lunes, 19 de febrero de 2018

PARALELISMOS HISTÓRICOS EN CATALUÑA (1): AVENTUREROS ECONÓMICOS EN TORNO A LA GENERALITAT


Iniciamos una serie de artículos sobre los paralelismos históricos que pueden establecerse entre las “flamaradas” independentistas de Macià en 1926, de Companys en 1934 y de Puigdemont en 2017 y que nos llevará a una fisonomía poco conocida del independentismo catalán. Dedicamos la primera entrega a la parte económica. ¿Cómo se quiso financiar en 1926 la aventura de Prats de Molló? La cuestión es curioso y tiene su paralelismo en los todavía por aclarar 30.000 millones de euros que la Generalitat decía “tener apalabrados” para “parar el golpe” de los primeros meses de independencia catalana…


OPERACIÓN ANUBIS

Un mes antes del 1–O resultaron detenidos los componentes del “núcleo duro” del independentismo. En ese momento, los servicios de seguridad del Estado tenían ya la convicción de que la aventura secesionista no tenía nada serio detrás en el terreno internacional. Lo que preocupaba a la seguridad española era el fragmento de una conversación intervenida al secretario de la “Agencia Tributaria de Cataluña” (ATC), Lluis Salvadó, en la que alardeaba de que disponía de “30.000 millones de euros asegurados para iniciar la independencia”.

De hecho, se ha sugerido que la detención de los otros 13 responsables del proceso independentista encubría la única que verdaderamente interesaba, la de Salvadó: estaba claro que el referéndum, al no cumplir ni siquiera lo exigido por la ley de desconexión aprobada por el propio Parlament catalán y declarada ilegal por el Constitucional, no iba a tener efecto alguno, se celebrase o no, pero el que existiera una “bolsa” de 30.000 millones para apoyar el proceso sí era preocupante porque, en sí mismo, indicaría “¿quién?” y “¿desde dónde?” se estaba induciendo la revuelta independentista.

La operación policial iniciada a primera hora del 20 de septiembre de 2017 por la Guardia Civil,  fue bautizada como Operación Anubis, indicando explícitamente que bastaría para enviar el proceso independentista al “inframundo”. No dio los resultados esperados: los registros en las dependencias de la Generalitat y los interrogatorios a los 14 detenidos sirvieron sólo para escenificar que el gobierno del Estado no reconocería el referéndum, ni, por supuesto, sus resultados. Pero convenció de algo más: la alusión a los “30.000 millones” llegados de no se sabe dónde (y que eventualmente podrían proceder de dinero sucio, del narcotráfico, de actividades ilícitas o de fondos de capital–riesgo opacos vinculados a todo lo anterior), simplemente era uno de tantos argumentos ficticios utilizados por los promotores del proyecto para tranquilizar y dar confianza a la población catalana el 1–O.

En el momento de escribir estas líneas, el gobierno de la Generalitat ha perdido más de 2.100 millones en concepto de impuesto de sociedades de las 600 empresas que se han trasladado desde el 1–O fuera de Cataluña. Lluís Salvadó reconocía que eran necesarios 5.000 millones de euros “encima de la mesa” cada mes (esto es, 60.000 al año) para que toda la estructura burocrático–administrativa (faraónica, en realidad) de la Generalitat siguiera funcionando. La alusión a los “30.000 millones” era el dinero que decía “tener apalabrado” y que procedería del exterior. La alusión sería el producto de la presencia de “aventureros económicos” en las oficinas de la Generalitat (hoy controladas por gentes de ERC) y de las necesidades del independentismo para demostrar que cuenta con apoyos financieros. A fin de cuentas, no sería la primera vez que se junta “el hambre con las ganas de comer”, es decir, los vendedores de humo con las necesidades reales del proyecto independentista.

LAZARE BLOCH ALTERNANDO CON LA GENERALITAT


No es la primera vez que aventureros económicos y vendedores de humo han llamado a la puerta de la Generalitat. En noviembre de 1931, mientras se debatían los límites del Estatuto de Autonomía republicano, Lazare Bloch, financiero de origen judío y miembro del Gran Oriente de Francia, visitó Barcelona. Bloch se relacionó inmediatamente con la cúpula política de Cataluña: se entrevistó primeramente con el alcalde de Barcelona, Aiguader (fundador de ERC y miembro de la Logia La Justicia de la masonería barcelonesa). Bloch ofrecía reservas de oro que facilitarían la creación de un banco emisor de moneda catalana tras la aprobación del Estatuto. Ofrecía también abultados créditos para el Ayuntamiento de Barcelona y para la Generalitat. Parecía ser un “mirlo blanco” que precisaba el independentismo. Macià derivó la relación con Bloch hacia Lluis Companys, presidente del grupo parlamentario independentista en Madrid.

Luego, Bloch invirtió los fondos de los que disponía comprando valores industriales españoles, apostando a la baja, y especulando con la devaluación de la peseta. El 10 de noviembre de 1931, Casimir Giralt i Bullich  (Gran Maestre Adjunto de la Gran Logia Española, iniciado en la Logia Adelante nº 8 de Barcelona, nombre simbólico “Platón”), consejero de finanzas de la Generalitat de Catalunya, aludió a la “debilidad de la peseta y a la conveniencia de que fuera devaluada”… lo que, casualmente, ¡beneficiaba a las inversiones de Bloch!

