sábado, 19 de noviembre de 2016

El caos tiene un nombre en el Vaticano: Milingo, obispo, cantante, exorcista, brujo...


Info|krisis.En 2001 escribí un artículo, no recuerdo bien para que revista, en el que aludía a un exótico cardenal africano que durante unos años se había considerado como el faro, la luz y el timón de la Iglesia africana. Bruscamente, en pocas semanas, el mito se deshizo y la Iglesia africana demostró en él sus rasgos y sus deiblidades. Hoy, cuando ha aparecido la noticia de que Bergoglio intenta "desoccidentalizar" la Iglesia, no puedo por menos que recuperar aquel viejo artículo y decir: ¿dentro de la Iglesia cuántos "milingos" hay después de Milingo?

El caos tiene un nombre en el Vaticano:
Milingo, obispo, cantante, exorcista, brujo..

Dentro del mismo proyecto de una revista de género negro, en la segunda prueba publicamos este artículo sobre un tipo extremadamente curioso del catolicismo africano: Monseñor Milingo. El catolicismo africano en el verano de 2001 tuvo un nombre señero: el de Milingo. La desmadrada actividad de este exponente de la iglesia africana da mucho que pensar si se tiene en cuenta que el continente negro concentra hoy los esfuerzos misioneros del Vaticano. Milingo era el exponente de la "nueva iglesia africana", el caos personificado. Al acabar el verano de 2001 se secó también la fuente de noticias sobre Milingo. Ignoramos lo que fue de él a continuación y cuál es hoy el estado de la cuestión. Realmente lo que ocurrió después tiene poco interés y seguramente los hechos acaecidos hasta el verano de 2001 no dejan suponer nada nuevo (ni nada bueno)...

El número 63 de la Avenida Puerta Angelica de Roma era la residencia oficial de Monseñor Milingo, antiguo arzobispo de Lusaka. En este lugar Jesús se apareció en 1987 a una mujer kenyana, Anna Ali, hoy hermana de la “Unión Piadosa de Hermanas del Buen Pastor”, orden fundada por el propio obispo Milingo. En el curso de estas apariciones, Jesús permitió a Anna tomar fotografías... Las apariciones, por supuesto, nunca fueron tomadas en serio por la Iglesia, pero pusieron en la pista de este curioso personaje, seguramente el más controvertido de la cristiandad en estos momentos: Monseñor Emmanuel Milingo. En agosto, Milingo se casó por el rito de la secta Moon en Nueva York, regresó al Vaticano, se entrevistó con el Papa, renunció a su mujer y a Moon... todo ello en una semana.

Los portavoces de la secta Moon estaban exultantes de júbilo cuando comunicaron el matrimonio del Obispo Milingo con María Sung, una de sus adeptas. “Después de la luna de miel –explicaron- el nuevo matrimonio regresará a Africa”. Los responsables de la Iglesia de Unificación –nombre real de lo que se conoce como “secta Moon”- comuniucaron el 26 de mayo que el obispo católico no es miembro oficial de la misma, pero que trabajará conjuntamente en varios proyectos en Africa. “El se dedica más a la curandería y el exorcismo, algo que no existe en nuestra Iglesia”, señalaron. En la ota parte del océano, en el Vaticano, la conmoción debió mover los huesos de San Pedro...

Ni siquiera los partidarios más próximos de Milingo permanecieron a su lado al conocer que su líder espiritual iba, no sólo a casarse, él obispo de la Iglesia, sino que además iba a hacerlo por el rito de Moon. En la web oficial de Milingo, que puede consultarse en internet, podía leerse este titular: “No nos reconocemos en el Monseñor Milingo de los últimos acontecimientos”. ¿Qué había ocurrido?

MILINGO: UNA EXTRAÑA TRAYECTORIA 

El obispo era conocido en España desde hace casi veinte años, pero no fue ni la jerarquía católica, ni ninguna tarea partoral quien lo trajo a nuestro país, sino el jesuita Padre José María Pilón, experto en exorcismos y fenómenos paranormales. Por que Milingo, además de Obispo, es brujo, sanador y exorcista. Y en un terreno más mundano cantante.

En 1995, Milingo irrumpió en el mundo de la música con un disco de canciones sobre su tierra, titulado “Gubudu Gubudu” (literalmente, “el borrachín”), con canciones compuestas por él mismo en lenguas cicewa et cinsenga, inspiradas en la cultura zulú a la que pertenece. El mismo explicó cómo había llegado al mundo del espectáculo: “En 1993 volví a Italia después de doce años de ausencia; me sorprendió la pérdida de originalidad de los estilos musicales; para recuperar esta originalidad empecé a trabajar y a producir música”. El mismo definió su estilo como “música de baile, de pasiones y entretenimiento”. El disco está cantado en lengua materna y no parece haber tenido mucho éxito en Italia donde se editó. 

