo se agota: o el PSC pacta con ERC, con lo que pierde los votos de Junts, o bien pacta con Junts para lo que, antes, debería resolver la enésima imputación de Puigdemont que se perfila en el horizonte (por “alta traición”) y que no está acogida a la amnistía ZPedrosanchismo. El gobierno del Estado puede caer según quién gobierne en Cataluña. Lo más natural sería que se convocaran nuevas elecciones (en las que ERC se mantendrá a la baja, Junt bajaría algo, se dispararía el apoyo a la candidatura antiinmigracionista de la alcaldesa de Ripoll y PP y Vox pueden mantener sus posiciones con tendencia al alza). Un escenario que, lejos de resolver el problema lo acentuaría.

5. Las ratas que abandonan el barco

Cuando se avecinan cambiar de ciclo, las reacciones de las élites suelen responder a tres actitudes: los “numantinos” que se saben imposibles de ser reciclados en el nuevo ciclo y tienden a hacerse olvidar aumentando alocadamente sus corruptelas; las “ratas” que se han beneficiado del ciclo pero huelen su final y dejan de apoyar a aquellos de los que han vivido durante años; y finalmente los “opositores” que se satisfacen con ser el reemplazo que se avecina. El ZPedrosanchismo se mantiene actualmente gracias al grupo de “las ratas”: nacionalistas e independentistas catalanes y vascos, izquierdas radicales en descomposición. El apoyo de todos estos grupos se basa en el hecho de que consideran que, para ellos, un gobierno débil del “PSOE”, será infinitamente más beneficioso que un gobierno de la derecha. El problema es que ese apoyo, en un momento en el que la erosión del ZPedrosanchismo es evidente e irreversible, puede redundar electoralmente en contra de las fuerzas que le apoyan y, por tanto, esos apoyos tienden a ser cada vez más condicionales. Incluso entre los altos cargos de los organismos judiciales, los vocales que, hasta ahora, han contemporizado, más o menos, con los introducidos por el ZPedrosanchismo, van a tender a retraerse ante el nuevo ciclo político que se anuncia. En otras palabras: a partir de ahora, las fuerzas políticas, incluso los tibios, que mantenían al ZPedrosanchismo en el poder, van a tender a abandonarlo progresivamente. Esta tendencia no es solamente visible en el parlamento, sino incluso en los medios de comunicación favorables hasta ahora al gobierno y en el que los tertulianos “de sobre” cada vez encuentran más dificultades para defender las posiciones del ZPedrosanchismo y se muestran más tibios: saben que, si se comprometen demasiado con una causa perdida, corren el riesgo de perderlo todo (subvenciones y sobres) en el siguiente ciclo.

6. La UE ya no es lo que era

Von der Leyen -una amiga del ZPedrosanchismo- se mantiene a la cabeza de la UE, pero algunas cosas han cambiado. El Partido Popular Europeo volvió a ser el mas importante, pero con 34 escaños menos, el Grupo Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, le siguió… pero con una pérdida de 33 escaños y el Grupo de Izquierda Unitaria y Verde perdió 11Patriotas vinculado al Ressemblament National obtuvo 84 diputados y el Grupo de Conservadores y Reformistas, 77 escaños, sin olvidar una treintena más de escaños de la misma tendencia antiinmigracionista y antiglobalizadora que se encuentran en el grupo mixto. En otras palabras: Von der Leyen sigue siendo presidenta, pero cada vez tiene las manos más atadas y el “cordón sanitario” lanzado en torno a la “extrema-derecha” no le va a bastar para aislarla. Es más, la existencia de dos grupos parlamentarios de “extrema-derecha” y de “derecha nacional”, se debe únicamente a la guerra de Ucrania: en cuanto termine, lo más probable es que tiendan a la unificación. Estos dos grupos, por el momento, tienen hoy capacidad suficiente para aumentar los controles sobre el dinero de la UE y evitar “fugas” en dirección a las redes de corrupción, amiguismo y nepotismo que han caracterizado al ZPedrosanchismo.

