Unas elecciones no se ganan en la cocina del CIS, se pierden día a
día, incluso en esta democracia de muy mala calidad como es la española. Ayer se
comprobó, una vez más, que en nuestro país no se vota “a favor” de un partido
sino contra de otro. Y ayer se votó contra tres formaciones políticas:
contra el PSOE y el pedrosanchismo, contra Podemos y contra Sumar. Esto es,
contra “la izquierda”. La izquierda, no solamente ha perdido por su “fragmentación”,
como han destacado los medios, sino por el ultraprogresismo que han adoptado
desde el zapaterismo. Demasiada locura, demasiada legislación desquiciada, demasiados
intentos de “ingeniería social” para un electorado que busca seguridades y
referencias. El problema es -y lo vimos ayer en el balcón de calle Génova-
que el PP, que gobernará en diciembre en España, carece de un proyecto político
con claridad de energías para “regenerar” España. Tal es la interpretación de
conjunto a la que nos ha llevado automáticamente 30 “martillazos”:
1. UNA DERROTA DE LA IZQUIERDA DE CARACTERES HISTÓRICOS
Los primeros comentarios de los “tertulianos” afines al PSOE era
optimista en el momento de cerrarse las urnas. Solamente una hora después
empezaban a hablar de “avances significativos del PP”, cuando ya todos veían
que no se trataba de una victoria limitada, sino de un verdadero y auténtico
tsunami, tanto en materia autonómica como municipal. Una vez más se ha repetido
la historia: los ciclos de gobierno socialista terminan siempre en medio de un
hundimiento de la sigla y hartazgo extremo por parte de los ciudadanos por la gestión
de gobierno, que se manifiestan en las elecciones municipales previas a las
generales.
2. EL PSICÓPATA AUSENTE (NO BUSQUÉIS HÉROES NI NADIE QUE DÉ LA
CARA ENTRE PSICOS)
Pedro Sánchez estuvo presente en toda la campaña electoral. Los
motores del “Falcon” se recalentaron a lo largo de los 12.000 km que le
llevaron de un lugar a otro de la geografía: creyó que sus promesas
incumplibles y las sonrisas que le dieron la victoria hace cuatro años,
seguirían ejerciendo algún tipo de fascinación. En estos momentos, el psicópata
de La Moncloa estará maldiciendo al pueblo español que no supo apreciar sus “cualidades”.
Y, como buen psicópata, solamente da la cara ante las victorias: ayer estuvo
desaparecido y, simplemente, dejó solos a sus compañeros de partido: las
derrotas no van con él (es un rasgo de su dolencia).
3. LA IZQUIERDA FRAGMENTADA Y ENLOQUECIDA PAGA SUS LOCURAS
Esta no ha sido la derrota del PSOE: ha sido la derrota de toda la
izquierda, de ese ambiente político fragmentado en docenas de pequeñas siglas,
muchas de ellas locales, coexistiendo en la misma localidad, distintos “colectivos”
centrados en alguna obsesión y débilmente coordinados ante unas elecciones e
imposibles de coordinar a nivel nacional. Es el resultado del abandono de las
posiciones propias de la “izquierda tradicional” y la inclusión en su programa
de ideología LGTBIQ+, ultrafeminismo, pro-inmigracionismo, wokismo, corrección
política y afanes de ingeniería social ¡ya! La sociedad española todavía no
parece preparada para estas actitudes “tan avanzadas” que han cristalizado en
una batería de leyes enloquecidas.
4. LA MUERTE DE CIUDADANOS CERTIFICA LA EXTINCIÓN DEL CENTRISMO
Ciudadanos nació en Cataluña como respuesta al independentismo, no
como “centrismo”. En una segunda fase, La Caixa convenció a Albert Ribera que
realizara el salto a la política nacional. Aquello amplió Ciudadanos en
superficie, pero no en profundidad. Allí fueron a parar algunos centristas
asustados por la deriva ultraprogre del PSOE y conservadores que reprochaban a
Rajoy debilidad en la cuestión independentista. Y Cs creció pensando que había
resucitado al “centrismo” que estuvo en la base de la “democracia española” con
UCD. En realidad, las circunstancias eran muy diferentes y pronto se evidenció
que la ambigüedad del centrismo era “cosa del ayer”, en un mundo cada vez más
polarizado.
