INDICE GENERAL (en fase de elaboración)

domingo, 3 de noviembre de 2024

PAIPORTA: LA PALETADA DEFINITIVA EN LA TUMBA DEL PEDROSANCHISMO

Cuando cinco después de la “gota fría” que arrasó Valencia, todavía no se tienen cifras oficiales de muertos, ni listas de desaparecidos, cuando la administración del Estado (PSOE+Sumar) y la administración autonómica (PP) siguen echándose las culpas mutuamente y, sobre todo, cuando es el momento en el que la ayuda a los afectados sea lo primero, es difícil todavía captar la trascendencia histórica de lo que está ocurriendo. Vamos a intentar resumirlo en seis puntos casi telegráficos:

1. Cuando se tuvo noticia de la “gota fría”, Sánchez se encontraba paseando en elefante por la India, mientras que su mujer bailaba en Bollywood. Un desastre natural era una “buena noticia” para él: a fin de cuentas, durante unos días, el impacto haría que las iniciativas judiciales que lo tienen cada vez más cercado por corrupción, pasarían a segundo plano en las cabeceras de los digitales. La semana anterior, el “caso Errejón” ya le había dado esa oportunidad. Y en los quince días anteriores, no se hablaba de otra cosa que de los amoríos del emérito con un putón ochentero. Así pues, para Sánchez, la cosa era simple al bajar del Falcon: poner cara de chico "bueno y solidario", dejar que el gobierno autonómico se quemara, viajar luego a la zona afectada y prometer ayuda para la reconstrucción… en otras palabras, lo que ya hizo hace tres años cuando la erupción del volcán de la Palma. 

Pero varias cosas habían cambiado:

- La dimensión de la tragedia valencia es incomparablemente mayor.

- Por su naturaleza, era tragedia que requería respuesta inmediata de las autoridades.

- Entre ambas catástrofes naturales mediaban tres años: las promesas realizadas por Sánchez en La Palma, no se habían concretado en ese tiempo. Y, por tanto, legítimamente, los afectados por la “gota fría” intuían que Sánchez les vendería humo electoral.

- En esos tres años, Sánchez se había mantenido en el poder tras las elecciones de junio de 2023, pero a costa de un pacto entre todos los partidos derrotados. El resultado había sido un gobierno débil e inestable.

- Durante la erupción de La Palma, todavía no habían estallado los casos de corrupción que hoy sitian al gobierno y apuntan todos hacia el Palacio de La Moncloa y a la figura de Pedro Sánchez.

Por todo ello, era evidente que, en 2021, Sánchez no era tan ODIADO como lo es hoy. El hecho de que mantenga una escuálida mayoría parlamentaria que se sostiene solo a costa de concesiones a independentistas catalanes y vascos, no le ha hecho ganar popularidad, sino todo lo contrario. Ni siquiera el que hoy siga asaltando los centros de poder del Estado (el mismo día que se conocía la tragedia valenciana realizaba el asalto final al Consejo de Administración de RTVE), ha saneado su situación. Hoy, es el hombre más odiado de España. Y, con mucho. Y por muchas razones. Una de ellas, su actuación durante la “gota fría”.

2. Si partimos de la base de que la goza fría ha afectado a la Comunidad Valenciana y a la Comunidad de Castilla-La Mancha, parece muy claro que era el Estado -esto es, el gobierno de la nación- el que tenía que haber reaccionado desde el primer momento: declarando el Estado de Emergencia en las zonas afectadas desde el minuto uno. Nadie se hubiera opuesto. Las fuerzas de seguridad del Estado hubiera debido asumir el control de la situación, canalizado las ayudas, coordinado a los voluntarios y prestado ayudas especialmente a los núcleos de población que habían quedado aislados: .se hubieran rescatado el mismo día a los supervivientes que requerían más atenciones (para eso está el Batallón de Helicópteros de Emergencia II, basado en Bétera (¡a dos pasos de la zona de la tragedia!, entre otras unidades de helicópteros pesados; además de la UME, el Mando de Ingenieros del Ejército de Tierra, con un regimiento de pontoneros con base en Zaragoza, hubiera podido resolver el problema creado por los puentes destruidos) Y, por supuesto, unidades de infantería habrían podido realizar tareas de desescombro. Nada de todo esto se hizo. La administración del Estado no reaccionó. La autonómica, simplemente, se vio superada por una situación que no había previsto y ante la que no sabía cómo reaccionar. Y así se perdieron los primeros cuatro días. 

