Querido Diario:
Leer cada día las noticias supone un ejercicio de paciencia.
Cada día tenemos decenas de informaciones que nos sumen en la más absoluta desesperanza.
No es malo. Es una prueba. Los aceros más resistentes son aquellos que han sido
golpeados una y mil veces, cuanto más mejor. El diamante más puro y resistente,
no nace de las bondades de un clima benigno, sino de millones de años y miles y
miles de toneladas de presión. Así mismo, los hombres y mujeres de nuestro
tiempo que hayan sido capaces de mirar a los ojos e rostro de Medusa de su
época y no quedarse congelados por el terror (ni siquiera de entregarse a la
telebasura), serán quienes venzan en esta carrera de fondo. En efecto, vivimos
tiempos duros, de incertidumbre e inseguridad. Tiempos en los que no caben
esperanzas ni siquiera para los más desesperados. Estamos asistiendo a la
inviabilidad de un Nuevo Orden Mundial y vivimos nuestro día a día en una
sociedad como la española progresivamente desmadejada, dirigida por ineptos y
con alternativas protagonizadas por incapaces. Y, sin embargo, es preciso
seguir viviendo y, sobre todo, sonriendo. Cada vez parece más claro que “luchar
contra el sistema” es intentar perforar un muro de cemento armado utilizando un
bastoncillo limpiaoídos. Así pues, a la pregunta de hacer la única respuesta
posible es: cabalgar al tigre. Si no puedo nada contra el sistema, que el
sistema no pueda nada contra mí.