Con estos antecedentes resulta evidente que Milingo no iba a adaptarse a la rigidez de la curia romana a dónde fue llamado tras informes desfavorables que llegaban de misioneros destacados en su diócesis. La Santa Sede, creyó neutralizarlo dándole el cargo de vicepresidente de un organismo encargado de la pastoral del turismo, en el propio Vaticano... No conocía a Milingo. Pocos días después ocurrió el episodio de las apariciones de Jesús en su domicilio, fotografías incluidas. Pero ni siquiera en Roma dejó de ejercer como curandero. Por otra parte, su cargo eclesiástico, le permitió viajar por todo el mundo. En 1993 se rumoreaba en los corredores vaticanos que se había vuelto loco. Fue desposeído de su cargo y dedicó prácticamente todo su tiempo a realizar exorcismos y ejercer el curanderismo con mucho éxito. "Los que tenemos poderes místicos somos unos incomprendidos", dijo. "Yo recibí estos poderes cuando estaba en Roma en 1973. Una sombra cayó sobre mí y una voz me dijo que fuera predicando la palabra de Dios. Cientos de miles de personas acudieron a mí y eso empezó a molestar a la Iglesia",

Ya en su sede episcopal, Milingo parecía un obispo algo peculiar pero muy próximo a los problemas de su pueblo. En 1971, a poco de ser nombrado Obispo de Lusaka, denunció la “ineficacia, la falta de patriotismo, la irresponsabilidad y la no productividad” de la administración zambiana que se había burocratizada. Sus declaraciones contra el despilfarro y el nepotismo generaron verdaderas convulsiones políticas en el país. Fue así como, poco a poco, Milingo, alcanzó fama en todo el país y en el ámbito de la cristiandad dadas las grandes cantidades de conversos que lograba arrastrar con su pasión oratoria y sus cualidades reales o supuestas como curandero y exorcista.

Sus partidarios opinan que la Santa Sede toleraba mal su creciente popularidad. Los ánimos se crisparon realmente cuando realizó un exorcismo ante las camaradas de la televisión. El 25 de junio de 1982, el Papa le obligó a abandonar Lusaka, acusado de “haber perdido su equilibrio psíquico a causa de sus presuntas facultades como curandero”. Milingo dio posteriormente otra versión de los hechos: “Pensaron que yo quería ser el Mesías de África. Me mandaron al Vaticano con el pretexto de que el Papa quería verme, aunque eso tardó un año y dos meses, y me prohibieron volver a mi diócesis”. El echaba más leña al fuego afirmando en entrevistas y homilías que desde hacía 25 años era objeto de ataques por parte de espíritus malignos...

MILINGO, DE PROFESIÓN EXORCISTA

El Vaticano presta particular atención al diablo y al exorcismo. Incluso otras confesiones recurren a exorcistas católicos cuando se encuentran ante casos auténticos de posesión demoníaca. Sin embargo, el Vaticano es reticente a banalizar esta cuestión; solo acepta que alguien está poseído por el Diablo cuando ha descartado cualquier otra posibilidad de alteración psicológica. Milingo, en cambio, pertenecía a ese tipo de exorcistas de marca protestante que ve tras cualquier enfermedad o problema neurológico, la presencia diabólica. 

En Lusaka multiplicó los exorcismos, procurando, inicialmente, ceñirse a las directrices de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Estas instrucciones van dirigidas para obispos y diáconos, los cuales tienen que solicitar autorización a su obispo para practicar el exorcismo. 
Pero el caso de Milingo era sensiblemente diferente. Él mismo había dicho: “Como sacerdote solo cumplo con el ejemplo de Jesucristo quien también hacía exorcismos”.

En 1982 los misioneros europeos destacados en Zambia informaron a sus congregaciones sobre los ritos irregulares de Milingo al que acusaron de “prácticas tradicionales africanas de brujería medicinal”. Luego se añadió la de practicar exorcismos de manera indiscriminada. Resultó desposeído de su Sede Obispal y llegó a Roma donde vivió en un apartamento vecino al Palacio Apostólico que le asignaron. 