3. Esta pérdida de los primeros días no tiene ninguna justificación. De hecho, no ha sido sino hasta el quinto día con posterioridad a la tragedia cuando se ha movilizado al ejército. Y no hay justificación a esta tardanza, sobre todo, cuando hace 13 meses, un terremoto sacudió Marruecos (3.000 muertos) y al gobierno español, le faltó tiempo para enviar a la UME que pisó Marruecos 24 horas después del terremoto… Es indignante que esto ocurra con Marruecos y que se tarde cinco veces más en ayudar a la propia población valenciana. El agravio comparativo es de tal naturaleza que resulta incomprensible. Es igualmente indignante es mantener a 3.000 militares desplegados en varios continentes en doce misiones internacionales, en lugares en los que no se nos ha perdido nada, pero Defensa no sea capaz de enviar pontoneros y helicópteros de ayuda a objetivos urgentes situados a menos de 100 km de sus bases…

4. Y si de indignación es de lo que se trata, todavía resulta mucho más ofuscador el que cinco días después de la tragedia, no se haya hecho pública una lista de desaparecidos, siquiera parcial y las cifras de víctimas, a partir de los 200, se hayan detenido en los últimos dos días y medio. ¿Es que no han llegado denuncias a las comisarías de policía? ¿Es que Marlaska -tan preocupado por falsear estadísticas de delitos y de criminalidad- no ha tenido tiempo de reunir las denuncias por desaparición (que, al menos, darían una idea mínima de la magnitud de la tragedia) en una lista única? ¿o es que las cifras son tan aterradoras que le falta valor para publicarlas para no alimentar más aún la cólera popular? 

5. De todo lo ocurrido en los últimos cinco días, indudablemente, lo más reconfortante -lo único reconfortante- es que nuestro pueblo sigue siendo el mismo de siempre: el que sabe reconocer los problemas, el que reacciona ante los problemas con mucha más anticipación que sus instituciones. No solamente hemos visto mareas de españoles cruzando a pie zonas embarradas armados con palas, con provisiones a sus espaldas, sino que hemos visto como una parte importante de la sociedad civil se movilizaba para enviar ayuda material. Y es de destacar que, por primera vez en la historia de España, los almacenes de Cruz Roja no han sido los destinatarios de esa ayuda. De hecho, Cruz Roja solamente pedía “dinero, dinero, dinero”, sin especificar siquiera a dónde se destinaría ese dinero, si para socorrer a los valencianos, o para dotar de móviles a los inmigrantes ilegales que van llegando. Ha sido igualmente significativo que ninguna ONG de las que tanto protagonismo tienen en la ayuda a los inmigrantes ilegales hayan realizado el menor movimiento para canalizar ayudas a los valencianos. Y, finalmente, es significativo que entre las impresionantes legiones que han acudido caminando a los lugares más castigados, no viéramos ni chilabas, ni velos islámicos, ni mezquita alguna haya enviado siquiera un kilo de comida halal para ayudar a las víctimas. Por el contrario, hemos visto a jóvenes magrebíes participando en los saqueos ¡y colocando en tik-tok los clips de sus “hazañas”! Hemos visto, por el contario, que miembros de la comunidad china enviaban ayudas y también hemos visto a pakistaníes vendiendo a 7 euros el agua (demostrando que habían entendido perfectamente lo que es la ley de la oferta y la demanda)… Pero lo más odioso, es que hemos visto como nuestra gente, en el mejor de los casos, se le ofrecían un colchón de gomaespuma en un polideportivo, y en absoluto hoteles de cuatro estrellas en primera línea de mar como se hace con el último africano recién llegado y subsidiado desde que pisa tierra española. El agravio comparativo es de tal crudeza que hace falta preguntarse en manos de qué traidorzuelos vendepatrias, psicópatas indiferentes a la tragedia de su pueblo, está el gobierno de la nación.

