Info|krisis.- En la derecha aparecen ligeras fisuras, pero nada comparable con las
grietas que emergen de la izquierda. Si la izquierda está más en crisis que la
derecha ha sido porqué esta sigue teniendo presente para qué clase social
trabaja (la alta burguesía y los gestores del neoliberalismo), mientras que la
izquierda ha sufrido un proceso de confusión mental (creada en el XIX para
satisfacer las aspiraciones políticas del proletariado, de esa intención
inicial solamente queda hoy en España la “O” de “obrero” con que se adorna la
sigla del partido socialista). Esto nos lleva a establecer un axioma: “para edificar una alternativa
política hace falta tener claro desde el principio qué clase social apoyará el
mensaje que se pretende transmitir”, axioma que puede enunciarse también de otra
manera: “si se quiere progresar en política es preciso dotarse de un
mensaje que encarne las necesidades y los problemas de un grupo social
concreto”. Si el populismo triunfa en
Europa, pero está ausente en España, es precisamente por la incapacidad que se ha
demostrado en nuestro país para asumir tal axioma.
¿Populismo? ¿Es asumible la palabra populismo?
Debió ser en el junio de 2001
cuando el partido Democracia Nacional invitó a Martín Beaumont a su universidad
de verano para dar una conferencia sobre “populismo”. Yo que asistí a la
charlita me llevé la impresión de que eso del “populismo” era “dar la razón al
pueblo” y dar por supuesto que “el pueblo” siempre tiene “sanas reacciones”.
Lamentablemente las cosas son mucho más complejas en nuestra atribulada época:
haría falta recurrir a Ortega y Gasset para advertir que hoy no existe “pueblo”
como tal, sino una “masa invertebrada e inorgánica” que es el reflejo previo de
la atomización de la sociedad, con el olvido de los aspectos comunitarios y la
colocación en el primer plano del repliegue a lo individual.