jueves, 3 de julio de 2025

LAS CLAVES DE LA "GUERRA DE LOS DOCE DÍAS"

EL CONFLICTO DE ORIENTE MEDIO

ENTRA EN  UNA NUEVA FASE

El Estado de Israel juega su propio juego en Oriente Medio. Sabe perfectamente que, si existiera otra potencia nuclear en la zona, se ventaja estratégica quedaría anulada. Precisamente por eso, los EEUU, que no tienen el más mínimo interés en que un país como Pakistán tenga bombas atómicas, no tolera que Irán las tenga. Ahora bien, la pregunta es si realmente Irán aspira a unirse al club de las potencias nucleares o bien solamente intenta “estar cerca” de poseer una bomba atómica. Y, todo induce a pensar que, más bien, se trata de lo segundo.

BOYCOT JUDIO A UN ACUERDO USA-IRÁN

El régimen iraní ha comprobado que Israel le ha golpeado reiteradamente su programa nuclear, el Mosad asesinado a sus técnicos, la aviación judía ha atacado plantas centrifugadoras de Uranio y siempre, absolutamente siempre, Israel ha frustrado sus planes para convertirse en potencia nuclear. Las sanciones económicas han hecho el resto. Así pues, el régimen de los ayatolahs, en el ya lejano 2015, decidió cambiar de estrategia: aceptaría un acuerdo con los EEUU sobre esta materia a cambio de aliviar las sanciones y el boycot de que está siendo objeto el régimen iraní por parte de los EEUU.

En efecto, justo antes de iniciarse la “guerra de los doce días” entre Israel e Irán, este último país estaba a punto de firmar el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA; en persa BARJAM), también conocido como “acuerdo nuclear con Irán” o “acuerdo con Irán”. Firmado el acuerdo y realizadas las exhaustivas revisiones pertinentes, en 2017 y 2018, EEUU certificó que Irán estaba cumpliendo el acuerdo. Expertos de la Organización Internacional de la Energía Atómica, habían instalado cámaras de vigilancia, precintos en las centrifugadoras, mediciones de radiación y examinado todos los documentos solicitados declarando que Irán estaba cumpliendo el acuerdo.

Sin embargo, el 30 de abril de 2018, EEUU y el Estado de Israel revelaron la existencia de un programa encubierto de armas nucleares. El 8 de mayo de 2018, EEUU se retiró del JPCOA y Trump firmó un memorando que ordenaba el restablecimiento de las sanciones. Para Irán fue una catástrofe porque su moneda cayó un 20%, y las grandes empresas europeas abandonaron Irán previendo el inicio de una escalada de represalias y contrarrepresalias. A partir de 2019, Irán comunicó a la OIEA que había superado el límite establecido para sus reservas de uranio y que había comenzado a enriquecer este mineral por encima del límite del 3,67%. Las nuevas centrifugadoras de las que se dotó permitían aumentar el enriquecimiento hasta el 4’5-5% en Fordow y el responsable de su programa nuclear anunció que tenía capacidad para enriquecer hasta el 20% tras haber duplicado el número de centrifugadoras. En enero de 2020, Irán, de hecho, había roto el acuerdo JPCOA.

Durante el período presidencial de Joe Biden, la Casa Blanca propuso un nuevo acuerdo, que fue “desaconsejado” por el Estado de Israel. Las negociaciones se prolongaron en los años siguientes con altibajos: Irán proponía que EEUU retirara las sanciones como paso previo para la firma de un acuerdo, mientras que China y Rusia recomendaban a Irán que flexibilizara su postura. Las alarmas sonaron cuando la OIEA detectó partículas de uranio enriquecido hasta el 83’7% en Fordow en marzo de 2023. Unos meses después, la OIEA confirmó que Irán había ralentizado su programa de enriquecimiento de uranio al 60%, levantándose algunas de las sanciones sobre el crudo iraní, y el Departamento de Estado de EEUU liberó 6.000 millones de dólares en activos iranies congelados. Pero volvieron a surgir tensiones, cuando Irán se negó a que técnicos de la OIEA visitaran algunas zonas de Fordow.

Al llegar Trump a su segunda presidencia, se preocupó de reavivar las conversaciones para llegar a un acuerdo. Justo cuando estas negociaciones se encontraban muy avanzadas y prácticamente el texto del acuerdo estaba ultimado, el pasado 13 de junio Israel atacó a Irán. En los días siguientes se produjo un intercambio de misiles entre las dos partes. El presidente Trump, inicialmente, dio 15 días de plazo para meditar su decisión. Sopesadas las consecuencias -especialmente en política interior- se produjo el ataque de la aviación norteamericana sobre Fordow, Natanz e Isfaján con bombarderos furtivos y bombas antiburquer. El intercambio balístico entre Irán e Israel continuó un par de días después para restablecerse la paz en la zona: la guerra entre EEUU e Irán había durado 12 días. En el momento de escribir estas líneas, Trump ha anunciado su intención de reanudar las negociaciones con Irán para la limitación de su programa nuclear.

Hasta aquí los hechos, ahora vamos a tratar de interpretarlos.

PORQUÉ TRUMP, HOMBRE DE PAZ, APOYA A ISRAEL

El papel de los EEUU se explica por varios motivos: en primer lugar, el 3 de noviembre de 2026 tendrán lugar las elecciones a la Cámara de Representantes de los EEUU. Los votantes elegirán representantes de los 50 Estados de la Unión. En la actualidad, el Partido Republicano tiene una amplia mayoría en la Cámara y desea conservarla. Para ello precisa del voto judío (15 millones de electores, decisivos en algunos estados, el 4’5% de la población total) y del dinero de empresarios judíos para financiar las campañas en cada Estado. Congraciarse con ellos (y con el poderoso lobby judeo-americano) tiene un precio: apoyar al Estado de Israel, sin fisuras, sin medias tintas, sin dudas y sin límites.

Históricamente, la tendencia del judaísmo norteamericano era votar al Partido Demócratas y rellenar las filas de la extrema-izquierda especialmente con judíos que habían emigrado de Europa en los años 30 y 40. Sin embargo, a partir del inicio del nuevo milenio esta tendencia ha cambiado: de un lado, durante el gobierno de George W. Bush incluyó a un alto porcentaje de funcionarios neo-conservadores de origen judío. De otro, el crecimiento de la comunidad musulmana y la formación de una clase media judía ha hecho que sus miembros deploren las subidas de impuestos, el desorden y las políticas relajadas en materia de inmigración encarnadas en el Partido Demócrata. De hecho, solamente 1,2 millones de judíos en la actualidad (la mayoría agnósticos) se identifican con la “izquierda liberal” o con la extrema-izquierda. Las zonas de mayor acumulación de judíos son Florida y California, pero también la ciudad de Nueva York (2.000.000 de judíos sobre un total de 8.258.000 millones).

Durante la presidencia de Donald Trump no faltan argumentos para atraer el voto judío: su administración reconoce que es la “única democracia real” de la región; Israel es considerado como una “aliado estratégico imprescindible” en una región eminentemente productora de petróleo; está rodeado de Estados árabes que exigen su aniquilación; de la misma forma que durante la Guerra Fría, Israel ayudó a Occidente en la lucha contra el comunismo, ahora tiene un papel para la contención del fundamentalismo islámico; los judíos tienen derecho a tener un Estado y son “moramente superiores a sus vecinos musulmanes”, siendo “un bastión de la cultura occidental”. Pero el eslogan, propulsado desde principios del milenio por los “cristianos renacidos” norteamericanos es que “Israel es el pueblo elegido del Antiguo Testamente, y EEUU el pueblo elegido de la modernidad”esto crea vínculos y equivalencias entre ambos países que son suficientes para que el elector de la América profunda vote a las candidaturas republicanos en las próximas elecciones de 2026.

En la actualidad, el lobby judío dispone de una miríada de organizaciones favorables al Estado de Israel e integradas por judíos: Washington para la Política del Cercano Oriente, el Instituto Judío para los Asuntos de Seguridad Nacional y el Center for Security Policy, la Organización Sionista de América, el Instituto de Washington para la Política del Cercano OrienteAmericanos por un Israel Seguro, el Foro para la Política de Israel, el Consejo Americano Israelí, así como grupos no específicamente judíos pero cuyo interés y trabajo coincide con las políticas del Estado de Israel: un ejemplo sería la Christians United for Israel, con sede en San Antonio, Texas y que cuenta con 10.000.000 de miembros. Por otra parte, la American Israel Public Affairs Committee figura entre las de mayor poder económico y capacidad de presión, con sólidos vínculos con el Partido Likud (actual gobernante en Israel) y se le ha responsabilizado de conseguir acuerdos de financiamiento, compra de material y mercancías israelíes y, sobre todo, conseguir un acuerdo armamentístico. Brad Shermand, congresista por California, es uno de sus miembros más importantes; al iniciarse la fase actual del conflicto de Oriente Medio, expresó: “El 7 de octubre Hamás rompió el alto al fuego y lanzó un ataque no provocado contra Israel… Estados Unidos debe darle a Israel el tiempo, los recursos y el apoyo que necesita para ganar esta guerra y lograr sus objetivos, destruir las capacidades terroristas de Hamás, expulsar al grupo de poder y liberar a los rehenes”. Shermand es miembro del Partido Demócrata, pero sus posiciones actuales están mucho más cerca de las políticas de Donald Trump.

