INFO|KRISIS.- El pasado martes 28 de julio se
produjo un extraño incidente en pleno centro de Barcelona. En la calle Pintor
Fortuny, esquina Ramblas, en el vestíbulo de un conocido hotel, un pistolero (no
identificado en el momento de escribir estas líneas), disparó contra dos
individuos que se encontraban allí, causando un revuelo en la zona poblada por
los últimos barceloneses que se arriesgan a vivir allí y visitada diariamente
por decenas de miles de turistas. El agresor salió huyendo por la calle Xuclá,
atravesó un supermercado que linda con esta calle y con las Ramblas, y se
perdió tras subirse a un taxi. El jueves a primera hora se difundía un dato “clarificador”
sobre el delincuente: “es de raza blanca”.
En cuanto a las víctimas eran al
parecer delincuentes rusos, de lo que los Mossos d’Esquadra han podido deducir
que se trata de un “ajuste de cuentas por
cuestiones de droga”. Es lo más probable, pero también es significativo que
estos episodios tengan lugar en el centro de Barcelona, ciudad que, hoy por voy
SOLAMENTE vive del turismo y si el turismo faltase, la ciudad revestiría en
pocos meses el aspecto de Detroit, ciudad abandonada a su suerte en la que las
malas hierbas crecen por las calles más céntricas.
LA SEGURIDAD, SIEMPRE, PRIMER DERECHO HUMANO (NO RECONOCIDO)
Barcelona está en crisis. Eso
nadie lo duda. Otra noticia de la misma mañana barcelonesa. Toda España ha
podido ver las imágenes que han mostrado TODOS los informativos de TV: una
mujer entra en su domicilio, en pleno Ensanche barcelonés –una zona, hasta hace
poco extremadamente tranquila; he vivido allí 45 años y no he visto ni un
atraco, ni una riña tumultuaria, ni una agresión… pero las cosas han cambiado–,
tras ella dos individuos, aparentemente jóvenes (con los rasgos ligeramente
deformados en la versión del vídeo de seguridad retransmitido, seguramente para
evitar que se reconociera su origen étnico). Los dos individuos la agarran del
cuello e intentar arrancarle el collar con extrema brutalidad. Un portavoz de
los Mossos d’Esquadra ha dicho a Antena 3 TV: “La brutalidad que se ve en este vídeo no es nada, comparada con la que
hemos visto en otros vídeos similares”.