7. Una economía sin salida

Sánchez es el primero en saber -es economista y algún día debió asistir a clase- que la economía española no puede mantenerse en las actuales circunstancias: con déficits históricos acumulados y en crecimiento, con una economía basada única y exclusivamente en el turismo (que cada vez suscita más oposición social), con una situación económica inestable que inhibe las inversiones, con una fiscalidad desmedida y con un intervencionismo estatal creciente, no en beneficio de la comunidad, sino en beneficio de los gestores de poder. Basar el “éxito económico de España” en el PIB es puro sinsentido: el PIB solamente mide el movimiento económico y cuando una población como la española crece en 600.000 personas al año gracias a la inmigración, está claro que SIEMPRE el PIB tenderá a subir. Pero lo que cuenta, en términos de economía real y de salud pública no es el PIB, ni la renta per cápita (el dinero total que se mueve dividido por el número de habitantes), sino la renta por grupos sociales. En la “sociedad del bienestar” un 10% de la población paga impuestos para mantener a un 60% que los recibe (mientras un 30% se queda más o menos igual). Y lo que está creciendo en España es ese 60% (a causa de la inmigración y del empobrecimiento de las clases medias), mientras que el 30% se va achicando y se ve cada vez más presionado fiscalmente. Pero esto proceso infernal tiene un límite: el gasto del Estado es, hoy, excesivo (especialmente en comunidades autónomas, aparato del Estado, subsidios y pago de intereses de la deuda) y ya soportamos la mayor presión fiscal de Europa (ver TeleMadrid)

8. La sensación de inseguridad creciente y delincuencia impune

Delincuentes detenidos por la mañana in fraganti, pueden merendar en sus casas okupadas y su único problema vital es si realizar un nuevo robo o acudir al cajero automático a retirar la cuantía de los subsidios que reciben. Cada vez con mayor frecuencia estamos asistiendo a estallidos de cólera de los vecinos (que han intentado en varias ocasiones linchar a los agresores). Vale la pena recordar que desde los “incidentes de El Ejido” en el año 2000, a causa de tres asesinatos cometidos por inmigrantes en esa localidad, problemas de este tipo vienen sucediéndose por mucho que no se indique la nacionalidad de los delincuentes (hoy, la opinión pública ya intuye que cuando no se indica el medio de prensa se está refiriendo a un inmigrante, incluso cuando se indica que “es español”, subsisten las dudas sobre si se trata de un “nuevo español” o de un autóctono en sentido estricto). Lo cierto es que llegan en aluvión individuos sobre los que no se sabe nada, ni de sus intenciones, ni de su estado de salud, ni de su pasado. Sin olvidar que la mayoría de delincuentes marroquíes puestos en libertad por indultos reales, nada más salir, vienen a España, país mucho más “amable”, para proseguir sus exacciones sin apenas riesgos, e incluso, con casa (okupada), comida (entregada por el Estado) y dinero (mediante subsidios).

9. La inmigración masiva

El 62% de la población cree que “ha llegado demasiada inmigración” (ver El País). Sabemos por qué ha llegado: para el ZPedrosanchismo se trata de realizar un “gran reemplazo” de electores y cubrir sus bajas entre la clase obrera, los intelectuales, las clases medias y la juventud. Además, es una exigencia de la izquierda europea, mientras que la derecha cree verdaderamente que se está acogiendo a “refugiados” por “causas humanitarias” y solamente pide que se establezcan cupos y se cierren un poco las puertas. Hoy, las experiencias realizadas en Europa indican que estamos ante una integración imposible (que ha fracasado en todos los países sin excepción) que genera muchos más problemas de los que resuelve (empezando por el coste de mantenimiento de la paz étnico-social a fuerza de subsidios y de permisividad ante la delincuencia y los okupas). Cada día que pasa, franjas más amplias de ciudadanos pasan a engrosar las filas contrarias a la inmigración masiva y la hostilidad hacia quienes la permiten. Y esto no va a descender por muchas campañas de promoción y apoyo. La propia inmigración cada día se encarga de aumentar esta hostilidad de los autóctonos. La peor política es negarse a ver que nos encaminamos hacia el conflicto étnico-social y religioso (en lo que se refiere al islam).