LA GUERRA DE LOS DOCE DÍAS: GUERRA CALIENTE… PERO LIMITADA

El ataque norteamericano a Irán con bombas GBU-57A de casi 14 toneladas, fue un ataque previamente anunciado para evitar causar víctimas innecesarias (al parecer los tres centros nucleares iraníes bombardeados estaban desiertos en el momento del atentado y no se produjeron muertos), fue lo suficientemente demoledor como para que el programa nuclear iraní se resintiera y poco importa si logró su objetivo de destruir completamente las centrifugadoras que operan el enriquecimiento de uranio, o solamente causase daños parciales. La advertencia había sido dada: en caso de persistir en su programa nuclear, se repetirán ataques de este tipo con bombas de penetración (este tipo de bombas trasladado sobre bombarderos furtivos B-2 tienen una capacidad de penetración de 60 metros en hormigón armado o de 40 en rocas moderadamente duras). El ataque -seguramente- fue demoledor y suficiente como que no se produjeran bombardeos posteriores.

Irán, por su parte, había cambiado de estrategia. Era evidente que se proponía aumentar sus reservas de uranio enriquecido, bien para fabricar “bombas sucias” (que diseminan elementos radiactivos por la atmósfera; se les ha llamado también “bombas radiológicas”; Irán las había utilizado en los años 80 durante la Guerra contra Irak) o bien como amenaza (almacenando gran cantidad de uranio enriquecido hasta el límite permitido por los acuerdos, pero que, rápidamente podía enriquecer hasta el 90% necesario para fabricar una bomba de fusión). La última solución del régimen iraní no pasaba por fabricar una bomba atómica sino más bien por comprarla (posiblemente a Corea del Norte, a Rusia o bien a Pakistán).

Consciente de que a Irán no le faltan alternativas, Trump pidió -visiblemente enfadado con Netanyahu- el cese del intercambio de ataques mutuos entre Irán e Israel. Dos días después cesaron completamente.

Sería inútil ignorar que la actual fase del conflicto de Oriente Medio se inició el 7 de octubre de 2024 con el ataque de Hamas a colonos judíos que, solo en las primeras horas, causaron 1139 muertos y la toma de 240 rehenes. Todavía resulta difícil conocer las razones por las que Hamas planificó este ataque. A estas alturas del conflicto, Hamas no podía ignorar que, los 240 rehenes no bastarían para detener la cadena de represalias que se produjo en las semanas sucesivas y que redujo la franja de Gaza a un montón de ruinas y a una situación desesperada.

Por otra parte, no puede olvidarse que Netanyahu fue entre 1967 y 1973 un soldado de élite con formación en una unidad de fuerzas especiales de élite, el Sayeret Matkal y experiencia en combate en el curso de las cuales resultó herido en varias ocasiones (entre otras en la batalla de Karameh contra la OLIP en 1968 y en el rescate de un avión se Sabena secuestrado por terroristas de Septiembre Negro en 1972 y, finalmente, participar como oficial del frente en la guerra de Yom Kipur en la unidad de comandos y liderar un ataque de comando en el interior de Siria). Su perfil es, pues, el de un soldado: y los soldados saben que el problema termina cuando liquidan físicamente al último enemigo. Es la política de Netanyahu en Gaza: no solo acabar con Hamas (objetivo que, prácticamente, ya se ha alcanzado), sino también dispersar a la población palestina de la zona.

En el fondo de la cuestión no está solamente incorporar per se este territorio al Estado de Israel sino disponer del control de los acuíferos de Gaza cuya importancia radica en que serían capaces de transformar el desierte del Neguev en un vergel.

En sus primeros días como presidente, Trump insinuó que los EEUU reconstruirían Gaza y convertirían la franja en un “paraíso turístico”. Pero no hay que dar excesiva importancia a estas divagaciones de difícil realización. Por otra parte, tal como demostró el ataque judío a Irán justo cuando estaba ultimado el acuerdo trabajosamente trenzado por EEUU sobre su industria nuclear, el Estado de Israel tiene su política propia, sabedor de que EEUU está obligado a seguirle en sus aventuras militares, muchas veces contra el criterio de la Casa Blanca, como ha sido el caso de la “Guerra de los Doce Días”.

En realidad, ni Irán, ni EEUU quieren una guerra abierta en Oriente Medio de la que solamente los contratistas militares norteamericanos saldrían beneficiados. De ahí la brevedad del conflicto y el que, tras los primeros ataques, las respuestas obligadas y las declaraciones de firmeza de todas las partes implicadas, haya dado la sensación de que nadie quisiera ir más allá. Pero lo importante es recordar que, si Irán no puede desarrollar un programa nuclear propio, ni tampoco disponer de reservas de uranio enriquecido al límite para poder desarrollar en momentos de crisis y en breve tiempo, una bomba nuclear, siempre le queda la posibilidad ya apuntada de comprar una (o varias) bombas nucleares a Corea o a Pakistán o, en el límite a Rusia.

Lo importante es recordar que, a pesar de la imagen que el régimen de los ayatollahs tiene en occidente, su gobierno es uno de los más sólidos y mejor preparados del mundo islámico. No estamos hablando de fanáticos musulmanes, lunáticos y dispuestos a inmolarse con un chaleco de bombas en el interior de un autobús, sino de doctorados en las mejores universidades del mundo capaces de disputar le hegemonía sobre el mundo árabe a otros países como Turquía o Arabia Saudí.

Israel tiene, desde la fundación misma del Estado judío, un plan de expansión que se ha realizado de manera inexorable y siguiendo distintas tácticas. Ese plan solamente ha podido llevarse a cabo gracias a las sucesivas victorias judías en los conflictos armados con los Estados árabes y, a partir de los años 80, gracias a ser la única potencia nuclear de la zona. Esto le ha otorgado una ventaja estratégica; mantenerla es lo que está en el fondo del reciente conflicto con Irán.








CRÓNICA NEGRA: LOS INCIDENTES DE LOS ÁNGELES, CIUDAD MARTIN DEL PROGRESISMO MUNDIALISTA

Los incidentes que se han producido a lo largo del mes de junio en la ciudad de Los Ángeles y se han extendido a otras ciudades de los EEUU, no son nuevos, han tenido varios precedentes. La excusa es lo de menos, lo importante es encontrar una excusa para manifestar el salvajismo, iniciar los saqueos y entrar en una orgía de destrucción. La ciudad “más progresista” de EEUU está sufriendo una crisis desde el año 1991, renovada en 2020 y revivida con las protestas contra las deportaciones de ilegales iniciada por Trump. Esta es la secuencia de los hechos.

RODNEY KING, NEGRO APALEADO. ESTA ES SU HISTORIA (COMPLETA)

El 3 de marzo de 1991 un delincuente de raza negra en situación de libertad condicional, acompañado por otros dos amigos, se negó a detenerse contraviniendo las órdenes de una patrulla de tráfico que había observado la alta velocidad a la que circulaba. Iniciada la persecución, en algunos momentos alcanzó la peligrosa velocidad de 188 km/h y se prolongó durante 13 km. Al salir de la autopista, la persecución siguió por una zona residencial. El conductor no quería ser detenido al conducir bajo los efectos del alcohol y haber violado, consiguientemente, la libertad condicional en la que se encontraba. Era Rodney King que al ser finalmente detenido, fue objeto de violencia policial que quedó registrada en vídeo por espectadores ocasionales. El análisis toxicológico del detenido confirmó que actuaba bajo los efectos del alcohol y de la marihuana. Amparado en el vídeo, King presentó denuncia contra la policía, consiguiendo 3,8 millones de dólares de indemnización y 1,7 millones en concepto de pago de abogados. Los agentes juzgados fueron declarados inocentes. Y, a partir de ese momento, la ciudad de Los Ángeles ardió durante seis días. El resultado fue 63 muertos, 2.383 heridos, 7.000 incendios, 3.100 negocios destruidos y más de mil millones de dólares en daños. Los disturbios se extendieron a otras ciudades como San Francisco, Las Vegas, Seattle, Atlanta y Nueva York.

