lunes, 28 de julio de 2025

DE EL EJIDO-2000 A ESPAÑA 2030, PASANDO POR TORRE PACHECO 2025 (2)


CATALUÑA LA ZONA CON MÁS TENSIÓN ÉTNICA DE TODO EL ESTADO

Cataluña es, sin duda, la zona con más posibilidades de que se produzca un estallido étnico-religioso-social, por mucho que TV3, la Vanguardia y demás medios amamantados por las ubres de la gencat, o no informen sobre la situación real o lo hagan sin citar origen de los delincuentes, a falseen las cifras. Hoy mismo se ha publicado el dato -que nadie ha desmentido- de que en Cataluña habían “cerrado” más de 300 iglesias en los últimos ¡cuatro años!, pero se habían abierto 42 mezquitas nuevas

Mucho más grave que todos los casos de corrupción que se están revelando en estos momentos, es la responsabilidad de Sánchez y de Zapatero en la llegada masiva de inmigración, mientras el PP ha mirado a otra parte. Y es mucho más grave que cualquiera de sus exacciones porque supone una TRAICIÓN para nuestro país, para nuestra sociedad y para nuestro futuro. Algún día, tanto ZP como Sánchez deberían ser juzgados por su responsabilidad histórica en el desencadenamiento del conflicto.

Parece increíble que la gencat no advierta el fondo de la cuestión. Y que, incluso entre los medios fieles a la gencat ningún periodista alce la voz sobre el hecho de que en 2040-2050, es seguro que, para entonces, a la vista de las cifras demográficas, es que el islam sea la primera religión en Cataluña y la población islámica se acerque al 50% del total.

Entre el nacionalismo catalán solamente Silvia Orriols ha advertido que, o se adopta una postura radical en la cuestión o en pocos años, el parlament de Cataluña se verá invadido por chilabas y velos islámicos. La actitud del PSC del muy sanchista Illa, es demoledora: comparó a la inmigración musulmana con la inmigración procedente de Andalucía, Murcia, Aragón o Galicia… Illa, el cómplice de Sánchez en Cataluña, con estas palabras INSULTÓ a esa inmigración que trabajó, se integró y, por lo demás, eran tan españoles como los propios catalanes. Pero hay algo peor aún…

No creemos que los Mossos d’Esquadra estén preparados para afrontar una eventual intifada similar a las que se han producido en Francia, especialmente, cuando estallen simultáneamente. El triángulo Salt-Lérida-Mataró, y sus inmediaciones, desde el Barcelonés (Hospitalet y Badalona) hasta Vic con prolongaciones en toda la costa catalana, especialmente en el Empordà (45,3% de población de origen extranjero), sin olvidar que casi uno de cada tres habitantes de la ciudad de Barcelona tiene un origen extranjero, son los nombres de “zonas sensibles” que pueden estallar en cualquier momento, por mucho que lo nieguen los medios de la gencat. En Guissona (la Segarra), ya hay un 51’6% de población nacida fuera de España. Lloret de Mar, Salou, Roses y Platja d’Aro, también tienen una alta concentración de población extranjera.

Los mossos, que ya han tenido dificultades en sofocar la revuelta de Salt y cuya experiencia antidisturbios es muy limitada, pueden quedar desbordados desde el momento en el que se estallen tres o cuatro "zonas calientes" de forma simultánea. Y, si se genera una sensación de debilidad y pérdida de control, inmediatamente los disturbios se extenderán de forma inevitable a otras zonas de la región. Y no creemos que la gencat tenga un "plan de contingencias" ante este escenario.

UN MUNDO DE FICCIÓN GENERADO POR LA SANTA ALIANZA PP-PSOE

La ficción con la que ilusionan los cándidos y aquellos que quieren engañar es:

1) Que todo extranjero nacionalizado español por un simple trámite burocrático, ya es “ciudadano español”: en efecto, tiene “papeles” españoles, pero su estilo, sus costumbres, su mentalidad, siguen sin tener nada que ver con los ciudadanos españoles. Y esto es particularmente notable con los procedentes de países musulmanes.

2) Que cuando se producen incidentes entre grupos de jóvenes y grupos de defensa ciudadana, nadie puede asegurar que los “grupos de jóvenes” no sean españoles… seguramente han nacido en España, pero son, étnica y culturalmente, halógenos. Y el problema es que estos incidentes son cada vez más frecuentes y más difícil de ocultar e interpretar: el 4 de julio de 2025 se produjeron violentísimos incidentes en el barrio de Les Termes en Sabadell en torno a un local ocupado por magrebíes. El local, foco de delincuencia, fue rodeado por vecinos. Los Mossos de la gencat acudieron y se produjeron violentos incidentes con resultado de un herido con arma blanca y un detenido. El 25 de julio se publicaba que Cataluña era el epicentro de la “amenaza islamista” con 23 yihadistas detenidos, en su gran mayoría de Barcelona. Los incidentes de Salt iniciaron una escalada, prácticamente continua de choques étnicos.

3) Que la inmigración islámica se integrará en Cataluña como lo hizo la de otras zonas de España… Es la tesis en la que se atrinchera Illa y ERC, olvidando que esa inmigración procedía de territorios contiguos política y antropológicamente: misma religión, misma etnia, sin incentivos económicos ni subsidios, además de proceder del mismo Estado. Ninguna de estas condiciones se cumple en el caso de la inmigración islámica. Y, por lo demás, el fracaso de todas las experiencias europeas en esta materia no da lugar a la esperanza: lo que ha ocurrido en Francia, en Bélgica, en Alemania o cualquier otro lugar de Europa Occidental, lo lamento, pero ocurrirá también en Cataluña, seguramente mucho antes y con más violencia que en otras zonas de España.

VOLVER A EL EJIDO

En el año 2000 hubo violencia en El Ejido: existieron dos violencias que no resisten comparación. Por una parte, una oleada de robos, coronada por tres asesinatos; por otra, una indignación vecinal que respondió -repito, RESPONDIO- a estos tres asesinatos, asediando algunos locales y, sobre todo, pidiendo justicia. Se produjeron algunos choques entre y se vieron pancartas con lemas tales como: «El Ejido contra la violencia», «Sí a los inmigrantes, pero documentados», «Ilegales no, responsables Almería ACOGE y empresarios» o «Extranjeros, sí; asesinos, no». No creo que ninguna de estas consignas pueda ser tachada de “xenófoba o racista”. Eran formas en los que se expresó la cólera popular y se abrió la espita de las tensiones sufridas por meses de inactividad policial.

Entonces no existía Vox. Hoy, no sólo existe Vox, sino que el coordinador de este partido en El Ejido es, significativamente, familiar de uno de los asesinados en el año 2000. Existían solo pequeños grupos de extrema derecha, cuya pequeñez y falta de capacidad para analizar el problema, impidió que pudieran rentabilizarlo: y, si nadie denunciaba el problema y quien lo hacía carecía de credibilidad, era que el problema “no existía”. Y así, los distintos gobiernos han mantenido la olla a presión generada por la inmigración masiva, ilegal y descontrolada, hasta un tiempo relativamente reciente.