5. EL HUNDIMIENTO DEL LAZO AMARILLO Y EL ENTIERRO DE PUIGDEMONT
Puigdemont ha desaparecido de la escena. En realidad, todos,
incluso en su propio partido, han hecho lo posible por olvidarlo. Trías en
Barcelona, se ha presentado con su propio nombre electoral y otro tanto han
hecho en toda Cataluña. La habilidad de Junts ha sido advertir que el “procés”
es cosa del pasado y que, si querían conservar parcelas de poder, tenían que
olvidarse de esa consigna y ni siquiera tratar de rescatarla. En Cataluña, lo
que se está produciendo es un lento retorno a la normalidad: el cáncer indepe
se está redimensionando a su tamaño “normal”, la derecha española se está
recomponiendo visiblemente. El único resultado “anormal” en Cataluña, es el
resultado del PSC que sigue teniendo una posición dominante como resultado de
los años del “procés” y como beneficiario del rechazo ciudadano al
independentismo.
6. LOS BARONES SOCIALISTAS HAN PERDIDO POR SU COBARDÍA ANTE EL
PEDROSANCHISMO
Ninguno de los “barones socialistas” ha demostrado tener maneras
de estadista ni de gran político: todos ellos han inclinado la cabeza ante
Pedro Sánchez y ninguno de ellos se ha atrevido a oponerse claramente a su
política de alianzas. Solamente Page mostró tímidas críticas a la dirección de su
partido. En estas elecciones han pagado cara su cobardía y su sometimiento al
psicópata de La Moncloa. El miedo a no aparecer en las listas electorales, el
miedo a que sus kamaradas de partido les pudieran achacar “fraccionalismo”
o ruptura de la unidad, les ha inducido a callar. Pero ahora, entre las
elecciones municipales y las generales, estos seis meses van a ser cruciales:
el PSOE necesita recomponerse y no está claro sobre qué bases van a hacerlo. De
hecho, lo más prudente sería liquidar de una vez por todas esta sigla maldita y
repensar una nueva formación libre de lastres históricos, en colaboración con
otras formaciones de izquierdas.
7. LA VICTORIA DE FEIJÓO DISTA MUCHO DE SER TOTAL
Feijóo ha ganado, pero no como él quería: buscaba mayorías
absolutas en todos los territorios en donde fuera la lista más votada.
Solamente así podría prescindir del apoyo de Vox. Pero no ha sido así: deberá
pactar y deberá dar acceso a consejeros de Vox en gobiernos regionales y en
ayuntamientos. Su primera idea de contemplar como “socio preferencial” al PSOE
ya está olvidada. Su segunda idea de pactar solamente con el PSOE
antipedrosanchista, tampoco tiene hoy sentido, el PSOE está demasiado débil
como para darle alas. La esperanza de Feijóo es alcanzar las elecciones
generales de noviembre con el impulso de esta victoria en mayo. Pero, más le
vale no olvidar que está no ha sido solamente una victoria del PP, ni siquiera
del “centro-derecha”: ha sido una victoria de “la derecha”, Vox incluida.
8. VOX AMPLIA SU ELECTORADO Y GANA EN SUPERFICIE, AUNQUE NO EN
PROFUNDIDAD
El riesgo de Vox en estas elecciones era que quedara completamente
laminado por el tsunami pepero. No ha sido así: ha resistido el golpe e,
incluso, ha crecido en muchas comunidades en las que el PP deberá contar con ellos
para gobernar. Así pues, es innegable que Vox ha crecido “en superficie”, pero
allí donde ya estaba implantando, o bien ha retrocedido o no ha crecido lo
suficiente (no ha crecido, por tanto, en profundidad).