El alcalde de Los Ángeles, Tom Bradley pidió a King que calmara los ánimos, ofreciéndole otros 200.000 dólares y cuatro años de educación universitaria pagada por la ciudad. Uno de los acompañantes de King en su huida, recibió 35.000 dólares en su demanda contra la ciudad y los herederos del segundo acompañante (que murió poco después en accidente) otros 20.000 dólares. Al parecer no empleó bien el dinero: creó un sello discográfico (Straight Alta-Pazz Records) que quebró poco después. Él siguió en la senda del alcoholismo y la drogadicción. Su historial delictivo prosiguió hasta su muerte: en 1991 fue detenido por intentar atropellas a un agente de policía, en 1992, volvió a ser arrestado por agredir violentamente a su esposa; un año después estrellaba su vehículo contra un bloque de cemento. Acusado de conducir ebrio se le ofreció permanecer en libertad condicional comprometiéndose a seguir un programa de rehabilitación alcohólica. En 1995 volvió a ser detenido por atropellar deliberadamente a su mujer con un vehículo y condenado a 90 días de cárcel por atropello y fuga. Pasado el tiempo, en 2003 volvió a recaer en el alcoholismo siendo detenido por conducir bajo los efectos. Atribuyó el alcoholismo en programas de máxima audiencia a los que fue invitado al “trauma” sufrido durante su detención de 1991… olvidando el hecho de que la detención se realizó, precisamente, por estar bajo los efectos del alcohol. El 3 de marzo de 2011, seguramente para celebrar el vigésimo aniversario de aquella detención que terminó ocasionando los incidentes de Los Ángeles, volvió a ser detenido por “conducción errática” y con el permiso caducado, lo que le acarreó una condena por “conducción imprudente”. Falleció al año siguiente con apenas 47 años. Solamente es recordado por el “progresismo” por ser víctima de violencia policial… Nunca nadie osa recordar todos los méritos posteriores al incidente, ni las circunstancias que llevaron a la absolución de los policías, ni mucho menos las consecuencias que pudo tener un vehículo a 188 km/h huyendo por los barrios de Los Ángeles. Gobernaba en Washington Bill Clinton.

Fue necesaria la intervención del ejército y de la Guardia Nacional para cortar los incidentes. A partir de ese momento, Guillaume Faye pudo escribir: “Todo sociedad multicultural es, por definición, multirracista”. En efecto: durante los incidentes, existía una incipiente minoría hispana en la ciudad que hizo causa común con los negros, mientras que estos se dedicaron especialmente a destruir (e intentar destruir) comercios propiedad de ciudadanos coreanos. Y, por supuesto, los revoltosos se dedicaron durante seis días al saqueo de comercios… bonita forma de protestar con la “violencia policial”.

En efecto, el “progresismo” norteamericano volvió a argumentar que los negros eran tratados con más dureza que los blancos o cualquier otro grupo étnico. Se les olvidaba decir que, habitualmente, los blancos y los asiáticos no solían ofrecer resistencia a su detención, pero que esto era, justamente, lo que había ocurrido con Rodney King. No es que la policía tenga un odio particular hacia la comunidad negra: en realidad, el número de policías negros es bastante alto en la ciudad de Los Ángeles; es, simplemente, que la comunidad negra tiene una tasa de delincuencia mucho más alta que cualquier otra comunidad.

GEORGE FLOYD, MUERTO EN EL CURSO DE SU DETENCION…
ESTA ES SU HISTORIA (COMPLETA)

Desde aquellos incidentes de 1992, Los Ángeles y el Estado de California han cambiado mucho. La comunidad hispana ha ido creciendo. El fentanilo ha hecho estragos entre la clase media blanca. La pobreza se ha enseñoreado de la ciudad, la delincuencia multiplicado hasta que, en el año 2020, volvieron a repetirse los incidentes. También en esta ocasión el detonante fue un delincuente de raza negra, George Floyd, muerto en el curso de una detención.

Solo entre 1997 y 2005, Floyd cumplió ocho condenas de prisión por diversos delitos: drogas, robo y allanamiento. En 2007 volvió a ser detenido por “robo agravado con arma mortal” y sentenciado a cinco años de prisión. Salió de prisión en 2013, fue ayudado por instituciones como el Ejército de Salvación y alternó períodos de adicción con temporadas de sobriedad. En 2019 fue detenido con analgésicos y en un estado de máxima excitación. Ese mismo año fue hospitalizado por sobredosis de drogas.

Finalmente, el 25 de mayo de 2020, su triste existencia culminó cuando el empleado de una tienda de comestibles, sospechó que Floyd le había pagado con un billete falso de 20 dólares. Personada la policía, Floyd resultó muerto cuando uno de los agentes le presionó el cuello con la rodilla. Extrañamente podía hablar, según los testigos… pero no respirar. El episodio fue considerado como homicidio y el ayuntamiento de Minneapolis acordó entregar a su familia 27 millones de dólares como compensación. Todo induce a pensar que su cuerpo estaba ya muy debilitado por años de drogadicción.

Floyd tenía 46 años, un año menos que Rodney King cuando falleció. La esperanza de vida de los afroamericanos en Estados Unidos es generalmente más baja que la de los blancos y la media nacional. En 2021, la esperanza de vida de las personas blancas no hispanas era de 76.4 años, mientras que para los negros era de 70.8 años. Esta desigualdad se atribuye a factores como las desigualdades socioeconómicas, acceso a la atención médica, condiciones de vida y las tasas de mortalidad por enfermedades crónicas y homicidios contribuyen a esta diferencia en la esperanza de vida. Por ejemplo, los negros tienen una mayor probabilidad de morir por homicidio en comparación con los blancos, especialmente en ciertos grupos de edad. Además, las disparidades en el acceso a la atención médica y la exposición a factores ambientales adversos también juegan un papel importante. 

Pero las relaciones entre grupo étnico y delincuencia están directa e inequívocamente relacionados con la raza: el Estado de Maine, por ejemplo, es el que tiene una tasa de criminalidad menor (103 incidentes violentos por cada 100.000 habitantes y 1.213 delitos contra la propiedad por cada 100.000 habitantes), pero las cifras se entienden mejor si tenemos en cuenta que en Maine el 94’7% de la población es blanca y solamente el 1,8% negra. En el otro extremo se encuentra St. Louis, considerada como la “ciudad más peligrosa” de los EEUU, con 2.082,29 delitos por cada 100.000 habitantes, cuatro veces más que la media del país… Allí, el 43,11% de la población es negra.

Las protestas por la muerte de George Floyd se iniciaron el 26 de mayo de 2020. Comenzaron en Mineápolis-Saint Paul y se extendieron rápidamente a 2.000 ciudades de los EEUU. Como es habitual se produjeron disturbios, saqueos y escaramuzas callejeras con la policía y con contramsnifetantes. En 200 ciudades de los EEUU se establecieron toques de queda mientras que más de treinta estados y Washington D. C. activaron a más de 96 000 miembros de la Guardia Nacional, Guardia Estatal, 82° División Aerotransportada y al 3° Regimiento de Infantería.

Hasta los recientes incidentes de Los Ángeles, el despliegue militar organizado para detener esta escalada de incidentes fue la mayor operación militar de los EEUU en tiempo de paz. Se produjeron 35 muertes, 14.000 detenciones y 2.000 millones de dólares en daños (la cifra más alta registrada en EEUU en tiempo de paz) y se prolongaron durante prácticamente un año. A nadie se le escapó que “alguien” mantuvo a los manifestantes en la calle para presionar sobre el resultado de las elecciones presidenciales que dieron el poder a George Biden (con toda seguridad, Soros y sus fundaciones).

El movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) y la ola cultural “wokista” se inauguraron en el curso de estos incidentes: las estatuas de líderes sureños de la Guerra de Secesión fueron vandalizadas, así como las estatuas dedicadas a Colón y a otros conquistadores (Juan de Oñate, Ponce de León), incluso estatuas a Cervantes y a fray Junípero Serra resultaron destruidas. Pero también estatuas de pro-hombres yanquis (Roosevelt, Grant, Washington) sufrieron el mismo destino: el odio contra los blancos no hacía distinción. Los “blancos”, ni sus vidas parecían importar. En un momento dado, dio la sensación de que, a pesar de que se produjeron muchas manifestaciones sin incidentes, quedó claro que los agitadores formaban parte de grupos que aspiraban a generar problemas electorales para Trump y que eran, precisamente, esos grupos los que generaban mayores dosis de violencia.

JUNIO 2025: TODOS CONTRA LAS DEPORTACIONES DE TRUMP (¿TODOS?)

En junio de 2025, la política de deportaciones abordada por Donald Trump se tradujo en protestas que partieron de la ciudad de Los Ángeles. Los protagonistas fueron, por una parte, inmigrantes ilegales, y por otra, ciudadanos de color que protagonizaron saqueos y violencias con el mismo fin que en 2020: tratar de abrir un “frente interior” contra Donald Trump. Al mismo tiempo, tanto la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, como el gobernador de California, Gavin Newsom, trataron de hacer olvidar su catastrófica actuación durante los incendios de principios de año (ver artículo en INFO-KRISIS sobre el tema), relanzando sus carreras políticas. Newsom aspira al nombramiento como candidato para las próximas elecciones presidenciales y Bass ya ha intentado un puesto como congresista y no pierde la esperanza de volver.

