Los recientes incidentes que han estallado en Inglaterra e Irlanda
desde el 29 de julio confirman en el temor que hemos expresando en este mismo
blog en innumerables ocasiones desde 2005, sobre la sombra de que estalle una
guerra civil en Europa (especialmente en Europa Occidental y en los Países
Nórdicos), guerra que será a la vez étnica, religiosa y social: una guerra por
el control del territorio generada por los contingentes masivos de inmigrantes
procedentes de países musulmanes que aspiran a implantar la ley coránica en
Europa y a incorporar nuestros países a la “umma” (la comunidad islámica).
Reiteramos la necesidad de adoptar un programa de 15 puntos para cerrar el paso a la
islamización de Europa, al yihadismo y al fundamentalismo, y
por una política de prudencia ante la inmigración procedente de países de
mayoría islámica:
1. Adopción de una legislación especial sobre el fundamentalismo islámico: el Islam, en su tendencia fundamentalista y yihadista, ha demostrado ser una religión diferente a cualquier otra, la única creencia religiosa en cuyo nombre se mata y que promete un paraíso sensualista al yihadista muerto, la única religión excluyente ante cualquier otra, no puede aspirar a que se le aplique la misma legislación sobre libertad religiosa vigente para el resto.
2. Exigencia a todos los musulmanes que aspiren a vivir en Europa de un juramento en el que condenen explícitamente a la yihad y la difusión del islam mediante la guerra: todo aquel islamista que pretenda convivir en Europa durante toda la vida o por un período más o menos corto, deberá pronunciarse de manera explícita contra cualquier forma de yihad para obtener visado o permiso de residencia.
3. Prohibición de la difusión del Corán en Europa mientras contenga versículos induciendo a la yihad y a la guerra como vehículo para difundir su religión: el contenido original del Corán no sería un problema si fuera sólo un objeto de estudio antropológico, histórico o cultural, pero en la medida en que es un manifiesto religioso no puede ser difundido en Europa incluyendo llamamientos a la yihad o al odio.
4. Privación de la nacionalidad española a los yihadistas: el acto administrativo por el cual se concede la nacionalidad a un inmigrante o a un nacido hijo de inmigrantes, debe ser revocado en el momento en el que existan sospechas de que esa persona apoya el yihadismo. En caso de ser hijo de españoles, deberá ser considerado como miembro de “banda armada” y juzgado.
5. Prohibición del uso público de signos religiosos ajenos o contrarios a nuestra tradición: la cada vez más frecuente exhibición de prendas de contenido religioso, especialmente por parte de las mujeres, debe terminar. Dejando aparte la ilegalidad de cubrirse el rostro, el rechazo se fundamenta en el principio de laicidad de las sociedades europeas y también en el carácter retrógrado de tales prendas.
6. Cierre de las mezquitas en las que haya predicación radical: la inflación de mezquitas y de escuelas coránicas en las que se predica el fundamentalismo debe concluir. El yihadismo ha sido transferido a la comunidad islámica inmigrante a través de las mezquitas y de los imanes radicales. No puede tolerarse la prédica del terrorismo bajo la excusa de la “libertad religiosa”.
7. Control sobre los imanes y sobre los profesores de escuelas coránicas: decir que el “islamismo no tiene nada que ver con el terrorismo” implica dejar vía libre, sin el más mínimo control, a la predicación de ideas yihadistas (luego, islamistas) en las mezquitas y en las escuelas coránicas. Es preciso un juramento por parte de los imanes a renunciar a la implantación de la sharia en Europa, y a no difundir el “sexto pilar del islam”, la yihad. Es preciso controlar estos centros como es preciso controlar la difusión de infecciones.
8. Limitación de la inmigración procedente de países con mayoría islámica: un país cuando es libre puede elegir qué tipo de inmigración prefiere y procedente de dónde. La experiencia demuestra la conflictividad de los núcleos de inmigrantes procedentes de países islámicos allí donde van. Las políticas de integración -generosas y continuas- han fracasado en todo el mundo y especialmente en el marco de la Union Europea: la limitación de acceso a ciudadanos de esos países debe ser la consecuencia directa, así como la desincentivación de inmigración musulmana y africana en dirección a la UE.