9. BUENA PARTE DEL CRECIMIENTO DE VOX HA SIDO GRACIAS A CIUDADANOS
Es significativo que buena parte del crecimiento de Vox se haya
producido por llegada de una parte del voto de Ciudadanos (lo que sugiere que esta
formación, fue, en su momento de gloria, un mero “frente del rechazo” mucho más
que el renacimiento de un “nuevo centrismo” como quisieron presentar sus
miembros. Para Vox, ahora, extinto ese caladero de votos, se trata de aprender
de los partidos “populistas” y tratar de conquistar el voto de la “clase obrera
blanca”, para ello deberá insistir más en la cuestión de la identidad, la
inmigración, los derechos de los españoles, la inseguridad y la reforma de los
acuerdos con la UE y la OTAN.
10. LA POLÍTICA DE ALIANZAS DE SANCHEZ, GRAN FACTOR DE SU
HUNDIMIENTO
El “que te vote Txapote” ha sido uno de los factores de
hundimiento del pedrosanchismo. Lo que ha fracasado es la estrategia de alianzas
del PSOE. Es cierto que Sánchez puso en manos de Podemos ministerios de tercera
fila, pero, desde ellos se han producido destrozos en cadena. El viernes antes
de la “jornada de reflexión”, se supo que el Ministerio de Derechos Sociales y
Agenda 2030, dirigido por Ione Belarra, había destinado 1.950.000 euros en
subvenciones para “mejorar e impulsar el control poblacional de las colonias
felinas” (léase, de los gatos callejeros…). Locuras como esta -diarias en los
ministerios en manos de Podemos- han contribuido a la erosión del pedrosanchismo.
Si a esto unimos sus acuerdos con ERC y con Bildu, esto es, con la no-España, se
entenderá perfectamente que aquella política errónea de alianzas haya traído
estos lodos de fracaso.
11. YOLANDA DÍAZ NO PUEDE SUMAR
La gran esperanza del pedrosanchismo era que Yolanda Díaz, desde
su puesto de vicepresidenta del gobierno y ministra de trabajo, consiguiera
agrupar a las formaciones regionales de izquierdas en una sigla que absorbiera la
pérdida de votos perdidos por el PSOE. También esta estrategia de promover una “izquierda
a la izquierda controlada” fracasado: los tres puntales del proyecto Sumar, han
restado: Colau ha retrocedido en Cataluña y no será alcaldesa, Compromís no
estará presente en el gobierno valenciano y Más Madrid retrocede. Es, incluso,
posible que la Díaz decida integrarse directamente en el PSOE con la excusa de “fortalecer
a la izquierda ante el tsunami de la derecha”, antes que de seguir adelante con
su proyecto.
12. LOS “NUEVOS ELECTORES” DEL PEDROSANCHISMO NO LE VOTAN
Otra de las esperanzas del pedrosanchismo consistió en comprar la
intención de voto: lo hizo a través de la concesión masiva de nacionalidades española
a inmigrantes (muchos de los cuales ni siquiera son capaces de hablar un
castellano inteligible), dar nacionalidad a los descendientes de los sefarditas
que lo soliciten (expulsados de España hace 500 años…) y dar pasaporte español
a los nietos de los exiliados republicanos… Todo esto se ha demostrado un
fiasco: en toda Europa el inmigrante (y el inmigrante recién naturalizado) se
desentiende de la política. No votan ni a la derecha, ni a la izquierda: la
política del país en el que viven y del que viven, no va con ellos. Y no
digamos tataranietos de sefarditas o de republicanos que ni siquiera tenían
conciencia de sus “raíces”.
13. EL ESCÁNDALO DE MELILLA-MOJACAR Y LA COMPRA DE VOTOS DEL
PEDROSANCHISMO
El mazazo de la compra de 10.000 votos en Melilla fue solamente la
primera parte del drama que ha vivido el PSOE en los últimos días de la
campaña: Mojácar fue la tumba de Pedro Sánchez “el honesto”. Si bien la compra
de votos melillense está íntimamente vinculada a Marruecos y a su peón en aquella
ciudad, Mustafá Aberchán, en Mojácar estaba directamente vinculada a Bolaños y
a la sigla PSOE. La compra de votos ha sido para el PSOE lo que el 11-M fue para
el PP en 2004: una brecha definitiva en su línea de flotación. Los “tertulianos”
se preocuparon por afirmar que se trataba de un “caso puntual” y que “nuestra
democracia tiene una buena salud envidiable”. Era lo mismo que decían en los
años 80 sobre la corrupción política: que solamente era cuestión de unas pocas “ovejas
negras”. Hoy sabemos que era un cáncer que alcanzaba y alcanza hasta la médula
del sistema político.
