martes, 14 de febrero de 2017

Diario de un pobre diablo (19)

EL CORREDOR MEDITERRÁNEO O MADRID NO PAGA A TRAIDORES

Seamos claros: el corredor mediterráneo es una necesidad. La existencia de una vía férrea que uniera Algeciras con Barcelona pasando por los puertos de Barcelona, Tarragona y Valencia y enlazara con la red francesa de ferrocarriles, parece una exigencia económica, mucho más que política. Los empresarios de las comunidades valenciana y catalana, especialmente, necesitan con urgencia este corredor para abaratar el transporte de mercancías. Sin embargo, el PP nunca ha parecido muy predispuesto a esta línea férrea. Ni, en realidad, tampoco el PSOE. Los dos grandes partidos (y el PSOE el primero) cometieron la ligereza desde 1986 se optar crear la más extensa red de trenes de alta velocidad de Europa en detrimento de lo que parecía más lógico: reforzar el transporte de mercancías por tren para descongestionar carreteras y descontaminar el medio ambiente. ¿Motivo? El tren de alta velocidad generaba muchas más comisiones a todos los niveles. Y hoy nos encontramos con una red ferroviaria de transportes muy deficiente y no solamente en el “corredor mediterráneo”. Ahora bien, ¿por qué ni PP ni PSOE estaban muy interesados en estimular esta vía de comunicaciones? Respuesta: porque, especialmente el PP, había apostado por otro eje de comunicaciones (el Lisboa – Madrid – Valencia) en detrimento del citado “corredor mediterráneo”. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que la deslealtad de las autoridades de la Generalitat era palpable desde 1996 y no se trataba de generar una infraestructura costosa que, además, situara al territorio catalán como estratégico para los contactos entre España, el Magreb y Europa. ¿Qué alternativa planteo el PP? El “corredor pirenaico” que, desde Valencia avanzaba apuntando en dirección norte y atravesando por Pirineos por el centro: se llega a Europa… pero sin pasar por Cataluña. Es decir, el papel estratégico de esta comunidad descendía, mientras que el de Aragón y Valencia aumentaba. Este hecho demuestra que el sistema autonómico ha alterado la creación de infraestructuras. Los empresarios catalanes y valencianos tienen todo el derecho a quejarse… pero el retraso en el “corredor mediterráneo” no ha sido más que la consecuencia de la política e chantajes y deslealtades que ha utilizado la Generalitat desde los inolvidables tiempos de Pujol hasta nuestros días. Cada uno tiene, en definitiva, lo que se merece: el Estado una merma en infraestructuras, la Generalidad el pago a sus deslealtades.

HUNGRÍA DISPUESTA A ACOGER A “VERDADEROS REFUGIADOS”  

El The New Observer informa que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, uno de los ídolos de los euroescépticos del continente, ha dirigido una alocución a la nación desde Budapest en la que ha anunciado que su país estaba dispuesto a aceptar refugiados alemanes, holandeses, franceses e italianos, así como a periodistas y políticos perseguidos y marginados que podrán encontrar en Hungría a la “Europa que han perdido en su país”. Así mismo, ha añadido que su país debía combatir, si era necesario incluso con la armas a los “activistas profesionales” que trabajan para organizaciones internacionales dese Hngría y cuya actividad no favorece a los ciudadanos el país. Finalmente, Viktor Orban ha mencionado algunos episodios que han ocurrido en la política internacional de los últimos meses y que son síntomas de que las poblaciones están hartas de sus gobiernos y de la imposición de ideas utópicas y excéntricas. Ha citado la victoria de Trump en EEUU, la caída del gobierno italiano, el Brexit, y el propio referéndum que tuvo lugar en Hungría sobre la cuota de refugiados a admitir…

¿POR QUÉ TRIUNFA LA “EXTREMA DERECHA” EN LAS REDES SOCIALES”

