martes, 11 de noviembre de 2025

EL NEGOCIO DEL SEXO COMO MADRE DE TODAS LAS CORRUPTELAS


Ayer mismo, Nacho Abad, presentador de En boca de todos, dijo a un periodista que investigaba los casos de corrupción del sanchismo, que se sentía superado, saturado y desbordado por todas las informaciones sobre los casos de corrupción. No es el único: de hecho, toda la población española, incluidos los votantes socialistas, experimentamos una sensación de que, noticias sobre “política” equivalen a noticias sobre “corrupción”. Y, en este tema, como en muchos otros, lo que cuentan, finalmente, son las desembocaduras: ¿cuántos años de cárcel se ha llevado éste o el otro? Y ¿quién los ha indultado? O si se prefiere, como en el caso de Pujol, ¿hasta cuando se va a retrasar la fecha del juicio para hacerla coincidir con la del fallecimiento? Para mí, el único dato que importa y la madre de todas las corruptelas es la relación de la pareja que dirige el país con el negocio de la prostitución. A partir de este dato, todo lo demás, es casi lógico y normal.

LOS PROSTÍBULOS COMO MEDIOS PARA 
OBTENER INFORMACIÓN Y CHANTAGE

Si alguien dudaba de que la historia del “período constitucional” es la “historia de la corrupción”, estamos en el momento en el que se le pueden disipar todas las dudas. Hoy mismo, se ha apuntado otra información importante y muy significativa que, por sí misma explica muchas cosas: La fontanera del PSOE alardeó en una reunión con un mando policial implicado en la trama Abalos, de que contaba con “material sensible” contra miembros de la UCO que procedía de un prostíbulo. La conversación, añade el periodista Alejandro Entrambasaguas, tuvo lugar en un bar de Leganés. Y el prostíbulo en cuestión es el club D’Angelo, situado en el paseo de la Castellana a escasos metros de una de las saunas de “Don Sabiniano”, el suegro del presidente del gobierno.

Si se mira en Google qué es el “Club D’Angelo”, aparece como un “club alternativo clásico” (¡!) abierto desde las 14:00 hasta altas horas de la madrugada. Algunas de las opiniones sobre el club son significativas: dice “Roberto Flores” hace un año “Es un sitio el cual hay que tener cuidado con las copas no dejarlas solas por lo que pueda pasar. Tengo mis dudas sobre este sitio y la complicidad de todo el mundo. Mucho cuidado, no lo recomiendo!!!!”. Otro, un tal “Pedro” escribió hace tres años: “El chico que nos atendió muy amable las chicas del montón y los precios completamente desorbitados”. Un consumidor de prostitución cuenta hace cinco años: “Las consumiciones son muy caras. Le pongo una nota baja, porque me siento estafado. Accedí a hablar con una colombiana (Pamela o Paola), y me dijo que por 350 no tenía límite de tiempo, etc. Voy a por la pasta, me acompaña al cajero. En plena faena me mete prisa porque se acaba el tiempo. Al poco incluso la llaman por teléfono. Eran 350 euros por una hora. Timadora”. Un inglés escribe en su lengua: “¡Evítalo! ¡Jamás entres aquí si no quieres que te roben! Bebidas carísimas, 60 euros cada una, y camareras feas y pesadas. ¡En serio! Hay sitios buenos en Madrid, ¿por qué iría alguien aquí? No tiene nada de elegante, es un timo para los pobres que no saben lo que hacen”. Y acto seguido, por la misma época, otro añade: “Mejor solo que mal acompañado” (testimonios incluidos en la web https://es.restaurantguru.com/Club-D-Angelo-Castellana-Madrid)

La sospecha de “Roberto Flores” de que algo era anormal en el club es significativa y demuestra que hay gente muy escamada por el personal que corre en estos lugares e, incluso, por las chicas que trabajan allí. Los precios, es unánime reconocerlo, son más que caros, carísimos.

La proximidad del D'Angelo a la sauna de “Don Sabiniano” da que pensar. Ciertamente D’Angelo no pertenece al suegro de Sánchez… pero está, prácticamente, en frente. Es más que probable que la fontanera del PSOE optara por echar balones fuera y no comprometer a “Don Sabiniano”, atribuyendo los datos obtenidos al prostíbulo que se encuentre al otro lado de la calle.

Y Castellana 180, no debía de ser mejor que D’Angelo. El Mundo y OK diario han publicado que los vecinos estaban muy molestos por los continuos ruidos, incidentes generados por borrachos, prostitutas drogadas, medio desnudas chillonas y escandalosas. Además, “Don Sabiniano” y su hermano “Conrado” habían engañado al ayuntamiento de Madrid. En 2003 el local fue precintado por decisión judicial tras “detectar discrepancias graves entre los planos presentados y la memoria descriptiva”. La discrepancia venía porque el ayuntamiento había dado licencia de “sauna con servicio de bar”, pero en los planos aparecían “cinco cabinas de masaje” como actividad principal… y ninguna sauna. Y, por supuesto, no se había declarado el local como lo que realmente era: un club de alterne abierto 23 horas.

