viernes, 13 de junio de 2025

REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS DE ESPAÑA (VII): FEIJÓO: ¡NO ES TAN COMPLICADO! PROPÓN UN “GOBIERNO DE GESTIÓN” Y CONVOCATORIA DE ELECCIONES EN EL PLAZO MÁS BREVE POSIBLE

¿Qué es lo que une a todos los partidos políticos, incluido al PSOE-real (aquellos que se creen lo del socialismo como alternativa a la banda de chorizos del PSOE-oficial)? La sensación de que el sistema político se está debilitando y que, cada minuto que pasa, los que pensamos que la “constitución” ampara a los corruptos, estamos creciendo. Porque estamos creciendo.

Los sucesos de esta semana han hecho saltar por los aires el “relato” (la forma de describir el modo en que la narración de historias puede dar forma a los hechos y repercutir en la comprensión de la realidad). Hasta ahora, el “relato” sanchista podía resumirse así:

0) “El gobierno es sólido y se mantendrá hasta las elecciones de 2027.

Pero, en realidad: El gobierno no puede mantenerse en las actuales circunstancias hasta el 2027, salvo que quiera prolongar en una inmensa y larga agonía la acción de un gobierno desprestigiado internacionalmente, desgastado interiormente, agotado electoralmente e incapacitado para sacer adelante ninguna ley. Repetir una y mil veces que el “gobierno es sólido” es una mentira que se espera que el electorado crea: en realidad, el gobierno es inestable desde el principio mismo de la legislatura.

1) “El CIS da ventaja de X puntos al PSOE sobre el PP”.

Pero, en realidad: La “cocina” del CIS, no exime a Tezanos de tener que responder en el futuro ante los tribunales. A medida que Sánchez le va aumentando los fondos, el CIS va aumentando también la imposible, increíble y estratosférica distancia entre la “España real” (sobre la que debería realizar estudios sociológicos) y la “España pedrosanchista” (intentando convertir falsas “intenciones de voto” en “atractivo electoral”). Malversación: uso incorrecto de fondos o bienes que se están administrando. Cohecho: aprovechar dinero recibido a cambio de un acto relacionado con el ejercicio de la función pública.

2) “La economía, según el Banco de España, va mejor que nunca”.

Pero, en realidad: La economía no va bien: en Barcelona y Madrid el paro se ha disparado y el SEPE está completamente desbordado; hay más de un millón de parados que no aparecen en las estadísticas de Trabajo; el Banco de España está hoy dirigido por un miembro de la “banda Sánchez” (un tipo “difícil”, intratable, como Escribá, dictador con sus subordinados y sumiso al capo de tutti i capi. ¿Misión? demostrar que “España va bien” a costa de falsear estadísticas, informes, cifras… Escibá era el mismo que hace un año decía que “España necesita 9 millones de inmigrantes”); la inflación “subyacente” es muy superior a la reconocida; hay dos losas sobre la economía española: el coste de la inmigración masiva, la desindustrialización del país con la terciarización de la economía, y, finalmente, la globalización y la pertenencia de España a la “pata europea” (la UE) de este sistema de organización mundial.

3) “En democracia, lo primero es la presunción de inocencia”.

Pero, en realidad: La “presunción de inocencia” en casos de corrupción, puede aplicarse a condición de no tener en cuenta los antecedentes de la clase política española (del PSOE y del PP, poco importa): la “presunción de inocencia” ¡es, justamente, lo primero que hay que descartar en estos casos! Especialmente, si los informes parten de la Guardia Civil o de organismos judiciales neutrales. Cuando un psicópata está gobernando -como es el caso en estos momentos- los ciudadanos deben saber perfectamente lo que significa la coletilla de “presunción de inocencia”. Incluso cuando la sentencia es en firme, siempre, algún corrupto encontrará la excusa sustitutiva puesta de moda durante el gobierno Sánchez: “Vale, pero han sido declarados culpables por tribunales que practican el lawfare… y, además, no se ha enriquecido, luego son solo presuntamente culpables”.

4) “Se trata de bulos propagados por los tabloides de extrema-derecha”.

Pero, en realidad: Para Sánchez, cualquier medio que eleva una pequeña crítica, pasa, por eso mismo, a engrosar la lista de “medios de extrema-derecha”. El problema para el “relato” sanchista es que, a día de hoy, salvo algún tertuliano-bonzo-suicida, incluso la “Sexta” y la SER han pasado, de ocultar y repetir el “relato” sanchista, a mostrarse “despiadados” con la corrupción socialista, eso sí, “en defensa de la democracia” (¡a buenas horas mangas verdes!). La realidad es que nunca antes RTVE ha gastado tanto en tener -como tiene hoy- audiencias residuales, los lectores de diarios convencionales como La Vanguardia, El País o El Periódico, han ido bajando… mientras que los despreciativamente llamados “tabloides digitales de extrema-derecha”, han multiplicado sus lectores y sus plantillas, creciendo a velocidad de vértigo, al tiempo que la tendencia de “tabloides del pesebre” (eldiario.es, elplural, publico, etc) es seguir siendo chiringuitos subvencionados en caída libre de lectores.

