El juez Pedraz ha rechazado la querella de Feijóo por “financiación
ilegal” del PSOE… No era, desde luego, la mejor forma de plantear la situación.
Feijóo, una vez más, ha querido reducir el problema del PSOE a Pedro Sánchez: “sin
él otro gallo cantaría y qué bien nos entenderíamos para gobernar España a
través de una ‘gran coalición’”. Tal es el mensaje. Pero Feijóo no ha
entendido que el problema no es Sánchez: el problema es el PSOE. Ya no se
trata de descubrir las triquiñuelas para “financiar al partido”, sino de
reconocer que en un PSOE en el cual ya no hay “ideología” (renunció a
ella Felipe González en el congreso de 1979 y después de renunciar a la
socialdemocracia con las medidas de ZP de salvaguardia a la Banca y a la
patronal de la construcción con el Plan E en 2008) y de asumir la Agenda
2030 como “línea política”, quien está afiliado al PSOE no lo está por
adhesión a una “doctrina” o a una “política”, sino -simple y sencillamente-
para ver que puede sacar con el mínimo esfuerzo. O se tiene el carné del
PSOE para lucrarse, o por déficit de neuronas. No se trata de forjarse
falsas esperanzas en una “regeneración” del PSOE, sino en recocer que la
definición de “organización criminal” (y la consiguiente ilegalización) es el
tipo penal que mejor cuadra con su realidad a día de hoy.
Leer cada mañana la prensa digital supone tener la certidumbre de
que vamos a encontrar un nuevo dato sobre cualquiera de los muchos escándalos
de corrupción que apuntan contra la Moncloa. Y aquí ya no estamos en los años
80 cuando se dudaba de quien podía ser el “Sr. X” en la trama de los GAL o si
tal o cual miembro del gobierno de Felipe González quería imitar a la “jet-set”
haciéndose millonario a través del consabido “pelotazo”. Tampoco estamos en el
período zapaterista en donde la estupidez siempre iba por delante de la
corrupción, ni en el período de la Gürtel, en donde Rajoy quedaba muy lejos del
escándalo. Estamos en 2024. Sánchez lleva siete años en la presidencia:
nunca el país ha estado peor en todos los sentidos y nunca todos los casos de
corrupción apuntan a un único patrón, el okupa de la Moncloa.
EL DELITOS DE "ORGANIZACIÓN CRIMINAL"
La legislación española define una “organización criminal” como la
agrupación formada por más de dos personas con carácter estable e indefinido en
el tiempo y que, de previo acuerdo y de forma coordinada, se reparten las
diferentes tareas con el objetivo de comer delitos. El artículo 570 bis del
Código Penal establece qué es una “organización criminal” y a qué penas se
hacen acreedores quienes la integran:
“1. Quienes promovieren,
constituyeren, organizaren, coordinaren o dirigieren una organización criminal
serán castigados con la pena de prisión de cuatro a ocho años si aquélla
tuviere por finalidad u objeto la comisión de delitos graves, y con la pena de
prisión de tres a seis años en los demás casos; y quienes participaren
activamente en la organización, formaren parte de ella o cooperaren
económicamente o de cualquier otro modo con la misma serán castigados con las
penas de prisión de dos a cinco años si tuviere como fin la comisión de delitos
graves, y con la pena de prisión de uno a tres años en los demás casos.
A los efectos de este Código se
entiende por organización criminal la agrupación formada por más de dos
personas con carácter estable o por tiempo indefinido, que de manera concertada
y coordinada se repartan diversas tareas o funciones con el fin de cometer
delitos.
2. Las penas previstas en el número
anterior se impondrán en su mitad superior cuando la organización:
a) esté formada por un elevado número
de personas.
b) disponga de armas o instrumentos
peligrosos.
c) disponga de medios tecnológicos
avanzados de comunicación o transporte que por sus características resulten
especialmente aptos para facilitar la ejecución de los delitos o la impunidad
de los culpables.
Si concurrieran dos o más de dichas
circunstancias se impondrán las penas superiores en grado”.