En poco tiempo, Milingo pasó de ser un humilde y desconocido obispo tercermundista, a una curiosidad irresistible para los medios de comunicación italianos. En estos últimos años nada pudo impedir que Milingo oficiara misas en Roma y Milán cargadas de sensacionalismo, con exorcismos y ceremonias de sanación, incluidas. Milingo ha sido un regalo para los medios de comunicación sensacionalistas en los últimos años. Pero la consagración definitiva de Millingo como “obispo-espectáculo” estaba aun por llegar. Y llegó de la mano de Moon.

DONDE MILINGO ENCUENTRA A MOON

Los últimos años no han sido fáciles para la “secta Moon”. Creada en 1954, su propio fundador, el Reverendo Sun Myung Moon ya afirmó que el ciclo de su iglesia era de 40 años. El 1 de mayo de 1994 se cumplió esa fecha y los moonis, llamados oficialmente hasta entonces “Iglesia de la Unificación” pasaron a ser “Movimiento para la Unificación” cuya columna vertebral era la “Federación de Familias para la Paz Mundial”. Moon estaba persuadido de que Dios vendría a la humanidad a través de la familia. A partir de entonces promovió la santificación y la purificación de la institución familiae. 

Dado que la caída del comunismo le había restado un caballo de batalla (Moon era, ante todo, un impenitente anticomunista), el eje de actividades del movimiento se desplazó de Estados Unidos, al Tercer Mundo. 

Massimo Introvigne, investigador italiano sobre sectas explica: “Otro importante desarrollo ha sido el “Movimiento de Arrepentimiento” en el Centro de Seminarios Espirituales de Chung Pyung en Corea del Sur. Chung Pyung había sido durante largo tiempo un lugar sagrado para la Iglesia de la Unificación. A partir de 1995 los Seminarios comenzaron a liberar a los Unificacionistas de los malos espíritus. De la madre fallecida de la Sra. Moon, llamada Dae Mo Nim (Abuela) por los Unificacionistas, se dice que coopera desde el Mundo Espiritual mediante una médium, la Sra. Hyo Nam Kim, quien dirige las sesiones. Con la asistencia de ángeles, se dice que muchos espíritus han sido alentados para abandonar los cuerpos Unificacionistas y asistir en el Mundo Espiritual a un Seminario sobre el Principio Divino dirigido por Heung Jin Moon, hijo del matrimonio Moon que falleció en un accidente automovilístico en 1984. A comienzos de 1999, más de 300 seminarios de tres días y 30 seminarios de cuarenta días, se habían realizado, con la participación de más de 250.000 miembros. Hay numerosos testimonios de curaciones físicas milagrosas así como personas que sostienen haber visto ángeles o presenciado como espíritus hostiles liberaban los cuerpos físicos afectados”.

Este testimonio evidencia el cambio de patrones de los “moonistas” en los últimos diez años. Este cambio se ha debido a los buenos dividendos que las prácticas de exorcismo, sanación y purificación, han dado a los grupos evangélicos y a los telepredicadores que en Estados Unidos han usado y abusado de estas técnicas. Por otra parte, los ángeles estuvieron de moda en Estados Unidos entre 1990 y 1996 y en cuanto al espiritismo y a las comunicaciones con muertos atavés de médiums, son algo habitual en aquel país desde hace 150 años. Moon aprovechó todo esto para relanzar su movimiento.

En 1998 empezaron los problemas reales para la secta. Varias empresas vinculadas al grupo Tong Il de Corea, y relacionados con el ambiente moonista, quebraron. Para colmo, Nansook Hong, exesposa del hijo de moon escribió el libro titulado “A la sombra de los Moon”. Allí revela que el hijo del reverendo era toxicómano. A pesar de promover los valores familiares, la verdadera familia de Moon estaba destruida. Moon no negó estos hechos, sino que los atribuyó a su dedicación pastoral. Pero el libro sigue afirmando que Moon tuvo deslices sexuales y una paternidad ilegítima. El libro recuerda que Cung Hwa Park, el hombre de confianza de Moon en el sector de comunicaciones y uno de sus primeros discípulos, realizó acusaciones muy graves sobre prácticas sexuales secretas en los primeros tiempos del movimiento. En esa época, Moon practicó relaciones sexuales son seis discípulas casadas a las que llamaba “las seis Marías”... Estas relaciones deberían servir para preparar la llegada de la “Madre Verdadera” que se casaría con él. Ciertamente, más tarde, Park retiró las acusaciones y volvió al redil.