Los incidentes de Los Ángeles han sido organizados por esta pareja que hace seis meses ya fue considerada responsable de los incendios que arrasaron los barrios periféricos de la ciudad. Como “ecolocos” y “wokistas” de estricta observancia, tanto Newsom como Bass, adoptaron medidas absolutamente irresponsables para “defender el medio ambiente”: eliminaron las balsas de reservas de agua que alimentaban las bombas de extinción de incendios, simplemente porque una especie de insecto local estaba amenazada de desaparición; para colmo, Bass, impenitente subvencionadora de la comunidad negra, falta de efectivo, redujo la dotación del cuerpo de bomberos de la ciudad… ¡en un área en donde los incendios son frecuentes todos los años! No solo eso: cuando se iniciaron los incendios, Bass estaba en Ghana asistiendo a la toma de posesión de John Mahama presidente del país (una especie de Pedro Sánchez a la africana que ya había protagonizado casos de corrupción desde 2016). Bass es la “alcaldesa woke” por excelencia de los EEUU.

Esta pareja de “liberales demócratas”, literalmente ha arruinado California… en aras, eso sí, del “progreso social”. Entre los desmanes de Newcom figura la no presentación de cargos contra ladrones que roban menos de 950 dólares. Si bien es cierto que en California robar por debajo de esa cantidad sigue siendo delito (como recordaban las agencias de verificación de información), la orden de que los tribunales no persigan a los que lo hacen ha sumido al centro de la ciudad en el caos más absoluto: tiendas de ropa y calzado, supermercados, especialmente, han abandonado el centro de Los Ángeles, que para colmo ha sido invadido por “zombies” consumidores de fentanilo y de otras drogas químicas. La polémica salto a la luz pública el día de Navidad de 2022 cuando dos individuos de raza negra robaron varios teléfonos en una tienda de Apple en Palo Alto, California, sin que intervinieran ni autoridades ni empleados.

La excusa para no perseguir estos delitos es que quien los comete lo hace “presionado por la pobreza”. En realidad, no es así: la delincuencia es una forma fácil de vivir que reporta diariamente buenos beneficios y escasos riesgos (la policía de California está acobardada por las acusaciones de “violencia policial” y “criminalización de la raza negra” a la hora de pedir identificaciones. Y, ciertamente esto último es rigurosamente cierto… precisamente porque la delincuencia protagonizada por negros es superior a la de otros grupos étnicos.

Newsom y Bass vieron una posibilidad de recuperar el prestigio dilapidado por los incendios de diciembre y enero de 2025 y 2025, oponiéndose a la política de detenciones abordada por Donald Trump desde el inicio de su segundo mandato. El 30 de abril de 2025, el gobierno federal había deportado a casi 200.000 inmigrantes ilegales. El éxito de esta medida no se hizo esperar: la inmigración ilegal se redujo en pocos días un 95%. Y son las primeras medidas: en la actualidad, el Pentágono está estudiando la recalificación de una franja fronteriza de California, Arizona y Nuevo México en “terreno militar”, lo que implica que atravesarla constituiría un delito federal.

Entre los primeros 160.000 detenidos figuran 2.288 miembros de “bandas étnicas” (los venezolanos del Tren de Aragua constituyen 600 detenidos, pero también hay cientos de miembros de las “maras”, del Barrio 18 y de la MS-13. De cada cuatro detenidos, tres son delincuentes habituales (1.300 por delitos sexuales, 6.300 por conducir en estado de embriaguez o por consumo de drogas, 9.000 por peleas con agresiones, 1.500 por posesión ilegal de armas). Trump anunció que se había detenido a “lo peor de lo peor”. Deliberadamente, la deportación de 300 venezolanos y salvadoreños, primero a Guantánamo y luego a la cárcel de Tecolula en El Salvador, han tenido su importancia en la desactivación de la inmigración ilegal.

Por supuesto, los “demócratas” se opusieron a estas medidas y las policías locales de ciudades gobernadas por ellos (Chicago, Boston, Denver, Los Ángeles…) no participaron en las redadas constituyéndose como “ciudades santuario”. Los alcaldes republicanos de estas ciudades establecieron leyes para avalar su “objeción de conciencia”. Véanse los nombres de esta legislación improvisada: Ley de Confianza de Illinois, Ley Camino a Seguir y la Ordenanza Ciudad Acogedora de Chicago… Pero una sentencia del Tribunal Supremo ha establecido que esta legislación “está diseñada para interferir y discriminar la aplicación de la ley federal de inmigración” y constituyen “violaciones de la Cláusula de Supremacía de la Constitución de Estados Unidos”, que establece que la ley federal prevalece sobre una estatal. Otra victoria trumpista.

EL DESENCADENAMIENTO DE LOS DISTURBIOS

Los Ángeles, con Karen Bass y el Estado de California con Gavin Newsom, formaban parte de la “red de santuarios” del Partido Demócrata. El 6 de junio de 2025, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, inició una redada en el Distrito de la Moda de Los Ángeles y en varias empresas que contrataban a ilegales. Resultaron detenidos 100 inmigrantes, pero se produjeron varios incidentes y agresiones contra los agentes en el curso de los cuales resultaron detenidas otras 44 personas acusadas de “obstrucción”. En las horas siguientes, los enfrentamientos fueron en aumento. No se trató de manifestaciones pacíficas, sino de verdaderas operaciones de hostigamiento a las fuerzas de seguridad, alcanzándose momentos de gran violencia.

Al día siguiente, fueron detenidos otros 45 ilegales y se reprodujeron los incidentes aún más violentos que el día anterior. Por la tarde, los manifestantes quemaron por primera vez banderas norteamericanas y portaron banderas mexicanas en las manifestaciones y se habían lanzado los primeros cócteles molotov contra la policía. A última hora de la tarde, Tom Homan, director de Operaciones de Cumplimiento y Deportación de la Casa Blanca, anunció que el gobierno federal enviaría a la Guardia Nacional esa misma noche. Trump envió inicialmente 2.000 miembros de la Guardia Nacional de California a la ciudad, y el Secretario de Defensa Pete Hegseth declaró que los marines en servicio activo estaban en “alerta máxima” en Camp Pendleton, la base militar más próxima. Una nota del gobierno federal anunció que no se permitiría el uso de antifaces en las protestas y que todo aquel que los luciese sería detenido e internado.

El 8 de junio la Guardia Nacional ya estaba desplegada en la ciudad. Sin embargo, un pequeño partido, Partido por el Socialismo y la Liberación, que apenas había obtenido 7.000 votos en las últimas elecciones presidenciales convocó nuevas manifestaciones. Se trata de una formación “marxista-leninista” de la que apenas un mes antes un ex miembro, Elías Rodríguez, había asesinado a dos empleados de la embajada de Israel en Washington. Pues bien, este partido, se movilizó desde el primer momento para impulsar los incidentes de Los Ángeles.

La pareja “propietaria” del Estado (Newsom) y de la ciudad (Karen Bass) declararon que se oponían a la presencia de la Guardia Nacional calificándola de “grave violación de la soberanía nacional”. La respuesta del gobierno fue “estudiar la presentación de cargos federales” contra ambos por haber desafiado una orden federal al boicotear las redadas contra ilegales. Los incidentes fueron en aumento en los días siguientes con destrucción de propiedades particulares, vandalización de edificios públicos, incendios de instalaciones federales y agresiones a la policía y a la Guardia Nacional. Tiendas de Apple, Adidas, joyerías y farmacias, fueron saqueadas. Trump culpó al gobernador Newsom que la ciudad estuviera fuera de control. La alcaldesa Bass, visiblemente desbordada por el cariz de los acontecimientos, declaró el toque de queda en la ciudad entre las 22:00 p.m. y las 6:00 a.m., cuando ya habían llegado a la ciudad otros 2.000 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines para proteger los edificios federales.

A todo esto, las redadas de ilegales no se habían detenido, desde el inicio de los incidentes 300 ilegales habían pasado a las oficinas de la agencia de extranjería camino a la deportación. El 20 de junio, con la visita de J.D. Vance, vicepresidente de los EEUU a la ciudad, los incidentes pudieron darse por concluidos. Vance se negó a entrevistarse con Newsom y Bass a quienes consideró responsables directos de las manifestaciones y saqueos. La revuelta se habia extinguido sin haber logrado sus objetivos: los incidentes en otras ciudades fueron pocos y de escasa entidad.

ASEGURARSE LA FIDELIDAD DE LOS MILITARES

No pasó desapercibido que el 10 de junio, cuando los incidentes de Los Ángeles estaban todavía en fase creciente, Trump se desplazara acompañado por su secretario de defensa, a la base de Fort Bragg, una de las mayores instalaciones militares del mundo con algo más de medio millón de efectivos, sede de la Delfa Force, de la 82º División Aerotransportada, del XVII Cuerpo Aerotransportado, del 1er. Comando de las fuerzas Especiales y del 75 º Regimiento de Rangers. La base, vale la pena recordarlo, está instalada en el condado de Mendocino en el Estado de California

Para evidente que la visita no fue ni ingenua, ni casual, sino que, más bien, era un mensaje a Newsom y a Bass, en el que diáfanamente se les estaba diciendo: “No se os ocurra seguir instigando o facilitando el aumento de los incidentes, o de lo contrario, el ejército intervendrá de manera enérgica y aplastante”. Porque, durante la visita, tanto la oficialidad como la tropas demostraron que estaban identificados con las posiciones de Trump y de su secretario de defensa, Peter Hegseht, antiguo militar voluntario a la guerra de Irak y Afganistán, condecorado con la Estrella de Bronce, que había sido retirado en 2021 por Joe Biden por ostentar en su cuerpo un tatuaje con la cruz potenzada y la leyenda “Deus vult” (Dios lo quiere) propia de los cruzados medievales, hechos que fueron considerados como muestras de “supremacismo blanco”. Frente al “multiculturalismo” de Newson y al wokismo de Bass, Hegseht es respetado por la oficialidad y la tropa de Fort Bragg. Obviamente, la visita del presidente y de su secretario de defensa eran un gesto teatral para neutralizar el intento de rebelión de Newsom/Brass y de las “ciudades santuario”.

