1.- Los datos sobre el aumento de la criminalidad
en el Reino Unido son tan absolutamente abultados y han crecido de manera tan
brutal que la población inglesa solo ha tomado conciencia de ello después de
que se viera afectada por el asesinato de tres niñas de 7 y 9 años, heridas graves a otras 10 y
heridas a dos adultos que todavía siguen en la UCI. A resaltar que una de las
niñas asesinadas es de origen portugués.
2.- Durante treinta años, los medios de
comunicación, siguiendo las órdenes de Downing Street han ocultado
sistemáticamente la realidad de la delincuencia y su origen. En 2002, se habían
producido en el Reino Unido 12.295 violaciones, pero 21 años después, en 2023,
el número había ascendido a 67.928. Existen muchas causas para la violencia sexual -Internet sobre todo- pero
de manera brumadora, los violadores pertenecen a grupos étnicos no
anglosajones. Mientras no se sea claro sobre el origen de esta patología
social, no podrá habilitarse efecto alguno.
3.- La convivencia entre inmigrantes y
anglosajones nunca ha sido completa, contrariamente a lo que han proclamado los
medios “oficialistas”: desde los
años 60 se vienen produciendo chispazos. La diferencia es que, en estos
momentos, la población anglosajona ya es minoritaria en muchas zonas de
Inglaterra y de Irlanda (en Londres el 60% es de origen extranjero).
Mayoritariamente procedente de países árabes, lo que agrava aún más la
situación.
4.- A pesar de haber nombrado a ministros del
interior de origen pakistaní, alcaldes hindúes, promovido el reclutamiento de
policías de todos los grupos étnicos y animado a convertirse al islam a policías
anglosajones, para comprender mejor el problema, a pesar de inversiones
multimillonarias y subsidios que incitan a la pasividad, lo cierto es que la
convivencia se ha ido pudriendo y
el asesinato de las tres niñas ha tocado el corazón de los ingleses que,
finalmente, han visto claro que las políticas permisivas y de puertas abiertas
han fracasado.
5.- Los gobiernos conservadores y laboristas han
sido solidarios en estas medidas de favorecimiento de la inmigración, opacidad
en las cifras de la delincuencia y ocultamiento de las dimensiones reales del
deterioro de la convivencia. Vale
la pena no olvidar que el Brexit se gestó al margen de los dos grandes partidos
y que, una vez consumado, ni laboristas ni conservadores hicieron nada para
remediar el NO que los electores habían dado a la política de puertas abiertas
a la inmigración que entonces se achacaba a la legislación de la UE. El
referéndum sobre el Brexit fue, en realidad un referéndum sobre la inmigración:
y los británicos dijeron NO. Pero los gobiernos conservadores y laboristas se
hicieron los sordos a la hora de atajar el problema.
6.- La predicación de imanes radicales en
territorio inglés, tiende a resaltar la doctrina del “sexto pilar del islam”
(la guerra santa) y a considerar que la presencia de inmigración musulmana no
es más que una empresa de conquista sobre un territorio enemigo para integrarlo
en la “comunidad islámica”. Esto
hace que la convivencia sea completamente imposible y que, cada vez mas
población inglesa, pida la prohibición de la difusión del Corán, al considerar
que islam no es una religión como las demás, sino que considera que la guerra y
la conquista armada es su forma natural de expansión.
7.- En el momento de escribir estas líneas,
ignoramos hasta cuándo se prolongarán los incidentes, pero todo induce a pensar
que ya nada será igual que antes. Demasiados delitos, demasiados asesinatos,
demasiada política de paños calientes, demasiada ocultación, demasiadas
promesas electorales y demasiados fraudes de la clase política, como para
pensar que todo seguirá igual. El
partido laborista y, sobre todo, el conservador, parecen políticamente muy “tocados”
por estos incidentes que han hundido la credibilidad de la clase política, han
saldado odios ancestrales entre católicos y protestantes irlandeses y han
demostrado que, sean de derechas o de izquierdas, sea cual sea su comunidad cristiana,
sean irlandeses, ingleses, galeses o escoceses, el enemigo es en la
intolerancia musulmana y en la imposibilidad de convivencia pacífica con él.