Ahora existe Vox. Todos los que estamos hartos de votar a este o aquel partido que, una vez en el gobierno, no han hecho nada salvo dejar que problemas como este se pudrieran y extorsionar a la ciudadanía con una fiscalidad creciente, que no han sabido generar industria (España el impacto del sector industrial en la economía no deja de descender y ha caído en picado en los últimos 7 años, disminuyendo cada vez más su peso global. Y es importante porque el sector industrial es el que genera empleo estable y valor añadido), que ha sido una sucesión tras otra de casos de corrupción, que han convertido las instituciones en lugares privilegiados donde se sientan parásitos, vagos, chorizos o incapaces y en donde la ambición de PP y PSOE es seguir alternándose en el poder por tiempo indefinido y por mal que vayan las cosas. Ahora existe Vox. Y Vox es tan claro en materia de inmigración, que resulta difícil no votarle. De hecho, el tirón de Vox se produjo en cuanto sus primeras ideas-fuerza (antiterrorismo, anti separatismo, anti abortismo) fueron sustituidos por un anti abortismo y un euroescepticismo cuya aparición era necesaria en la escena política española.

Una opción así podía (y debía) haber aparecido antes, pero la incapacidad política, la falta de medios, la nula capacidad política y la inexistente credibilidad de los pequeños grupos de extrema-derecha, impidió que estos dos temas (euroescepticismo e identitarismo) se acomodara en las instituciones.

UN MOVIMIENTO ANTIINMIGRACIÓN CON DOS “PATAS”

La opción parlamentaria e institucional es, por el momento, digna de ser apoyada. Es evidente que el problema de la inmigración puede controlarse solamente desde las instituciones y los resortes de poder. Se trata, no solo de cortar en seco el fenómeno (a lo Trump, a lo Bukele), sino de revertirlo mediante la “remigración”, lograr una nación más cohesionada social, étnica y culturalmente.

Pero el problema está también en la calle. Hay zonas más castigadas por la okupación, los menas o las bandas étnicas. Es allí en donde los ciudadanos se van a ver obligados a entender que nadie los va a defender, y que les corresponde a ellos luchar por lo que es suyo: sus barrios, sus vidas, la seguridad de sus gentes.

En el metro de Barcelona ya se han popularizado las “brigadas anticarteristas”. En algunos barrios y ciudades ya han aparecido “defensas cívicas” formadas por patrullas ciudadanas que custodian los barrios, impiden ocupaciones, entregan a delincuentes a la policía y velan por los suyos. No es legal… pero, cuando la seguridad está en juego fiarse de la legalidad es la peor coartada. En 2000 los ciudadanos de El Ejido no lograron que el gobierno del PP aumentara la dotación policial tras la escalada de robos que concluyeron con tres asesinatos. Veinticinco años después, en Torre Pacheco ha ocurrido exactamente lo mismo.


Esto da dos pautas TÁCTICAS:

- en las instituciones, votar a partidos con programas antiinmigración claros (Vox, Frente Obrero, Alianza Catalana) -> para los votantes y para los que quieran iniciar una carrera política al servicio de su país y de su comunidad.

- en las calles, “defensas cívicas” -> para los que están sobre el terreno en zonas de especial tensión y quieren defender su patrimonio, su seguridad, su gente y su pueblo, allí donde las fuerzas seguridad del Estado están ausentes o interior se niega a enviarlas.

¿De dónde pueden surgir estas “defensas cívicas”? Parece claro que de los vecinos de esos mismos barrios, movilizados en defensa de sus intereses. La experiencia demuestra que los pequeños grupos activistas, las clientelas de los gimnasios, las parroquias, las asociaciones de vecinos, los líderes locales y el vecindario sensibilizado por el problema, son los que suelen constituir tipo de estructuras No se trata de crear estructuras con pretensiones de “durar” en el tiempo: aparecen cuando las necesidades de un barrios se evidencian (aumento de la delincuencia, falta de interlocución efectiva con las instituciones, inhibición del ministerio del interior y de las policías autonómicas ante la delincuencia, fenómenos de okupación masiva, etc), superada la crisis, las “defensas cívicas” se desmovilizan… hasta que repunta el fenómeno en el propio barrio o en las inmediaciones.


Un ejemplo a seguir: patrullas anticarteristas en el Metro de Barcelona

Obviamente, se trata también de sensibilizar a los barrios sobre el problema, movilizarlos y recordar que hay opciones “erróneas” a las que votar en períodos electorales: las opciones tradicionales que, o bien tenderán a negar el problema (PSOE, ERC, Bildu), desviarlo (Podemos, Sumar), o aplicar paños calientes (PP, Junts, PNV). Las “defensas cívicas” no pueden estar vinculadas a ningún partido parlamentario, pero si pueden recomendar el voto para una gama de opciones que reconozcan el problema y hayan planteado soluciones radicales en sus estatutos: Vox, Frente Obrero, Alianza Catalana

No creemos que haya margen para otras alternativas. Y que nadie dude que, al igual que en toda Europa Occidental, el problema de la inmigración masiva, de la islamización del continente y del riesgo de guerra civil étnica-religiosa-social está al final del camino. Y es inevitable si no se actúa HOY enérgicamente. Así pues, los objetivos son cuatro:

1) Ni un solo inmigrante más.

2) Remigración.

3) Ni un solo voto para partidos que no asuman el problema y propongan soluciones claras.

4) Defensa y promoción de la cultura europea y de nuestra identidad nacional.

No es tan complicado… El tiempo se agota y la pasividad es la actitudarma que garantiza la desaparición de nuestros pueblos mañana.

 









DE EL EJIDO-2000 A ESPAÑA 2030, PASANDO POR TORRE PACHECO 2025 (1)

Ha vuelto a ocurrir: en una ciudad española ha estallado la cólera de los vecinos por la oleada de palizas, robos y molestias generadas por un pequeño grupo de magrebíes. Ahora ha sido en Torre Pacheco No era la primera vez. Hay que remontarse al año 2000 para comprobar el primer efecto indeseado generado por la inmigración ilegal: tres asesinatos de vecinos de El Ejido en el plazo de dos semanas, ¿los asesinos? Un palestino y un marroquí. Un cuarto de siglo después, sucesos similares se han repetido: un anciano apaleado por tres marroquíes, después de dos meses de robos continuos y molestias al vecindario, han hecho estallar a la ciudad de Torre Pacheco. La explicación de los medios oficialistas ha sido la misma que en 2000: “es un problema de xenofobia y racismo generado por la extrema-derecha”. Hubiéramos esperado una explicación más consecuente con los hechos…

NO SON “PROBLEMAS AISLADOS”, SON CHISPAZOS DE GUERRA CIVIL

Desde hace veinte años venimos advirtiendo en este mismo blog de los riesgos que tienen los países de Europa Occidental de sufrir una guerra civil con un triple carácter:

- étnico (porque estará protagonizada por gentes cuyas raíces están en África (independiente de la nacionalidad que tengan),

- religioso (porque el sexto pilar del islam que profesan casi todos ellos es precisamente la “yihad”) y

- social (porque multimillonarios como Zinedine Zidane o Lamine Yamal hay pocos y los sectores llegados con la inmigración quieren tener acceso a los escaparates del consumo… cuando su preparación profesional es deficiente y, por tanto, sus salarios son bajos, completados en muchos casos por las subvenciones y el trapicheo).

Hace veinte años decíamos: “Francia está al borde de la guerra civil”. En esos momentos había en el vecino país 2.000 barrios conocidos como “zonas particularmente sensibles”, eufemismo piadoso que otros preferían llamar como “zonas de non-droit”, esto es, zonas en donde la república francesa ya es una entelequia: ni entra la policía para evitar incidentes, gobiernan las mafias, la enseñanza de ha convertido en algo imposible (los centros son saqueados y los ordenadores robadas, como por arte de magia, aparecen en África del Norte), las inversiones sociales son dinero tirado a la basura y la “discriminación positiva” no ha servido para avanzar ni un milímetro en la “integración” de bolsas étnicamente procedentes de África.