Es fácil demostrar que el PSOE se adapta como un guante a esta
figura delictiva. En cuanto a las “armas o instrumentos peligrosos” de los que
hace gala están mucho más claros aún: subvenciones a los medios de comunicación
favorables, difusión sistemática de mentiras, ejercicio continuo de la
demagogia, fraudes al electorado, incluso puede hablarse, no solo de armas
psicológicas, sino también convencionales: tiroteo del vehículo el pasado 30 de
septiembre de Víctor Aldama (un Audi de alta gama) cuando estaba vacío, con dos
tiros en la ventanilla del conductor, como visible “advertencia” enviada al
empresario del “caso Koldo”.
Personalmente, ni siquiera sabía que existía el delito de
“organización criminal” y no ha sido sino hasta que un librero barcelonés, dos
empleadas en la librería y un par más de colaboradores, han sido procesado ¡por
vender libros, más o menos, inconformistas!, cuando me he enterado de que el
código penal tenía esta figura delictiva… que estoy seguro de que se adapta
mucho mejor a lo que es el PSOE de 2024 que a un librero honesto que cree en lo
que distribuye y a sus colaboradores.
España está pagando el precio de haber votado a un individuo que, demasiado visiblemente, está mentalmente averiado. Lo hemos dicho en muchas ocasiones -nosotros y psicólogos mucho más cualificados para evaluarlo que nosotros- que en Sánchez se dan TODAS las características propias del “psicópata integrado” (falta de empatía con los demás, alta capacidad para mentir sin inmutarse, creencia de que su ego y sus intereses están por encima de todo y de todos, encanto artificial). Y el resultado ha sido que, en apenas siete años, España se encuentra en una situación insoportable. Escribo esto, hoy, cuando el gobierno ha anunciado una nueva subida de impuestos…
El “gobierno de los perdedores”, desde el minuto uno que okupó la
Moncloa, se ha dedicado a saquear el país y gobernar al margen de los intereses
de España y de los españoles. Y lo han hecho de
manera tan burda que han tenido que recurrir a personajes con ausencia total de
escrúpulos morales y con una voracidad propia
RESUMEN DE LA SITUACIÓN POLÍTICA
Vivimos el momento más simple de la historia reciente de España.
No hay que complicarse mucho la cabeza para entender lo que está pasando, cómo
resolverlo y hasta donde nos puede llevar una situación endiablada si no se
aborda cogiendo al toro por los cuernos. Vamos a intentar resumir todos estos
puntos en unas breves líneas:
1) QUÉ ESTÁ PASANDO
a. El “gobierno de los perdedores” está en manos de los
partidos que fueron derrotados y perdieron votos en las elecciones de 2023.
La “magia de la democracia” hace que la suma de diputados de los derrotados
fuera mayor que la del partido que había quedado en primera posición. Y eso
mantuvo a Pedro Sánchez en La Moncloa.
b. El PSOE, dirigido por Sánchez ha demostrado ser -cada día se
conoce algún dato más que nos confirma en este criterio- una “organización
criminal” tal como se describe en el artículo 570bis del Código Penal: “se entiende por organización criminal la
agrupación formada por más de dos personas con carácter estable o por tiempo
indefinido, que de manera concertada y coordinada se repartan diversas tareas o
funciones con el fin de cometer delitos”.
c. El gobierno Sánchez, en TODAS las áreas de
gobierno está cosechando fracaso tras fracaso hasta más allá de lo tolerable,
situando al Estado en una posición de debilidad estructural tal que en
cualquier momento podría declararse en bancarrota, o simplemente, desplomarse
sin que exista un centro de poder alternativo capaz de enderezarlo.
d. La situación del país es catastrófica, no
para esta generación, sino para las dos siguientes que deberán tratar de salir
del pozo en el que el PSOE nos ha sumido:
En política económica, efectivamente, vamos “como un cohete” hace los 2 BILLONES de deuda pública (que podrían alcanzarse si Sánchez llega como presidente a las Navidades de 2026).
En política internacional: recelos cada vez mayores por parte de la UE, crisis diplomáticas continuas con países tradicionalmente amigos, giro inexplicable en la política en relación al Magreb, relaciones “inmejorables” con Mauritania y Mali… a cambio de aceptar los títulos universitarios expedidos en esos países para su ejercicio en España y, claro está, ayudas económicas de imposible seguimiento.
