[donde dice "Battino Craxi" debe decir "Bettino Craxi]
Así como los gobiernos de la derecha (Calvo Sotelo, Aznar, Rajoy) han acabado con una “muerte súbita”, los del PSOE (González, Zapatero, Sánchez) se recordarán como largas agonías que, como han empezado entre 2 y 3 años antes de su abandono de la Moncloa: han sido para la sociedad agonías interminables. La de Sánchez promete ser la más prolongada y dolorosa para toda la sociedad española, seguramente porque es el presidente del gobierno que más números tiene para pasar directamente de la Moncloa a prisión (o fugarse hacia un exilio dorado). Y, no solo eso: pocos gobiernos han registrado un número tan considerable de ineptos en sus filas hasta el punto de que cuesta encontrar un ministro que haya hecho algo más que una mangutada.
LA PRIMERA DENTELLADA JUDICIAL Y
LA REACCION HISTÉRICA DEL
SANCHISMO
La crónica del sanchismo, no es sólo una serie de errores
encadenados desde el día 1 de su ascenso al gobierno. Es y será recordado,
sobre todo y únicamente, por acaparar cada día desde hace dos años y medio la
crónica de la corrupción. No hay día en el que no
salga a la superficie un dato nuevo. Pero, a partir de ahora, vamos a alternar
la aparición de nuevos datos con la celebración de los distintos juicios
abiertos.
De momento, el fiscal general sanchista, Álvaro García Ortiz, ha
sido condenado a dos años de inhabilitación.
Sentencia suave donde las haya y, seguramente, en consideración a su cargo. De
haber sido un funcionario raso de hacienda: no olvidemos que el delito de “revelación
de secretos” por el que ha sido jugado se cantiga con una pena básica es de
prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses. Si además se difunde,
revela o cede a terceros los datos descubiertos o las imágenes captadas, la
pena será de prisión de 2 a 5 años.
Las excusas y explicaciones que había dado el fiscal eran tan absolutamente
absurdas, lo que, unido a la destrucción deliberada de pruebas, permitía pensar
que sería condenado, como mínimo a dos años de prisión, además de los 24 meses
de inhabilitación. Pero, la solidaridad corporativa ha pesado entre los
miembros del supremo, que, sabiéndolo culpable, han querido condenarlo a una
pena simbólica y completamente inútil: era evidente que Sánchez lo sustituiría
por otro de la misma cuerda y hoy se ha sabido que la “elegida” es Teresa
Peramato, la mano derecha del fiscal condenado.
Había una solución todavía más directa que consistía en indultar
al corrupto y, como la condena ya había desaparecido, dejarlo en el mismo
cargo. Si Sánchez no se ha atrevido a hacerlo es por el revuelo social que
hubiera causado y por la palpable demostración de su absoluto desprecio a la
justicia.
Pero lo más sorprendente en este caso no la actitud de Sánchez
-del que ya sabemos que su principio, en su gobierno, nadie dimite porque “sólo
dimiten los culpables”- sino la de sus socios de gobierno, particularmente
de las dos cadavéricas formaciones de la izquierda: Podemos y Sumar. Ambas han
salido como un toro que acaba de recibir una perdigonada en los testículos a
defender a aquel al que se lo deben todo y sin el cual no serían nada: Pedro
Sánchez. En el caso de la extrema-izquierda está más que claro que, acabado
el sanchismo, también ellos entonarán el morituri. La mayoría, incluso, cuando agoten
su subsidio de paro como diputados, funcionarios, concejales, asesores y demás legión
de barrigas agradecidas, incluso, deberán trabajar para ganarse la vida: algo
que les genera vértigo, horror y frustración ante el futuro.
LOS VIAJES DEL FALCON
Sánchez en los últimos meses está prodigando viajes por todo el
mundo. Los motores del Falcon deben estar más calientes que la cuchara de un
yonqui. En 2025, Pedro Sánchez ha viajado a Asia “para impulsar ventas”
(China y Vietnam), Sudamérica (Paraguay, Chile y Uruguay), India, Azerbaiyán,
Ecuador y Brasil. En este mes de noviembre de 2025 se ha desplazado
-¿cómo no?- a Johannesburgo para
participar en la cumbre del G20, tras haber realizado una “turné” por
África, repartiendo el dinero del contribuyente español para iniciativas que,
lejos de solucionar el problema de la inmigración, lo agravan: Senegal, Gambia
y Mauritania.