Lo cierto es que, de todas las medidas asumidas por Trump en sus primeros seis meses de mandato, la expulsión de inmigrantes ilegales es la que cuenta con más apoyo popular. La conculcación del “ius soli” por el Tribunal Supremo norteamericano parece otro golpe de tuerca a la lucha contra los movimientos migratorios masivos de sur a norte. A partir de ahora, los hijos de extranjeros nacidos en los EEUU no adquirirán automáticamente la nacionalidad. Pero cuando el Supremo emitió esta sentencia, los “incidentes de Los Ángeles” ya habían extinguido. 








LA COLINA INSPIRADA (7) - CONCLUSIONES


Conclusiones

Papus murió el 25 de octubre de 1916, Peladan le siguió dos años después, Oswald Wirth le sobreviviría hasta 1941. Bois y Papus aproximaron posiciones. Guaïta murió prematuramente a los 36 años, víctima de problemas renales causados por las drogas que había ingerido (¿era el “choque con retroceso” al que aludiera Boullan en sus últimos días?). Huysmans, por su parte, había muerto antes, en 1907. Tras la desaparición de Boullan, su secta se deshizo, como antes se había desintegrado el movimiento naundorfista del que solamente quedaban rescoldos. De todos estos protagonistas, Jules Bois fue el último en morir en 1943. Sus amores con la cantante de ópera Emma Calvé –vinculada al grupo neo–rosacruciano de Josephin Pelada– hicieron casi tanto ruido como los duelos con Guaïta y Papus.

Tras la inmensa tragedia que supuso la Primera Guerra Mundial, el recuerdo de todos los hechos que hemos narrado hasta aquí, se fue diluyó por completo. Las modas literarias aplastaron la obra de los escritores de épocas anteriores. Barrés, Huysmans, los cenáculos ocultistas y satanistas, el naundorfismo, todo quedó atrás. Sólo la “colina inspirada” permaneció donde siempre ha estado.

Aquella colina en la que los celtas adoraban a su dios de la guerra y a Rosmerta, diosa de la fertilidad, expulsados ambos cultos por el nuevo Dios cristiano y por la Virgen María. Barrés, tiene un monumento a su obra en el extremo suroeste de la colina. El ocio, el nuevo dios del siglo XXI, hace que el lugar sea utilizado hoy por practicantes del parapente. La peregrinación al santuario de la Virgen María, que se inició en la Edad Media, goza de buena salud. Esa misma peregrinación que los tres hermanos Baillard volvieron a impulsar. En 1946, reunía a 80.000 personas y 30 años después seguía manteniendo cierto vigor. Después de la crisis de la Iglesia tras el Vaticano II, se produjo una desmovilización y el número de peregrinos bajó ostensiblemente. Sin embargo, en los últimos años, la amenaza de islamización de Francia ha hecho que los asistentes fueran creciendo, reverdeciendo sus mejores tiempos. Era la respuesta al incendio de que fue objeto el campanario de la basílica el 8 de noviembre de 2003. Desde entonces, han ardido 400 iglesias y catedrales en Francia, incluyendo Notre Dame de París y la Catedral de Nantes.

La Francia Católica y la Francia Identitaria, la Francia de la capilla y de la pradera a las que aludiera Barrés, siguen acudiendo a la “colina inspirada”, símbolo de sus raíces. Acuden también peregrinos alemanes. En 1973, se colocó una placa al pie de la cruz de Lorena en la que puede leerse: “Reconciliación”. La zona, disputada durante siglos por el mundo galo y por el mundo germánico, finalmente, se ha convertido en símbolo de unión ante los que fueron en otro tiempo enemigos comunes.

  

  

  










Esperamos con estas notas, haber situado al lector en la época en la que transcurrieron los hechos narrados por Barrés, antes durante y después de la portentosa y dramática aventura de los tres hermanos Baillard en la colina inspirada. 

miércoles, 2 de julio de 2025

LA COLINA INSPIRADA (6) - LA "GUERRA DE LOS MAGOS", SATANISMO EN EL PARÍS DE LA BELLE ÉPOQUE...

7. La “guerra de los magos”. El satanismo en París en la Belle Époque.

El enfrentamiento entre la Rosa+Cruz y el “Carmelo Elíaco” de Boullan es uno de los episodios más excéntricos de la Belle Époque. Hoy, el mundillo ocultista es completamente marginal. Tras un breve revival en los años 70 y 80, en los 90 el fenómeno podía darse por prácticamente extinguido. Era el precio que había que pagar por la materialización creciente de las sociedades. No solamente disminuyó la influencia de las religiones tradicionales, sino que el numero (y la calidad) de los ocultistas cayó a mínimos. A finales de los años 80, quedaba muy poco de la Sociedad Teosófica, los grupos neo–rosacrucianos registraban una análoga pérdida de efectivos y las escisiones que había sufrido el teosofismo no iban mucho mejor. Por eso, a comienzos del nuevo milenio nos es muy difícil hacernos una idea del peso que tuvieron en la Francia de la belle époque (entre 1781, fin de la Guerra Franco–Prusiana y 1914, inicio de la Primer Guerra Mundial). No solamente se trataba de medios vinculados a la aristocracia (el marqués Stanislas de Guaïta, la Duquesa de Pomar y muchos más) y al mundo de las artes (Josephin Peladan, Huysmans, el simbolista belga Maurice Maeterlinck entre los más conocidos, por no hablar de los literatos ingleses llamados por el ocultismo, Bram Stoker (autor de Drácula), Arthur Machen, Algernon Blackwood, Bulwer-Lytton y, especialmente, el poeta y dramaturgo William Butler Yeats), incluso a la ciencia (Camille Flammarion, Charles Richet, Joseph Grasset), también al mundo de la música (Érik Satié, Claude Debussy, la cantante de ópera Emma Calvé), e incluso en siniestros cabarets ocultistas (de los que tenemos noticias, como mínimo, de tres: todos ellos ubicados en el barrio parisino de Clichy). A París fueron a parar también destacados ocultistas extranjeros. La Sociedad Teosófica, llegada de los EEUU, contaba con una importante logia en París fundada en 1899. Unos años antes, Samuel Liddell MacGregor Mathers, uno de los fundadores de la Golden Dawn, se instaló en la capital francesa, inaugurando el Templo de Ahator nº 7, que se convertirá en uno de los centros del grupo y el escenario de la guerra civil interna que terminó con la expulsión de Alasteir Crowley.

El ocultismo, como vemos, estuvo muy bien instalado en el París de finales del XIX y de principios del XX. Y fue en este contexto, en absoluto marginal, en el que debemos incluir la famosa “guerra de los magos” que enfrentó a los neo–rosacrucianos con los seguidores del abate Boullan. Conocemos ya a algunos protagonistas del episodio, pero no a todos.

Uno de los más destacados fue el escritor Joris–Karl Huysmans. Se cree que, en torno a 1890, este escritor, a través de Berthe de Courrière, se puso en contacto con el abate Boullan para informarse sobre magia negra y satanismo. En aquel momento, Huysmans estaba reuniendo materiales para su novela Lá-bas (Allá abajo), centrada sobre la figura medieval de Gilles de Rais y sobre los conventículos satánicos de París. La relación entre Huysmans y Boullan se hizo muy estrecha, hasta el punto de que, a su muerte, Boullan legó a Huysmans sus documentos personales, que le fueron entregados por Julie Thibault. Entre los documentos se encontraba su Confesión, redactada en la cárcel. Así mismo, un año antes de la muerte de Boullan, cuando éste fue condenado por ejercicio ilegal de la medicina, Huysmans pagó la multa.

Al parecer, Huysmans quedó impresionado después del primer encuentro. Se vieron con frecuencia y, al año siguiente, en 1891, el escritor publicó su novela Lá–bas (Allá abajo) que nos muestra al protagonista, “Durtal”, harto de la decadencia moderna (otro tema de moda en el París de aquella época, propio de un hombre afectado por el taedium vitae), busca refugio en el Medievo y explora la figura del mariscal satanista Gilles de Rais. A lo largo de esta investigación se involucra en prácticas ocultas y misas negras. Boullan aparece en la novela con los rasgos de “Johannès”. Huysmans, responderá, por boca de otro personaje, sobre quién era “Johannès”: “Es un sacerdote muy inteligente y erudito. Fue superior de comunidad y dirigió, en París, la única revista no mística. También fue un teólogo consultado, un maestro reconocido de la jurisprudencia divina; luego mantuvo desgarradores debates con la Curia papal en Roma y con el cardenal arzobispo de París. Sus exorcismos, sus luchas contra los íncubos que combatía en los conventos femeninos, fueron su perdición”.