14. SE AVECINA UNA GUERRA CIVIL DENTRO DEL PSOE DE AQUÍ A
NOVIEMBRE
Los resultados de ayer van a abrir, inevitablemente, la caja de
los truenos dentro del PSOE. Sánchez, con estos resultados en la mano, no puede
hacer frente a las objeciones que encontrará en el interior de la dirección
socialista: el resultado es el producto de su política de alianzas, algo que
Lambán y Page le habían recordado, pero la falta de datos objetivos que
certificaran el error -las encuestas del CIS siempre le daban como favorito…-
limitaba el alcance de estas críticas. A partir de los resultados de ayer, los
opositores a Sánchez dentro de su partido dispondrán de razones más que
suficientes para imponer, en los seis meses que les quedan en el gobierno de la
nación, cambios drásticos. El problema para el PSOE es que Sánchez no es un
político “normal”: es un psicópata de manual. Y, como tal, es el hombre que
nunca se equivoca y que, aún equivocándose, odia a muerte a quien se lo
recuerda. Lo que se avecina en el interior del PSOE es una guerra civil en un
momento en donde no existe ningún líder socialista con talla suficiente para
destacar y disputar la secretaría general.
15. SERÍA HORA DE IR ROMPIENDO LA COALICIÓN DE GOBIERNO
Probablemente, la única posibilidad que tiene Sánchez de
recuperación sea rompiendo con Unidas Podemos y distanciándose de los que hasta
ahora han sido sus socios (Bildu y ERC). Pero esto implicaría, gobernar en
minoría, reconocer un error (al tiempo que supondría el certificado de
defunción definitivo de Podemos) y la duda estriba en lo dice la ciencia
médica: ¿Cuál es la prioridad para un psicópata? ¿reconocer que se ha
equivocado? ¿o destruir a los que se le oponen? Cualquier becario en un
consultorio psiquiátrico indicaría que lo segundo. Lo que haga Sánchez
dependerá de su grado de psicopatía: si todavía le queda un poco de lucidez,
debería expulsar simplemente del gobierno a los ministros de Podemos. Nunca
como ahora, una decisión de gobierno ha equivalido a un test sobre el estado de
salud mental de su presidente.
16. TEZANOS: CUANDO LAS ELECCIONES NO SE GANAN EN LA COCINA DEL
CIS
El CIS se ha convertido en una dolorosa irrisión. Era el único
instituto de sondeos que daba como vencedor al PSOE. Éxito llama a éxito. Otra
muestra de la mala calidad de la democracia española: proclamando las victorias
del partido que todas las demás encuestas dan por derrotado, se consigue que
arrastre votos -todos aspiran a votar al vencedor, nunca al perdedor- y esto
funciona a condición de que una opción política y un instituto demoscópico no
estén tan absolutamente desprestigiados que sus “sondeos” sean tomados a broma.
Las elecciones de ayer han servido para recordar aquello en lo que se ha convertido
el CIS y aquello que es Tezanos (el “Arguiñano de los sondeos”, el “gran
cocinero”).
17. ALTOS NIVELES DE ABSTENCIÓN
Con una participación del 54,48% y una abstención del 45,51%,
(frente a una abstención del 33,77% en 2019) puede decirse que en estas
elecciones se ha alcanzado un récord histórico de abstenciones nunca conocido
desde 1977. Si en 2019 tres de cada diez personas llamadas a votar se abstuvieron,
en las elecciones de ayer el porcentaje subió a casi cinco de cada diez. Si a
esto sumamos votos nulos y votos en blanco, puede decirse que la mitad del
electorado no se siente “motivado” a votar a ninguna sigla. Esto implica que la
“desafección” hacia el sistema político se va ampliando. Y confirma lo ya dicho
sobre el desinterés absoluto de los inmigrantes naturalizados por todo lo que
pase en España. Muestra, finalmente, que las bases sociales sobre las que se
pueden apoyar los gobiernos, son cada vez más débiles. No les importa
excesivamente, porque lo que cuenta para ellos, es alcanzar la mayoría de los
votos. Pero les obliga a subsidiar grupos cada vez más amplios para garantizar
la paz étnica y social.