Puede entenderse que el “cordón sanitario” formado en torno al Front National (hoy Rassemblement National) esté a punto de saltar por los aires). Su crecimiento ha sido tan espectacular como las maniobras de las distintas administraciones para detenerlo, reprimirlo, disolverlo, cancelar a sus dirigentes o ignorarlo: sigue creciendo. Otro tanto ha ocurrido en Alemania con la AfD, en Italia con Fratelli d’Italia, en Holanda con el Partido por la Libertad, en Portugal con Chega!, en Flandes con el Vlaams Belang y así sucesivamente…

Es fácil ver en estos partidos el futuro de Europa por mucho que los restos de la Internacional Socialista y la moribunda Internacional Demócrata de Centro, y sus corifeos de extrema-izquierda, se esfuercen en obstaculizar el avance de estos partidos, en 10 años, el futuro de Europa dependerá de siglas hoy denostada como “xenófobas y racistas”.

POR QUÉ LOS PARTIDOS POPULISTAS AVANZAN DE FORMA IMPARABLE

Fundamentalmente por tres factores:

1) El problema de la inmigración masiva, lejos de solucionarse se va agravando. Cada día menos ciudadanos son inmunes al problema y se ven afectados directamente por él: cada minuto que pasa, los medios oficialistas podrán seguir alardean de que no hay una incidencia significativa de la inmigración en episodios de delincuencia… pero, cada minuto que pasa, unas cuántas decenas de ciudadanos europeo dejarán de creer en ese “angelismo” a la fuerza, tras haber sido robados, desvalijados, violados, vejados, apalizados, por gentes de aspecto africano. Y ese número no descenderá: irá aumentando y vaciando de votos a las opciones que no contemplen medidas radicales para atajar de una vez por todas el problema. De forma más simple: ni las timoratas medidas propuestas hoy por la derecha liberal, ni los datos falseados difundidos por los ministerios del interior, sirven ya para encubrir la realidad: cada vez más gente les resta apoyo, confianza y credibilidad, porque han sufrido algún zarpazo en su propia persona o en gentes de su entorno que ha supuesto para ellos un baño de realidad.

2) Los partidos de izquierda y de centro-derecha han sido los que han generado esta situación en toda Europa Occidental, sin excepción. Y lo han hecho porque abrir las puertas a la inmigración les aportaba una sensación de “progreso económico” (el PIB crecía, no porque creciera la “riqueza”, sino porque a más población, más PIB), y les hacía “ganar competitividad” (la inmigración abarata, sin discusión posible, el precio de la mano de obra y, por tanto, a menos costes de producción, más “competitividad”. Tales eran los argumentos de la derecha liberal. En cuanto a la izquierda, el “angelismo” (“Welcome refugies”, “no se pueden poner puertas al campo”, “ningún ser humano es ilegal”) encubrían las dos principales razones por los que el PSOE y la extrema-izquierda estaban interesados en “cuentos más inmigrantes, mejor”:

  • Electorado de sustitución. La Internacional Socialista, comprobando que la clase obrera descendía en número en Europa a causa de la globalización y que los trabajadores que quedaban habían dejado de ser su principal clientela electoral, vieron en la inmigración una cantera de votos o, mejor, un electorado de sustitución.
  • La estafa humanitaria. La izquierda europea monopoliza la “ayuda al inmigrante”: en toda Europa Occidental, cientos de ONGs (sin control, sin auditorias, sin fiscalización) reciben cientos de millones del Estado, de organismos internacionales, de fundaciones vinculadas a centros de poder económico, en lo que se ha convertido en un verdadero negocio del que cada vez viven más parásitos clientelares de la izquierda. El problema en cifras: “alimentar a un ilegal en un centro es tres veces más caro que a un soldado o a un anciano en una residencia” (ver La Gaceta) ¿Conclusión? La inmigración es un “big business” para las ONG y para los gobiernos…

3) En Europa Occidental, salvo en España y Portugal, la inmigración es un viejo problema que data de principios de los 70. Anterior aún en el Reino Unido. Desde entonces, todas, absolutamente todas las políticas que se han empleado, no ya en “asimilar”, sino ahora en “integrar” a los inmigrantes, han fracasado estrepitosamente en toda Europa Occidental, sin excepción. Incluso cuando empezó el fenómeno en España, en 2006, cuando Aznar abrió las puertas, ya era evidente ese fracaso. Sesenta años de fracasos son como para empezar a pensar que las políticas de paños calientes no son la solución. Esa sensación de que los inmigrantes no hacen nada para integrarse es la que va avanzando en toda Europa, así como la de que los gobiernos están “comprando” la paz étnico-religiosa-social a golpe de subsidio y de mirar a otro lado en las estadísticas de delincuencia, prisiones, peligrosidad y terrorismo.


Curva de crecimiento de la inmigración: no se incluyen los nacimientos de hijos de inmigrantes en territorio español, ni las reagrupaciones familiares. Durante el gobierno de Rajoy, la inmigración subió, pero ha sido durante los períodos de gobierno de Zapatero y Sánchez cuando las cifras se han disparado

En Europa Occidental existe una opacidad absoluta para acceder a todos los datos reales y globales de lo que nos está costando la inmigración ilegal y masiva. Siempre se obtienen datos parciales y nadie, incluso, puede asegurar que no estén manipulados. Lo cierto es que crece la sensación de que la inmigración supone una losa económica y que, en lugar del argumento aportado de que “vienen a pagar las pensiones de nuestros abuelos”, se está imponiendo la triste realidad de que “viene porque aquí se reparte la sopa boba”. Y esa sopa boba se podrá repartir mientras haya margen para el endeudamiento: pero ahora ya empieza a circular la idea -muy real por otra parte- de que ese margen se está acabando y que la UE está sobreendeudada. Países como España, en una situación económica catastrófica y con un negro futuro, no estarán en condiciones en los próximos años de mantener una inmigración subsidiada. Así pues, las alternativas en este terreno son tres:

  1. o bien disminuyen los subsidios a la inmigración (lo que, inmediatamente generaría un estallido social)
  2. o bien el fisco muñe todavía más a la clase media española (lo que está generando directamente la salida masiva de titulados universitarios (100.000 cada año se van a trabajar al extranjero, donde los salarios son más altos y la presión fiscal más suave, mientras que, anualmente, entre 150 y 300.000 inmigrantes nuevos llegan a España esperando vivir de la caridad del Estado, es decir, de más impuestos a cada vez menos españoles en condiciones de pagarlos).
  3. o bien el Estado resta dinero de otras partidas presupuestarias para seguir comprando “paz étnico-religiosa-social”. Y es fácil suponer que el Estado no va a ahorrar en burocracia, no va a restringir su tendencia al gigantismo (los amigos, los familiares, los cuñaos de la clase política, son muchos y todos aspiran a vivir del Estado), así que el dinero para seguir subsidiando a la inmigración solo puede salir de restringir los emolumentos percibidos por los sectores más débiles de la sociedad: pensionistas, defensa, cuerpos de seguridad, funcionarios…

SI AZNAR HUBIERA SIDO CONSECUENTE EN 1996…

Núñez Feijóo, a la vista de que los sondeos de opinión deban a Vox un incremento en la intención de voto, con lo que las esperanzas del PP de gobernar en solitario, van disminuyendo, ha recuperado el tema de la inmigración: tarde, demasiado tarde… Está claro que, como ha propuesto, los delincuentes extranjeros que han cometido un delito en España, deben ser expulsados cuando son ilegales y que los inmigrantes “legales” que hayan cometido “determinados delitos” también deben ser expulsados… ¿Eso es todo? ¿Y quién resarce a las víctimas? No, señor Feijóo, el problema es más grave: un ilegal viola a una chica… ¿basta con expulsarle? En absoluto: primero cumplir la pena de prisión, trabajar en la cárcel para pagar la indemnización, los costes del proceso y de la manutención en prisión y luego, naturalmente, expulsión. Y otro tanto para los inmigrantes “legales”, no por “determinados delitos”, sino por cualquier delito, incluida la okupación de viviendas.