6. Por el momento -y, mucho nos tememos, que hasta que se conozcan las cifras reales del drama con un número de muertos que se augura superior a lo que incluso los más pesimistas nos temíamos en el primer momento- el momento máximo de tensión se ha dado en la mañana del día 3 en Paiporta con imágenes que están en la retina de todo el mundo. Y sobre esto, vale la pena realizar unas reflexiones:

A) Pedro Sánchez no se ha atrevido a visitar solo la zona afectada. A la vista de cómo estaban las cosas, temía también que ir acompañado por Mazón no fuera suficiente. Y aquí si que no existían posibilidades de que un cordón de protección policial alejara a la población de Pedro Sánchez. Así que Sánchez ha juzgado que acompañando al Rey Felipe VI, tenía garantizada cierta “protección”. Una vez más sus 800 asesores han demostrado que ni siquiera tenían unas nociones mínimas de psicología antropológica: Valencia no es Canarias. Ni 2024 es 2021. Ni siquiera la destrucción del volcán es la misma que la de la “gota fría”

B) El resultado de la visita ha sido una catástrofe para las instituciones del Estado. Sánchez, además de corrupto, además miserable, además de mal gestor, ahora lo sabemos todos, ha evidenciado ser un cobarde. Desde el momento en que ha corrido la noticia de su presencia en Paiporta, el grito unánime ha sido “Sánchez, hijo de puta”. Imposible ocultarlo. No ha tenido ni siquiera el valor de avanzar: el cobarde ha hecho lo que hacen siempre los cobardes, poner pies en polvorosa. Cuenta que se ha llevado un palo en la espalda y, desde luego, el estado en el que ha quedado su vehículo indica que ha estado a un paso del linchamiento. Esto no ha ocurrido en Haití o en cualquier otro estado fallido: eso ha ocurrido en Valencia.

C) En las situaciones de crisis es cuando se percibe la “pasta” de la que están hechos los miembros de la clase política. Decimos esto, por la actitud del Rey Felipe VI. No hay que olvidar que, pocas horas después de las primeras noticias sobre la “gota fría”, ponía a disposición los efectivos de la Guardia Real para acudir a las zonas siniestradas. En realidad, fue la primera institución que se demostró consciente de las dimensiones de la tragedia y de cómo afrontarla. Y hoy, en Paiporta, una vez más han pagado justos por pecadores. El Rey Felipe VI ha tratado de calmar los ánimos, ha hablado con la gente y otro tanto ha hecho Doña Letizia, salpicados de barro, no han dado marcha atrás, no han huido del contacto con la población. Y eso es algo que no podremos olvidar. Los miserables huyen, los líderes avanzan entre incomprensiones.

D) Pero, además, quienes han tomado al Rey Felipe VI como responsable de la situación de abandono, olvidan que constitucionalmente CARECE de toda posibilidad de tomar la iniciativa en ningún terreno. Los dos puntos más conflictivos de la constitución de 1978 son precisamente el “café para todos” autonómico que ha partido el Estado en 17 taifas, ninguna de las cuales es, en realidad, autosuficiente en momentos de crisis, y el papel puramente representativo y protocolario atribuido a la monarquía. Los “padres de la constitución”, vale la pena no olvidarlo, “toleraron” a la monarquía que había puesto Franco, simplemente, para que la transición fuera aceptada por las Fuerzas Armadas. Pero redujeron todas sus funciones, ABSOLUTAMENTE TODAS, a cero, salvo en cuestiones protocolarias. Y hoy hemos visto que quien menos responsabilidades tiene en la tragedia valenciana, ha sido el único que ha dado la cara y que se ha acercado al pueblo. Contrariamente a lo que cuentan los tabloides subvencionados de la izquierda (elplural, eldiario) las protestas eran SOBRE TODO contra Mazón y muy especialmente contra Sánchez (en todo momento el inequívoco “Sanchezhijodeputa” ha resonado) mucho más que contra el Rey Felipe VI. Está claro que estos digitales de poca audiencia se deben a su patrón.