18. EL PP EN VÍAS DE RECUPERACIÓN EN CATALUÑA
En Badalona el PP ha obtenido una de las mayorías absolutas más
amplias de España. Era normal: en 2019, el PP ya había sido el partido más
votado, pero no obtuvo la mayoría absoluta. El resto de partidos se aliaron
contra el PP de García Albiol que pasó a la oposición… A la vista de cómo se ha
desarrollado la vida en Badalona en los últimos cuatro años, el elector ha
comprendido que, o bien daban la mayoría absoluta a García Albiol, o bien la
ciudad se convertiría todavía más en un foco de delincuencia, en el escenario
de las ideas más delirante del ultraprogresismo y en un lugar alternativo a la
ciudad de Barcelona para okupas llegados de todo el mundo. Los resultados de
Badalona y el aumento del voto en buena parte de los municipios catalanes en
donde se presentaba el PP, permiten pensar en una recuperación de esta sigla
que ha estado prácticamente desaparecida de la política catalana desde principios
del milenio.
19. LA PRESIDENCIA EUROPEA DE SÁNCHEZ, O LA ESPERANZA MÁS VANA
Sánchez tratará de agarrarse a la única carta que le queda: los
meses de presidencia europea que tiene por delante. En primer lugar, el nivel
de desprestigio de la UE es tal que no está claro si su presidencia al frente
de la entidad seudofederal le supondrá una posibilidad de recuperación
electoral, o lo hundirá aún más. Como máximo, Sánchez podrá detener alguna
investigación de la UE sobre el destino de los fondos entregador a España, pero
le va tocar bregar con cuestiones insuperables: la reforma en la política
agrícola de la UE, la cuestión de las sanciones a Rusia, los casos de
corrupción en el seno del parlamento europeo, los acuerdos con países no europeos,
la cuestión de la inmigración masiva, etc, etc. Todo induce a pensar que la
derrota de ayer, lo deja en una posición muy insegura al frente de la UE y que cualquier
cosa que haga o deje de hacer será cargado en su pasivo.
20. MADRID, COMUNIDAD Y AYUNTAMIENTO: LA MONCLOA, FORT APACHE
SITIADO
Tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento de Madrid, el
dominio del PP es holgado. En la provincia de Madrid solamente hay dos
municipios que tendrán un ayuntamiento de izquierdas (Fuentidueña del Tajo y El
Atazar), minúsculos. A nadie se le escapa que Madrid es importante: es la
capital de España y allí está la sede del gobierno. Es fácil pensar que el “síndrome
de la Moncloa” del que se habla desde los tiempos de Felipe González (aislamiento
de la opinión pública, rodearse de “yes man” -gente que siempre da la razón al
presidente-, no salir a la calle por miedo a los abucheos, refugiarse en la “política
internacional”) cuando el PSOE todavía tenía una notoria influencia en Madrid,
está viéndose sustituido por el “síndrome del Fort Apache”, un búnker hostilizado
por tribus de todo tipo que generan una sensación de aislamiento absoluto,
desconfianza, rencor y frustración que, en una mente normal ya pesan como una
losa, pero que una cerebro enfermo puede generar un aumento de su alienación.