5) “No hay nada demostrado, solo noticias de tabloides sin confirmar”.

Pero, en realidad: Las noticias de los “tabloides digitales” se habrían perdido, “como lágrimas bajo la lluvia”, de no ser porque han servido para abrir investigaciones de organismos anticorrupción que han permitido confirmar las primeras informaciones llegas a las redacciones. Luego, eran ciertas. De no serlo, estarían, literalmente crujidos con denuncias por difamación respondiendo en los tribunales. La sorpresa, para los votantes de izquierdas, ha sido que, organismos como la UCO o jueces como Peinado, han multiplicado por cien los primeros indicios y dista todavía mucho para llegar hasta el final: de los cuatro miembros de la famosa “banda del Peugeot” (Koldo, Ábalos, Cerdán, Sánchez) solo uno no ha recibido una citación de algún juzgado: cuestión de tiempo.

6) “No hay pruebas… se han destruido, por seguridad”.

Pero en realidad: En el mundo real, los archivos se destruyen cuando pasa el tiempo y son un mero indicativo de falta de espacio o de documentos inútiles que no representan nada unos años después de emitidos. Pero en el mundo de la política española, cuando un responsable elimina datos de redes sociales, borra correos, destruye móviles, no queda la menor duda de que no lo hace ingenuamente: es un signo de culpabilidad, “así no podrán demostrar nada”. Y en un concepto “garantista” de Justicia: la artimaña funciona. Así pues, quién destruye información puede ser considerado, en principio, como cualquier otra cosa menos como “inocente”.

7) “La gran reforma judicial pendiente consiste en trasladar la instrucción a los fiscales”.

Pero, en realidad: Para Sánchez y su banda, la última etapa de “regeneración democrática” no es solamente acallar las voces disidentes, sino, sobre todo, consumar la deriva iniciada en la redacción de la constitución del 78: si la figura del fiscal general es la de un individuo elegido por el gobierno, ahí, ¡precisamente ahí!, queda anulada la división de poderes. Dado que en España está en vigor el concepto “jerárquico” como principio rector de la fiscalía, solamente había que dar un paso al frente y llegar a las últimas conclusiones: traspasar la instrucción de los procesos del juez al ministerio fiscal… como se hace en EEUU. A fin de cuentas, si se ha importado sin resistencias la absurda, inútil, molesta y cara, institución del “jurado popular”, ¿por qué no iba a imponerse también esta otra “innovación”. Era la forma en la que, durante año y medio, Sánchez ha podido tranquilizar a los suyos (y tranquilizarse él mismo). El problema es que el proyecto de reforma es muy difícil que reciba el aprobado parlamentario en las actuales circunstancias.

8) “Cuando el PP nos acuse de corrupción, repetir a coro: “¡y tú más!”.

Pero, en realidad: Aquí es donde el “relato” de sanchismo ha hecho más daño al régimen del 78. El consabido “¡y tú, más!”, lanzado a coro por todos los ministros cuando el PP reprocha el actual estado de cosas, demuestra, no inocencia, sino grados de culpabilidad: “yo culpable, pero ¡tú, más!”. Claro que sí, la única “verdad” de todo el relato: las dos columnas sobre las que se ha mantenido casi medio siglo este sistema ineficiente diseñado en 1978, PP y PSOE, centro-derecha y centro-izquierda en alternancia, están carcomidas por episodios de corrupción. Basta con que uno de estos dos partidos llegue al poder, para que, inmediatamente, la corrupción se enseñoree del nuevo gobierno. Cuando uno de estos partidos recuerda al otro su protagonismo en casos de corrupción en lugar de responder con claridad a las acusaciones de las que es objeto, está realizando un flaco servicio a la constitución del 78: la constitución generó un sistema en el que la corrupción -¡desde el minuto uno!- se convirtió en sistémica y endémica. Y en eso estamos.

EL INFORME DE LA UCO DESTRUYE EL RELATO SANCHISTA

A fuerza de oír durante año y medio esta cantinela, ha dejado de tener sentido. Todos estos argumentos, sin excepción, han caído uno tras otro.