Oficialmente todos estos desplazamientos para
reforzar la colaboración y fortalecer las relaciones. El “tratar temas de
interés mutuo” es un eufemismo para evitar hablar de migraciones. Los tres
países africanos son “exportadores” de inmigración. Sánchez ha ofrecido préstamos
a fondo perdido para estimular la industrialización y evitar la fuga de mano de
obra. Dinero tirado al estercolero. La inmigración del África Subsahariana
ha ido aumentando a lo largo de los cuatro últimos años. Si ese era el motivo
de estos viajes, no sólo han sido completamente inútiles, sino, además,
contraproducentes y muy costosos, para un país que se acerca a los dos BILLONES
de deuda y al pago de 50.000 millones en intereses cada año.
Se ha dicho también que esta inaudita
proliferación viajes a países absolutamente insolventes son el síntoma
inequívoco del miedo de Sánchez a permanecer mucho tiempo en España. Y es,
rigurosamente cierto, que raras veces abandona el fortín de La Moncloa y que
cada vez se siente más sitiado por la opinión pública. No es inmune -nadie
puede serlo- a oír el “Sánchez hijo de puta” cada vez que deja atrás el control
de La Moncloa. Una cosa es que conscientemente le dé igual, otra muy distintas
que su subconsciente no le vaya royendo por rentro y que ese desgaste se le
note, como a ningún otro presidente, en un deterioro físico inevitable que
solamente se puede compensar con medicamentos cada vez más fuertes. ¿Cómo
estaría usted si fuera consciente de que ya no hay salidas políticas y que es
una cuestión de tiempo que él y su entorno sean condenados por tribunales?
No, estos viajes tienen un único motivo y son el
signo inequívoco de que, a pesar de las declaraciones, a despecho de Tezanos,
el final del sanchismo se acerca inexorablemente y, tanto el presidente como
su comitiva, dan por hecho que deberán desalojar La Moncloa y se están
asegurando una jubilación acorde con sus ambiciones. Porque en todas estás
firmas de “acuerdos bilaterales”, en todos estos “envíos de ayuda al desarrollo”,
lo primero que se negocia son las comisiones que recibirán las partes y dónde
se depositarán.
SÁNCHEZ PREPARANDO EL EXIIO
No albergamos la menor duda de que Sánchez optará
por la salida “Craxi” (el exilio en un país sin tratado de extradición). Así
pues, para Sánchez se trata de buscar un “país seguro”. Se ha hablado de la República Dominicana. Hay
que excluirla: existe un tratado de extradición, firmado en 1981 y ratificado
en 1984 y que ha sido invocado en varias ocasiones. Descartado.
China, Emiratos Árabes Unidos, Cuba, Irán, Vietnam, Corea del
Norte y Arabia Saudí, son países sin tratado de extradición, excluyendo a países
de Oceanía sin tratados como Fiji, Islas Salomón, Papúa-Nueva Guinea, Samoa y
Vanuatu, demasiado lejanos, pequeños y con pocos alicientes. La
ausencia de un tratado no significa que la extradición sea imposible, sino que
no existe un procedimiento formal acordado. Zapatero ha “trabajado”
Venezuela: pero, nunca se sabe cómo puede acabar la situación allí. Parece previsible
que, antes o después, el régimen de Maduro concluya y la oposición se tome su
revancha. Zapatero y Sánchez serían los primeros objetivos y difícilmente
alguien saldría en su defensa. Excluidos también. ¿Marruecos? ¿Túnez? Tienen
tratad de extradición con España, pero ya sabemos lo que valen los tratados en
países en los que, a fin de cuentas, todo depende del tiranuelo de turno. Ambos
países tienen buenas zonas turísticas, están cerca de España, sus gobiernos son
los suficientemente autoritarios como para que sus tribunales supremos nieguen una
extradición. Y, por lo demás, la UE, optaría por no presionarles. Marruecos
tiene a su favor el que Sánchez ha hecho por este país y por el islam mucho más
de lo que ha hecho por su propio país. Y, en cuanto a Túnez, existe el
precedente de Craxi que murió en 2000 en aquel país, después de que se emitiera
contra él una orden de arresto internacional en 1995: la extradición no fue posible debido a que los delitos de
corrupción no estaban cubiertos por el tratado de extradición con Túnez… Luego
hay precedentes.