Todos estos amagos de crisis y escándalos más o menos públicos han hecho que en los últimos años el movimiento moonista variara algunas de sus componentes doctrinales. El papel de la numerología ha ido creciendo poco a poco. A algunas fechas y números (el nueve por ejemplo) les atribuyen un valor místico. La bendición colectiva de parejas y los matrimonios masivos entre personas que han sido elegidas al azar por el propio Moon, se ha convertido en uno de esos espectáculos anuales que hacen salir a la secta en las primerasp áginas de los diarios. 
En la ceremonia de Bencición que tuvo lugar en Seúl el 7 de febrero de 1999, Moon presentó siete co-oficiantes incluyendo al Rabino Ortodoxo Virgil Kranz (Presidente de la Asamblea Judía de los EE.UU.), al Rev. T. L. Barrett, Superintendente General de la Iglesia de Dios en Cristo (una importante denominación Pentecostal Afro-Americana) y al controvertido Arzobispo Católico Emmanuel Milingo. Fue la primera vez que Milingo aparecía públicamente ligado a Moon.

MILINGO: FUERTE EN LA FE... ¿DE MOON?

Pasada la primera sorpresa y el estupor, Milingo afirmó que el hecho de participal en el ritual de Moon, no implicaba que hubiera dejado la Iglesia Católica. Milingo se defendía diciendo que Moon ya no era cabeza visible de una Iglesia (en efecto, había disuelto su organización en 1994). Se había adherido en cambio a la “Federación de Familias para la Paz y la Unificación Mundial”, una organización de personas que no necesariamente ligadas a Moon. 

Milingo señaló su intención de luchar contra el Sida en Africa y anunció que en breve presentaría un «plan para su erradicación». Al igual que el catolicismo, la organización de Moon promueve en Africa el recurso a la abstinencia y la formación de unidades familiares sólidas como mejor arma contra la devastadora enfermedad.

Tras el acto de Nueva York, Milingo fue llamado a Roma. Pocos meses después volvió a Estados Unidos para seguir un tratamiento con un médico chino, miembro de la secta Moon. Casi sin darse cuenta, Milingo dependía cada vez más de Moon.

La realidad era que en los últimos años la secta Moon había sufrido una merma de efectivos, pérdida de capacidad mediática, crisis y escándalos en torno suyo y se encontraba en declive. Necesitaba el concurso de un personaje famoso para compensar esa crisis. Y lo encontró en Milingo. 

El proyecto de Moon era, sin duda, mucho más ambicioso: no se trataba solo de utilizar la imagen pública del obispo de Lusaka, sino de hacer de él la cabeza visible de su organización en Africa, uno de los lugares donde el moonismo sigue avanzando. Por lo demás, acaso Milingo ¿no había manifestaod en varias ocasiones su intención de crear una iglesia independiente? Moon le servía en bandeja los medios para hacerlo.

El profesor Introvigne, especialista en movimientos sectarios y nuevas religiones, nos explica cómo fue posible el encuentro: “Quien ha seguido a Milingo en estos últimos años ha notado una derivación hacia posiciones típicas de aquella corriente del mundo protestante estadounidense llamada pre-milenarismo que prevé el rapto de los elegidos al cielo tras los acontecimientos apocalípticos, la manifestación del anticristo, y luego un reino de mil años de los fieles con Jesús sobre la tierra. Una teología que lleva consigo la devaluación del celibato y que tiene por telón de fondo, aunque con diferencias, el ámbito «evangelico», muy difundido en Estados Unidos, y el movimiento de Moon”.

El 8 de mayo de 2001, Milingo partió nuevamente hacia EE.UU. No comentó nada de lo que iba a hacer a su brazo derecho con quien había celebrado los ritos de Pascua. Se fue inopinadamente. Sus amigos romanos advirtieron su ausencia al faltar a una cita en Brescia el 20 de mayo. Sus amigos romanos localizaron su residencia en Nueva York, supiron que era el primero de la lista de bodas que iba a celebrar el reverendo Moon. Notificaron al Vaticano lo que iba a ocurrir. El 28, la prensa publicaba que se había casado el día anterior.
Su brazo derecho intenta justificar el proceder del obispo: “Milingo es un hombre bueno, en ocasiones anteriores ya había dado crédito a santones y sectarios. Es un hombrebueno que cree en quien le habla. Quien sabe las promesas que le habrá hecho Moon. Pero sobre todo, Milingo es víctima de la frustración que le ha producido su marginación por la autoridad de la Iglesia”.

MATRIMONIO BREVE, PROBLEMAS MUCHOS

El evangelista coreano Choi Suk. Bong, recorre el mundo predicando la fe de Cristo. Para él, Moon es un enemigo y no duda en denunciarlo constantemente. Suk, ha realizado estadísticas en las que muestra que la mayoría de matrimonios unidos al azar en estas ceremonias colectivas terminan en fracaso. Suk afirmó que en el caso de Milingo no iba a ser diferente. Y así ocurrió...