Desde la Dana de Valencia, el gobierno parecía haber recuperado la iniciativa en su “relato”. Incluso, su desprestigio ante la población no se disparó tras la vergonzosa, ignominiosa, cobarde y ruin tocata y fuga de Sánchez en Paiporta. En realidad, en Valencia no ha sido la Federación Valenciana del PSOE la que ha ido sacando rédito de la Dana, sino más bien, Compromís -incluido en Sumar- el que ha intentado, con una amoralidad absoluta, convertir a los muertos en capital electoral. Desde el primer momento, Compromís estuvo mucho más interesado en sacar partido de la tragedia que en ayudar a los afectados. Pero, lo cierto es que, al menos fuera de la Comunidad Valenciana, parecía que el PP hubiera perdido la iniciativa y fuera el responsable único de la tragedia.

Por otro lado, los avances incontestables de “la extrema-derecha” que ya está gobernando o en las puertas del gobierno en países como Holanda, Italia, Austria, Dinamarca, Hungría, Polonia, Eslovenia, Rumania, Portugal, Francia e, incluso, en los länders de la antigua República Democrática Alemana, el crecimiento del partido de Nigel Farage o los disturbios que están teniendo lugar en estos mismos momentos en Irlanda, no dejan lugar a dudas: una franja en aumento continuo de la opinión pública europea, simplemente, no quiere más inmigración masiva. No es ni racismo, ni xenofobia -el racismo y la xenofobia vienen de que, en lugar de hacerse eco del sentir popular, los gobiernos aumentan más y más la llegada de inmigrantes, destinan más y más fondos y las sociedades afrontan más y más problemas: mayor gasto social, mas deterioro de los servicios, mas criminalidad, más violaciones, más molestias “multiculturales”, más presión fiscal, etc., etc, etc

Sánchez, necesitado de electores (250.000 hijos y nietos de exiliados republicanos han recibido nacionalidad española, a pesar de que la mayoría ni se sientes españoles, ni conocen España… pero votarán por correo, la forma más segura y simple de falsificar el voto según la práctica del gobierno sanchista; como ha titulado un medio: “Sánchez cocina a fuego lento el pucherazo electoral”), ha pisado el acelerador nacionalizando extranjeros (un millón más desde que está en el poder, de los que 250.000 solo en el último año), sin pensar los perjuicios presentes y futuros que pueda causar a la sociedad española regalar la nacionalidad y todo lo que conlleva. Todo esto solo puede interpretarse en clave de pucherazo. ¡Así es como el psicópata de la Moncloa piensa mantenerse en el poder para evitar que sus problemas judiciales terminan en prisión!

Sin embargo, en ninguno de estos países en donde gobiernan partidos “populistas” y/o de “extrema-derecha”, se han producido “recortes a las libertades”. El “relato” de Sánchez consistía en demostrar que el centro-derecha estaba condicionado por la extrema-derecha y había adoptado sus tesis… Si esto fuera así -que no lo ha sido nunca- Feijóo sería un “títere de Abascal”. Pero, el relato del “que viene el lobo” ha funcionado en un país que se mira al ombligo y que permanece distante y anestesiado (“bastante tenemos con lo que tenemos en España, como para preocuparnos de los problemas de Europa”).

Compuesto por mentiras, bulos, ocultaciones, frases hechas, cifras económicas tan triunfales como falsas, y por los anestésicos sociales (el Sálvame trasladado a TVE y programas basura, estilo La Revuelta ¡que pagamos todos! son algunos de los intentos narcotizantes del “galgo de Paiporta”, gracias a todo lo cual el “relato ha funcionado”.

Hasta el informe de la UCO: si Sánchez se ha dejado engañar -como dice el “nuevo relato” estrenado el jueves en la rueda de prensa en la que pidió “perdón”- por tres patanes de la talla de Koldo-Ábalos-Cerdán, es, 

- o bien porque es su cómplice natural y el jefe de la banda 

- o bien porque es completamente idiota, su ego y sus condicionamientos psicopáticos le impiden percibir la realidad tal cual es

Por mucho que se maquillara de protagonista de “walking dead” para inspirar sentimientos de compasión, lo cierto es que el “nuevo relato”, ha dejado insatisfecha a la sociedad española y -lo que es peor para el sanchismo- a los socios que le están apuntalando en el poder desde hace siete años.

Apenas 490 páginas en dejado sin relato al PSOE y lo que es peor: sin posibilidad de reconstruir uno alternativa.

LOS “SOCIOS” DEL PSOE: TODOS A LA BAJA

La polémica entre Podemos y Sumar es solo una de los síntomas -otro más- de descomposición de la “izquierda alternativa”. Obviamente, Sumar está acabado: las “grandes damas” que dieron origen a la coalición están fuera de juego: Mónica Oltra procesada, Ada Colau preparando la jubilación a través de sus fundaciones, y Yolanda Díaz de ministrilla especialista en "fijos-discontinuos" y en hacer desaparecer parados de las listas oficiales, ante de sumirse en la negrura del olvido cuando acabe este round, las tres están las tres fuera de juego.

