CATALUÑA LA ZONA CON MÁS TENSIÓN ÉTNICA DE TODO EL ESTADO
Cataluña es, sin duda, la zona con más posibilidades de que se
produzca un estallido étnico-religioso-social, por mucho que TV3, la Vanguardia
y demás medios amamantados por las ubres de la gencat, o no informen sobre la
situación real o lo hagan sin citar origen de los delincuentes, a falseen las
cifras. Hoy mismo se ha publicado el dato -que nadie ha desmentido- de que
en Cataluña habían “cerrado” más de 300 iglesias en los últimos ¡cuatro años!,
pero se habían abierto 42 mezquitas nuevas…
Parece increíble que la gencat no advierta el fondo de la
cuestión. Y que, incluso entre los medios fieles a la gencat ningún periodista
alce la voz sobre el hecho de que en 2040-2050, es seguro que, para entonces,
a la vista de las cifras demográficas, es que el islam sea la primera religión
en Cataluña y la población islámica se acerque al 50% del total.
Entre el nacionalismo catalán solamente Silvia Orriols ha
advertido que, o se adopta una postura radical en la cuestión o en pocos años,
el parlament de Cataluña se verá invadido por chilabas y velos islámicos. La actitud del PSC del muy sanchista Illa, es demoledora:
comparó a la inmigración musulmana con la inmigración procedente de Andalucía,
Murcia, Aragón o Galicia… Illa, el cómplice de Sánchez en Cataluña, con
estas palabras INSULTÓ a esa inmigración que trabajó, se integró y, por lo
demás, eran tan españoles como los propios catalanes. Pero hay algo peor
aún…
No creemos que los Mossos d’Esquadra estén preparados para
afrontar una eventual intifada similar a las que se han producido en Francia,
especialmente, cuando estallen simultáneamente. El triángulo
Salt-Lérida-Mataró, y sus inmediaciones, desde el Barcelonés (Hospitalet y
Badalona) hasta Vic con prolongaciones en toda la costa catalana, especialmente
en el Empordà (45,3% de población de origen extranjero), sin olvidar que casi uno
de cada tres habitantes de la ciudad de Barcelona tiene un origen extranjero,
son los nombres de “zonas sensibles” que pueden estallar en cualquier momento,
por mucho que lo nieguen los medios de la gencat. En Guissona (la Segarra), ya
hay un 51’6% de población nacida fuera de España. Lloret de Mar, Salou, Roses y
Platja d’Aro, también tienen una alta concentración de población extranjera.
Los mossos, que ya han tenido dificultades en sofocar la revuelta de Salt y cuya experiencia antidisturbios es muy limitada, pueden quedar desbordados desde el momento en el que se estallen tres o cuatro "zonas calientes" de forma simultánea. Y, si se genera una sensación de debilidad y pérdida de control, inmediatamente los disturbios se extenderán de forma inevitable a otras zonas de la región. Y no creemos que la gencat tenga un "plan de contingencias" ante este escenario.
UN MUNDO DE FICCIÓN GENERADO POR LA SANTA ALIANZA PP-PSOE
La ficción con la que ilusionan los cándidos y aquellos que
quieren engañar es:
1) Que todo extranjero nacionalizado español por un simple trámite burocrático, ya es “ciudadano español”: en efecto, tiene “papeles” españoles, pero su estilo, sus costumbres, su mentalidad, siguen sin tener nada que ver con los ciudadanos españoles. Y esto es particularmente notable con los procedentes de países musulmanes.
2) Que cuando se producen incidentes entre grupos de jóvenes y grupos de defensa ciudadana, nadie puede asegurar que los “grupos de jóvenes” no sean españoles… seguramente han nacido en España, pero son, étnica y culturalmente, halógenos. Y el problema es que estos incidentes son cada vez más frecuentes y más difícil de ocultar e interpretar: el 4 de julio de 2025 se produjeron violentísimos incidentes en el barrio de Les Termes en Sabadell en torno a un local ocupado por magrebíes. El local, foco de delincuencia, fue rodeado por vecinos. Los Mossos de la gencat acudieron y se produjeron violentos incidentes con resultado de un herido con arma blanca y un detenido. El 25 de julio se publicaba que Cataluña era el epicentro de la “amenaza islamista” con 23 yihadistas detenidos, en su gran mayoría de Barcelona. Los incidentes de Salt iniciaron una escalada, prácticamente continua de choques étnicos.