En Fiscalidad: aumento general de impuestos anunciado el 13 de octubre para afrontar los gastos estratosféricos del aparato del Estado, especialmente los subsidios a la inmigración. Y esto es el país de la UE que más presión fiscal registra (a diferencia de hace 40 años, en donde España era el país con menor presión fiscal)
En Trabajo: 2.580.000 parados (en realidad, la cifra es muy superior y posiblemente oscile entre 3.250.000 y 3.750.00), con una formación profesional de espaldas a la realidad del mercado laboral y unos salarios insuficientes para evitar la precariedad. Con un 25% de la población en el umbral de la pobreza. Con unos 9.000.000 de inmigrantes entre irregulares, regularizados y naturalizados.
En Seguridad Ciudadana: Con una delincuencia disparada que el Ministerio del Interior ni siquiera es capaz de reconocer y un desprestigio creciente de las fuerzas de seguridad del Estado, por un lado, corrompidas por el propio gobierno y por otro incapaces de contener la situación de inseguridad. Con zonas del país que ya están en manos de mafias rivales que, con cada vez más frecuencia, se enzarzan en tiroteos, utilizando armas automáticas, mientras el ministro toma copas en Chueca.
En Justicia: Con una justicia “garantista” desbordada, tanto por el aumento de los delitos, como por la ambigüedad de las leyes, desmoralizada por los proyectos gubernamentales de cambio (fiscales asumiendo la instrucción… dirigidos por el fiscal general del Estado, nombrado -claro está- por el gobierno), con orden de poner en libertad a delincuentes, salvo por delitos extremadamente graves, con las cárceles saturadas y convertidas en pensiones confortables, con ataques ad honimem contra jueces conscientes de su deber, con una arsenal legislativa saturado de leyes contradictorias y una política de indultos, no por consideraciones judiciales, sino por simpatía y afinidad con los condenados (con el “procés”, con los condenados por el Caso EREs de Andalucía, o con los matarifes de ETA)
En Vivienda: Con un precio de la vivienda superior a los peores momentos de la burbuja inmobiliaria, a lo que se unen la oleada de okupaciones (no existen cifras oficiales, pero se considera que en estos momentos están okupadas ilegalmente en torno a 100.000 viviendas) que destroza especialmente las aspiraciones de pequeños propietarios, rompe la convivencia entre vecinos y tiende a aumentar el precio de la vivienda de alquiler hasta hacerlo insoportable, mientras el gobierno ha incumplido flagrantemente su promesa electoral de “construir 300.000 viviendas de protección oficial”. En cuanto al alquiler, Sánchez lo fía todo al “bono” de 250 euros que, ya fracasó durante el zapaterismo: toda ayuda al alquiler se traduce en una elevación de precios igual al importe de dicha ayuda…
En inversiones: Para colmo, la economía del país registra una pérdida de confianza por parte del capital inversor que teme la inseguridad jurídica del país, su inestabilidad política y las dudas que genera la política económica del gobierno. En los dos últimos años, la inversión ha caído un 20% y nos encontramos a niveles anteriores a la pandemia. Desde que Sánchez está en el poder, la inversión extranjera ha caído un 55%...
En políticas agrícolas y energía: La agricultura agonizando a causa de los acuerdos de la UE (que los gobiernos españoles hubieran podido vetar) con países africanos y asiáticos, para la importación de productos alimentaciones sin ninguna garantía sanitaria (a lo que se añade, falsificación y opacidad en el etiquetado), y de la política de la UE de convertir los campos de cultivo en parques de energías renovables. Y, todo esto, mientras se destruyen pantanos por “razones ecológicas” y se desmantelan centrales de energía atómica para seguir la corriente ecolo-izquierdista.
En vertebración del Estado: Con un “Estado de las Autonomías” cada vez más inviable que convierte el gasto de los diferentes niveles administrativos en muy superior a cualquier otro del mundo. En Cataluña, por ejemplo, el presupuesto de la policía autonómica, los medios públicos de la gencat y los subvencionados, los gastos en la “catalanización lingüística”, hacen que las demoras en sanidad sean históricas, incluidas en operaciones graves.
