Info-krisis.- Aunque parezca un chiste, el PSOE
reunió a sus cuatro fundaciones en una nueva; esté no es el chiste, sino que la
nueva fundación se llamara “Ideas”; este tampoco era el chiste; la gracia está
en que a su frente colocaron al único socialista que no solamente tenía poca
ideas, sino que aquellas que tenía eran malas-malísimas. Nos referimos a Jesús
Caldera, aquel eximio ministro de Trabajo que debió su cargo a ser amigo de José
Luis Rodríguez Zapatero y que perpetró la “regularización masiva” entre
febrero-mayo de 2005. Aquella regularización puso en marcha un “efecto llamada”
que todavía tiene ecos si tenemos en cuenta que todavía sigue llegando inmigración
desde África.
Era previsible que con Caldera al
frente, las ideas que se les podían ocurrir a los de la Fundación Ideas sólo
podían ser malas-malísimas. La última conocida fue contratar como factótum a un
“golfo” (calificado así por el propio PSOE, un tal Mulas) casado a su vez con
una “golfa” (aunque el PSOE, por aquello del machismo se haya cuidado de no
aplicar a la mujer un insulto del mismo jaez que al hombre), Amy Martín contratada para escribir
artículos a 16 céntimos la pulsación, una valoración que ninguno de los grandes
columnistas –Paco Umbral o Vázquez
Montalbán incluidos– soñaron jamás en cobrar. Así son las “ideas”, de la
Fundación Ideas.