3) Que la inmigración islámica se integrará en Cataluña como lo hizo la de otras zonas de España… Es la tesis en la que se atrinchera Illa y ERC, olvidando que esa inmigración procedía de territorios contiguos política y antropológicamente: misma religión, misma etnia, sin incentivos económicos ni subsidios, además de proceder del mismo Estado. Ninguna de estas condiciones se cumple en el caso de la inmigración islámica. Y, por lo demás, el fracaso de todas las experiencias europeas en esta materia no da lugar a la esperanza: lo que ha ocurrido en Francia, en Bélgica, en Alemania o cualquier otro lugar de Europa Occidental, lo lamento, pero ocurrirá también en Cataluña, seguramente mucho antes y con más violencia que en otras zonas de España.
VOLVER A EL EJIDO
En el año 2000 hubo violencia en El Ejido: existieron dos
violencias que no resisten comparación. Por una parte, una oleada de robos,
coronada por tres asesinatos; por otra, una indignación vecinal que respondió -repito, RESPONDIO- a estos tres asesinatos, asediando
algunos locales y, sobre todo, pidiendo justicia. Se produjeron algunos choques
entre y se vieron pancartas con lemas tales como: «El Ejido contra la
violencia», «Sí a los inmigrantes, pero documentados», «Ilegales no,
responsables Almería ACOGE y empresarios» o «Extranjeros, sí; asesinos, no».
No creo que ninguna de estas consignas pueda ser tachada de “xenófoba o
racista”. Eran formas en los que se expresó la cólera popular y se abrió la
espita de las tensiones sufridas por meses de inactividad policial.
Entonces no existía Vox. Hoy, no
sólo existe Vox, sino que el coordinador de este partido en El Ejido es,
significativamente, familiar de uno de los asesinados en el año 2000. Existían
solo pequeños grupos de extrema derecha, cuya pequeñez y falta de capacidad
para analizar el problema, impidió que pudieran rentabilizarlo: y, si nadie
denunciaba el problema y quien lo hacía carecía de credibilidad, era que el
problema “no existía”. Y así, los distintos gobiernos han mantenido la olla
a presión generada por la inmigración masiva, ilegal y descontrolada, hasta un
tiempo relativamente reciente.
Ahora existe Vox. Todos los que estamos hartos de votar a este o
aquel partido que, una vez en el gobierno, no han hecho nada salvo dejar que
problemas como este se pudrieran y extorsionar a la ciudadanía con una
fiscalidad creciente, que no han sabido generar industria (España el impacto del sector industrial en la economía no deja
de descender y ha caído en picado en los últimos 7 años, disminuyendo cada vez
más su peso global. Y es importante porque el sector industrial es el que
genera empleo estable y valor añadido), que ha sido una sucesión tras otra de
casos de corrupción, que han convertido las instituciones en lugares
privilegiados donde se sientan parásitos, vagos, chorizos o incapaces y en
donde la ambición de PP y PSOE es seguir alternándose en el poder por tiempo
indefinido y por mal que vayan las cosas. Ahora existe Vox. Y Vox es tan claro
en materia de inmigración, que resulta difícil no votarle. De hecho, el tirón
de Vox se produjo en cuanto sus primeras ideas-fuerza (antiterrorismo, anti
separatismo, anti abortismo) fueron sustituidos por un anti abortismo y un euroescepticismo
cuya aparición era necesaria en la escena política española.
Una opción así podía (y debía) haber aparecido antes, pero la
incapacidad política, la falta de medios, la nula capacidad política y la inexistente
credibilidad de los pequeños grupos de extrema-derecha, impidió que estos dos
temas (euroescepticismo e identitarismo) se acomodara en las instituciones.