En Enseñanza: La primaria se encuentra desbordada por la llegada masiva de inmigración y por las altas tasas de natalidad de estos grupos que tienen tendencia a desinteresarse por la educación y por la preparación, lo que, unido a otros fenómenos traídos por la modernidad, han convertido las aulas en campos de batalla, conflictos étnicos y culturales, y, finalmente, en fracaso escolar. Y en este terreno es falso que “se haya mejorado”: si bien es cierto que hace una década estaba en el 23,6% y actualmente esté en un 13,6%, eso se debe únicamente a la bajada en las exigencias académicas. Actualmente la tasa de abandono se sitúa en el 13,9% (entre 18 y 25 años). Y, por supuesto, España sigue a la cola de Europa en el programa PISA. Las cifras de ni-nis (ni trabajan, ni estudian) son estremecedoras: el número de jóvenes que sí estudian y sí trabajan en el primer trimestre de 2024 asciende a 1.060.600, pero el de ni-nis es casi la misma: 927.500 (y en aumento…). Pero hay algo todavía peor: los jóvenes que concluyen estudios universitarios y huyen de España, va en aumento. Las cifras en enero de este año indican que cada mes huyen de España 35.000 personas para ganarse la vida fuera… Sí, lo han entendido bien: llegan miles de MENAS asilvestrados sin ningún interés por integrarse en la sociedad española, creando problemas allí en donde se abren centros para albergarlos y tratar de educarlos, mientras se van nuestros jóvenes suficientemente preparados ante la falta de perspectivas de nuestro país.
En Defensa: Los cambios de política en relación a Marruecos (que ha pasado de ser “el enemigo del sur”, al “amigo del alma”) han cogido a contrapie al ministerio de Defensa. Mantenemos soldados, oficiales y equipamiento en lugares en los que no se ha perdido nada, incluso en lugares que carecen por completo de “interés militar” para España (3.600 militares desplegados en veinte “misiones”. Seguimos vinculados a la OTAN, con el riesgo que implica, necesitamos una flota más potente, al igual que una aviación que se cuide de la integridad del territorio nacional, mejores equipamientos y entrenamientos más sistemáticos. Pero sobre todo, falta una política de defensa realista (¿quién es el enemigo y cómo estar siempre por delante de él en capacidades militares?). Para colmo, si gana Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, ya ha anunciado que disminuirá el presupuesto para la OTAN y exigirá a países como España que aumenten su gasto militar… Irak, Líbanos, ¡Lituania!, el Sahel, Somalia, son algunos “escenarios” en los que hay tropas españolas… cualquier cosa antes que defender la integridad territorial de la costa mediterránea y de Canarias, de Ceuta y de Melilla ante la llegada de contingentes africanos.
Y, eso sí, los ministerios de Trabajo y el de la
Mujer, sobre todo preocupados por el “machismo tóxico”, impartiendo curso sobre
igualdad de sexos en empresas y establecimiento de “puntos violeta” para
prevenir la violencia sexual… ocultando quién y de donde proceden los que la
practican.
A esto, por supuesto hay que añadir, a modo de
guinda, que mientras el país se está cayendo a trozos, el gobierno Sánchez
está SOLAMENTE preocupado por defenderse de las decenas de escándalos de
corrupción que le asedian y que -y esto es lo importante- APUNTAN cada día más
A LA MONCLOA. No es de recibo que el número 2 y el número 3 del Estado
(Sánchez y la presidenta del Congreso de los Diputados) aparezcan como
implicados en estos casos, ni que la corrupción la hayan extendido hasta la
Guardia Civil, hayan comprado magistrados, estén preocupados por engrasar a sus
medios de comunicación oficiales (TVE apenas tiene un 10% de audiencia en la
actualidad, a pesar de ser un pozo sin fondo; la catalización de TV2 y de su
programa-estrella de Gemma Nierga, apenas ha superado el share de 1,22% en
¡tres años de emisión!), desprestigiar a jueces y periodistas que les acosan, o
que Sánchez coloque a los suyos de su círculo más íntimo en los lugares clave
del Estado: el increíble CIS con Tezanos, el Banco de España con Escrivá, Saura
en Correos, y así sucesivamente… El problema es que el sanchismo corrompe
todo lo que toca y todos esos puestos clave tienen un único objetivo: prolongar
al máximo el mandato de Sánchez a costa de seguir falseando la situación del
país.
Podríamos seguir: pero la situación en la que
estamos, a nadie se le oculta que es la más grave en la Historia de España,
seguramente desde que Tarik y Muza cruzaron el Estrecho para llegar hasta
Poitiers…