EL PSOE RESISTE ELECTORALMENTE
La prueba de que España no es país apto para la
democracia es que el votante, lo hace por inercia o influido por cualquier otro
motivo que no tiene nada que ver con la política o con la gestión de un
gobierno: lo que menos se valora es el resultado de las políticas aplicadas… que
es, a fin de cuentas, lo único que se debería tener en consideración. La
democracia nunca ha funcionado bien porque un sistema en el que 49 premios
nobel queden en minoría ante 51 ni-nis, es un sistema FUNDAMENTALMENTE injusto.
En la actualidad existen “dos Españas”: la que
paga impuestos y la que cobra subsidios. La que paga impuestos no vota
socialista, pero la que cobra susidios aspira a que ningún cambio político se
los quite. Por eso, el PSOE va
descendiendo en las encuestas, pero no se está hundiendo como sería de prever
si el elector tuviera un espíritu crítico mínimamente desarrollado.
Obviamente, las encuestas del CIS son fantasiosas
y dependientes de la “cocina”. Se trata de “crear tendencias” falseando datos. Y para eso le pagan a Tezanos. Pero, las
encuestas más objetivas realizadas por las empresas de sondeos mejor valoradas,
presentan un panorama muy diferente:
Target Point, por ejemplo, en el sondeo más
reciente publicado ayer 24 de noviembre, sitúa al PSOE con el 28% de la
intención de voto y una horquilla entre 114-116 de
los 121 que tiene actualmente. y el 28,1% del voto. Cae, pero no cae mucho: por debajo de los 90 diputados, el PSOE consideraría el
resultado una tragedia terminal. Por su parte, el PP repetiría como ganador si
se celebrasen elecciones, pero bajaría la intención de voto, al 29,2% y, por
tanto, en número de escaños, pasando de los 137 que tiene actualmente a una
horquilla de 123-125, perdiendo así unos 12 asientos en el Congreso. Así pues, Feijóo
tampoco logra una victoria espectacular, sino más bien discreta. El único
triunfador real sería Vox que desde septiembre se ha apropiado de casi medio
millón de votos del PSOE y ha duplicado la posibilidad de obtener escaños: de
33 a 67-69, con casi un 20% de votos.
La encuesta de Sigma Dos va por derroteros similares: 33,6% para el PP (144 diputados), PSOE 24,7% (110 escaños), Vox,
tercera fuerza con 55 diputados y un 27,4%. Sumar y Podemos en repliegue con un
7,4% y un 4,2% y 2 y 11 diputados respectivamente. En cuanto a las formaciones
independentistas, todas pierden porcentajes en relación a la presente
legislatura.
Con todo, el test se va a dar en Extremadura donde TODAS las
encuestas SALVO la del CIS, auguran una victoria del PP, pero con unos
resultados muy similares a 2023, si bien algunas encuestas (Demoscopia,
Amalgama Métrica, Target Point) sitúan a los socialistas con pérdidas de hasta
cinco puntos… También en esta región, Vox mejoraría notablemente su
puntuación ganando un mínimo de 2 y un máximo de 7 puntos según las encuestas.
Y, por supuesto, la izquierda radical quedaría a mínimos perdiendo entre 2 y 6
puntos. Ni siquiera Tezanos se atreve a prever una victoria socialista en Extremadura.
Las cifras demuestran que:
1) El PP volvería a ganar las elecciones.
2) El PP no obtendría mayoría absoluta.
3) El PP debería buscar socio de coalición.
Las elecciones de Extremadura son importantes porque el gobierno
local, encabezado por María Guardiola, ha gobernado con un programa muy similar
al socialista (incluso ha rescatado a socialistas y los ha incorporado a su
gobierno). Está claro que el incremento de los votos para el PP no se debe a
su “buena gestión” en el gobierno, sino a los escándalos judiciales en los que
se ha visto implicado el PSOE en esa región, unido a la absoluta desfachatez de
presentar a un procesado por corrupción, Miguel Ángel Gallardo, como cabeza de
lista…
Pero la presumible victoria de Guardiola en Extremadura es lo
que puede precipitar el que un individuo sin ideas propias, como Feijóo, opte
por reiterar su mano tendida a los socialistas “liberados de Pedro Sánchez”,
tras las próximas elecciones generales. Y lo hará si cree que con ello
satisface a Merz y a Von der Leyen… (ver artículo: Los
problemas estratégicos de los partidos euroescépticos en España 1
PREVISIONES BASTANTE DEPRIMENTES A CORTO PLAZO
1) Sánchez tratará de resistir el máximo posible y agotar la
legislatura, pero todo induce a pensar que los
próximos reveses judiciales, el deteriores creciente del país en todos los terrenos
y el reavivamiento de las protestar en la calle, así como la situación que se
abrirá en el PSOE tras las elecciones extremeñas, la falta de apoyos
parlamentarios y la apertura de nuevos frentes judiciales, harán muy difícil se
permanencia en el poder más allá de otoño de 2026.