En Podemos, el partido de las chicas loquitas y los hombrecillos deconstruidos, da la sensación de que no va a reavivarse ni con Pablo Iglesias retornado a la política, ni sin Pablo Iglesias pendiente de los espetos servidos en su chiringuito.

Las dos formaciones, además, no son “partidos”, sino coaliciones, algunos de ellos, coaliciones de coaliciones, confederaciones de federación o recontracondeferación de confederaciones... Mejor le hubiera ido al PCE haber desmontado Izquierda Unida y presentarse con sus colores propios, que desdibujarse en una coalición, Sumar, ya de por sí, completamente desdibujada y a la hispano-palestina Sira Rego, dimitir del cargo de “ministrilla de juventud” en el gobierno sanchista. Y en cuanto a Podemos, sigue siendo un cero a la izquierda de la izquierda. Ninguna de las dos formaciones está en el mejor momento para atraer el voto de desencantados del PSOE.

En realidad, todos los “socios” que han apuntalado a Sánchez desde las últimas elecciones, gozan de mala salud. No es que el PSOE haya aplicado con ellos el consabido “abrazo del oso” (cuando el grande destruye mecánicamente al pequeño que se le ha aproximado): es que, en las últimas elecciones generales, TODOS los apoyos que obtuvo el PSOE habían perdido votos -incluido el propio PSOE-, en aquella consulta electoral. De tal manera que, en su momento, llamamos a estos apoyos “la coalición de los derrotados”.

El caso es particularmente lacerante en Cataluña, en donde ERC y Junts sufrieron una debacle histórica. Presos en su delirio independentista y deseosos de ocultar, como fuera, el grotesco fracaso del “procés”, perdieron votos e influencia, arriesgándose a convertirse en marginales incluso en la política catalana. Para colmo, la irrupción del partido de Silvia Orriols y su Alianza Catalana, está, literalmente, royendo las bases, tanto de ERC como de Junts: cuando más tiempo pase, más fuerte estará la “extrema-derecha” independentista y antiinmigracionista y más débiles se encontrarán ERC y Junts. Porque el problema de la inmigración masiva es que, salvo que se tomen iniciativas radicales, nunca mejora. Siempre va a peor. Para colmo, así como el discurso de la Orriols es nuevo (moralidad pública + antiinmigracionismo y, de paso, independencia), el de Junts y ERC, no solamente es arcaico (y no digamos el del Omnium o el de la Asamblea Nacional de Cataluña), redactado como si en Cataluña no hubiera pasado nada y la “amnistía” hubiera sido un borrado de las payasadas recientes de las que ha sido capaz el tándem Junts-ERC, ¡sino que -para colmo- los rostros de sus dirigentes son los mismos! ¡Junqueras y Puchi! Menuda alternativa tan atractiva para frenar a Silvia Orriols.

Al PNV tampoco le ha ido de maravilla en su apoyo al PSOE. En todas las elecciones (municipales, nacionales, europeas, regionales), han perdido votos e influencia social. Sin excepción. El PNV de Pradales ya no es lo que era antes. Es un partido más. Solo eso. Bildu, sigla del “frente de los matarifes”, en cambio, ha logrado sus objetivos: hasta el asesino de Miguel Ángel Blanco está en la calle. Claro está que los independentistas alegan: “mejor con el PSOE que con el PP”… Y en esto tienen parte de razón.

Ahora toca ver el papel del PP en todo este embrollo.

¿MOCIÓN DE CENSURA PARA PERDER?
¿O MOCIÓN DE CENSURA PARA DAR UN GOLPE DE TIMÓN?

Seamos claros: no nos gusta el PP. Demasiados casos de corrupción, demasiados errores en el período Aznar, demasiada timidez en el tiempo de Rajoy. ¿Feijóo? Menos carisma que un mimo manco. Y carencia absoluta del sentido de la conducción política. Así que, no esperamos mucho ni de Feijóo, ni de su sigla. Ahora bien, sí hay algo que hacer en el parlamento y que necesariamente corresponde al "jefe de la oposición": PRESENTAR UNA MOCIÓN DE CENSURA. Incluso para salir derrotado: pero para poder explicar con luz y taquígrafos porqué Pedro Sánchez es el peor presidente en la historia reciente de Europa y porqué corre el riesgo de destruir no solo al Estado sino también a la sociedad española. Ante las cámaras. Feijóo tiene LA OBLIGACIÓN, ¡la jodida y puta obligación!, de presentar una moción de censura, incluso para ser derrotado, para obligar a los aliados de Sánchez, los indepes y la extrema-izquierda mindundi, a EXPLICAR LAS RAZONES DE SU APOYO.

Y ahora vale la pena plantear la pregunta del billón: ¿está necesariamente condenada a la derrota una moción de censura contra Sánchez?