El 28 de mayo la noticia de la boda de Milingo llegó a Roma. Las sesudas mentes que dirigen la Santa Sede no se ponían de acuerdo sobre el alcance de la decisión de Milingo. Para todos, la sombra del obispo Lefebvre y de su rebelión que estuvo a punto de costar un cisma a la Iglesia se proyectó sobre las estancias pontificias. Con Milingo era aún peor por que podía su rebelión podía costar la escisión del amplio, pero inestable catolicismo africano. En los últimos años, el nombre de Milingo en el Vaticano siempre ha implicado la posibilidad de una disidencia. Incluso los jesuitas a través de su revista “Civilta Católica”, pidieron a Milingo que renunciara a su proyecto de crear una Iglesia paralela en Africa.
Milingo, sin embargo, negaba su voluntad escisionista, pero su postura no era clara. Si por un lado se seguía considerando hijo de la Iglesia –“Dios no me ha abandonado”, había dicho- por otro. atacaba con furia a la Santa Sede y daba una visión particular de su trayectoria: “Me han ridiculizado, me han tratado como un brujo”. En distintas ocasiones afirmó que algunos sectores de la Iglesia habían dado muestras de racismo e intolerancia.

Tras la boda, en larueda de prensa celebrada en el hotel Hilton de Nueva York, las declaraciones de Milingo eran acogidas con aplausos por parte de los sacerdotes presentes, pertenecientes a distintas religiones. En esa ocasión, Milingo atribuyó sus difíciles relaciones con el Vaticano a su popularidad: “Era demasiado popular, temían que me convirtiera en un Mesías africano (...) Me hicieron volver a Roma diciéndome que el Papa me quería cerca, pero solo he logrado verlo de lejos (...) Nadie se ha interesado suficientemente en mi capacidad de curación. Siempre me han boicoteado a distancia sin escucharme”. 

Joaquín Navarro Valls, portavoz del Vaticano, acusó al obispo de favorecer la escisión:.«Es él quien ha participado en un rito y con sus acciones se ha colocado fuera de la Iglesia», explicó: «Monseñor Milingo ha infligido una grave herida a la comunión que los obispos, en primer lugar, deben manifestar con la Iglesia». Navarro Valls afirmó que la noticia de la boda y la actitud de Milingo había sido acogida «con dolor, por el comportamiento de una persona que en el otoño de su vida toma una decisión brutalmente en contraste con la vocación que había vivido hasta ahora». El portavoz vaticano subrayó que Milingo «ya no podrá ser considerado un obispo de la Iglesia católica» y que sus acciones «constituyen el presupuesto para las sanciones canónicas previstas que le serán comunicadas y después hechas públicas». Estas sanciones implicaban la pérdida de su capacidad para administrar sacramentos. La excomunión, además, implicaría la pérdide de la posibilidad de recibirlos. Moon podía sentirse satisfecho con la fe de su nuevo miembro. Tras la espectacular boda, y ante los periodistas, Milingo dejó claro que le trae sin cuidado la excomunión... pese a hacer profesión de fe católica y asegurar una y mil veces que no pensaba abandonar la Iglesia.

Pero cuando Milingo dejó atrás los fastos de la boda y reconsideró la situación vio que se había equivocado en sus cálculos. Esperaba una reacción más dialogante y moderada de la Santa Sede. Quince días después de contraer matrimonio ya empezaba a cuestionarse lo oportuno de tal decisión. El 11 de agosto, pareció que el obispo zambiano moderaba tímidamente su posición. En una carta abierta al Papa explicó: "Dedico, una vez más, en este momento, mi vida a la Iglesia Católica, con todo mi corazón, renuncia a mi vida en común con María Sung y a mis relaciones con el Reverendo Moon”. Era la primera muestra de que su fé en Moon no era exclusiva. Y fue entones cuando el coreano intentó tomar la iniciativa.

El reverendo Moon, a poco de conocer la decisión de Milingo de renunciar a su esposa, corrió en ayuda de esta. Philip Schanker, portavoz del grupo y, así mismo “reverendo”, afirmó haber hablado personalmente con Moon el cual le transmitió su apoyo y solidaridad para con Maria Sung, tras la desaparición de su marido y el inicio de la huelga de hambre. Sung Ryae, de 43 años, miembro de la secta Moon, ejerce en Nueva York de médico acupuntor. En esos momentos estaba sinceramente convencida de que su esposo había sido hecho prisionero en el Vaticano. El motivo de su huelga de hambre era poder verlo y hablar con él. De lo contrario proseguiría hasta la muerte. El portavoz anunció que la señora Sung, debería realizarse un test de embarazo. Un grupo de moonistas se unió a ella en su huelga de hambre. Si bien anunció que se presentaría una denuncia por secuestro, finalmente, la evidencia de que Milingo se había presentado en el Vaticano voluntariamente, evitó que se llevara a cabo esta acción..