2) No está claro quién sucederá a Sánchez, ni siquiera quien se
hará cargo de la secretaría general. Sea como
fuere, hay que reconocer que el PSOE desde el fin del felipismo, se ha ido
vaciando de afiliados capacitados: ya no quedan especialistas en nada dentro de
sus filas, como máximo “balasrasas” sin oficio ni beneficio y abogadillos de
pocos pleitos, “comunicadores” y “trabajadores de la cultura” en busca de
subsidios, entre una masa de ambiciosos con ganas de ganarse la vida sin
excesivo esfuerzo y a costa del Estado. El PSOE debería mirarse en el espejo
de lo que hoy son Sumar y Podemos: dos partidos de izquierda, esqueléticos y
desahuciados. Así pues, sea quien sea el próximo secretario general del PSOE,
no dudará en pactar con Feijóo a poco que éste le tienda la mano.
3) La excusa de Feijóo para un pacto de este tipo será “centrar
el país”, “reconstruir el centro” en tanto que, según su teoría, es el único
espacio “desde el que se puede gobernar España y elaborar consensos”, de
cara a “acometer la grave situación en la que se
encuentra España”. No dudamos de que, los nuevos huéspedes de Ferraz, no
harán nada por defender ni el sanchismo ni el zapaterismo, sino que serán los
primeros en darse por “perjudicados” por la gestión de los anteriores
secretarios generales, si ello les permite mantener una cuota de poder.
4) La situación del país es tan desastrosa que ninguno de los
problemas puede planteados (inmigración, delincuencia, vertebración, okupas, economía,
vivienda, sanidad, hacienda, deuda, política internacional), puede afrontarse
decididamente sin un GOBIERNO FUERTE y el capitaneado por Feijóo, desde luego,
no lo va a ser.
5) Por una parte, es bueno que el “tercer partido”, Vox, quede
inicialmente marginado en la próxima legislatura: esto hace prever que, en la
siguiente, crecerá. Una coalición “centrista” es
siempre una coalición débil en la que el sentir de la calle se ha visto
traicionado por la coalición de PP y PSOE. Es, además una coalición que, en
nombre del “realismo” evitará adoptar decisiones enérgicas que corten de raíz
los problemas y no sean más que parches técnicos.
6) Pero, por otra parte, parece claro que cuanto más tiempo se prolongue
la “política del avestruz”, más enquistados estarán los problemas. Y más
decisión será necesario para resolverlos. Lo hemos dicho y repetido: la hora de
Vox todavía no ha sonado y solamente sonará cuando se haya producido el “sorpasso”
y no sea el PP quien dicte las condiciones. Feijóo
no ha advertido que en España ya se han probado las “soluciones” de izquierda y
que sólo puede hacerse gala de “centrismo” cuando las cosa marchas
moderadamente bien, no cuando el país se está deslizando por una pendiente
hacia el abismo: entonces hacen falta soluciones radicales adoptadas con
decisión y energía.
No creemos que haga falta añadir muchas más explicaciones a la situación agónica del sanchismo, que no es más que una reedición de los momentos terminales de los anteriores gobiernos socialistas. De lo que se trata es de que si un partido tiene que morir, que expire cuanto antes y deje el paso libre a cualquier otro proyecto político. El PSOE es, probablemente, de todos los partidos existentes en este país, el que peor recuerdo ha dejado de su paso por la historia, desde el primer tercio del siglo XX. Así que no estamos ante nada nuevo. De lo que se trata, simplemente, es de que la agonía de este atajo de oportunistas sin escrúpulos, no supongo (como está suponiendo), la agonía de todo un país.