Respuesta: todo depende de lo que se proponga y de cómo se proponga.

Pregunta: ¿Qué puede plantear Feijóo en una moción de censura?

Respuesta: acabar con la corrupción sistémica y resetear la situación.

Pregunta: Feijóo ¿puede pedir el voto de censura a Sánchez para formar un gobierno “de derechas”?

Respuesta: No, le faltarían, obviamente, votos. Ahora bien, lo que debe hacer es plantear la formación de un GOBIERNO DE GESTION HASTA LA CONVOCATORIA, EN EL PLAZO MÁS BREVE POSIBLE, DE ELECCIONES ANTICIPADAS.

Pregunta: ¿Cómo debería entenderse un “gobierno de gestión”?

Respuesta:

1) Como un GOBIERNO DE CONCENTRACIÓN NACIONAL de carácter provisional y transitorio capaz de responder a la situación de excepcionalidad que estamos viviendo, compuesto preferentemente por técnicos y expertos y por personalidades de indudable prestigio y capacidad en la sociedad civil española.

2) Apoyado por una mayoría parlamentaria comprometida solo a sanear el país, auditar todos los departamentos ministeriales para establecer la herencia del sanchismo y la situación real del país.

3) Con la promesa firme de convocar elecciones limpias en el plazo más breve posible.

4) Con presencia de la mayoría de partidos parlamentarios, incluidos independentistas, e incluso con la presencia de un PSOE distanciado de Sánchez y libre de corruptelas (si es que queda alguien en el PSOE libre de sospechas).

5) Con alguien como presidente que encarne la neutralidad de la sociedad española y garantice que ningún partido pueda obtener ventajas de esta situación de provisionalidad.

Para la izquierda, incluso para los sectores disidentes del sanchismo en el interior del PSOE, (este partido, convertido en un corral de fieles a Sánchez debe ser consciente de que el fin del sanchismo, en las actuales circunstancias será su propio fin como partido) una propuesta de este tipo tendría un indudable atractivo y sería difícil que se negaran a apoyarla y mucho más difícil que lograran explicar y justificar su negativa a apoyarla… salvo que quisieran ser caracterizados como “cómplices” del sanchismo (de cuya responsabilidad ya no pueden dudar en estos momentos).

Para los independentistas catalanes, el adelanto electoral les permitiría detener -al menos momentáneamente- el crecimiento del partido de Silvia Orriols y redimensionar sus fuerzas en función de un proyecto más realista que no se enrocara en otro “procés” que terminaría tal mal como el anterior. Para el electorado catalán -aun queda algo de “seny” en la región- seguir siendo cómplices de Sánchez debería ser considerado como un menoscabo ¡pactar con una banda de delincuentes poligoneros para mantenerla en el poder, a cambio de un indulto y una condonación de deuda (de la que se beneficia Illa, esto es el PSC, dirigido por el coriáceo “ministro de la pandemia y de las vacunas de la muerte”) es un balance muy débil para seguir siendo cómplices necesarios en las exacciones del sanchismo.

Ciertamente, la izquierda mindundi se enfrentaría a un problema: es demasiado pequeña y está excesivamente fragmentada como para poder reavivarse en las actuales circunstancias. Pero, o da un golpe de timón rompiendo con sanchismo o se hundirá con él.

Así que una propuesta de este tipo no es inviable de partida y se nos antoja como una de las pocas salidas que tiene España para evitar dos años agónicos de sanchismo.

*    *    *

Ni somos “constitucionalistas”, ni nos interesan los entresijos de una norma que ha resultado un fracaso para la sociedad española (y ese fracaso se evidencia por la corrupción endémica). Deberá ser un leguleyo el que dé forma viable a una alternativa de este tipo. Pero, estamos persuadidos de que, o el PP presenta una moción de censura con un “gancho” capaz de convencer a los partidos que hoy apoyan al gobierno, convocar nuevas elecciones y formar un gobierno de gestión, o los dos años de agonía del gobierno Sánchez, van a ser también los dos años de estertores finales de la sociedad española.

               

  










jueves, 5 de junio de 2025

REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS DE ESPAÑA (VI): UNA MANIFA EN EL CENTRO NO SOLUCIONARÁ NADA

El PP se ha decidido a hacer una “oposición dura”… Ha convocado -lo sabéis todos- una manifestación de protesta en Madrid pidiendo la dimisión del gobierno. Adelantamos cifras: 20.000 personas según el ministerio del interior, 100.000 según la guardia urbana de Madrid y 250.000 para los organizadores. En definitiva: más de lo mismo. Sánchez no se irá por una manifa más o menos. Ni siquiera por un nuevo escándalo de corrupción que salpique a alguien de su partido o a él mismo. Más vale que el PP se vaya haciendo a la idea de que si su techo de “dureza” es esta manifestación, pero luego accede a sentarse en alguna mesa de negociación con la banda criminal de Ferraz, en Europa o en cualquier otro foro, estará haciendo un flaco servicio a los que queremos que esta historia, sin duda la más triste de la “España democrática”, pase de una vez por todas.