21. VUELVE EL BIPARTIDISMO, SALVO EN LAS ZONAS DE NACIONALISMO
REGIONAL
Salvo en las zonas donde existe nacionalismo y separatismo, sin
duda las que tienen una fragmentación política más extrema, en el resto de España,
existe una tendencia renovada hacia el bipartidismo. Desaparecen las opciones
que nacieron con la crisis de 2008 (Cs y Podemos) y la política se convierte
en, cada vez más, una política de “bloques”: bloque conservador frente a bloque
ultraprogresista, tal como ha ocurrido en Brasil, Francia, Italia o EEUU. Lo
inactual del nacionalismo regionalista y del independentismo es lo que hace que
sus siglas sean las que generan más fragmentación (divididas en Cataluña hasta
lo indecible). Así mismo, la aparición de pequeños grupos localistas, no supone
la ruptura de este bipartidismo, sino que es una muestra de la “desafección” ante
las dos grandes opciones. Tales opciones, suelen nacer y desaparecer con
facilidad: o se “venden” a unos o a otros. Las nacidas en estas elecciones no
irán excesivamente lejos.
22. LOS “BARONES SOCIALISTAS”, DISIDENTES O NO, SE HUNDEN CON LA
SIGLA PSOE
García Page, por los pelos, ha sobrevivido a la hecatombe
socialista. Es significativo que, a pesar de sus dudas, de sus vacilaciones, al
menos a nivel mediático, ha sido presentado como el único que criticó la
política de alianzas de Sánchez que ha conducido al hundimiento de la sigla
socialista. En realidad, no tiene muchos más méritos y no puede esperarse que,
a partir suyo, se inicie una recuperación socialista. Page quiere seguir siendo
el “barón” de Castilla-La Mancha, pretender ir más lejos podría ser peligroso
para él. Los otros dos seudo-disidentes socialistas, Javier Lambán y Fernández
Vara, en Aragón y Extremadura, han perdido sus feudos y Page lo ha conservado
por apenas unos cientos de votos. Esto indica que ya no es la actitud hacia el
pedrosanchismo, sino la permanencia bajo las siglas PSOE, lo que compromete su
futuro. Ninguno de estos barones, por lo demás, tiene talla suficiente para
asumir la secretaría general del partido y veremos si tienen valor para enfrentarse
a Sánchez en la ejecutiva del PSOE
23. LA “SOBREEXPOSICION” DE SANCHEZ EN LA CAMPAÑA HA REMATADO A SU
SIGLA
Sánchez ha estado presente en toda la campaña electoral. Creía que
su imagen sería lo que garantizaría la victoria socialista. Este protagonismo tiene
su contrapartida en su desaparición en la noche electoral. No solamente no
estuvo presente para dar la cara, sino que intentará -como buen psicópata- que
el fracaso recayera en sus subordinados. De haber mantenido sus posiciones,
hubiera estado en la tribuna de Ferraz mostrando su mejor sonrisa. La gran
contradicción que se abre hoy para el PSOE es que Sánchez es el gran hacedor
del fracaso socialista, pero sin Sánchez el PSOE de hoy ya no tiene
posibilidades de presentar a ningún líder con gancho suficiente para realizar
un papel “digno” en los próximos meses.
24. LA PEOR CAMPAÑA SOCIALISTA
El resultado de esta sobreexposición de Sánchez ha sido la que
podemos calificar como peor campaña realizada por un partido socialista en
todos los tiempos. Los electores se quedaron atónitos cuando en cada mitin
Sánchez realizaba promesas y más promesas que arrancaban aplausos forzados de
escuálidas audiencias. La cuestión de la vivienda, con el estallido de los
problemas de la ocupación en Barcelona, el baile de promesas de viviendas
sociales (40.000, 20.000, 50.000 según el mitin), la nueva ley de la vivienda y
sus primeros resultados (retracción del parque de viviendas en alquiler y
subida de los precios del alquiler) y las acusaciones sobre la honestidad del
PP, en un momento en el que los problemas de sentencias en firme se acumulan entre
los socialistas, todo esto quedó rematado por la proximidad de Bolaños a la
compra de votos en Mojácar. A una campaña nefasta han seguido los resultados
correspondientes.
