Info-krisis.- Las detenciones de 11 “yihadistas”
en Cataluña llegan justo en el momento en que CiU y ERC pisan de nuevo el
acelerador para obtener resultados apreciables en las próximas elecciones
municipales y precisamente cuando han muerto dos espeleólogos españoles
víctima, al menos uno, de la negligencia y el orgullo nacionalista marroquí. Marruecos
es un problema para España, para la economía española (por la competencia
desleal de sus productos), para la sociedad española (por las 80.000 toneladas anuales
de haschisch exportadas a nuestro país desde Marruecos), para el Estado Español
(del que Marruecos reivindica Ceuta y Melilla, las islas adyacentes y Canarias,
no lo olvidemos), para los trabajadores españoles (Marruecos tiene 1.500.000 de
ciudadanos en España (entre inmigrantes legales, ilegales y nacionalizados que
tiran a la baja de los salarios por su mera presencia) y para la cultura
española (ante el desinterés y la incapacidad de los marroquíes para asimilarse
e incluso integrarse en la sociedad española). Este problema está concentrado
especialmente en Cataluña en donde están presentes de manera mayoritaria los
tres grupos de islamistas presentes en el Estado: magrebíes, subsaharianos y
paquistaníes.
1) El grupo étnico específicamente catalán es el que tiene una natalidad más baja DE TODO EL MUNDO. No es éste el lugar para investigar los motivos, simplemente para constatar que en pocas décadas apenas existirá nadie con los cuatro apellidos catalanes y pocos con solamente dos.
Si están presentes en Cataluña de
manera mayoritaria se debe a los años en los que CiU gobernó y, previendo un aumento
de la inmigración en España –aumento pactado con Aznar, verdadera responsable originario
de la apertura de puertas a la inmigración en España- procedente de
Iberoamérica, se alarmó: dado que llegarían a España, hablando castellano, eso
contribuiría a disminuir el perfil lingüístico de la región… por lo tanto, a
Pujol se le ocurrió que los marroquíes que llegaban sin hablar ninguna lengua
española, aprenderían antes catalán que castellano… Hace ya veinte años de esta
alucinante idea concebida por una de las mentes más paranoicas y criminales que
haya tenido jamás el nacionalismo. La realidad catalana es que la locura
nacionalista ha contribuido, paradójicamente –y muy “parajódicamente”- a
cambiar el paisaje de Cataluña. Hoy el “islam catalán” (concepto emanado por el
soberanismo para evitar aludir al “islam instalado en Cataluña”) ha crecido
tanto que es uno de los elementos que impiden la independencia de Cataluña…
Porque lo peor que le podría
pasar a Cataluña es acceder a la independencia. Lo saben los empresarios, lo
saben perfectamente los funcionarios de CiU y seguramente lo intuyen algunos
miembros de ERC lo suficientemente inteligentes como para que la locura
independentista no les ciegue completamente: una Cataluña independiente sería
una Cataluña inviable. Hay motivos de todo tipo, pero algunos que se suelen
eludir son de carácter étnico y antropológico:
2) El grupo étnico que más crece en Cataluña desde 1999 es el árabe. Desde finales de los 80, la Generalitat canalizó desde Marruecos una riada de inmigración previendo que los moros ocuparían el lugar de los hispanos y que aquellos se esforzarían más en hablar catalán. Hoy se encuentran en Cataluña en torno a 750.000 personas de origen árabe, negro y asiático de confesión islámica.
3) La inmigración del resto del Estado que llegó a Cataluña entre 1950 y 1980 lo hizo creyendo que iba a otro lugar de España. La perspectiva de una Cataluña independiente les induciría a retornar a su origen o mantener su nacionalidad española.