¿UNA MANIFESTACIÓN EN EL CENTRO DE MADRID?
¡UNA Y MIL VECES, NO! UNA MANIFESTACIÓN RODEANDO LA MONCLOA

Alguien del PP nos dirá: “¿Y qué queréis que hagamos?”. Muchas cosas. Por ejemplo: en lugar de convoca la manifestación en el centro de Madrid, ¿por qué no la convocáis frente al recinto de La Moncloa? Enseñadle a Sánchez que solamente está seguro en el interior del recinto amurallado de Moncloa. Mostradle que salir de La Moncloa es exponerse a insultos, abucheos, y que siete años de gobierno han convertido a Madrid en fortaleza del anti-sanchismo. Porque no se trata de manifestarse de 11:00 a 13:00 h. e irse a casa: Se trata de mantener a los manifestantes en la calle rodeando La Moncloa el máximo de tiempo posible.

En 1789 se gritó “¡A la Bastilla!” y cayó un régimen. En 2025, en Madrid, el grito que corresponde es “¡A la Moncloa!” y que sea la justa ira popular la que haga el resto. Porque, en estos momentos, lo que menos necesitamos son los paños calientes que ofrece Feijóo.

Claro está que Feijóo no se atreve a cargar mucho las tintas: piensa en el post-sanchismo y en quién será su compañero de gobierno y mucho nos tememos que todavía contemple como “primera opción”, una alianza con lo que quede del PSOE liberado ya de la tiranía del pedrosanchismo. ¿Acaso no hemos visto en Alemania como la Democracia Cristiana formaba gobierno con los socialdemócratas el día después de las elecciones, cuando hasta la “jornada de reflexión”, éste era presentado por Mertz como el “enemigo secular” de Alemania?

Feijóo, por lo demás, lo ha dicho en demasiadas ocasiones: su aliado natural es el PSOE, partido con el que queda garantizada la “alternancia” centro-derecha | centro-izquierda en el gobierno. El “régimen constitucional” se prolonga porque los dos grandes partidos están compinchados para no tocar ni una coma del texto constitucional, ni reducir a 1 el número de aforados, ni facilitar y agilizar la investigación, el juicio la sentencia en casos de corrupción, ni realizar una efectiva separación de poderes, ni reforzar los poderes de la Casa Real, ni poner coto a la centrifugación, ni límites al endeudamiento, ni restar parcelas de poder a los partidos y devolverlas a la sociedad.

PSOE 2025 = ORGANIZACIÓN CRIMINAL

Es cierto que la llegada de un psicópata de manual a La Moncloa ha hecho que el ordenamiento constitucional se tambalee, pero no como dejar que caiga: cuando Feijóo alude a los pactos con el post-sanchismo, siempre introduce la muletilla de que un acuerdo así siempre es posible cuando el PSOE se haya liberado de la camarilla del psicópata y de sus mediocres adláteres. Y, por lo demás, España no puede permitirse el lujo de que, tras el primer psicópata que accede a la presidencia, sigan otros. Por que la partidocracia es el sistema que más facilita el que un psicópata (con su capacidad para la mentira y la simulación, su falta de escrúpulos y su amoralidad), vuelva a seducir a un sector de la población, colonice con su banda los lugares estratégicos del Estado y compre al peso a los medios de comunicación.

Lo esencial, a estas alturas y después de lo que estamos viendo y oyendo en las dos últimas semanas, es que ya nadie puede dudar que el problema no es el sanchismo, sino el PSOE, convertido, en su conjunto, en una “organización criminal”. O, digámoslo de otra manera: un PSOE que ha caído en manos de una “organización criminal” y que, por tanto, se ha convertido en tal.

La segunda parte de drama, estriba en que, antes o después, Pedro Sánchez caerá y, cuando eso ocurra, las traiciones, la ruptura de la omertá mafiosa, el sálvese quien pueda, hará que se multipliquen los acuerdos con la fiscalía: datos de responsables a cambio de la reducción de penas. Pocos dudamos de que, a medida que se vaya aproximando, el ocaso irreversible del sanchismo, aparecerán 1, 2, 100, 1.000 “Aldamas”. Todos declararán haber actuado por “obediencia debida”. Y todos serán condenados a penas anecdóticas, se verán favorecidos por beneficios penitenciarios, sino por un indulto generalizado

EL PP NO ES LIBRE DE TIRAR LA PRIMERA PIEDRA

Y nadie, absolutamente nadie, nos asegura que lo que vendrá después será algo más sano, más moral, más ético, con más principios y más responsabilidad de Estado que lo que hemos vitos en todos los ciclos de gobierno socialista. Porque el PP no es un ejemplo de nada: ni siquiera de honestidad. También lo han demostrado en demasiadas ocasiones: Gürtel, el caso Naseiro, el caso Púnica, el caso Andrach (Baleares), el caso Arena (Galicia), el caso Auditorio (Murcia), el caso Baltar (Galicia), el caso Bárcenas, el caso Biblioteca (Murcia), el caso Bitel, el caso Funeraria y el caso Bonsai (Baleares), el caso Brugal, el caso Emarsa, el caso Fabra y el caso CAM (Valencia) y un largo etcétera.