Los Gómez camuflaban su negocio de prostíbulos con licencias deportivas y de hostelería. OK diario explica que, en uno de los prostíbulos, en el Hostal Kilómetro 80, propiedad del mismo “entorno familiar” resultaron condenados por delitos de coacción en un caso de trata de personas. Los líos judiciales fueron numerosos en todos estos locales.

Dejando aparte lo moralmente cuestionable de negocios de este tipo, lo absolutamente inasumible es que con parte de los beneficios de estos prostíbulos se pagara la campaña de Pedro Sánchez para recuperar la secretaría general del partido. Pero mucho más infamante es que ese mismo partido, los beneficiarios del negocio y buena parte de los protagonistas de los casos de corrupción actualmente abiertos, proclamaran a voz en grito -incluida la propia Begoña Gómez que, como se ha publicado, ¡iba a retirar el dinero de los prostíbulos!- su feminismo intransigente.

A esto puede añadirse una sospecha lógica: quien es propietario de un puticlub conoce a la clientela de su local: sus preferencias, sus gustos, incluso, si se nos apura, la medida de su pene… Por no hablar de que en casi todas las saunas se graba en vídeo la sala principal. Elementos de chantaje que pueden utilizarse, tanto para evitar dimisiones en las propias filas, como para presionar a individuos de los que se espera obtener un beneficio o, simplemente, para hundirlos. Quien tiene un puticlub tiene una máquina de acopio de informaciones “sensibles” (como decía “Leire la fontanera”). Y sería muy raro que el sanchismo no lo haya utilizado en beneficio propio.

NO ES UNA EXCEPCIÓN: ES UNA CONSTANTE EN FILAS SOCIALISTAS

Ahora bien, esto no es nuevo en los ambientes del PSOE. En la sucursal andaluza de esta sigla que protagonizó el caso de los ERE, buena parte de los implicados frecuentaban prostíbulos con cargo al presupuesto andaluz e incluso compraban cocaína pagada por el contribuyente y el tito Berni y su banda eran habituales de estos tugurios…

Por no recordar que Ana Balletbó, recientemente fallecida y cuyo nombre se recuerda porque estaba embaraza el 23-F y el teniente coronel Tejero le permitió abandonar el congreso en el que era diputada por el PSC-PSOE, tuvo como herencia los “meublés” de su padre (véase la tesis doctoral J.L. López-Galiacho, Oligopolio catalán en los medios de comunicación, Volumen I, pág. 217-224, que se encuentra en internet). Tres concretamente: el “meublé” de la calle Regás (que funciona desde los años 50, y lo sé porque, como alumno de los Escolapios de la calle Balmes, cada día veíamos en el recreo como el terrado de ese inmueble se cubría de sábanas puesta a secar y, puedo añadir, que con otro compañero decidimos “investigar” a los 12 años lo que se cocía allí, recibiendo un cubo de agua en la rampa de entrada de automóviles por parte del portero, celoso siempre de la intimidad del lugar…), el de La França, situado en las proximidades Montjuich (que conozco por haber vivido a escasos 50 metros durante un período de mi vida) y el “meublé” de San Vicente (en donde el autor de la tesis cuenta que servían “un mal cava catalán cuesta 5.000 pesetas”).

Para el que no esté habituado al término “meublé”, le diré que se trata de un espacio para tener relaciones sexuales situado cerca de bares de prostitución y en el que la intimidad y el anonimato quedan salvaguardados para parejas furtivas. No hay ni recibos, ni fiscalización posible. Y, por supuesto, una de las empresas de la fallecida Balletbó, Furaner SA, en la que también participa la ex presidenta del PSOE balear, Teresa Riera, tiene como “actividad social”, “la administración, dirección, explotación y creación de (…) clubes públicos y privados, así como cualesquiera otros servicios y prestaciones vinculadas al turismo, el ocio o la alimentación”. Otra de las empresas, Develcom 3 “gestionaba el gran sex-shop de las Ramblas”, el más grande de Barcelona.

¿POR QUÉ ESA RELACIÓN ENTRE PUTERÍO Y PSOE?

La relación del PSOE con el mundo de la prostitución y del sexo, no es casual, sino una constante en este etapa democrática, tanto como sus proclamas feministas.

Sin duda, esto se debe a que, a partir del fin de la era felipista, el PSOE -partido hecho para gestionar el poder- entró en un proceso de degradación interior que se acelero con la llegada de Zapatero a la secretaría general, alguien que carecía por completo de formación política y lo ignoraba todo sobre el “socialismo” e, incluso sobre la socialdemocracia. Su “formación” era tributaria, únicamente, del “progresismo buenista”, las ONGs, la UNESCO y poco más.

Desde entonces y, especialmente, desde la crisis económica de 2007-2011, los “creyentes” en el socialismo optaron por irse a sus casas y el partido quedó en manos de un grupo de arribistas, oportunistas sin escrúpulos, ambiciosos con deseo de hacer buenos negocios a la sombra de la administración, incluso psicópatas de manual y barrigas agradecidas dispuestos a cualquier cosa para seguir viviendo a costa del erario público. Cuando se producen estos fenómenos, la institución que los sufre, tiende a vaciarse de “gente normal”. Al cabo de un tiempo, queda solo, dueños por completo del terreno, la escoria más degenerada y corrupta.