El protagonista, Durtal, asiste a un ritual satánico y la descripción que hace Huysmans sirvió de modelo para todas las misas negras posteriores: “Apareció el altar, un altar normal y corriente, con un tabernáculo encima sobre el que se erguía un Cristo ridículo e infame. Le habían levantado la cabeza y alargado el cuello, y las arrugas dibujadas sobre las mejillas transformaban el rostro dolorido en una cara deformada por una sonrisa innoble. Estaba desnudo, y en lugar del paño que le cubría los costados, una excitada vergüenza viril emergía de una mata de pelo. (...) Precedido por dos monaguillos, y cubierto con un gorro escarlata del que sobresalían dos cuernos de bisonte de tela roja, entró el canónigo... (...) Se inclinó solemnemente ante el altar y subió los peldaños para dar comienzo a su misa. Todas las mujeres se dejaron envolver por aquellos sahumerios; algunas inclinaron la cabeza sobre el brasero y aspiraron con fuerza aquel aroma; luego, medio desvanecidas, se abrieron los vestidos emitiendo roncos suspiros. Entonces el sacrificio se interrumpió. El sacerdote bajó los peldaños de espaldas y gritó con voz emocionada y aguda: ¡Oh maestro del pandemónium, dispensador de los beneficios del delito, gran intendente del pecado más suntuoso y del vicio más desmesurado, Satanás, es a ti a quien adoramos, oh Dios lógico y justo! (...) Tú incitas a la madre a vender a su hija, tú asistes los amores estériles y prohibidos, ¡oh protector de las neurosis más agudas, torre de plomo de la histeria, vaso sanguíneo de las desfloraciones! (...) Es a ti a quien como sacerdote obligo, quieras o no, a descender a esta hostia y a encarnarte en ese pan. ¡Jesús, artista de la superchería, ladrón de homenajes, predador de afectos, escucha! Desde el día en que saliste de las entrañas de una virgen has faltado a tus compromisos y a tus promesas; siglos enteros han estado esperándote, ¡Dios desertor y mudo! Tenías que aparecer en tu gloria y dormías (...) ¡Nosotros queremos reclamar tus clavos, apretar tus espinas y hacer derramar tu sangre dolorida sobre tus llagas resecas! (...) ¡Amén! Gritaron las voces cristalinas de los monaguillos. Algunas mujeres cayeron rodando sobre la alfombra. Una se arrojó al suelo agitando las piernas, como movida por un resorte; otra, afectada repentinamente de un terrible estrabismo, gorjeaba, y luego enmudeció y se quedó con la boca abierta y la lengua enrollada hacia atrás hasta tocar el paladar; otra, hinchada y lívida, con las pupilas dilatadas, inclinaba y levantaba bruscamente la cabeza y se arañaba la garganta con las uñas; finalmente otra, que estaba tendida en el suelo, se quitaba la falda y enseñaba un vientre desnudo, hinchado, enorme, luego se retorcía con terribles muecas y mostraba una lengua blancuzca con los bordes mordisqueados, que no podía apartar de una hilera de dientes rojos. Entonces, mientras los monaguillos se juntaban con los hombres y el ama de casa subía hacia el altar, empuñando con una mano la asta del Cristo y sujetando con la otra un cáliz entre las piernas desnudas, en el fondo de la capilla una niña que no se había movido hasta aquel momento, se inclinó de repente hacia delante y ladró a la muerte, ¡como una perra!”.  Des Hermies, amigo de Durtal, le confiesa: “El ritual de aquellas ceremonias era bastante atroz; generalmente se había raptado a un niño, al cual quemaban en un horno. Luego se mezclaba esta ceniza humana con la sangre de otro niño al que degollaban, formando una pasta parecida a la de los maniqueos, de la que ya te he hablado. El abate Guibourg decía la misa, consagraba la hostia, la cortaba en pequeños pedazos y la mezclaba con aquella sangre oscurecida por la ceniza; esto era la materia del sacramento.”

Cuando Huysmans conoció a Boullan no parece que fuera consciente de sus ritos satánicos y sexuales. Boullan le expuso los datos sobre el satanismo como si fuera ajeno a él. Pero, para los rosacruces, que habían penetrado en el círculo interior de la secta, no había duda, él, Boullan, era el satanista. En la polémica entre los neo–rosacrucianos y el Carmelo Elíaco, Huysmans se puso públicamente de parte de estos, lo que hizo que también se creyera víctima de “ataques fluídicos” lanzados por Guaïta y durmiera con una pasta protectora que situaba debajo de la almohada. Tras la muerte de Boullan, proclamó, además, que había sido asesinado por “procedimientos mágicos”.

La influencia de Boullan en Là–Bas parece bastante clara. El resultado de la obra es una imagen de Satanás favorecida y elevada a héroe de los afligidos e ídolo de los oprimidos. Véase este fragmento, acaso uno de los más estremecedores de la novela: “Y tú, a quien, en mi calidad de sacerdote, obligo, quieras o no, a descender a esta hostia, a encarnarte en este pan, Jesús, Artesano de Engaños, Bandido de Homenajes, Ladrón de Afectos, ¡escúchame! Desde el día en que saliste de las entrañas complacientes de una Virgen, has faltado a todos tus compromisos, has desmentido todas tus promesas. Los siglos han llorado, esperándote, ¡Dios fugitivo, Dios mudo! Debías redimir al hombre y no lo has hecho; debías aparecer en tu gloria, y duermes. Ve, miente, di al miserable que te suplica: «Espera, ten paciencia, sufre; el hospital de almas te recibirá; los ángeles te asistirán; el Cielo se abre para ti». ¡Impostor! Sabes bien que los ángeles, disgustados por tu inercia, te abandonan. Tú debías ser el intérprete de nuestras quejas, el chambelán de nuestras lágrimas; debías transmitirlas al Padre y no lo has hecho, porque esta intercesión perturbaría tu sueño eterno de feliz saciedad. ¡Has olvidado la pobreza que predicabas, vasallo enamorado de los bancos! Has visto a los débiles aplastados bajo la presión del lucro; has oído el estertor agonizante de los tímidos, paralizados por el hambre, de las mujeres destripadas por un trozo de pan, y has hecho que la Cancillería de tus simoniacos, tus representantes comerciales, tus Papas, responda con excusas dilatorias y promesas evasivas, ¡sacristía, charlatán, Dios charlatán! Maestro, cuya inconcebible ferocidad engendra la vida y la inflige al inocente a quien te atreves a condenar —¿en nombre de qué pecado original?—, a quien te atreves a castigar —¿en virtud de qué pactos?—, ¡queremos que confieses tus descaradas trampas, tus crímenes inexpiables! Te clavaremos los clavos más profundamente en las manos, presionaremos la corona de espinas sobre tu frente, sacaremos sangre y agua de las heridas secas de tu costado. Y eso lo podemos y lo haremos violando la quietud de tu cuerpo. Profanador de amplios vicios, soberbio de estúpidas purezas, Nazareno maldito, Rey holgazán, Dios cobarde”. ¡Amén!, trinaban las voces de soprano de los niños del coro”.

¿Qué le había pasado a Huysmans? Se había sentido ganado por Boullan, al menos, temporalmente. No supo entender que, si Boullan era capaz de informarle con tanta precisión sobre los ritos satánicos, las misas negras y las oraciones luciferinas ¡era porque él mismo las practicaba!

Y Huysmans no era un iletrado, ni mucho menos un paleto crédulo. Está considerado como uno de los mejores escritores de su generación. Amigo de Zola, en 1884, su novela À rebours, constituyó un gran éxito e inició el “decadentismo”. Durante su vinculación al simbolismo, empezó a interesarse por lo sobrenatural, el mundo onírico y el satanismo. Tras la publicación esta novela, el escritor católico Barbey d'Aurevilly sentenció premonitoriamente que el destino de Huysmans era elegir entre “la boca de una pistola o los pies de la cruz”. En 1894, dos años después de la muerte de Boullan y tres años después de la publicación Là-bas, se convirtió al catolicismo. Sus últimas novelas En route (1895, donde describe las etapas de su propia converisión), La Cathédrale (1898, un estudio sobre el simbolismo cristiano de la catedral de Chartres) o L'Oblat (1903, en la que narra sus experiencias con los monjes benedictinos de la abadía de Saint–Martin cerca de Poitiers), están impresas con ese sesgo místico. Su conversión anuncia el gran movimiento de “conversiones literarias” que llevará a la fe a los grandes autores franceses de principios del siglo XX, Charles Péguy, Paul Claudel, Léon Bloy, François Mauriac y otros muchos. Su estilo ha sido definido como “naturalismo espiritualista”. A parte de sus éxitos literarios, su vida es la propia de un “buscador” que frecuentemente se equivoca, ya sea por credulidad o por ingenuidad.