Unos días después, el diario La Publicitat, órgano de Acció Catalana (derecha regionalista), denunció a Lazare Bloch y a políticos catalanes que estaban “conspirando para conseguir una devaluación de la moneda española”. El mismo diario publicó también una nota sobre política económica tomada del diario La Humanitat, dirigido por Lluís Companys (miembro de la masonería, iniciado en la Logia Lealtad nº 9 de Barcelona), que era el texto de una carta de Bloch traducida al catalán que evidenciaba la existencia de los contactos con Bloch que se había intentado negar.

Giralt admitió las relaciones con Bloch y sus presiones para obtener la devaluación de la peseta. Companys, por su parte, debió dimitir como jefe del grupo parlamentario en Madrid. Reconocía no saber mucho de economía, ni contar con ningún experto en la redacción, incluso declaró que la nota se había publicado por error. La Publicitat, sin embargo, no se desdijo: sostuvo que la nota había sido entregada personalmente por Bloch en lengua francesa. 

Bloch fue expulsado de España. El asunto no se investigó: en el escenario político catalán solamente había espacio para debatir sobre el Estatuto de Autonomía y cualquier otro tema pasaba a segundo plano. Fue el primer gran escándalo económico de la Segunda República.

ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE EL AFFAIRE

¿Cómo fue posible que Lazare Bloch al llegar a Barcelona tratara de contactar en primer lugar con Macià y éste le derivara hacia Companys (considerado en aquella época como su enemigo político)? Las cosas se entienden mucho mejor si se tiene en cuenta que durante su etapa de exilio en París, Macià había elaborado un quimérico proyecto de invasión de Cataluña desde Francia.

En efecto, Macià, exiliado en París había lanzado unos “bonos patrióticos Pau Claris” para obtener 6.000.000 de pesetas con los que financias la “invasión” de Cataluña desde Francia con un pequeño grupo de aventureros italianos exiliados del fascismo, anarquistas la mayoría y dirigidos por Riccioti Garibaldi, nieto de Garibaldi, el histórico líder de la unificación italiana. Riccioti Garibaldi, por cierto, pertenecía también a la masonería, por mucho que luego se descubriera que vendía informaciones al gobierno de Mussolini, a la policía francesa y ya se había puesto en contacto con el embajador español para negociar la venta de informaciones sobre la conspiración de Macià.

Buscando fondos para su loca aventura, tomó contacto con un “grupo de banqueros” de los que nunca mencionó el nombre, pero que, a la vista de las visitas que recibió posteriormente, cuando ya era presidente de la Generalitat, solamente podía tratarse de Lazare Bloch, que le ofrecieron prestarle el dinero necesario para la aventura conspirativa, incluso comprarle las armas en Bélgica a cambio, solamente, de saber el día y la hora en la que se produciría la insurrección. Le dijeron –lo cual era probable- que fuera para especular a la baja con la peseta a raíz de la depreciación de la moneda española que se produciría a raíz del intento de invasión armada del territorio nacional. Aunque también era probable que –como pensó Macià- quisieran la información para venderla al gobierno español.

Bloch y su esposa Marthe Hanau, tenían antecedentes por el mismo delito (en diciembre de 1928 habían resultado detenidos y condenados por estafa –evaluada en 170 millones de francos– y abuso de confianza). El dinero que se había invertido en la bolsa española en 1931 procedía del conocido “truco de Ponzi”, una estafa piramidal que llevó a Bloch y a su esposa nuevamente a prisión dos años después de su entrevista con la cúpula del independentismo catalán…

CONCLUSIONES: 1926-2017

¿De dónde iban a salir los “30.000 millones de euros asegurados para iniciar la independencia” de los que alardeaba el eximio director “Agencia Tributaria de Cataluña” (ATC), Lluis Salvadó? 

Ninguna institución internacional “seria” hubiera apostado por una independencia que cualquier analista político o económico sabía que era absolutamente imposible de conseguir. Es significativo el hecho de que ni Salvadó ni cualquier otro haya sido explícito al respecto y haya citado nombres de instituciones financieras concretas dispuestas a “regalar” 30.000 millones de pesetas. De la misma manera que es significativo que Macià siempre se negara a explicar, con nombres y apellidos, quiénes formaban el “grupo de banqueros” que se había ofrecido para “pagarle” la locura de Prats de Molló…

Porque, es cierto, que en un documento reproducido en varias obras encomiásticas hacia Macià, citó al “grupo de banqueros”, pero no su composición (poco después de estos contactos en París, Marthe Hanau, la esposa de Lazare, fue detenida ya por delito de estafa). A un hombre de experiencia como Macià no podían caberle muchas dudas de que el grupo de Bloch estaba vinculado a fraudes (es significativo, el hecho de que cuando apareció en 1931 en Barcelona, Macià lo derivara hacia Companys, su enemigo político, sabiendo que la esposa de Bloch era considerada como una simple estafadora y que él, su marido, estaba vinculado directamente a sus operaciones).

Cuando se calla sobre el origen de un dinero eso implica, casi necesariamente en materia económica, que se trata de un dinero de procedencia fraudulenta o criminal. En la actualidad, la mayor acumulación de dinero en efectivo no está en manos de instituciones bancarias (que trabajan sobre todo con dinero ficticio) sino de los grupos de narcotraficantes que compran siempre en dólares y que tienen dificultades para reciclar ese dinero. Solamente a estos, la existencia de una República Catalana Independiente a la que hubieran ayudado decisivamente en los primeros momentos, podría interesar como plataforma para sus negocios. Una especie de “Estado bandido” más presentable que Kosovo.

Aquí, ciertamente, si que existen paralelismos históricos entre 1926, 1931 y 2017…  


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