El 3 de junio de 2001, Milingo envío una carta abierta a los Obispos de Zambia desde su residencia provisional en Seattle. El documento era una respuesta al que inicialmente habían publicado los obispos de su país el 29 de mayo. En esta declaración los obispos afirmaban estar “Profundamente doloridos y sorprendidos” por la actitud de Milingo. Recordaban que “personas de la Iglesia, comprendido en Santo Padre, han intentado hacerse escuchar por él, pero ha tomado estos consejos como una forma de persecución. A pesar de los esfuerzos hechos, ha decidido llevar adelante su protecto de casarse, dando la espalda al a Iglesia (...)Ha acusado a todos de no comprender sus acciones”. La carta concluía afirmando que “Esta defección no debe acogerse con sorpresa. También entre los apóstoles, uno se perdió”. Milingo encajó mal el golpe y respondió utilizando argumentos parecidos a los que habían lanzado contra él: acusó a la Conferencia Episcopal de adulterar la realidad y recordaba las palabras que el Papa le dirigió: “No debes sorprenderte como te tratán. Es normal para la Iglesia practicar investigaciones para aclarar situaciones que atenten contra la fe. Lo Iglesia lo ha hecho incluso con el padre Pío. Pero debemos hacer todo lo posible para salvaguardar su carisma”. Recordó como San Pablo había evitado ser juzgado por los judíos al recordar su calidad de ciudadano romano, así mismo Milingo afirmaba que desde 1983 no formaba parte de la Conferencia Espiscopal Zambiana y por tanto nadie allí tenía derecho a juzgarlo. 
En el momento de escribir estas líneas el “Caso Milingo” está en suspenso: retirado en unos ejercicios espirituales desde el 18 de agosto, su mujer persiste en su actitud en Roma. Cuando se han apagado los cruces de declaraciones y los episodios más sorprendentes de esta crisis, queda el sabor amargo de la crisis que atraviesa la Iglesia Católica, encayada en el problema del celibato sacerdotal –la cuestión de fondo en el “caso Milingo”- y la inestabilidad de la Iglesia Africana de la que el mismo Papa ha reconocido en sus visitas pastorales que, tanto el clero como los fieles practican la poligamia y sus convicciones religiosas son muy superficiales. Si el “Caso Milingo” ha servido para alertar ante estas situaciones, habrá sido algo más que una serpiente de verano.

[recuadro fuera de texto]

EL ETERNO PROBLEMA DEL CELIBATO

El que Milingo grabara un disco, realizara exorcismos a destajo y ceremonias de sanación, no le acarreó otra censura más que el traslado de diócesis. Pero cuando se casó por el rito moonista ya fue otra cosa... 

Desde hace décadas, Milingo –como, por lo demás, casi toda la Iglesia Africana- ha sido muy crítica en relación al celibato. “El celibato –dijo con ocasión de la rueda de prensa posterior a su matrimonio- se ha convertido en un estándar inalcanzable para muchos y se están cometiendo toda clase de profanaciones como lujuria, hijos ilegítimos y otros secretos horrorosos que pesan en la vida de los que buscan servir al Señor. El incremento de la homosexualidad y los embarazos entre sacerdotes y monjas es algo de dominio público. Esta es una forma de entrada de la sangre de Satán en la Iglesia de Dios».

El celibato se ha convertido en el eje central del comportamiento de los sacerdotes para el Vaticano. Uno de los grandes triunfos del pontificado de Juan Pablo II fue la integración de 200 sacerdotes episcopalianos norteamericanos en 1981, cuando ésta confesión, versión USA del anglicanismo, aceptó mujeres-sacerdote.

La teología católica reconoce que el celibato no es solamente un problema disciplinario, sino sobre todo una opción libremente aceptada para alcanzar una mayor eficacia en el apostolado. A nadie se le escapa que el problema volverá a suscitarse cuando el sucesor de Juan Pablo II sea entronizado.