Estos casos, numéricamente, casi -y decimos “casi” porque a la sigla PSOE le corresponde, indiscutiblemente, el título de “partido más corrupto de la España democrática”- equilibran las exacciones cometidas por gentes del PSOE. No, definitivamente, el PP no puede -con este historial a sus espaldas- liderar la lucha contra la insoportable corrupción que tenemos hoy en España. No vayamos a olvidar que si tenemos a un psicópata de manual en el poder es a raíz de una moción de censura contra Mariano Rajoy, por tolerar en su entorno casis de corrupción y financiación ilícita.

Mi impresión es que esta situación ha llegado demasiado lejos. La diarias maniobras de intoxicación llevadas a cabo por los “hombres, mujeres y demás del gobierno”, permitidas y aceptadas por sus socios de gobierno (Sumar, entre cuya miríada de siglas está incluida Izquierda Unida y lo que queda del Partido Comunista de España) y por los que le dan mayoría parlamentaria (PNV, Bildu, ERC y Junts), resultan intolerables especialmente en este mes en el que todos tenemos que pagar a Hacienda y en un momento en el que la presión fiscal resulta insoportable, unido a multas injustificables, tasas inexplicables e incapacidad manifiesta del Estado para ordenar su pagos y disminuir el gasto público (por cierto, ¿cuál fue la última campaña electoral en la que el PP prometió disminuir el gasto público?).

EL PELIGRO DE PONER MASAS EN LA CALLE

Esto ya no da más de sí: el Estado no solo precisa un relevo de partidos en el gobierno, sino sobre todo un nuevo proyecto constitucional. El ciclo “constitucional” está concluyendo en medio de una agonía prolongada que el PP está dispuesto a extender unos años más. Así cayó el ciclo de la “restauración” hace algo más de 100 años.

Ahora bien, ¡cuidado con convocar manifestaciones en la calle! Una manifestación de masas es como un rebaño que cualquier pastor puede guiar y dirigir hacia donde quiera. En 1975, la Iglesia convocó “Misas por Portugal” que se convirtieron en manifestaciones de masas contra la progresiva izquierdización del país, especialmente en el Norte; el mecanismo era siempre el mismo: misas por Portugal organizadas en las catedrales de las grandes ciudades del norte; luego, tras el ite misa est, se oyen algunos gritos “¡A la sede de los comunistas!”. No son muchos (¿25, 50, 200?) los que corean la consigna, apenas unas cuantas decenas de agitadores distribuidos entre la masa. Saben lo que quieren y saben a dónde llevar a las masas. Y la masa -como no podía ser de otra manera se dirige a las sedes del Partido Comunista de Portugal, las asalta y las incendia… Esto ocurrió en Oporto, Coimbra, Braga, Guimaraes, Famaliçao. Era el mes de agosto de 1975. A partir de ese momento, se restableció la normalidad en Portugal y las experiencias de ultraizquierda fueron abandonadas para siempre. De no ser por las manifestaciones ante las sedes comunistas, que demostraron la existencia de una “fracción activa de las masas” capa de reaccionar más allá de una piadosa “misa por Portugal”, el izquierdismo portugués se hubiera enfeudado en el poder, como ha ocurrido en Venezuela. Aquella manipulación de las masas católicas fue justa, necesaria y conveniente.

El problema de una manifestación no es el número de manifestantes, sino el efecto psicológico que genera: y, aquí y ahora, lo que debe generar en el cerebro enfermo de Sánchez y de su séquito, es que su “reino” no pasa de la garita de guardia del complejo de La Moncloa. Está sitiado. Sin posibilidades de escapar. Sin poder recibir auxilio exterior. Obviamente, el PP no va a convocar una manifestación que ponga sitio a La Moncloa. No se la quieren jugar. Ven su triunfo muy próximo y quieren mantener las formas “democráticas”, la “cortesía parlamentaria” y demás chorraditas telecomandadas en este momento pre-transhumanista.

