INDICE GENERAL (en fase de elaboración)

jueves, 2 de junio de 2022

CRONICAS DESDE MI RETRETE: ASALTOS SEXUALES EN GRUPO. LO INCONFESABLE

El apagón informativo sobre la viruela del mono es la enésima muestra de hasta qué punto puede llegar a ser criminal la política de protección de la “diversidad” (Objetivo 10 de la Agenda 2030) y de las “perspectivas de género” (Objetivo 5 de la Agenda 2030). No es algo nuevo, ya ocurrió con el VIH o con la ocultación de las cifras sobre la mayor incidencia de los cánceres de colon entre la población gay. Ahora, simplemente, se espera que se produzcan los primeros contagios a población no-gay para evitar arrojar “mala imagen” sobre este grupo. Es un proceso que ya hemos visto antes y que, a estar alturas, no sorprende.

En otros terrenos ocurre lo mismo: violaciones grupales, “manadas”, cada vez más frecuentes. También aquí se oculta lo que es un secreto a voces. El hecho de que no se difundan fotos de los violadores es significativo de que se quiere ocultar su origen étnico. Pero hay un perfil étnico concreto, como saben o intuyen todos los que han tenido alguna relación en la investigación sobre estos casos. Ahora, a la vista de las estadísticas y las infografías, resulta imposible dudar de que existe una correlación cierta, real y demostrada -salvo para los “verificadores de noticias”, moderna censura inquisitorial emanada por el “ministerio de la verdad”- entre distribución de los MENAS y “violaciones grupales”.

El 24 de mayo de 2022, en la web de la Cadena SER aparecía una noticia titulada ¿A qué se debe el repunte de las violaciones grupales y las agresiones sexuales entre menores? Se mostraba un mapa elaborado por la web Feminicidio.net, con las cifras estremecedoras de “agresiones sexuales múltiples”. Se han convertido en una verdadera plaga: 247 en cinco años, sin contar lo que vamos de 2022 en donde la tendencia parece, incluso, aumentar.

La SER, uno de los portavoces de la “progresía altermundialista”, ni siquiera pudo evitar el resaltar la ocultación que se está realizando del problema: “Ni el ministerio del interior, ni tampoco la fiscalía desglosan datos sobre el numero de violaciones en grupo que se registran. Es una laguna importante. Si un problema no aparece en la estadística difícilmente se pueden tomar medidas”. Así es, el problema es que, la SER no es consecuente con lo que ha escrito y se limita a explicar que “hay gran preocupación en la fiscalía por un incremento de los delitos sexuales cometidos por menores”…

Se culpa al porno en Internet, que seguramente tiene su parte de responsabilidad. Es igualmente probable que la “educación sexual” tenga algo que ver, y no precisamente por su carencia, sino porque, en la actualidad, nada más entra un niño en primaria ya se le empieza a adoctrinar sobre sexualidad. Al llegar a casa, el niño de 6 años, busca en Internet de qué va eso del sexo y, a la que sus padres se descuidan, ha pasado del Pokemon y el Pikachu, de las Tres Gemelas y el manga, al porno duro-durísimo. El artículo está aderezado con un clip sobre la detención de “3 Dominican Don’t Play por una violación grupal”. El fulano que se ve, procede étnicamente de aquellas latitudes. Y luego está el alcohol, otro de los elementos a los que la SER atribuye el aumento de las agresiones grupales…  

- ¿Alcohol? El botellón apareció a finales del siglo XX: la gracia estaba en beber más en menos tiempo y acompañado por el máximo numero de gente. No había violaciones grupales. Estas son relativamente recientes.

- ¿Pornografía? Siempre ha habido, hoy es más accesible a todos y siempre lo insólito genera más interés que lo habitual, así que podríamos pensar que este factor es válido para explicar el fenómeno, de no ser porque en los 30 años, desde la irrupción de Internet, no ha habido cambios en el contenido del porno accesible. Lo cual no explica el aumento reciente de violaciones múltiples.

- ¿Falta de educación sexual? La estupidez mayor: nunca ha existido tanta educación sexual como actualmente, gracias a la presencia de cantamañanas de Podemos en el gobierno pedrosanchista, y nunca se han producido tantas violaciones grupales.

Así pues, ¿cuál es el problema de fondo la violencia sexual grupal?

Justo el que la SER ni dice, ni puede decir. ¿Qué periodista de la SER reconocería que la viruela del mono irrumpió y se difundió en España a través del circuito gay y no de otro? ¿Qué periodista de la SER reconoció que los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia fueron una masacre absurda, innecesaria y sádica? El periodista que vaya en la SER contra la “corrección política”, el “pensamiento único” y roce alguna crítica contra la “Agenda 2030” entra directamente en la puerta de salida. Así pues, no pidamos peras al olmo, ni atisbos de objetividad en un empleado de la SER.

Y ahora, veamos otra noticia. Ha sido difundida por ABC. Es una infografía realizada por ABC/N.Mañá en su edición del 15 de julio de 2019. Los  datos actuales no deberían de ser muy diferentes: variarán solamente en volumen, pero no en distribución. El artículo no es particularmente interesante. Se dice que “La presencia de MENAS tensa la convivencia en varios pueblos catalanes”, refiriéndose a los incidentes ocurridos aquel verano en Canet de Mar, Calella y Masnou. Aporta un dato procedente de la UE: “La UE cifra en un 405% el aumento de menores inmigrantes en España en 2018”. Lo normal es que un menor esté acompañado de sus padres y si se le localiza solo, lo normal sería entregarlo al consulado más próximo del país de origen para que su gobierno se preocupe de reunirlo con su familia.

