Info|krisis.- La única carta que el PP va a poder esgrimir en este año
plurielectoral es la “buena marcha de la economía”. El hecho mismo de que lo
hayamos colocado entre comillas ya indica que podemos en duda tal estado de
beatitud de nuestro rumbo económico. En realidad, lo que está ocurriendo es que
la bajada de los precios del combustible ha enmascarado temporalmente la situación
real. Por lo demás, el “crecimiento económico español” sirve solamente para
cubrir –y a duras penas– los intereses de la deuda. En absoluto para
disminuirla. Y mucho menos para generar “riqueza” a disposición de la sociedad.
Esta es la situación real. Y, no nos engañemos, dista mucho de ser halagüeña.
Cuando
el crecimiento económico no hace posible el pago de la deuda y la disminución
de la misma es que la economía “no va bien”. Y las cifras son particularmente
duras y decepcionantes para el gobierno: el Estado adeuda ligeramente algo más
de un billón de Euros. Lo que no está mal y supone una de las deudas más
elevadas del planeta. Pero nos equivocaríamos si pensáramos que este es el
único problema que tenemos: la deuda de las empresas es incluso mayor y
asciende en estos momentos y después de siete años de restricción del crédito,
a 1,3 billones de Euros. Aunque la banca abriera de par en par las espitas del
crédito parece difícil que esta cifra se lograra cubrir en las próximas
décadas.
Y
luego, finalmente, está la deuda de las familias que se va aliviando en la
medida en la que las “familias” han ido restringiendo el consumo (entre otras
cosas porque los bancos les han cerrado las puertas del crédito): hoy adeudan
650.000 millones a pagar. En total, nuestro país y todos nosotros debemos la
estremecedora –e impagable– cifra de TRES BILLONES de Euros.