El PSOE está apurándolo las últimas fases de este lamentable proceso. Y en esto, si que podemos decir que va “como un cohete”. Nunca en la historia de Europa se ha visto a un secretario general de un partido socialista y a la “primera dama”, tan directamente relacionados con aquello que condenan en su infinita hipocresía: prostitución, explotación sexual y negocios relacionados con el sexo. Esto, ya de por sí, muestra la catadura moral del presidente, su capacidad para la mentira, el doble lenguaje, la simulación y la hipocresía.

El resto, podía esperarse, a partir de este dato capital. No soy, desde luego, un moralista, pero quien aspira a dirigir una nación, quien pide los votos de los ciudadanos, quien exhibe un programa político, sí debe de serlo.

PORQUÉ ME NIEGO A CONOCER MÁS DETALLADAMENTE
LA CORRUPCIÓN SANCHISTA

Si se trata de alguien que no tiene reparos en dirigir a la población un doble discurso, en mentir con descaro, en ocultar negocios familiares, el promover a puestos dirigentes a individuos que ha conocido bien y cuya colaboración pasada solamente puede explicarse en términos de lucro futuro prometido, en negarse a dimitir -aunque sea, no ya en beneficio de su país, sino, incluso de su propio partido-, es alguien tan absolutamente rastrero y miserable en cuyas corruptelas, como Nacho Abad, no me interesa ni siquiera profundizar. Me basta con leer los titulares de prensa e incluso voy a renunciar a ello, convencido de que no me van a decir nada nuevo. Que investiguen periodistas, policías y jueces. Para mí -y espero que para el que lee estas líneas- a partir de la relación de la pareja de la Moncloa con los negocios moralmente más cuestionables, ya está todo dicho.

Cierro la persiana a todo lo que tiene que ver con la corrupción sanchista. Llueve sobre mojado. Solamente volverá a interesarme cuando los juzgados emitan sentencias en los procesos abiertos. Y recomendaría al lector que hiciera otro tanto. Cuando las cosas están demasiado claras, el lector de a pie no tiene la obligación de “profundizar”, eso es tarea de los periodistas y, mucho más de los servicios policiales y de los jueces. Si alguien debe “profundizar” son los votantes del PSOE. Que se enteren de a quien están apoyando.

No quiero volverme loco, ni siquiera pillar una úlcera al ver cómo una banda de desaprensivos están saqueando mi patria y ennegreciendo el futuro de mis hijos. 

Durante los años en los que se prolongó la guerra del Vietnam aprendí algo. Cada día, era muy joven entonces, miraba la prensa y me empapaba con los partes de guerra de unos y de otros, siempre contradictorios, siempre redactados de cara a la galería: que si los B-52 han destruido varios puentes del Vietcong, que si unidades del ejército norvietnamita se han infiltrado en el sur y planean una nueva ofensiva contra la base de Khe-Sanh… 

Y la guerra duró, cada día así, casi 10 años: de 1963 a 1975. Yo tenía entre 11 y 23 años. Casi puedo decir que aprendí a leer familiarizado con lo que ocurría en Vietnam. 

En realidad, hubiera podido ahorrarme todo aquel esfuerzo leyendo el titular en el que se anunció a principios de 1963 que JFK había enviado marines y el que se publicó el 30 de abril de 1975, con la entrada de los T-62 en Saigón. Todo el tiempo perdido en contabilizar los bombardeos de los B-52 y los ataques del Vietcong, todo lo que, a fin de cuentas, no eran nada más que informaciones interesadas y no siempre reales, me lo podía haber ahorrado con solo leer estos dos titulares. El resto valía poco. Tiempo perdido.

Y lo mismo puede decirse del sanchismo: con entender la relación de Sánchez y consorte con la prostitución, todo lo demás puede intuirse. El sujeto sin moral, busca a otros similares a él, para acompañarle en su aventura. No me interesan los detalles. No me producen morbo, ni satisfacción el conocer los entresijos y las miserias del equipo de gobierno. Volveré a leer informaciones sobre el PSOE solo después de que vayan saliendo las sentencias. Hoy, soy consciente de que la sigla PSOE es una sigla maldita desde los años de la Segunda República. Puedo decir que conozco la historia y que la gestión del PSOE desde entonces es injustificable y ya me extrañó el que en 1973 algunos pretendieran -con el dinero del SPD alemán- reconstruir el partido en lugar de fundar una sigla nueva que, por lo demás, había estado completamente ausente de España en los 40 años de gobierno de Franco. Iba a ser más de lo mismo. Y, aunque entre la primera generación de nuevos socialistas existieron hombres honrados, ya hemos descrito el proceso de degradación moral de esa sigla que ha ido reptando hasta 2025.

¿Habrá que reconocer, al final, que el gran mérito de Sánchez habrá sido hacer todo lo posible por hundir esa sigla? Incluso un reloj parado da la hora exacta dos veces al día…