Este crecimiento desmesurado de las supersticiones y la credulidad generalizada en la segunda mitad del siglo XIX –época fértil en médiums, “sonámbulos”, profetas alucinados, personalidades mediocres en contacto con “mahatmas”, estafadores de la credulidad popular, y demás fauna, se explica como un “escape de la razón” y se justifica como rechazo a los efectos generalizados de los cambios en el modo de vida, el progreso científico que entonces despegaba con fuerza, la materialización y secularización, especialmente presente en Europa y en EEUU y la abolición de principios y normas que hasta ese momento habían sido inamovibles y respetadas por todos, habitualmente inducidas por el cristianismo. Este enfoque materialista generó dos fenómenos, aparentemente opuestos, pero hasta cierto punto complementarios: por un lado, el positivismo y por otro la aparición de abundantes sectas exóticas en el supermercado seudo–espiritual. Incluso el positivismo, llevado al extremo por algunos de sus representantes –el mismo Comte, terminó presentando su sistema bajo la forma de una religión, con sus festividades, sus santos, sus prácticas rituales y sus dogmas. A pesar de que, inicialmente, para Comte el pensamiento científico, realizado mediante la observación y el análisis, era lo único que podía resolver los enigmas del universo, lo cierto es que, a medida que fue avanzando, se vio afectado por el clima de su época e imprimió un enfoque seudo–religioso a sus trabajos (del que su principal difusor, Émile Littré, se distanció). Los elementos rechazados por Littré tenían que ver con la “religión positivista” o “religión de la humanidad”. Parecía existir una contradicción entre el método científico y la creación de una nueva religión, sin embargo, Comte lo resolvía diciendo que la base de este culto era “la humanidad” y que el núcleo central de su ética era la utilidad social y el “amor a la humanidad”.

Apenas 30 años después de formular esta curiosa “religión positivista”, Oswald Spengler determinó, con razón, que el hundimiento de la religiosidad tradicional, no operaría la creación de una nueva época de objetivismo y racionalidad, sino, más bien, contribuiría a excitar las supersticiones. Cuando se cerraba la puerta a la religión tradicional, las supercherías más absurdas entrarían por la ventana. A ello contribuía la sensación de inseguridad, ansiedad e incertidumbre de la sociedad en el último tercio del siglo XIX. El tránsito de la Primera a la Segunda Revolución Industrial (con la generalización de la electricidad, el urbanismo, el motor de combustión interna, las comunicaciones, la telegrafía sin hilos y luego la radio, las teorías evolucionistas, etc.) destruyó la estabilidad de creencias que habían constituido “refugios” para el ser humano occidental. En este ambiente, el ocultismo y las creencias exóticas constituirían una válvula de escape y tenderían a reemplazar a las religiones tradicionales, especialmente porque mostraban un aspecto “experimental”: el espiritismo facilitaba la comunicación con los espíritus, la magia ceremonial, de la que los Guaïta, los Peladan, los Wirth, y, antes que ellos, Eliphas Levi o Papus, la Blavatsky y su círculo, los miembros de la Golden Dawn, alardeaban, les permitía disponer de “armas fluídicas” con las que atacar a sus enemigos. En el otro lado, el siglo XIX, especialmente su segunda mitad, fue un período en el que proliferaron las apariciones marianas y, a partir de ellas, una renovación espiritual que tuvo como eje el nuevo culto al Corazón de Jesús. Bruscamente, entre unos y otros, lo sobrenatural volvió a instalarse en la sociedad como presencia real y efectiva. Y es en este contexto en el que hay que situar el episodio conocido como “la guerra de los magos” que causó un impacto en la opinión pública francesa similar al que hoy pueden tener los programas “del corazón” o el “periodismo rosa”…

Los ocultistas franceses de la segunda mitad del XIX, orbitaban en torno a Eliphas Levi y a Gérard Anaclet Vincent Encausse, conocido como “Papus”. A partir de este último y de su Grupo Independiente de Estudios Esotéricos se formaron dos “sociedades iniciáticas”, la Orden Martinista, dirigida por Papus y la Orden Cabalística de Rosa–Cruz, con Guaïta, Peladan, Wirth como personalidades más conocidas. Esta Orden era de carácter elitista, mientras que el grupo de Papus, daba prioridad a la cantidad por encima de la calidad a modo del teosofismo, en el que, por cierto, tampoco faltaban miembros de la nobleza y notables. En estos ambientes, cualquier episodio se interpretaba en clave ocultista. Huysmans, por ejemplo, opinaba que la derrota de Francia en Sedan en 1870 se debía a la “superioridad ocultista de Alemania”. El abate Boullan, en realidad, murió del miedo que le generaba el sospechar que estaba siendo víctima de un conjuro de los ocultistas, y él mismo, respondía lanzando maldiciones contra Guaïta, Peladan y Wirth que estos tomaban como “ataques de súcubos”. La pomada que colocaba Huysmans bajo la almohada le protegía de los “ataques fluídicos” de extrema violencia lanzados contra él. Y no parece que nadie simulara: todos eran perfectamente sinceros en cómo percibían las amenazas les llegaban del mundo oculto. Creían verdaderamente en la realidad objetiva de todo esto.

Esta sinceridad en las creencias era lo que aportaba veracidad y seguridad, tanto para los partidarios de unos o de otros. Luego estaba, naturalmente, los aspectos “humanos, demasiado humanos” que reforzaban estas convicciones; los que estaban en posesión de “secretos”, o de “verdades reveladas” o dominaban a los elementos mediante la “magia ceremonial”, se sentían miembros de una “élite de iniciados”. Sus convicciones los diferenciaban de una masa gris y mediocre, algo que estaba presente tanto entre los ocultistas como en los partidarios del abate Boullan. Ellos –no la masa– estaban en posesión de los arcanos del cosmos, dominaban el mundo de los espíritus, eran herederos de tradiciones milenarias que se remontaban al antiguo Egipto o bien depositarios del “verdadero cristianismo”, quienes interpretaban los textos bíblicos mejor que cualquier teólogo. El resto de la sociedad, aceptaba los valores cristianos de la época con el añadido de las fantásticas apariciones marianas que dieron alas de los nuevos dogmas (la Inmaculada Concepción y la infalibilidad del Papa) y el nuevo culto al Sagrado Corazón y que hay que inscribir como innovaciones que la Iglesia introdujo para evitar ser superada en el mundo de lo trascendente, por vintrasianos y ocultistas. Luego, quedaban los “socialistas” de las diferentes ramas. En lo que se refiere a los “socialistas utópicos” (que aun existían), la componente ocultista ha sido estudiada por Saranne Alexandrian en su libro consagrado a este movimiento del que el positivismo era la ultima ratio. Y, en lo que se refiere a los marxistas, también empezaban a dar muestras de ser la nueva religión escatológica y milenarista para uso y disfrute del proletariado. Habían tenido a su anunciador, Marx, y les faltaba solamente, su organizador, papel que años después asumiría Lenin. Ritos, fechas señaladas, cánticos, dogmas, predicadores y libros sagrados estaban presentes en el marxismo, tanto como en cualquier otra tendencia que hemos mencionado.

Fue así como Jules Bois terminó enfrentándose en duelo con el Marqués Stanislas de Guaïta y con el mismísimo Gérard Anaclet Vincent Encausse, “Papus”. ¿Quién era Jules Bois? En 1895 alcanzó fama literaria al escribir un bestseller de la época, Satanismo y magia. Creía firmemente en el ocultismo y en lo paranormal. Pero, sobre todo, buscaba éxitos literarios. Y eso, ayer y ahora, solamente se logra “haciendo ruido”. Hay gente atraída por cualquier cosa que sea “paranormal” y Bois era uno de ellos. Los libros que hemos leído de él, dedicados a la magia, el ocultismo y las “pequeñas religiones”, son bastante discretos: literatura rápida y de consumo instalada en la Belle Époque. En todo este episodio, le interesaba, sobre todo, excitar los ánimos, llamar la atención, polarizar las posiciones, lograr, en definitiva, que se hablase de él o de los temas sobre los que estaba escribiendo. En el libro sobre Las pequeñas religiones de París, toma como ciertas las afirmaciones que estaba realizando en aquellos mismos años Leo Taxil, sobre el culto satánico dentro de la masonería y la existencia de una “alta masonería luciferina” a la que éste llamaba “paladismo”. A pesar de que nadie razonable podía creer lo escrito por Taxil y por su socio el “doctor Bataille”, Jules Bois, si reprodujo sus afirmaciones sobre el satanismo, sin comentarios críticos. Distaba mucho de ser lo que hoy se llama un “periodista de investigación”; tenía, sin embargo, un buen olfato para la venta y promoción de sus obras.