25. HOY POR HOY, EL PP ES UN PARTIDO UNIDO EN LA VICTORIA
Frente a la problemática situación que se abre en el interior del
PSOE y que, hoy por hoy, nadie es capaz de prever, pero que podría, incluso,
llegar a la desaparición de la sigla (como en Italia) o a su encogimiento
extremo (como en Francia, donde apenas supera el 1%), el PP se muestra unido en
la victoria. Y, repetimos, “unido en la victoria”. De no haberse producido el
tsunami innegable, de haber obtenido unos resultados modestos, la época Feijóo
hubiera terminado como terminó la época Casado o, antes la época Hernández
Mancha: sin pena ni gloria, y con fuertes discrepancias interiores. A pesar del
escaso carisma que adorna a Feijóo y de sus limitadas condiciones como líder
(ayer en el balcón de Génova, lo que vimos fue a tres líderes, Feijóo, Almeida
y Ayuso, con discursos simplones, alegres por la victoria, pero sin mensajes de
fondo, ni grandes proyectos más allá de llegar al poder en noviembre), el líder
del PP parece bien situado para llegar sin excesivas dificultades al poder en
noviembre.
26. LOS DIRIGENTES DEL PSOE SE CREYERON SUS PROPIAS MENTIRAS
El problema de la clase política española, tanto de derechas como
de izquierdas, es que ni siquiera entiende de política. Se fían de lo que dice
el secretario general, de lo que leen en sus propias webs, sus circulares
internas y las resoluciones de sus ejecutivas. Saben que “el que se mueve no
sale en la foto” y el resultado es que, cuando la dirección se equivoca en sus
valoraciones, la derrota les coge por sorpresa. Es lo que ha pasado en el PSOE:
sus miembros, viendo los informativos de la Sexta y de RTVE, creyendo las
encuestas del CIS, oyendo las declaraciones de su líder, creían, como máximo
que iban a tener una “dulce derrota”. Fueron ellos los primeros en calificar,
ayer, el resultado como “tsunami de la derecha”. Incluso los tertulianos
favorables al PSOE no daban crédito del alcance de la derrota, ni eran capaces
de interpretar los motivos de la misma. Es el problema que aparece cuando
alguien cree las propias mentiras difundidas por los suyos.
27. ¿QUIÉN DIABLOS SIGUE VOTANDO AL PSOE?
De hecho, a la vista de la gestión realizada por el gobierno de
coalición en los últimos cuatro años, cabe preguntarse cómo hay gente que sigue
votando al PSOE y cómo es que todavía no ha caído en la misma situación que sus
partidos hermanos que ya hemos mencionado de Francia o de Italia. Hoy, el PSOE
sigue recibiendo un “voto cerril” (gente que siempre ha votado a la sigla
socialista y que sigue considerando que debe “votar útil” a la mejor opción
contra la derecha), es también un producto de la falta de alternativas políticas
nuevas (como, por ejemplo en Cataluña en donde el PSC tuvo la habilidad de
presentarse como equidistante entre el independentismo y la derecha españolista),
el voto de la amplia franja de funcionarios públicos que ha ido creando en cada
período de gobierno, el voto del feminismo radical y de funcionarios de los
cientos de ONGs ultrasubvencionadas y algunos votos de “nuevos españoles”. Eso
es todo. Siempre hemos dicho que las “ideologización” de la enseñanza era inútil
y de ahí que las locuras que incluyen los programas de enseñanza socialistas,
choquen con el hecho de que la escuela española ya no es capaz de servir para
algo más que para almacenar a alumnos en las horas en las que sus padres
trabajan, pero ha perdido su capacidad para transferir cualquier tipo de
conocimientos e ideologías.
28. TIC-TAC, LA CUENTA ATRÁS PARA EL RELEVO EN LA MONCLOA
Los socialistas no deben engañarse: su ciclo político ha
terminado. El país ha girado muy visiblemente a la derecha. La no-España
también ha menguado. No existe ninguna garantía de que el futuro gobierno Feijóo
logrará enderezar la situación del país (entre otras cosas porque ni PP ni PSOE
marcan las reglas del juego político: las reglas las marcan, aquí y ahora, los
tenedores de la deuda pública española y el gobierno de turno hará lo que ellos
quieran). Lo que está claro es que se inicia una grave crisis para el PSOE que
no será sino la exteriorización de la crisis que se inició con la llegada de
José Luis Rodríguez Zapatero y sus ideas excéntricas en todos los terrenos.