Feijóo no ha entendido todavía, como no lo ha entendido el episcopado español que los problemas no se solucionan con medias tintas, sino con soluciones radicales: Alcatraz y sus cocodrilos, Bukele y su macroprisión, 800.000 deportaciones desde que Trump subió al poder: esas son las medidas que han convertido a El Salvador de ser uno de los países con más criminalidad del mundo, a ser el país más estable, tranquilo y alegre de Iberoamérica ¡en apenas tres años! En EEUU la inmigración ilegal se ha reducido un 80% y a poco que siga esta política, se reducirá a cero. Medidas “blandas” no contribuyen a atajar el “efecto llamada” y este, en España, es demasiado denso y pesado como para que las medidas propuestas por Feijóo pudieran tener eficacia alguna.

Por otra parte, es justo pensar que Feijóo ha realizado estas declaraciones en plena “crisis Montoro” (que da credibilidad a la línea de defensa del PSOE que se reduce al consabido “y tú más” ante los casos de corrupción), sin pensar excesivamente y sin comprometerse más allá de la “línea de seguridad” marcada por el grupo predominante en la UE (socialdemócratas+centroderecha). Se trataba, para él, seguramente, de restar votos a Vox. Solo eso.

Puestos a recordar, vamos a ejercer la “memoria histórica”: los incidentes de El Ejido en el año 2000 sucedieron con Aznar en el poder… y los argumentos utilizados para demostrar que habían sido una explosión de “xenofobia y racismo” (haciendo todo lo posible por olvidar a los tres ciudadanos españoles muertos: una cajera de super, un agricultor que había contratado a su asesino y un amigo de ese agricultor) han sido exactamente los mismos que tras los incidentes de Torre Pacheco (“xenofobia y racismo”… olvidando que todo se inició, como en El Ejido, tras una escalada de delincuencia que culmino con una paliza injustificada e injustificable a un abuelo). Durante el período de Aznar entraron 3.000.000 de inmigrantes y esa política de puertas abiertas se justificó con la baja tasa de natalidad de los españoles.

Las estadísticas son incontestables: el PSOE es el principal responsable de la pérdida de cohesión social en nuestro país, de su islamización creciente y, por supuesto, el principal beneficiario del "negocio de la inmigración".

Las palabras del PP en inmigración, como en cualquier otro tema, son tan increíbles y merecen la misma respuesta que las del PSOE. Hoy más que nunca es preciso desmontar la “santa alianza” que gobierna en Europa (socialdemocracia+centro-derecha) y que se alterna en España (PP+PSOE).

Lo más dramático es que, si en 2000, se hubiera abordado una inteligente política de natalidad (mediante bonificaciones a la maternidad, ayudas económicas, preferencia de parejas con hijos a pisos de protección, etc, etc), hoy dispondríamos a una generación de jóvenes españoles de 30 años, una mayor cohesión social, menos delincuencia e inseguridad y se hubieran evitado episodios homicidas de terrorismo (11-M, Ramblas), cifras entre la mitad y dos tercios menores de “violencia doméstica”, actividades mafiosas y, sobre todo, los innumerables chispazos de agitación étnica (exactamente igual a la que viene produciéndose en Francia en los últimos 20 años, en cada vez más zonas: solo este año, recordamos incidentes en Salt por el desalojo de un “imán okupa”, incidentes en Polinyá hace quince días por detención de un grupo de menas que actuaba impune y descaradamente robando en la fiesta mayor del pueblo -al día siguiente, por cierto, ardía ma mezquita de la ciudad-, protestas en Alcalá de Henares por el centro de menas, polémicas por el odioso reparto de menas realizado por el gobierno “castigando” las comunidades que no están en sus manos, y así sucesivamente).

Por el momento, Interior está en condiciones de desplazar a sus unidades más eficientes en la disolución de disturbios a los lugares de tensión… pero, ¿y qué ocurrirá cuando ya no se trate de “chispazos”, sino de una oleada insurreccional como las intifadas que han recorrido Francia desde principios del milenio…?

 








 

miércoles, 9 de julio de 2025

FEIJÓO O LA POLÍTICA DEL AVESTRUZ (COMO PARA DARLE UN CHEQUE EN BLANCO)

Acabo de ver en TVE1 como el portavoz de seguridad Vox, Samuel Vázquez, dejaba literalmente KO al periodista-pesebrista Javier Ruiz Pérez, a propósito de la violación de una joven por parte de menas que ha tenido lugar en Alcalá de Henares. Al pesebrista en cuestión le resulta imposible aceptar que la mayor parte de violaciones que tienen lugar en España sean realizadas por “nuevos españoles” o por ilegales. Eso le ha costado el ridículo más absoluto delante de su propia audiencia. El representante de Vox lo tenía fácil: no todos los inmigrantes son violadores… pero la mayoría de violadores son de origen no europeo. Es así de simple.

¿PORQUÉ VOX SIGUE SUBIENDO EN LAS ENCUESTAS? FEIJÓO, EL AMBIGUO

¿Qué por qué sube VOX en las encuestas? Sube porque los destrozos de la inmigración ilegal y masiva no remiten. Esta es la única realidad. Y estoy convencido que, después del último congreso triunfal del PP, esta tendencia no va a cambiar. Las sombras y ambigüedades que planean sobre el futuro programa electoral del PP, se han concretado en este congreso. Se percibe que el partido de Feijóo intenta una larga marcha hacia el “centro”, que se está convirtiendo en un “partido atrápalotodo” que lanza unas propuestas ecologistas, por un lado, feministas por otro, que trata de seducir a los indepes de centro-derecha, que evita que alguna propuesta radical se cuele, especialmente en materia de inmigración y que, sobre todo trata de convencer de que podrá gobernar solo "con moderación" y no accederá en ningún caso a formar un “gobierno de coalición”…

Feijóo no se ha dado cuenta de que si el PP progresa en las encuestas, no es por méritos propios, sino porque el sanchismo y sus corruptelas están yendo demasiado lejos. Y en esta España, constitucionalmente diseñada como bipartidista, por tradición, si no se vota al PSOE, se vota al PP, diga lo que diga, proponga lo que proponga y tenga la intención que tenga. Porque, a fin de cuentas, ambos no son más que las dos caras de la misma moneda. Pero esto está cambiando. El PP ha logrado tener “enemigos a la derecha”. Fraga se hubiera horrorizado.

Nada, absolutamente nada, nos asegura que Feijóo, pasadas las elecciones y obtenida su rutilante victoria… hará lo que ha prometido. ¿Convocar nuevas elecciones si no obtiene mayoría? No hay un analista que garantice que en otras elecciones mejoraría su posición ¿No pactar con Vox? De eso estamos mas seguros. Feijóo, antes, ahora y con toda probabilidad mañana, tiene como primera opción de pacto, el PSOE. Tras el varapalo desmoralizador que se va a llevar esta sigla tras las elecciones: sin liderazgo, sin programa, con el lastre de la corrupción y decenas de juicios pendientes, el que sustituya al psicópata agónico que lo dirige, deberá estar dispuesto a cualquier pacto si aspira a tocar poder.