UN MOVIMIENTO ANTIINMIGRACIÓN CON DOS “PATAS”
La opción parlamentaria e institucional es, por el momento, digna
de ser apoyada. Es evidente que el problema de la inmigración puede controlarse
solamente desde las instituciones y los resortes de poder. Se trata, no solo
de cortar en seco el fenómeno (a lo Trump, a lo Bukele), sino de revertirlo
mediante la “remigración”, lograr una nación más cohesionada social, étnica y
culturalmente.
Pero el problema está también en la calle. Hay zonas más castigadas por la okupación, los menas o las
bandas étnicas. Es allí en donde los ciudadanos se van a ver obligados a
entender que nadie los va a defender, y que les corresponde a ellos luchar por
lo que es suyo: sus barrios, sus vidas, la seguridad de sus gentes.
En el metro de Barcelona ya se han popularizado las “brigadas
anticarteristas”. En algunos barrios y ciudades ya han aparecido “defensas
cívicas” formadas por patrullas ciudadanas que custodian los barrios, impiden
ocupaciones, entregan a delincuentes a la policía y velan por los suyos. No es
legal… pero, cuando la seguridad está en juego fiarse de la legalidad es la
peor coartada. En 2000 los ciudadanos de El Ejido no lograron que el
gobierno del PP aumentara la dotación policial tras la escalada de robos que
concluyeron con tres asesinatos. Veinticinco años después, en Torre Pacheco ha
ocurrido exactamente lo mismo.
Esto da dos pautas TÁCTICAS:
- en las instituciones, votar a partidos con programas antiinmigración claros (Vox, Frente Obrero, Alianza Catalana) -> para los votantes y para los que quieran iniciar una carrera política al servicio de su país y de su comunidad.
- en las calles, “defensas cívicas” -> para los que están sobre el terreno en zonas de especial tensión y quieren defender su patrimonio, su seguridad, su gente y su pueblo, allí donde las fuerzas seguridad del Estado están ausentes o interior se niega a enviarlas.
¿De dónde pueden surgir estas “defensas cívicas”? Parece claro
que de los vecinos de esos mismos barrios, movilizados en defensa de sus
intereses. La experiencia demuestra que los pequeños grupos activistas, las
clientelas de los gimnasios, las parroquias, las asociaciones de vecinos, los
líderes locales y el vecindario sensibilizado por el problema, son los que suelen constituir tipo de estructuras No se
trata de crear estructuras con pretensiones de “durar” en el tiempo: aparecen
cuando las necesidades de un barrios se evidencian (aumento de la delincuencia,
falta de interlocución efectiva con las instituciones, inhibición del
ministerio del interior y de las policías autonómicas ante la delincuencia,
fenómenos de okupación masiva, etc), superada la crisis, las “defensas cívicas”
se desmovilizan… hasta que repunta el fenómeno en el propio barrio o en las
inmediaciones.
Obviamente, se trata también de sensibilizar a los barrios sobre
el problema, movilizarlos y recordar que hay opciones “erróneas” a las que
votar en períodos electorales: las opciones tradicionales que, o bien tenderán
a negar el problema (PSOE, ERC, Bildu), desviarlo (Podemos, Sumar), o aplicar
paños calientes (PP, Junts, PNV). Las “defensas cívicas” no pueden estar
vinculadas a ningún partido parlamentario, pero si pueden recomendar el voto
para una gama de opciones que reconozcan el problema y hayan planteado
soluciones radicales en sus estatutos: Vox, Frente Obrero, Alianza Catalana…
No creemos que haya margen para otras alternativas. Y que nadie
dude que, al igual que en toda Europa Occidental, el problema de la inmigración
masiva, de la islamización del continente y del riesgo de guerra civil
étnica-religiosa-social está al final del camino. Y es inevitable si no se
actúa HOY enérgicamente. Así pues, los objetivos son cuatro:
1) Ni un solo inmigrante más.
2) Remigración.
3) Ni un solo voto para partidos que no asuman el problema y propongan soluciones claras.
4) Defensa y promoción de la cultura europea y de nuestra identidad nacional.
No es tan complicado… El tiempo se agota y la pasividad es la actitudarma
que garantiza la desaparición de nuestros pueblos mañana.