7. A estas alturas, ya vale la pena decir bien alto algunas conclusiones que difícilmente pueden ser negadas. 

- El gobierno no puede seguir como un zombi alegando el “aquí no pasa nada” o el “la crisis está caliente y el temporal pasará”. Aquí está claro que, entre procesos judiciales (¿en qué país civilizado se ha visto que la policía irrumpa en la oficina del fiscal general y el que debería “perseguir el delito” sea, a su vez, perseguido por delincuente?), entre la bajeza moral demostrada por su aliado Sumar con su “activo político Errejon”, con una política exterior errática, acumulando deuda impagable, con el “efecto llamada” que supone subvencionar a cada recién llegado, convertido el país en la capital mundial de la ocupación, con una delincuencia que cada vez se dispara más y más, con zonas que ya están en poder de la delincuencia, con una política de cesiones a indepes catalanes y vascos, con unas infraestructuras de comunicaciones en manos de inútiles, el país está cayendo en una crisis histórica sin precedentes. El gobierno no está gobernando: el gobierno Sánchez están más preocupado por negociar comisiones y diseñar nuevas corruptelas que en gobernar. ¿En qué país del Primer Mundo, un presidente del gobierno no puede salir a la calle sin que se arriesgue a ser linchado? 

En consecuencia: no solamente hacen falta dimisiones y destituciones, sino que hace falta una convocatoria urgente de elecciones antes de que la situación empeore. Y no nos referimos a un empeoramiento económico (los sucesos de hoy en Paiporta van a contribuir a que el dinero huya de España, se reduzcan las inversiones, baje la bolsa, se empobrezca más el país y la prima de deuda se dispare). Nos estamos refiriendo a que lo que hemos visto hoy: el descontento y la desesperación traducido en hostilidad e intentos de linchamiento de Sánchez, pueden ir creciendo. Y es mejor que Sánchez se entere de una vez a pocas semanas del 41º Congreso del PSOE: o se va, corre riesgos físicos muy reales. La situación de ira, encabronamiento y frustración que han generado sus TRAICIONES A LA PATRIA es de tal calibre que nunca más, ni cuando se jubile, podrá andar por las calles de este país, sin recibir una mirada de odio, un insulto o un intento de agresión. 

- Sánchez no es un accidente en la historia de la España democrática, es el extremo límite, más allá del cual no puede concebirse peor gobernante, y el producto de un sistema político que, DESDE EL PRINCIPIO estuvo mal diseñado. Sin efectiva división de poderes, con el engendro autonómico como diseño vertebrador, con distintos centros de imputación que se disputan los éxitos y que se acusan unos a otros de sus más que frecuentes fracasos. Con una justicia “garantista” que hace que para juzgar a un ladronzuelo hagan falta legajos de expedientes y declaraciones, y, por supuesto, diseñada para que la clase política pueda robar sin ser procesada y si lo es, retrasar el juicio hasta el límite de la prescripción del delito y si llega la condena, por favor, que no entren en prisión que si han malversado fondos, ¡no se han enriquecido! Y, por tanto, hay que indultarlos… No, EL SISTEMA HA DEJADO DE FUNCIONAR. Cuanto antes se reconozca este hecho, antes estaremos en condiciones de sanear el Estado y la Sociedad. 

- El actual clima de frustración política que vive España se agrava por la falta de liderazgo del jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Esta falta de liderazgo se ha demostrado estos días a raíz de la “gota fría”: Feijóo se ha limitado a “apoyar” a Mazón… pero, el problema es que Mazón carecía de medios suficientes para afrontar la crisis. Pero, el problema no es Mazón, sino más bien su jefe: Feijóo y su evidente falta de energía y decisión. ¿Sustituir a Sánchez por un timorato que quiso que la vacuna fuera obligatoria en Galicia durante la pandemia, cuando era presidente de la Xunta? ¿Ese Feijóo que dice que su primera opción de alianzas ¡es el PSOE!? No, una y mil veces no: ¡hace falta romper la baraja! ¡Hace falta denunciar al PSOE en su conjunto como “organización criminal”! (que es, a fin de cuentas, la conclusión a la que se llegará cuando se sustancien los procesos actualmente en curso). 