Por otra parte, la postura de Feijóo tiene precedentes: el más reciente, en la República Federal Alemana, cuando el día después de realizar una campaña antisocialdemócrata, Friedrich Merz, optó por formar gobierno del ya tercer partido del país, el SPD. La Democracia Cristiana se desdijo de todo lo dicho hasta el día anterior. Lo normal y lo que hubieran querido buena parte de sus electores, era, precisamente, que gobernara en coalición con Acción por Alemania (AfD), especialmente en el Este del país, cuando ya es el segundo partido de Alemania y el “jefe de la oposición”. A esto siguió una campaña de desprestigio de AfD, considerado como “partido extremista”…

Pero lo esencial del caso alemán es que, desde que se celebraron las elecciones en Alemania, AfD no ha retrocedido: de hecho, ha seguido avanzando, especialmente en el noreste del país. ¿Qué ocurre? Pues ocurre que, desde que se celebraron las pasadas elecciones generales, los apuñalamientos protagonizados por musulmanes no han cesado: ahora son prácticamente semanales. Y esto nos lleva, de nuevo, al futuro de la derecha en España.

Año 2000: El Ejido ->TRES ASESINATOS.
2025: EL PROBLEMA HA ALCANZADO DIMENSION NACIONAL

El PP trata de eludir por todos los medios afrontar el gran problema que tiene España: la inmigración irregular y masiva. Si no fuera por la existencia de Vox, Feijóo ni siquiera mencionaría el asunto.

Hoy mismo, se ha producido un apuñalamiento doble en El Ejido, protagonizado por un subsahariano; resultado: un muerto y un herido grave. Si se coloca en el buscador de Google: “apuñalamiento en El Ejido” el resultado es escalofriante, aparece todo el historial de incidentes que se han desarrollado en los últimos 25 años en esa ciudad almeriense: fue allí en donde tuvieron lugar en el año 2000, 3 asesinatos a manos de dos islamistas en menos de una semana, se produjeron graves incidentes y protestas que certificaron que la inmigración empezaba a ser un problema. Desde entonces -y os pido que miréis el buscador de Google- se han producido, con una pasmosa regularidad, incidentes similares en la misma población que confirman que aquellos tres asesinatos iniciales no fueron fruto de desgraciadas circunstancias puntuales, sino que iniciaron una línea de tendencia que se sigue agravando de día en día, una gangrena que se ha ampliado a toda España.


No sabemos ni quiénes son, ni cuáles son sus antecedentes o su estado de salud, no sabemos ni siquiera cuáles son sus intenciones. Y no, la economía española no necesita a la inmensa mayoría: mientras se van nuestros enfermeros y médicos, nuestros licenciados, nuestros investigadores, llegan personas que no aportan nada a nuestra cultura, a nuestro país, a nuestras tradiciones, que son una bomba aspiradora de recursos públicos, que rompen la cohesión social... y los mantenemos por tiempo indefinido. 

En 2000 gobernaba en España José María Aznar y fue él quien entreabrió las puertas a la inmigración para favorecer su modelo económico (salarios bajos, acceso fácil al crédito, inmigración masiva y ladrillo).

¿Qué conclusión podemos extraer de lo sucedido en los últimos 25 años en El Ejido? Muy simple: los problemas, cuando no se afrontan decidida y “radicalmente” (esto es, yendo a las raíces) terminan pudriéndose y convirtiéndose en insolubles.

Esto es lo que ha pasado durante los gobiernos del PP (Aznar y Rajoy) y del PSOE (Zapatero y Sánchez). Han mirado a otro lado hasta el punto de que hoy el problema de la inmigración ilegal y masiva tiene una difícil solución. Nadie quiso prever lo que algunos estábamos convencidos de que iba a ocurrir. Todos se limitaron a subvencionar a la inmigración, sugerir a los medios que ocultaran el origen de la mayor parte de la delincuencia “para evitar brotes de xenofobia” (si querían seguir recibiendo subsidios). Que trataran el tema de la Okupación como vinculado al alza de los precios de la vivienda (cuando está vinculado, de nuevo, a la llegada masiva de inmigrantes ilegales). Y, sobre todo, que ocultaran hasta el ridículo, el hecho cierto y comprobado que se estaba comprando la paz étnica (y Sánchez su futura tierra de exilio en Marruecos) mediante un régimen de subsidios que mantenía tranquilos a los inmigrantes ilegales, operaba como “efecto llamada” e, incluso, que les dejaba cometer delitos una y otra vez, hasta cientos de detenciones, sin entrar ni un solo día en la cárcel.

DE LO ACCIDENTAL A LO SISTÉMICO. UNA SOLA SOLUCIÓN

Y todo esto ha ido creciendo día a día y superando las barreras de lo accidental, para convertirse en un fallo sistémico.

Hace unas semanas revelábamos que la “okupación” ilegal, como mínimo, afectaba 500.000 de personas, en su inmensa mayoría inmigrantes. Feijóo ha dicho que “solucionará el problema de la inmigración”… ¿cómo? De la noche a la mañana, 500.000 okupas ¿se convertirán en propietarios de pisos?, ¿habrá alguien que acepte pagar alquiler?, ¿construirá el estado 100.000 viviendas para ellos? No. Una y mil veces no: solucionar la okupación es paralelo a solucionar el problema de la inmigración masiva. Son vasos comunicantes. No hay solución para uno, sin solucionar el otro.

¿Va a cerrar Feijóo el grifo de los subsidios a la inmigración? Si lo hace, el país y, algunas zonas (Cataluña, Andalucía, Valencia, La Rioja) pueden estallar. La concentración de africanos en esas zonas es tal que lo que no salga de las arcas del Estado, lo sacarán de algún otro sitio, con el riesgo de que ejerzan distintos tipos delictivos del código penal en el peor de los casos y trabajo negro masivo en el mejor.

La ponencia del último congreso del PP, se pierde en lo que todos sabemos y en lo que todos aceptamos: que las siglas PSOE sanchista encubren a una “banda criminal”. Elude, por supuesto, responder al “y tu más”, pero no consigue eliminar el “y tú también” que podría lanzarse contra el partido que hace siete años protagonizó idénticos escándalos de corrupción.

Tengo que reiterar que los problemas de España tienen hoy mala salida. De todos los programas de los partidos políticos, sin duda, el que refleja más claramente la situación del país es el de Vox:

  • ¿Quiere solucionar el problema de la okupación? Expulsión de ilegales.
  • ¿Quiere evitar apuñalamientos y delitos propios del salvajismo tercermundista? Expulsión de ilegales.
  • ¿Quiere aligerar la losa fiscal que pesa sobre el ciudadano español? Empecemos por reducir los subsidios a la inmigración y a las ONG-chiringuito que han hecho del tema su modus vivendi.
  • ¿Quiere que bajen los precios de la vivienda y de los alquileres? Repatríe a inmigrantes ilegales.
  • ¿Quiere reforzar la cohesión de la sociedad española? Pues no entregue la nacionalidad como si fuera una tómbola, déjese de “multiculturalidad” y aplíquese el refrán español “donde fueres haz lo que vienes”.
  • ¿Quiere reducir la factura de la sanidad y de la educación, aumentando la calidad de estos servicios? Esta cuadratura del círculo tiene fácil solución: no más inmigración que la necesaria, no más inmigración que la que entra legalmente.
  • Ah, por cierto: ¿quiere bajar drásticamente las tasas de delincuencia? Retire la nacionalidad a delincuentes de origen extranjero que la han recibido en la tómbola; sitúe como motivo de expulsión inmediata la pertenencia a una banda latina o a un grupo criminal organizado; aplique la expulsión a los delincuentes llegados del exterior al primer delito juzgado justo tras cometerlo, exija antecedentes penales y policiales a los países de origen, repatríe inmediatamente a los que llegan sin pasaporte o mienten sobre su situación, no acepte ni una sola petición de “asilo político” que no se haya solicitado en el consulado español más próximo al país de origen, habilite cárceles low cost para “asilar” a delincuentes extranjeros (sin piscinas, sin celdas individuales, sin televisión, sin “presos de confianza”, sin “beneficios penitenciarios”), lo más parecidas a las que sus países de origen, que no sean cómodas pensiones en donde se lo dan todo hecho.