8.- La misma población inglesa e, incluso los
medios de comunicación, se han visto sorprendidos por la brutalidad policial contra
su propio pueblo, detenciones
realizadas con amplio despliegue policial por frases vertidas en redes
sociales, derribo de puertas solo por haber estado presente en manifestaciones,
detenciones de niños de doce años y de ancianos, juicios “sumarísimos” con
condenas abultadas, mientras los juicios a violadores se retrasan y los
culpables son puestos en libertad. Y, así mismo, se han sorprendido porque,
por primera vez en estas manifestaciones, se ha combatido contra la policía y
se les ha acusado de “mercenarios” que perseguían a sus vecinos y aconsejaban a
las milicias musulmanas esconder las armas en las mezquitas. Cuando una
comunidad pierde la confianza en su gobierno y en su policía, sabe que solo le
queda confiar en sí misma.
9.- Estos incidentes se producen después de dos
sucesos traumáticos: en primer lugar, en las elecciones municipales inglesas,
se presentaron muchas candidaturas “independientes”, protagonizadas por
candidatos no anglosajones, habitualmente musulmanas, que lograron hacerse con
algunas alcaldías y bastantes concejalías. En la actualidad los alcaldes de Londres,
Birmingham, Leeds, Blackburn, Sheffield, Oxford, Luton, Oldham, Rochdale son
musulmanes. Allí donde son hegemónicos, están exigiendo la “doble
legislación”: sharia para musulmanes y ley británica para anglosajones no adscritos
a ninguna de las 3.000 mezquitas en Inglaterra y de los 130 tribunales y 50
consejos autorizados de la sharia. Y esto en un país en el que el 78% de mujeres
musulmanes y el 63% de los varones musulmanes viven de ayudas estatales y
alojamientos gratuitos. En segundo lugar, las manifestaciones masivas que
tuvieron lugar en Londres y en la República de Irlanda contra la inmigración
masiva, a mediados de julio y que ya fueron el barómetro de que algo estaba
a punto de estallar. A pesar de que las empresas de “verificación” denunciaron
que el avance de los islamistas era un “fake ultra”, la Agencia
de Noticias Islámica desmintió a los “verificadores” confirmando estos avances.
10.- La cantidad de mentiras, informaciones
deliberadamente erróneas que se sucedieron tras el crimen de la guardería de
Southport y a lo largo de la semana pasada, tienden a considerar el movimiento
de protesta como una expresión minoritaria de la extrema-derecha. Pero es mucho
más: es el síntoma de hastío, de una sociedad que ya no puede más, harta de ser
yunque golpeado por islamistas ante la pasividad del gobierno, harto de que su
gobierno y sus medios de comunicación oculten las cifras de delincuencia y de
inmigración ilegal. A estas
alturas, muy pocos creen en la posibilidad de una pacificación del país. Las
posiciones son tres: o bien algunos aceptan mansamente la islamización, como
una posibilidad de pacificación, calculando que ellos mismos se convertirán al
islam por conveniencia, o bien otros aceptan su “dhimitud”, su sumisión
al islam, la nueva doctrina dominante, cualquier cosa antes que la guerra
civil. Y, finalmente, otros -cada vez más- han entendido que el país discurre a
velocidad de vértigo hacia el choque étnico-religioso y deben prepararse para
ello.
11.- Son las mismas actitudes que están
apareciendo en toda Europa y que se han confirmado con los resultados de las recientes
elecciones legislativas francesas… que por cierto han confirmado al partido de Marine Le Pen como el de
mayor seguimiento popular (por circunstancias particulares del sistema
electoral francés, a pesar de sus 11 millones de votos, el RN ha obtenido menos
escaños que la extrema-izquierda a la que adelante en más de 3.000.000 de
votos). Esta es la perspectiva de toda Europa Occidental. Así que más vale
hacerse a la idea de que el período de la “convivencia”, la “integración”, la “multiculturalidad”,
la “fusión étnica”, el “mestizaje cultural” y demás, ha terminado. Estamos ante
los chispazos, de una guerra civil étnica y racial que solamente se puede
evitar con la expulsión del islam del territorio europeo y con él de las bolsas
de islamistas que afirmaron huir de “guerras” y, a fin de cuentas, lo que han
hecho ha sido traer la guerra a nuestro territorio.
Chispazos
de guerra civil racial, religiosa y social: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL REINO
UNIDO? (I)
Chispazos
de guerra civil racial, religiosa y social: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL REINO
UNIDO? (II)
ALGUNAS
CONCLUSIONES DIFÍCILMENTE REBATIBLES SOBRE LOS SUCESOS DEL REINO UNIDO