Ahora bien, esta crisis nos está enseñando que sigue existiendo una ESPAÑA REAL en la que todavía vale la pena tener esperanzas: la España de los voluntarios, la España movilizada en ayuda de los valencianos, la España consciente de quien la está conduciendo a la ruina, la España que llama “hijosdeputa” a los hijos de puta. Y, vale la pena recordar que la sociedad civil se ha movilizado antes que el Estado y que las ONGs milmillonarias subvencionadas. Lo que más le está doliendo a la izquierda es que los jóvenes de Rebelión, los de Hacer Nación y España 2000, los de Núcleo Nacional, los de Falange, FACTA y, en el otro extremo, del Frente Obrero, se están partiendo el pecho enviando materiales y voluntarios SIN AYUDA DE NADIE. No olvidamos que las fuerzas armadas, las fuerzas de seguridad del Estado, querían DESDE EL MINUTO UNO intervenir en las zonas afectadas. Que los agricultores, sin que nadie se lo pidiera, han movilizado sus tractores para el desescombro y la apertura de vías. PUES BIEN, ESTA ES LA ESPAÑA REAL. Y esta es la España que debe ser consciente de que el sistema político ha fracasado, que los dos partidos que constituyen las dos columnas del sistema, PP y PSOE, están más preocupados por negociar sus comisiones que por afrontar las tareas de gobierno, que resulta imposible establecer planes hidrológicos nacionales y planes para evitar desbordamientos de ríos y realizar canalizaciones que hubieran paliado, como mínimo, esta tragedia, porque su agenda no se prolonga más allá de cuatro años y porque su tiempo lo emplean, no en gobernar un país, sino en negociar comisiones y sus afiliados están más preocupados por hacer buenos negocios a la sombra del poder, que por CREAR UN FUTURO PARA NUESTRA PATRIA Y PARA NUESTROS HIJOS.

En consecuencia: la ESPAÑA REAL es la que debe empezar a pensar en el futuro que, desde luego para por una profunda reforma constitucional, que tome como ejemplo, no las democracias europeas (que, en mayor o menor medida, han generado problemas muy similares a los que tenemos hoy en España), sino aquellos países que hayan logrado remontar sus problemas: es increíble que un pequeño país como El Salvador, que hace un lustro era el más inseguro del mundo y que hoy ocupa el puesto número uno en la lista de países seguros, nos haya dado lecciones hasta el punto de ser el primero que se ofreció a prestar ayuda a los damnificados por “gota fría”. No es la totalidad del “libertarismo” de Milei lo que proponemos, pero sí algunas de sus medidas: cero subvenciones a los partidos, cero subvenciones a las ONGs, renegociar la deuda, reducir la burocracia estatal, liquidar organismos creados solamente para enchufar a “los amigos”, agilizar las leyes y los procedimientos anticorrupción, apoyo a la institución familiar, reconducción del sistema educativo, etc. Y, por supuesto, alto de inmigración ilegal, quien entra ilegalmente sale en el mismo momento de retorno. Que no proliferen en nuestras ciudades ni un minuto más el islam, ni los “inadaptables”. Quien comete un delito: juicio rápido, cárcel y expulsión y si la administración le ha regalado la nacionalidad, la pierde y al siguiente delito, expulsado. ¿Que no hay cárceles suficientes? que haya contenedores rodeados de concertinas en los campos yermos de España: los delincuentes no pueden estar en las calles saqueando, violando y asesinando con impunidad. Y que el delincuente trabaje en prisión para pagar su alimentación y las indemnizaciones civiles. Que no haya ni un solo gesto de debilidad en la reconstrucción de España. Que solamente se manifieste energía, fuerza y determinación, tanto como PSOE-PP han demostrado debilidad y rapacidad. La debilidad mata. La fuerza, protege. La energía, crea. La justicia no es contemporizadora, sino que viene acompañada de la espada. 


Posdata

Y en cuanto a la versión del gobierno sobre los incidentes de Paiporta, atribuirlo a la “ultraderecha” no es más que reconocer la falta de imaginación de los 800 “asesores” de Sánchez y que, recurrir a la excusa de la “ultraderecha” indica el estado de inanición intelectual y moral del gobierno y de sus palmeros