Y, sobre todo, aplique el principio de “el que entra ilegalmente, sale inmediatamente”.

EUROPA OCCIDENTAL: DE PAÍSES CIVILIZADOS A PARAÍSOS DEL SALVAJISMO

Pues bien, a medida que avanza la flecha del tiempo, la inmigración es cada vez más masiva y la sociedad española cada vez más débil en pérdida completa de cohesión. Puede discutirse sobre si la inmigración será mayoritaria en 2040 o en 2050, pero, de lo que no cabe la menor duda es que Europa Occidental está pasando de ser un país civilizado de origen cristiano, cultura clásica y formado por fusión de distintos pueblos blancos, a ser una prolongación inestable de África. Y no es como para estar orgulloso.

En todo el territorio del Estado Español solamente Vox reconoce el problema en su dimensión más realista. Esta es la cuestión. El sanchismo y el zapaterismo, pasarán, ya no son cuestión política, sino de los tribunales. Ni Sánchez ni Zapatero pueden ya andar sin una nutrida escolta por las calles de España. Tenemos la certidumbre de que ambos acabarán en el exilio marroquí a los pies de Mohmed VI al que tanto y tan bien han servido, con el que tanto y tan bien se han congraciado. Bettino Craxi marca su sendero. Preocupémonos menos por ellos y más por España. Dejemos a los jueces que resuelvan en el plazo mas breve posible los casos de corrupción de unos y de otros.


Hoy el techo electoral de Vox es un 38%... Dentro de dos años, sin duda, habrá aumentado, porque el problema de la inmigración, lejos de haberse resuelto, se habrá agravado con las ambigüedades de Feijóo.

Lo que cuenta ahora es el “gran problema”: están entre nosotros, gentes con unas costumbres y unas creencias muy alejadas de las nuestras, diametralmente opuestas. En algunos casos, incluso se trata de gentes que portan costumbres primitivas y salvajes (ablación del clítoris, por citar la más odiosa de todas), con poco respeto por su vida y por la de otros (bandas latinas, norteafricanos que “tiran de cuchillo” para robar una caja de cigarrillos), que suelen despreciar y/o minusvalorar a la mujer, gentes que consideran que “trapichear” con drogas es lo más normal, o, en el colmo, del absurdo, individuos que están dispuestos a morir y matar por el “sexto pilar del islam”, la yihad, y que creen que apuñalar o atropellar a no importa quien en esta Europa Occidental es un acto “yihadista” que les reportará siete palacios de jade, con siete harenes y setenta y siete huríes cada uno, todas vírgenes… Por no hablar de delincuentes y gentes con trastornos psiquiátricos conscientes de que en España se vive mejor delinquiendo que permaneciendo en su país. O lo que es aún peor: pensando que aquí puede hacerse todo sin riesgo alguno…

ALIANÇA CATALANA: LA RESPUESTA IDENTITARIA INDEPE

Solo Vox está reconociendo el problema en toda su magnitud. Y Aliança Catalana (AC), claro está. Pero hay una diferencia sustancial entre ambas formaciones: Aliança es independentista. Cree que todavía es viable la independencia de Cataluña y que, si en esta región hay más inmigración, se debe a la política migratoria del Estado Español. No vamos a formular una crítica a esta idea -errónea-, en primer lugar, porque el campo de aplicación de Aliança se reduce a los que, habiendo apoyado el “procés”, son conscientes del embrollo migratorio. Por otra parte, el discurso de Sílvia Orriols representa el único sector particularmente moralista y regeneracionista dentro del catalanismo.

Obviamente no se entiende con otras formaciones indepes: su discurso tiene el aroma de la sinceridad y de haber identificado los grandes problemas de Cataluña: clase política, corrupción, inmigración masiva, delincuencia, imposibilidad de integrar a la inmigración, okupación, despilfarro, etc.

Podemos apostar que, a lo más, en un par de elecciones, Junts se habrá disuelto y el sólo nombre de "Puigdemont" suscitará carcajadas, ERC sufrirá una contracción notable, la CUP desaparecerá (de hecho ya ha desaparecido) y AC será el portavoz indiscutible del independentismo, a poco que TV3 se vea forzada a liquidar el “muro del silencio” en torno a este partido.

Pero nosotros somos españoles, nacidos en Cataluña, o españoles de Cataluña (algunos de nosotros con familias que remontan su linaje catalán al siglo XV. Podemos entender que haya catalanes que quieran mantener su identidad, no creemos que ahora sea el momento de juzgar un fenómeno que pertenece al pasado (el debate sobre la independencia) y que para nosotros está muy claro. Un salafista no nos va a preguntar si hablamos en catalán o en castellano a la hora de declararnos la yihad

La historia no da marcha atrás y desde el Imperio Romano, la península Ibérica ha sido considerada como una unidad geopolítica-administrativa, Hispaniae, y desde el reino visigodo una unidad política. No es el momento de discusiones que pueden esperar y que siempre son posibles entre gentes honestas, razonables y sensatas. Ahora es el momento de unir fuerzas para detener la catástrofe étnica que tenemos ante la vista. La ciudadela está sitiada, la peor política es la de entrar en disputas internas: hay que aprestarse a defenderla.

Disfraces solo en Carnaval. No en mi país.


LA ÚNICA SOLUCIÓN: ¡¡REPATRIACIÓN!!

Vox lo ha visto claro y sus propuestas son razonables y coherentes: solo un mazazo detendrá la desfiguración étnico-cultural de España. Y el mazazo tiene un nombre: REPATRIACIÓN. Repatriación, única solución. Sin ambigüedades, sin términos medios, sin medias tintas, sin timideces: solución radical, única solución. El resto -incluida la sarta de ambigüedades peperas- no son soluciones, sino parches vergonzantes.

Por eso mismo, deducimos que Vox seguirá subiendo -por eso mismo está subiendo- y el PP no podrá hacer nada para evitar su propia lenta merma de votos en cuanto la sociedad perciba su impotencia ante el fenómeno migratorio. Es fácil de entender: cada día, cada hora, cada minuto, algún ciudadano español es objeto de algún robo, hurto, puñalada, violación o molestia por parte de ilegales, de “nuevos españoles” o de menas asilvestrados (hasta el punto de que el mero rumor de que se va a instalar un centro de Menas en tal barrio o ciudad desencadena instantáneamente una revuelta cívica y acciones de protesta). Esto no va a cambiar: como no ha cambiado en ningún país europeo. Esto irá a peor. Siempre va a peor. Resulta sorprenden que la experiencia llevada en Europa entre 1990 y 2020, demuestra que, cuanto más dinero se inyecta en “integración”, más se agrava el problema. De minuto en minuto.