Sin embargo, los sectores contrarios al celibato, organizados en el colectivo “Iglesia del Futuro” (Future Church), publicaron un manifiesto diez puntos en el que sostienen sus argumentos contra el celibato. El Padre Celrá, sacerdote casado, nos resumió estos puntos: “En principio, la regla del celibato obligatorio fue decretada por un Papa y puede ser anulada por un Papa. Para nosotros, el celibato no es un requisito para ser un buen sacerdote. La Iglesia no puede vivir sin sacerdotes; en la actualidad la falta de vocaciones está alcanzando proporciones catastróficas. El celibato impide la incorporación de nuevas vocaciones. Nosotros, sacerdotes casados, podemos aportar experiencia y sensibilidad a los temas contemporáneos”.

Durante tres décadas estos sacerdotes han intentado dialogar con la Santa Sede. Pero la actitud vaticana no se ha ablandado: “La discusión acerca –nos cuenta Celrá- de la ordenación de hombres casados previamente ordenados, así como de mujeres ha sido prohibida por el Vaticano”. Poco a poco, el clamor para abolir el celibato ha ido ganando incluso a miembros de la jerarquía. Resulta difícil pensar que, dada la falta de vocaciones y el clamor cada vez más extendido, el próximo Papa se oponga a la presencia de sacerdotes casados. Por lo demás, si se trata de tradición, la Iglesia Ortodoxa, permite a sus sacerdotes contraer matrimonio o llegar casados a su ministerio. 

Por su parte, los “moonies” aseguran que la jerarquía católica debe darse cuenta de que el celibato ya ha cumplido su papel en los dos milenios pasados y que es hora de cambiar. En este sentido Milingo puede ser considerado un adelantado de cómo será el futuro.

[recuadro II]
SATANISMO EN EL VATICANO

El libro publicado por el sacerdote jubilado, Luigi Marinelli, ha causado un gran impacto en Italia. El repertorio de obispos ávidos, dinero, anécdotas picantes y abusos sexuales, ha calado hondo en la opinión pública. El libro recuerda que en 1996 se publicaron las primeras informaciones que ligaban un arzobispo de la jerarquía católica con cultos satánicos regulares.

Milingo aludió a estos hechos durante el “Congreso Internacional por la Paz en el Mundo” que tuvo lugar en noviembre de 1996 en Roma. El obispo africano habló en aquella ocasión, sobre el crecimiento de mal en el mundo y la necesidad de disponer de más exorcistas para que contribuyeran a liberar a la humanidad de la presión demoníaca.

Milingo agregó unas palabras que entonces parecieron enigmáticas: “Ahora, la tercera dimensión de mal es el más peligroso. Es sutil y más terrible... Cuando la descubrí no podía creer en esta dimensión de lo maligno: está formada por personas que siguen instrucciones en sectas satánicas...”. Finalmente terminó equiparando esta “tercera dimensión” a la Iglesia: “Muchos en nuestra Iglesia pertenecen al maligno. También Judas, discípulo de Cristo figuraba entre sus filas y, sin embargo, ya pertenecía a esta tercera dimensión del mal”.

En dos de sus obras, Milingo aborda el problema del mal y de los exorcismos. En efecto, en “Cara a cara con el Diablo” y “Viaje alrededor del mundo predicando y sanando”, acusó a clérigos católicos de ser discípulos de Satanás. Milingo amplió las informaciones contenidas en su libro: “Hoy, el diablo está protegido realmente dentro de la Iglesia a través de ciertas autoridades que impiden que los cazadores de diablos, los exorcistas, se aproximen a él e incluso se les impide su trabajo”.

Tres días después de pronunciar estas palabras, Milingo dio una conferencia de la prensa para clarificar aquellos comentarios; a la pregunta, “¿Hay miembros de la Curia que sean los seguidores de Satanás?”, Milingo contestó, sin vacilar, afirmativamente. Hasta donde sabía, especificó, al nivel de obispos y arzobispos, existen clérigos comprometidos con Satán. Sin embargo, eludió pronunciarse sobre estos compromisos diabólicos en jerarquías superiores (Cardenales y el propio Papa).

En apoyo de sus afirmaciones, Milingo recordó la frase de Paulo VI, pronunciada en 1972: “El humo de Satanás ha entrado en el templo de Dios”. El obispo zambiano bromeó incluso con los periodistas: “al menos yo, no le ha visto salir”.

Uno de los pocos sacerdotes que ha manifestado su “comprensión” hacia Monseñor Milingo es Gabriele Amorth, el exorcista romano más conocido. Amorth, afirmó que el ex obispo africano ha caído en poder de Moon. El exorcista más reconocido de la Santa Sede fue una de las primeras personas en enterarse del matrimonio. Setenta y dos horas antes de la ceremonia, unos amigos norteamericanos de Milingo llamaron a Amorth para pedir que lo exorcisara a distancia. Amorth les explicó que Milingo no era un poseso, sino alguien capturado por la secta. 