Cuando antes vayan entendiendo que el “ultraprogresismo” no va al paso con la
realidad social española y renuncien a sus proyectos de “ingeniería social”,
antes de saldrán de la crisis.
29. ESPAÑA CASI COMO GRECIA
Hace unos años el fenómeno político griego era Syriza. Su líder,
Alexis Tsipras, fue durante unos meses la “gran esperanza” de la izquierda
ultraprogresista europea. Como lo ha sido Gabriel Boric fugazmente en Chile.
Las elecciones griegas del 21 de mayo han supuesto el derrumbe del
ultraprogresismo de Syriza, el triunfo de Nueva Democracia -el centro derecha-,
cierta recuperación del Pasok y de los comunistas y la nueva irrupción de un
partido de extrema-derecha, Solución Griega, euroescéptico y populista,
que entra por primera vez en el parlamento. En otras palabras: Grecia ha
rechazado el ultraprogresismo. El gobierno de Syriza era el más parecido a la coalición
de gobierno en España. Su fracaso, certifica el retroceso de la izquierda
ultraprogresista y de sus valores LGTBIQ+, inmigracionistas, wokistas y de sus
proyectos de ingeniería social.
30. QUE LA VAYA BIEN AL PP, NO QUIERE DECIR QUE NOS VAYA BIEN A
USTED Y A MI…
¿Deberíamos congratularnos por la victoria de la derecha en España
el día de ayer? Solamente en una medida: en que confirma que el pedrosanchismo
ha entrado en el basurero de la historia. El peor gobierno de la democracia,
con su arsenal legislativo más enloquecido, con una presencia catastrófica de
Podemos, puede darse por amortizado. Ahora bien, la huella dejada por el
pedrosanchismo tardaremos décadas en pagarla: y, no solamente porque la deuda
pública se haya disparado hasta hacerla imparable, no solo porque va a costar
años desmontar el arsenal legislativo diseñado para crear una “nueva sociedad”,
sino porque el gobierno que herede el poder en noviembre va a estar atado de
pies y manos. El gran riesgo es que trate únicamente de solventar la papeleta
económica (que es lo que le van a exigir los tenedores de la deuda pública),
pasando en segundo plano las reformas necesarias y urgentes en educación, seguridad,
inmigración, etc. Estamos viviendo una situación parecida a la que vivió España
cuando se produjo la sustitución de ZP por Rajoy: éste concentró todas sus reformas
en salir de la crisis económica, desatendiendo cualquier otro frente (en especial
el independentismo catalán, pero también reformas urgentes en los servicios
públicos). Ahora la situación vuelve a presentarse en los mismos términos, pero
mucho más agravada: la deuda pública española es hoy casi el triple que cuando
Rajoy se hizo cargo del gobierno. Al PP le irá bien en los próximos años, sí,
pero eso no implica que, ni a usted ni a mí, a la “España real” le vaya a ir
bien. El pozo es demasiado profundo como para poder salir indemnes.
CONCLUSIÓN: LA SITUACIÓN EXIGE REFORMAS ESTRUCTURALES PROFUNDAS Y
NADIE ESTÁ EN CONDICIONES DE ABORDARLAS
La situación española exige reformas estructurales profundas y lo
que el PP nos ofrece como alternativa son medidas coyunturales en materia
económica. Así pues, es fácil prever lo que va a ocurrir en los próximos años. Todo
seguirá, más o menos, como hasta ahora. Apretarse el cinturón en materia de gasto
público, tratar de esperar a que bajen los tipos de interés y disminuya la
presión de la deuda, rezar para que la Segunda Guerra Fría no se convierta en
caliente por presión de los EEUU, esperar a ver con qué sustituye la ONU su Agenda
2030 (uno de los elementos esenciales que explican la parálisis europea; ya
nadie, ni socialistas, ni populares, tenían el valor de mostrar el pin de la
iniciativa multicolor, en la pasada campaña electoral), y cumplir fiel, puntual
y diligentemente, lo que se dicte desde el Pentágono o desde Bruselas… A estas
alturas ¿esperabais otra cosa? La victoria de ayer de la derecha es poco o nada
comparado con lo que este país precisa urgentemente.