Fue un hombre precoz. A los 18 años, ya mantenía correspondencia con Charles Maurras. Le llevó a Maurras su monarquismo, si bien Bois, se consideraba naundorfista, algo que Maurras deploraba. Luego, él mismo, dio marcha atrás y reconoció que Naundorff no era Luis XVII: “Hace unos años, en Isis moderne, intenté presentar al pseudo-impostor Naundorff como fundador del espiritismo moderno. Mucho antes que Allan Kardec, formuló el evangelio de la fe espiritista. Pero al igual que Swedenborg, Naundorff creía que se comunicaba menos con los muertos que con los ángeles y con el propio Jesucristo, a quien creía ver en París, en su miserable habitación, cuando todos lo habían abandonado”.

Picoteaba en todos los medios ocultistas parisinos y cuando se estableció en París, McGregor Mathers, fundador de la Orden Hermética de la Aurora Dorada, se convirtió en su amigo inseparable. Ese afán por relacionarse con ocultistas notorios fue lo que le llevó a tener una “relación tumultuosa” con la cantante Emma Calvé, una “routier” de los grupos ocultistas y de las corrientes neo–espiritualistas de la belle époque; el mismo Papus la había convertido en uno de los “Maestros Desconocidos de su Orden Martinista, junto a Camille Flammarion, dos notables de la ciencia y de las artes, para embellecer el legado cabalístico de Martínez de Pasqually y de Louis-Claude de Saint-Martin. En los años siguientes, la Calvé conocerá a Jules Bois y en 1900 se sabe que viajaron ambos, acompañando a Swami Vivekananda, en un crucero por el Mediterráneo. Su nombre aparece fugazmente en el “affaire de Rénnes–le–Château” y, también, esta vez, junto a Jules Bois, en la creación de AMORC, la secta norteamericana que vende cursos “rosacrucianos” por correspondencia… La relación entre ambos se prolongará hasta 1903.

Lanzó varias revistas ocultistas, la más importante de la cuales sería Le Coeur, mensual ilustrado, financiada por Antoine de La Rochefoucauld, uno de los más asiduos cliente al famoso cabaret parisino del Chat Noir, frecuentado por Papus y parte de los miembros del entorno rosacruz de Guaïta y Peladan. La Rochefoucauld llegará al grado de “arconte” de la Orden Rosa–Croix Catholique de Peladan, en el seno de la cual conocerá a Érik Satié que le dedicará una composición musical. Bois contará en Le Coeur con el teósofo Edouard Schuré como colaborador.

En la última década del XIX, Bois se da cuenta de que el feminismo tiene un gran futuro. Es lo que ha concluido de sus encuentros con ocultistas y miembros de sectas de todo tipo. La “nueva era”, será el tiempo en que el “eterno femenino” retornará y dominará. El hecho de que Helena Petrovna Blavatsky y Annie Besant, las dos primeras presidentas de la Sociedad Teosófica sean mujeres la confirma en la misma idea. El mismo Boullan contribuye a aumentarle esa sensación con su insistencia en la Inmaculada Concepción y el Vaticano, al convertirlo en dogma, se lo confirma Dedicará cuatro obras al “tema femenino” entre 1894 y 1912. Es significativo que la primera obra místico–feminista aparezca el año después de concluir “la guerra de los magos”… como si, dándose cuenta de que ya no podía explotar más un tema, pasara a otros que parecía igualmente polémico.

Todo esto, contribuye a elaborar un perfil de Bois como escritor poco escrupuloso, ocultista con un bajo nivel de formación y sin pertenecer a ninguna escuela particular, habituado a utilizar su “olfato periodístico” para detectar temas que podían ser explotados comercialmente y ser él mismo, promotor de sus obras, mediante episodios como “la guerra de los magos”. Al colaborar con varias publicaciones importantes, era natural que cualquier líder de una secta, le abriera sus puertas. Fue así como conoció a Boullan.

A partir de 1915 y hasta su muerte en 1943 en los Estados Unidos, trabajará en el cuerpo diplomático. Su primer destino en esta tarea fue, precisamente, España. Desde esa época no volvió a escribir ni sobre ocultismo, ni sobre otros temas. Había encontrado otro medio de vida. En 1929 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor por los servicios prestados a Francia.

La “guerra de los magos”, en realidad, se prolongó desde la condena de Boullan hasta la publicación del artículo de Jules Bois. Era demasiado tiempo. Lo que había sido, inicialmente, una serie de agresiones “fluídicas”, reales o supuestos, pasó luego a ser una lucha de ataques y contraataques de unos contra otros, en medios de prensa, para transformarse finalmente en un combate material expresado a través de dos duelos.

En las semanas anteriores a estos duelos, en los corrillos parisinos interesados por lo paranormal se comentaban las “novedades” del ambiente ocultista y neo-espiritualista. Se decía que los ocultistas de “Papus” y los neo–rosacruces de Wirth, Peladan y De Guaïta habían asesinado “mágicamente” a Boullan. Era un rumor que, soto voce, cada vez corría más rápido y, finalmente, terminó por superar los altos muros de los interesados en el ocultismo. Jules Bois acusó públicamente, a través del popular semanario Gil Blas, a Guaïta y a Peladan de haber “asesinado por procedimientos mágicos” a Boullan.

Los rosacruces se defendieron afirmando que su “condena a muerte iniciática”, implicaba solo al alma de Boullan, no a su cuerpo y que no habían lanzado conjuro alguno para asesinarlo en su forma física, sino solamente para condenar su alma en el post–morten y convertirla en apestada y leprosa. Recordaban que los documentos en poder de Wirth demostraban fehacientemente las relaciones de Boullan con el satanismo. Bois, nuevamente a través del Gil Blas, respondió acusándolos a ellos de satanistas (en realidad, era cierto que practicaban un “ocultismo de la mano izquierda” que los teólogos católicos consideraban “satánico”), mientras describía a Boullan, como un pobre sacerdote excomulgado, que no era nada más que un sincero buscador de la verdad.

Pero cuando el jefe del conventículo neo–rosacruciano ya no pudo más fue cuando Jules Bois le acusó de amagar el golpe al publicar que la condena a Boullan era solamente a su alma. Bois escribió: “Pero cuando llega el momento de defenderse de esta sospecha de satanismo, el señor de Guaïta da marcha atrás e intenta una maniobra de distracción. Cambia de terreno, abandona la discusión, deja la pluma y toma la espada, que cree más segura”... En realidad, tras el primer artículo de Bois, Guaïta renunció a extender la polémica y quiso cortarla con la vía directa, enviando sus padrinos a Bois. Pero fue, en ese momento, cuando Bois le acusó implícitamente de dar marcha atrás, Guaïta ya no pudo más y envío sus padrinos al periodista. Estos, como quería el ritual de la época, le preguntaron si retiraba sus palabras: “Pues bien, puedo responderle en voz alta que, sostengo que persiguió con odio implacable a ese viejo que ya no existe [Boullan], y yo estaré delante de Stanislas de Guaïta, en el prado, con la misma audacia”. Huysmans que, entonces estaba ya de vuelta a la senda cristiana, se vio también afectado por la polémica. Guaïta le envió sus padrinos que, en este caso, obtuvieron disculpas afirmando «que nunca había pensado en discutir el carácter de perfecto caballero del señor de Guaïta »

De los dos duelos aceptados el primero tuvo lugar con Guaïta. Habían elegido la pistola en un lugar apartado, en el Tour de Villebon. Bois llegó tarde. Uno de sus padrinos, el también periodista Paul Foucher, sobrino de Víctor Hugo, se sorprendió cuando aquel le dijo: “Verás como ocurre algo muy singular. En ambos bandos nuestros partidarios están orando por nosotros y practicando conjuros”. No era para menos. En las inmediaciones de Versalles uno de los caballos en el que viajaba Bois, se detuvo temblando. No hubo forma de hacerlo tirar el landó. Veinte minutos después, reemplazándolo pudieron seguir el largo recorrido. Cuando tiene lugar el duelo, la bala de la pistola de Guaita queda encasquillada, a pesar de haberse visto y oído la detonación. La bala de Bois, por su parte, se pierde en la lejanía, a pesar de ser un tirador experimentado. No ha habido derramamiento de sangre y todos pueden darse por satisfechos. Pero los rumores sobre el duelo se extienden: ¿habían tenido éxito los conjuros y llamamientos a una intervención sobrenatural que detuvo la bala y paralizó el caballo de Bois? ¿se había alterado la trayectoria de la bala disparada por Bois contra Guaïta por procedimientos mágicos?

Tres días después, estos rumores se centuplicaron. Entonces debía tener lugar el duelo entre Bois y Papus. Esta vez el duelo es a espada. La peripecia de Bois no es menor que en el anterior duelo: uno de los caballos de su transporte cae muerto. Lo sustituyen y, por segunda vez, otro caballo, cae también muerto y arrastra al landó que vuelca. Bois llega al campo del honor, visiblemente magullado. Papus es un consumado espadachín que, en pocos minutos, infringe una herida leve en el brazo a Bois. El duelo se interrumpe cuando su sangre toca el suelo. “El diablo –dijo el padrino de Bois, Foucher– realmente parece estar involucrado”.

[1] Curiosamente, algunas de sus tesis fueron recuperadas pocos años después de su muerte por el teólogo jesuita Teilhard du Chardin.