LA LARGA AGONÍA DEL SANCHISMO Y DE SUS SOCIOS

Pero también resulta muy claro que, sin estrechar el cerco al sanchismo, éste prolongará su agonía al máximo. Morirá matando. La legislatura se agotará a no ser que Sánchez sea abandonado por alguno de sus socios. El problema es que, el PNV, Junts, ERC, Sumar, saben que la suerte de las urnas les resulta, hoy por hoy, muy adversa: mañana será peor para ellos; serán señalados como los mindundis que mantuvieron al sanchismo unos meses más en el poder, a cambio de treinta miserables monedas. No es como para sentirse orgulloso.

En Cataluña, tanto Junts como ERC huelen a carne rancia, dirigidos por los mismos rostros que durante el “procés” y en una región con problemas crecientes. En un par de elecciones, por mucho énfasis que ponga TV3 y La Vanguardia, están condenados a ser deglutidos, por Montse Orriols que, además, de alertar sobre el peligro de islamización e Cataluña, es perfectamente consciente de que la región necesita liberarse de la corrupción.

Ninguno de los aliados de Sánchez corta esta agonía, porque todos ellos saben que no están en su mejor momento y quieren -como el propio Sánchez- prolongar al máximo su peso en las instituciones. Nunca más volverán a tener el peso y la capacidad de influencia que tienen con Sánchez. Algunos es posible que desaparezcan en tes o cinco años. ¿Quién se acordará de Puigdemont tras las próximas autonómicas? ¿Qué dirá Junqueras a sus afiliados después de conocer las cifras de islamización masiva de la autonomía? Es lógico que quieran prolongar al máximo sus beneficios institucionales.

Estamos próximos al “derrumbe” del sanchismo. La cuestión es si lo que vendrá después será más de lo mismo, pero está vez bajo el signo del PP. O si, a lo peor, no terminamos en una solución “a la alemana” en donde la “gran coalición” asfixia cualquier forma de libertad de expresión y condene a los partidos de oposición al silencio, a la represión y a la autocensura. Dos alternativas y ninguna buena.

POR UN PROGRAMA DE VOX QUE APUNTE A LAS RAÍCES DE LOS PROBLEMAS

El PP, por tanto, dista mucho de ser la solución: es la otra cara del problema. Así pues, “sólo nos queda Vox”. Desde hace unos meses, Vox ha sido atacado desde la izquierda, pero también desde el centro-derecha. Los electores del PP no podrían entender, por mucho que se esforzaran en que Feijóo contara para su gobierno con un “PSOE sin Sánchez”. Por eso Feijóo precisa un Vox debilitado y, por eso, ha animado disidencias internas y jaleado a los que se han ido del partido con cualquier excusa. Para Vox la respuesta es fácil: incidir en todo aquello que los programas de los partidos mayoritarios ignoran y que el ciudadano de a pie tiene que sufrir.

Vox debe insistir en la REGENERACIÓN NACIONAL y la DEPURACIÓN DE RESPONSABILIDADES por los casos de corrupción. Sin compasión y sin miramientos. Caiga quien caiga. LEGISLACION ESPECIAL y TRIBUNALES ESPECIALES DE LUCHA CONTRA LA CORRUPCION. El que la hace, la paga: y con intereses de demora, multa, inhabilitación y pago de costas. Hay que tratar a los corruptos, como Hacienda trata a los ciudadanos honrados y liberar a estos del rackett a que los somete el Estado de los mil y un subsidios y del endeudamiento permanente. NI CÁRCELES ESPECIALES PARA CORRUPTOS, NI POSIBILIDADES DE INDULTO, NI MEDIDAS DE GRACIA, MIENTRAS NO DEVUELVAN TODO LO ROBADO. Renegociación del Tratado de adhesión a la UE o bien Hispanexit. Políticas de revitalización de la agricultura. Achicamiento del Estado. Menos poder para los partidos, más poder para la sociedad civil. Liquidación de escalones administrativos: o desaparecen las autonomías, o desaparecen las diputaciones provinciales, o ambas, y, por supuesto, los “consells comarcals” catalanes que solo sirven para crear puestos funcionariales y multiplicar la burocracia: toda esta morralla faraónica debe acabar en el crematorio de las malas ideas.

Y, para proponer todo esto hace falta demostrar mucho valor. Pero ¿qué sentido tiene, si no, la presencia de Vox en la política española? ¿Ser un partido más? ¡No! Debe ser el partido que proponga un cambio en las reglas del juego!

El programa de Vox debe ser el que asumiría cualquier ciudadano de a pie, triturado por las exacciones fiscales. Lo que el PP jamás se atreverá a proponer ni legislar. El camino por el que el PP no tiene la más mínima intención de transitar.

Lo dicho: que el día 8 de junio, el grito unánime sea

¡A LA MONCLOA!

¡TODOS A LA MONCLOA!

¡A POR EL ÚLTIMO REDUCTO DEL PSICÓPATA!