9. Prohibición del envío de fondos para la extensión de cualquier doctrina religiosa: es preciso que el Estado cierre el flujo de fondos en dos direcciones, de los países islamistas a las comunidades islámicas en territorio europeo y de estas a los yihadistas que operan en los distintos focos de conflicto. Cierre de redes de negocios cuyos beneficios de utilizan en actividades islamistas radicales.
10. Política de defensa de la identidad y de la tradición europea: El Estado no es neutro. Tiene la obligación de defender nuestro patrimonio y nuestra identidad cultural. En España y en toda la UE, la historia demuestra que nuestra identidad se ha forjado frente al Islam y contra el Islam, incluso recientemente. Los valores de Europa son valores opuestos a los defendidos por el fundamentalismo y el yihadismo. El Estado debe defender esta tradición si quiere tener raíces profundas.
11. Cordón sanitario ante los Estados Islámicos en los Balcanes: La política de los EEUU ha permitido la aparición en Europa de entes islámicos (Kósovo, Bosnia, Albania, Macedonia) que forman el “corredor turco de los Balcanes”, zona de tránsito de droga, teatro de bandas de delincuentes y de contaminación yihadista. Esta es la no–Europa y no debe tener lugar en la UE.
12. Política exterior de neutralidad vigilante en Oriente Medio: Nuestro país y la UE deben permanecer neutrales ante el conflicto, instando a las partes a la negociación para resolver los conflictos planteados y tutelando la seguridad de las comunidades cristianas en aquellos países.
13. Retirada de los contingentes militares españoles en países islámicos: Los contingentes militares españoles destacados en los teatros de operaciones de Oriente Medio deben ser repatriados. Nada esencial para nuestra defensa nacional se juega en esos países y la tarea de interposición entre las partes debe de realizarse mediante medios diplomáticos. El único y real foco de tensión internacional para España está en el Sur: en la defensa de Canarias, del Estrecho, de las ciudades de Ceuta y Melilla y de nuestra integridad nacional. Es aquí, en estos teatros, donde debe estar lo mejor de nuestras FFAA.
14. Reducir al mínimo la presencia del islamismo fundamentalista en Europa: mientras la amenaza yihadista no sea conjurada en todo el Viejo Continente, resulta imposible considerar al islamismo como una religión entre cualquier otra, por tanto, deben arbitrarse todos los medios para reducir la presencia de islamistas en el continente, en beneficio de otros grupos no conflictivos.
15. Control activo sobre los flujos migratorios: la actuación del yihadismo en Europa es uno de los “daños colaterales” generados por la inmigración masiva y descontrolada, permitida en los últimos 20 años por los gobiernos de la UE. La imposibilidad para integrar a estos flujos, los trastornos generados en el mercado laboral, afirman la necesidad de cortar las políticas de integración en beneficio de las de contención.
Llamamos a todos los partidos patrióticos, a todos
los blogueros, youtubers e influencers, conscientes del riesgo y de lo que está
en juego a difundir y adaptar estos puntos en el contexto de un programa de contención
y prudencia ante el islamismo radical y la sospecha de yihadismo.
Llamamos a la ciudadanía para que exprese su protesta
ante la ofensiva del islamismo radical y ante la dejadez, las políticas del
avestruz y la islamofilia de los grupos que nos han llevado hasta donde estamos,
especialmente al Partido Popular Europeo y a la izquierda ansiosa por
incorporar los votos de las bolsas de inmigrantes naturalizadas-
Llamamos a la solidaridad con los ciudadanos
anglosajones que, en estos momentos, están defendiendo su derecho a salir a la
calle y no ser acuchillados, como sucedió con las tres niñas de Southport el 29
de julio.
Creemos sinceramente que solamente un programa CLARO
(que no deje dudas sobre lo que es la cultura Europa), RADICAL (que apunte a
las raíces de los problemas), RESPONSABLE (consciente de que cada día estamos
un poco más cerca de la guerra étnico-religiosa) y que MIRE AL FUTURO, puede
EVITAR LA GUERRA CIVIL.