Por otra parte, en la revista “El Cruzado de Fatima”, Malachi Martin, escritor católico y fuente bien informada de los entresijos vaticanos, dijo, “La afirmación de Milingo según la cual hay satanistas en Roma es correcta. Cualquiera que tiene un conocimiento exacto de lo que está pasando en el Vaticano es consciente de que en los últimos 35 años el “príncipe de oscuridad” ha tenido y todavía tiene fieles en la curia”.

[RECUADRO III]

LA ESPADA CANONICA SOBRE LA CABEZA DE MILINGO. ¿EXCOMUNIÓN O SUSPENSIÓN A DIVINIS?

El derecho canónico contempla la posibilidad de excomunión para los delitos de apostasía, herejía o cisma, sin duda la sanción más radical para los delitos más graves. El Canon 1364 es claro: “no se impondrá la excomunión inmediata, latae sensentiae, en ningún otro supuesto”. Desde el punto de vista canónico, la conducta de Milingo constituye una acumulación de faltas graves, pero no entra en ninguno de los tipos delictivos previstos. Por el momento, tan solo se intuye que en el futuro podría llevar adelante planes cismáticos. Está claro para todas las partes que no se ha adherido a la secta Moon y, finalmente, no ha atacado ningún dogma si bien permanece crítico ante el celibato...
La única sanción posible contra él es la suspensión a divinis, que incluye la imposibilidad de celebrar la eucaristía ni impartir los sacramentos en nombre de la Iglesia. 

El contraer matrimonio, le hace objeto de aplicación del Canon 1394 que se aplica automáticamente. Prescribe que si “después de haber sido amonestado no cambia de conducta y continúa dando escándalo, puede ser castigado también gradualmente con privaciones o también con la expulsión del estado clerical”.

Pero en ningún caso, Roma podrá quitarle el sacramento de la consagración episcopal que “imprime carácter”. Este rango se adquiere por el rito de la consagración y es indeleble, no desaparece jamás. Lo que equivale a decir que Milingo será siempre sacerdote y obispo. Y lo que es más sorprendente: él mismo podría ordenar a obispos. De hecho, el origen de la “jerarquía” del Palmar de Troya, con sus cientos de obispos, tiene una base canónica legítima. En efecto, el obispo que consagró a Clemente Domínguez, el anti-Papa palmariano, era el obispo vietnamita, Ngo-Dinh-Thuc, consagrado regularmente y, por tanto, sus ordenaciones eran legales... aunque “ilegítimas”.
[recuadro IV]

CRONOLOGÍA DEL CULEBRON

7 de febrero de 1999.- Milingo aparece relacionado por primera vez a la secta moon.
8 de mayo 2001.- Milingo abandona Roma y viaja a Nueva York sin avisar a nadie.
20 de mayo.- Inquietud entre los amigos italianos de Milingo por su desaparición.
24 de mayo.- Unos amigos de Milingo contactan con el exordista de la Santa Sede, padre Amorth para que exorcise a distancia al obispo zambiano.
27 de mayo.- Milingo contrae Matrimonio con María Sung.
29 de mayo.- Carta abierto de la Conferencia Episcopal Zambiana condenando a Milingo.
3 de junio.- Carta abierta de Milingo a la Conferencia Episcopal Zambiana, rechazando su censura.
7 de agosto.- Milingo declara en Roma que desea presentar a su mujer María Sung a Juan Pablo II.
8 de agosto.- Ultimo día en que la pareja Milingo-Sung, se ven personalmente.
9 de agosto.- Milingo intenta reunirse con el Papa en Castelgandolfo y logra hablar con su secretario, Stanislaw Dziwisz.
10 de agosto.- María Sung da la primera rueda de prensa en Roma.
11 de agosto.- Milingo redacta la carta de arrepentimiento y se la entrega a la autoridad eclesial.
13 de agosto.- María Sung anuncia huelga de hambre y ora públicamente en Plaza San Pedro.
14 de agosto.- Milingo decide renunciar a su esposa. María Sug declara que el obispo ha sido drogado y secuestrado. Inicia una huelga de hambre.
15 de agosto.- El Vaticano difunde la carta de Milingo en la que este pide excusas al Papa y busca su perdón. María Sung ora en la Plaza de San Pedro.
17 de agosto.- El test de embarazo revela que María Sung no está en cinta.
18 de agosto.- El Vaticano anuncia que Milingo ha iniciado un período de reflexión y de retiro espiritual. 
20 de agosto.- Límite del plazo dado para que Milingo renuncie a su matrimonio y se arrepienta.

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