Pero “lo normal” es algo que está a punto de desaparecer en nuestros días y mucho más especialmente en la “perspectiva pedrosanchista”, a la que se unen chiringuitos estilo Save the Children que censura cualquier intento de repatriación de los MENAS, con el argumento de que “en Marruecos no existe protección garantizada de la infancia”… lo que, en la práctica, constituye una invitación para que todo menor de 18 años se instale en nuestro país, paguita incluida, además de móvil, internet, comida, vivienda y consumo cubiertos. Delirios de la progresía, de los barrigas-contentas con la Agenda 2030, y a la corte de los milagros del pedrosanchismo. A lo que vamos.

Lo interesante del artículo de ABC es, como decíamos, la infografía sobre la distribución de los MENAS en el mapa de España y entre las distintas comunidades autónomas. Entonces nos damos cuenta, sin ir más lejos, que las zonas con mayor número de MENAS son, oh maravilla de maravillas, las zonas en las que se producen agresiones sexuales grupales más frecuentes. Es innegable y solamente un ciego o alguien afectado por la sífilis de la Agenda 2030, podría desmentirlo: la mancha se extiende desde Andalucía a Cataluña, pasando por Valencia, en donde se han producido en cada una de estas comunidades más de 40 agresiones grupales. Lo que coincide con el número de menores extranjeros tutelados por comunidades: 36,3% en Andalucía, 6,5% en la comunidad Valenciana y 14,2% en Cataluña. Existen dos “islas”, en Madrid y en el País Vasco en donde las cifras de violaciones grupales y de número de MENAS acogidos, son igualmente significativas: 10% en País Vasco con 25 violaciones grupales, y 6,3% en Madrid con 18 violaciones grupales.



Hasta aquí las cifras. Ahora bien, hay algo que no cuadra del todo. La primera de todas, ¿por qué a la generalidad de Cataluña le corresponde el dudoso honor de que, en su territorio, tiene lugar una cifra récord de violaciones grupales, con solamente un 14,2% de presencia de MENAS? La respuesta es muy simple: allí es donde existe más permisividad, allí se producen más delitos; tanto por parte de la institución gestionada por ERC y solamente interesada en depredar más presupuesto y mantener viva la ilusión indepe, con por ayuntamientos que cada día dan más muestras de sus preferencias, empezando por el de Barcelona, tierra de promisión de okupas de toda la galaxia, meta de delincuentes, raterillos y macarras de los cinco continentes, más preocupado por garantizar los “derechos humanos” de los delincuentes que la seguridad de las víctimas, el resultado es el mismo: DEBILIDAD y, por tanto, DELINCUENCIA..

El descontrol que hay en Cataluña, visible para cualquier turista desde el mismo momento en el que sale del aeropuerto, es suficiente para explicar estas cifras y lo mismo cabe decir de la Comunidad Valenciana, regida exactamente por los mismos principios y en donde se dan porcentajes todavía más extremos.

Así mismo, cuanta mayor es la ayuda de la Comunidad Autónoma a los MENAS, más agresivos se muestran, lo que explica igualmente la escalada desde Andalucía hasta Cataluña. O si lo preferimos plantear en términos políticos: cuanto más a la izquierda está una comunidad, más subsidios y ayudas da a la inmigración, menos controles policiales y sociales y los delincuentes surgidos de las bolsas de inmigración, tienden a actuar con más violencia y seguridad.

Pero la situación está llegando al límite. Mapas como estos marcan a fuego a la opinión pública. Y este es el problema del pedrosanchismo y de la Agenda 2030: que la mentira y la ocultación pueden mantenerse por unos años, pero no eternamente y, mucho menos, cuando el problema sigue creciendo y seguirá haciéndolo. ¿Cuánto tardará alguna feminista radical en tronar contra los MENAS? ¿Cuándo algún medio de comunicación de primera línea, falto de lectores y ansioso de anunciantes, por algún motivo castigado sin subsidios, optará por incorporar esta temática-estrella a sus portadas?

El pedrosanchismo hoy es “cuestión liquidada”. Le quedan pocos telediarios y, tras las elecciones andaluzas, en las que se augura un fracaso histórico (que incluso inhibe a los líderes del partido, a los ministros, ministrillos y ministrillas y ministrilles, a participar en la campaña para evitar salir salpicados del fracaso), la caída en picado será inevitable. Luego vendrá Feijóo. Y la pregunta es: ¿mirará a otro lado?, ¿solucionará el problema o simplemente seguirá la misma política que el pedrosanchismo en materia de ocultación? Es lo más probable.

En realidad, el gran enigma de las próximas elecciones andaluzas es el resultado de Vox y los niveles de caída del PSOE. Porque si, Feijóo se obstina en dar la espalda a Vox, es posible que tenga que dar la mano a los restos del PSOE. Y eso supondría seguir con la misma política sobre los MENAS. Entre otras cosas, seguir sin aceptar lo que tan fácilmente se deduce de las infografías: que las zonas de presencia de MENAS y las zonas en donde se dan mas casos de violencia sexual grupal, son superponibles.