Cuando te toque a ti (y, entérate, porque estadísticamente, antes o después serás “víctima”), votante del PP, votante del PSOE, votante de Sumar, despertarás y te darás cuenta de que ya no puedes eludir tomar partido: o con la inmigración ilegal y masiva, arrostrando sus consecuencias más deletéreas, subsidiándola eternamente o en defensa de la seguridad y de la identidad tradicionales y europeas de nuestro país.

No hay una “tercera vía”. Si crees en la “tercera vía” estás muerto.








lunes, 7 de julio de 2025

CUANDO LA AGONÍA DEL SANCHISMO ES LA AGONIA DE TODO UN PAÍS (3) - ONGs, "AYUDA AL DESARROLLO" Y "ESTAFA HUMANITARIA"


 

LA CORRUPCIÓN “HUMANITARISTA”, EL MELÓN QUE QUEDA POR ABRIR

Proudhon escrito que “aquel que utiliza la palabra ‘humanidad’, ¡cuidado, quiere engañar!”. Siempre me ha llamado la atención esta frase procedente de un socialista utópico. Y me ha llamado la atención porque se adelantó en 150 años a denunciar la política sanchista.

Somos conscientes, ahora mismo, de lo que es la corrupción política y de que esta precede a la corrupción económica, pero el problema no termina ahí. El presupuesto estatal destinado a las ONG y a la “ayuda al desarrollo” varía anualmente, pero en los últimos años se ha mantenido en una cifra cercana a los 1.000 millones de euros, incluyendo tanto fondos públicos como privados. De este total, una parte significativa se destina a la cooperación al desarrollo y acción humanitaria: es el famoso 0’7% con el que el zapaterismo estuvo dando la barrila durante todo su ciclo. Éramos grandes porque ayudábamos al desarrollo de cualquier parte olvidada del mundo. Éramos enormes porque confiábamos dinero a las ONGs más inverosímiles para que hicieran lo que le correspondía hacer al Estado. Éramos de una generosidad inconmensurable porque ayudábamos a los LGTBIQ+ de Madagascar y fomentábamos talleres de feminismo en Costa de Marfil… Y todo este dispendio de millones y millones de euros “en políticas de desarrollo” fue luego seguido por comunidades autónomas y ayuntamientos. Cada una de estas instituciones subordinadas al Estado, regalaba sin el menor control su 0’7% a “proyectos” tan estrambóticos como los mencionados. O más.

Copio y pego de Vozpopuli: “Con idéntica subvención (200.000 euros) cuenta la Asociación de Amigos del Cerezo de Villena [y nosotros que hemos vivido en Villena podemos certificar que esa ONG tiene una vida asociativa nula], mientras que la Sociedad de Gestión Artistas, Intérpretes o Ejecutantes (entidad que gestiona los derechos de propiedad intelectual) alcanza los 1,1 millones mediante dos ayudas; el Casino Prado Suburense, un centro recreativo de Sitges, llega a 200.000 euros; y una cifra simular percibe la Federación de Comparsas y Chirigotas del Carnaval de Cartagena. Por su parte, la Asociación Sardinera de Murcia obtiene 185.000 euros; la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales alcanza los 800.000 euros; la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial (fundación privada para “el fomento aeroespacial en Andalucía”…) tiene 1,1 millones; la Asociación de Amigos Canarios de la Opera se acerca a los 900.000 euros; y las asociaciones de Usuarios Financieros y de Bancos y Cajas llegan individualmente al millón.

Lo mismo sucede con la Comunidad Hindú de Ceuta que obtiene 400.000 euros. Esta ayuda se repite para el Colegio Oficial de Ingenieros de Navarra y también para la Fundación Cultural Privada de España en USA; la Conferencia de Rectores Universitarios; y la Fundación Hispano-Árabe de la Dieta Mediterránea. Por su parte, el Colegio Oficial de Psicólogos de las Baleares obtiene 300.000 euros y también la Fundación Brigadas Internacionales de la Paz; la Fundación Economistas Sin Fronteras y la Sociedad de Estudios Vascos (para la promoción del Euskera existen otras más de media docena de partidas) y la Asociación Cocina Económica de Logroño. Con 200.000 euros figuran: la Federación de Mujeres Directivas; la Federación de Peñas Cordobesas; la Federación Profesional del Taxi de Madrid; la Asociación de Diseñadores de Moda de la Comunidad Valenciana; la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes; y la Fundación de Colegios Médicos de Las Palmas. Llamativas son también las ayudas públicas a la Asociación de Empresarios de Campos de Golf de la Costa (127.000 euros); al Consejo Andaluz de Colegios de Abogados (143.000 euros); a la Asociación de Librepensadores de la Sierra de Madrid (119.000 euros) y a la Asociación de Traperos de Huelva (110.000 euros).

Por regiones, es sin duda Cataluña la más beneficiada de las subvenciones públicas de las asociaciones. Las ayudas más llamativas de esta región superan con creces los 30 millones. Por ejemplo, la Fundación Gran Teatre del Liceu obtiene casi nueve millones. Le sigue, entre otros, el Instituto de Estudios Catalanes (5,9 millones); el Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (4,4 millones); la Fundación Teatre LLiure de Barcelona; o la Fundación Orfeo Catalán Palau de la Música de Cataluña (2,9 millones). También figura el Instituto de Barcelona de Estudios Internacionales (1,1 millones); el Ateneo Barcelonés (400.000 euros); la Asociación Catalana de Prensa Gratuita (300.000 euros); la Federación de Entidades de Excursionistas de Cataluña (200.000 euros); la Asociación de Editores en Lengua Catalana en Barcelona (222.000 euros); la Asociación de Escritores en Lengua Catalana (203.000 euros); la Cámara del Libro de Cataluña (175.000); o el Círculo Catalán en Madrid (101.000 euros)”. Y todo así…

La cuestión es que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo tiene previsto para los Presupuestos Generales del Estado de 2022 una partida de hasta 490 millones de euros, entre las que se incluyen estos programas, el tercer presupuesto más alto de la Unión Europea.

             

No todas estas asociaciones son ONG. Se entiende que una ONG es una entidad privada sin fines de lucro que trabaja en temas sociales, humanitarios, medioambientales o de desarrollo, operando independientemente de los gobiernos. Las ONG buscan abordar problemáticas específicas y mejorar la calidad de vida de las personas y comunidades. No están sujetas al control gubernamental ni forman parte de la administración pública… pero dependen casi enteramente de los subsidios públicos. Su objetivo principal no es generar beneficios económicos, sino cumplir con su misión social: pero, paradójicamente, lo primero que tratan es de satisfacer los costes de personal (especialmente de su dirección), mucho más que utilizar sus fondos para la tarea estatutariamente declarada. La excusa casi siempre abarca desde ayuda humanitaria y derechos humanos hasta conservación del medio ambiente y desarrollo sostenible. A pesar de que pueden obtener fondos a través de donaciones, subvenciones, patrocinios y otras fuentes, realmente, la inmensa mayoría dependentes SOLO del Estado o de organismos internacionales y, por supuesto, de fundaciones mundialistas. Y esta realidad tiene innumerables derivaciones: la más importante es la corrupción “humanitaria”.