Tal es la pregunta que se formula hoy La Vanguardia de Barcelona y a la que dedica un artículo poco convincente. La autora lo atribuye a los “mensajes cortos” o a sofisticadas razones como el “consumo procrastinado de la comunicación” o videos que son “maquinarias perfectas para ser virales”… Las interpretaciones son poco convincentes y se van por las ramas. En realidad es todo mucho más fácil y el presidente húngaro Viktor Orban lo acaba de decir (ver la noticia anterior): los pueblos, los electores, están cada vez más hartos de las políticas al uso, de decisiones absurdas que benefician a cualquiera menos al ciudadano de a pie y son, en definitiva, símbolos de una revuelta electoral. Porque eso es lo que se está produciendo en estos momentos (salvo en países de electorado apático, abúlico e indiferente como España, por supuesto). En segundo lugar cabría decir que calificar a todo el que vota contra “el sistema” como “de extrema-derecha” es, simplemente, canallesco. Extremista es aquel que utiliza medios extremos para hacer valer sus posiciones. No aquel que es capaz de razonar el porqué de las mismas. Este es otro de los factores por los que la extrema-derecha avanza: en EEUU, se ha producido un cambio radical de orientación y los cimientos y libertades de aquel país no se han conmovido (se conmovieron solamente con Bush en 2001), luego en Francia, el Front National es el primer partido, discriminado por un sistema electoral injusto, y sus dirigentes ni sus afiliados han llamado a la insurrección. El Brexit no trajo el caos. En realidad, en ningún país en donde existe una fuerza euroescéptica y/o identitaria se han producido episodios para tachar a estos grupos de “extremistas”… entonces ¿a qué seguir con esta calificación discriminativa? A ver si el desfase entre la realidad y su caracterización mediática es lo que impulsa al éxito de estos grupos en redes sociales.

EL ETARRA QUE “DESCUBRIÓ A DIOS”

Un etarra arrepentido es como un matarife que, por un motivo u otro, ha dejado el oficio (frecuentemente porque la policía lo ha puesto a buen recaudo). Está claro que todo etarra ha sido un matarife y que esa especie cada vez ha sido menos movida por ideales políticos. ETA fue, mucho más que “un movimiento socialista de liberación nacional”, el receptáculo de todos los psicópatas que había en el Pais Vasco. La naturaleza de sus crímenes se cubrió solo superficialmente con una patina política, pero quien rascaba un poco se daba cuenta de que el fenómeno ETA era la salida a la superficie de una patología social que se dio en aquella zona. El fenómeno ETA puede explicarse por causas culturales y antropológicas (la reacción del “hombre vasco” que reclamaba protagonismo en una sociedad íntimamente telúrica y ginecocrática). Dar un significado político a aquel despropósito criminal ha sido la reivindicación “abertzale” y nacionalista, pero, de tanto en tanto aparecen fenómenos que indican que aquellos matarifes siempre tuvieron alguna neurona en el cerebro que no terminaba de funcionar bien. Hoy leemos el caso de José Luis Álvarez Santacristina, aias “Txelis” que pasa por ser uno de los arrepentidos más famosos. Resulta que en los 23 años que ha estado preso, entre otras cosas, ha estudiado teología. Fue así como llegó a identificarse con las teorías de Theilard de Chardin… Eso y a buscar el “perdón de Dios”, “dar un sí definitivo a la fe de Jesús de Nazaret”. ¡A buenas horas mangas verdes! La cárcel es, sin duda, el lugar en el que se producen más conversiones en no importa qué dirección. La primera fila en las misas celebradas en las iglesias de nuestras cárceles están repletas por los más asesinos de la prisión. Lo he visto de cerca, así que sé de lo que hablo. Hoy se lee en las cárceles el Corán con la misma fruición que hasta hace 30 años se leía la Biblia. Por lo demás, las sectas protestantes y evangélicas tienen venas bases en el sistema penitenciario español. Nosotros somos de los que pensamos que determinados modelos criminales, una vez puestos a buen recaudo, caen en la experiencia mística. De un extremo se van al otro. Hace falta ver lo que luego, una vez en libertad, les dura la vena mística. El fanatismo religioso, por lo demás, es otra patología social. Más vale no olvidarlo, para valorar estas conversiones de etarras en su justa medida.