Existe, por supuesto un estatuto que regula las ONG. Se les permite, por ejemplo, estar dos años sin presentar su balance, después de su fundación, pero en realidad, la inmensa mayoría no presentan balance y éste, en ningún caso, ha sido auditado. Todo aquel que conoce a algún funcionario o ex funcionario de ONGs sabe perfectamente cómo funcionan la mayoría y porqué, entre su personal, el “responsable económico” es siempre el que buscan con mayor atención. Su perfil no es el de alguien experimentado en balances, asientos contables y gestión… sino el que está mejor relacionado con la administración del momento o con la entidad que distribuye fondos. Y se entiende: “yo te doy 100 y tú, bajo mano, me devuelves 10 o 20 y eso va para mi superior, mi partido, o simplemente me lo quedo yo que para eso me ha costado llegar hasta este cargo”.

Es un tipo de corrupción muy fácil de detectar y descubrir. Basta con interrogar a cualquiera que haya tenido algo que ver con el reparto de fondos públicos y a cualquiera que haya sido responsable administrativo de una ONG. Nadie, por supuesto, quiere hacerlo.

Luego está el hecho de que lo esencial de las subvenciones nunca, absolutamente nunca, se destina a la tarea “humanitaria” por la que se justificaba: siempre, es para sueldos, publicidad, compra de material y, en último lugar, para “ayuda humanitaria”. Muy bonito eso de vivir de lo que muchos hemos llamado desde hacer 20 años “estafa humanitaria”.

Pero antes o después habrá que abrir este melón podrido y la sorpresa vendrá porque se comprobará que las fugas de dinero público para estos chiringuitos suponen, en total, las distribuidas por el Estado, por las Comunidades Autónomas y por los Ayuntamientos, sumadas, una cantidad igual o, en cualquier caso, incluso superior, a las mordidas recibidas por los altos funcionarios del sanchismo.

VOSOTROS LOS JUSTOS, ABANDONAN TODA ESPERANZA

Vosotros los que pagáis impuestos, vosotros los que procuráis estar en orden con Hacienda, que pagáis puntualmente vuestras cuotas de autónomos, vuestras multas de tráfico, los que ahorráis para el futuro y para legarlo a vuestros hijos, los que creéis en la bondad natural del ser humano y por tanto del “político”, los que dais una limosna al primero que os tiende el cazo: este mundo ya no es vuestro mundo, la España modelada por el pedrosanchismo no os pertenece.

La vuestra es la España de los Tercios y de los navegantes, de nuestros escritores y místicos de nuestros frailes y de nuestras conquistadores. La del pedrosanchismo es la de Rinconete y Cortadillo. La vuestra es la España del Escorial y del Valle de los Caídos, de Monserrat y del Prado. La del pedrosanchismo es la del patio de Monipodio y del puticlub de las afueras. Son las dos España: la que trabaja y la que ansía gastarse el dinero de vuestro trabajo. No hay solución posible: o una acaba con la otra o la otra se apropia de todo lo vuestro.

Me recuerda a las independencias africanas: millones de negros, en los años 60, 70 e incluso en nuestros días, atribuían su miseria la presencia europea en África. Se fueron los europeos que sobrevivieron a las matanzas. Y llegó la miseria real, auténtica y abisal: nadie quería trabajar. Incluso en nuestra Guinea Ecuatorial: cuatro semanas después de concedida la independencia, la TV creada allí por técnicos franquistas, dejó de funcionar como miles de hectáreas de explotaciones agrícolas. No habían caído que, si nadie trabajaba, el país se hundiría. Y algunos “líderes africanos” pensaban (y siguen pensando hoy en Sudáfrica) que son los “blancos” los que “hacen trabajar a los negros”… Pues bien, lo que ocurre en España es algo parecido: los socialistas no están dispuestos a trabajar para levantar el país. Ni siquiera a gobernar razonablemente bien para que pueda existir un justo reparto de la riqueza: simplemente, quieren vivir del trabajo de otros, mantenerse en el poder gracias al voto de los subsidiados y a los impuestos monstruosamente altos de los que trabajan. Para ellos, una “sociedad justa” es aquella en la que ellos gobiernan, apoyados en una masa de subsidiados de todas las razas y procedentes de los agujeros más negros del planeta, a costa del esfuerzo, la dedicación y el trabajo de un grupo cada vez menor de personas que tratan de salir adelante con el esfuerzo de su trabajo y que solamente ansían que termine esta bochornosa situación en la que una banda de mangantes, compuesta a medias por individuos sin escrúpulos o por mediocridades igualmente abyectas, termine su recorrido de gobierno en el presidio más próximo.

La situación tiene una difícil salida. Ya hemos dicho que España, gracias a los ZP y a los Sánchez es hoy uno de los países más endeudados del mundo. Los impuestos siguen subiendo para alimentar los intereses de esa deuda y para pagar el elevado tren de vida y las putas de un gobierno de ineptos que hora solo aspiran a robar lo suficiente para asegurarse el futuro.

El nuevo Craxi del socialismo europeo, Pedro Sánchez, terminará en Marruecos exiliado, como Craxi terminó en Túnez, los restos en putrefacción de su partido terminarán pactando en un problemático “congreso de unificación” con todos los residuos que queden de la izquierda. Quien no se consuela es porque no quiere, así que, a fin de cuentas, será una suerte que la historia de la “sigla maldita”, PSOE, termine disolviéndose en el barro del que procede, un poco más hediondo que el originario.

Pero no, solución no hay para España: falla la constitución, falla el sistema (lo lamento, pero “un hombre un voto” es garantía de que el peso de un patán valga lo mismo que el peso de un doctor titulado o de un politólogo objetivo, o simplemente de alguien que se interesa por los problemas de su país y, como mínimo, está al corriente de lo que ocurre hoy, de dónde deriva la crisis actual y de cómo se proyectará en el futuro. Hace falta ver El enemigo del pueblo de Enrique Ibsen para darse cuenta de que hace más de 100 años, el sistema de la democracia cuantitativa ya estaba muy cuestionado. Los fascismos lo remataron. Y lo peor fue que la caída de los fascismos, volvió a entronizar este sistema absurdo en el que se basan todos los sistemas de gobierno occidentales y que nos ha llevado a donde nos encontramos.

Mientras no se reforme la constitución, mientras no se introduzca un modelo de representación corporativa en el parlamento no hay nada, absolutamente nada que esperar. Vendrá el PP y hará exactamente lo mismo que el PSOE, como ya ha hecho, tratando de que cueste más descubrirlo y denunciarlo. Y no, absolutamente nada va a hacer el PP contra la “corrupción humanitarista”.

LA SALIDA MÁS RAZONABLE A DÍA DE SAN FERMÍN DE 2025

De todas formas, en la situación que nos encontramos hoy, la salida más razonable sería:

1) Moción de censura propuesta por el PP, buscando el apoyo de media docena de diputados socialistas.

2) Nombramiento de un presidente de gobierno, preferentemente, aceptado, tanto por el PP como por el PSOE (un Nicolás Redondo, por ejemplo, o algún barón socialista disidente del sanchismo).

3) Un "gobierno provisional de concentración nacional” formado por personalidades de prestigio, comprometido solamente a gestionar el día a día y a realizar una auditoria en profundidad de sus departamentos.

4) Convocatoria de elecciones anticipadas en el plazo más breve posible.

5) Petición de creación de una comisión internacional especializada en detectar fraudes electorales, tanto en los recuentos telemáticos como en el voto por correo.

 











Pero, incluso, aunque un programa de este tipo, que debería ser razonable tanto para el PP como para los sectores "sanos" del PSOE, pudiera llevarse a cabo, la losa en la que, primero el zapaterismo y luego la sima sanchista, nos han arrojado, es de tal profundidad que va a ser muy difícil remontar

Así que mejor que nadie se haga ilusiones. “Iluso” deriva, precisamente, de “ilusiones”.