Los problemas que arrastra la innegable “islamización
de Europa” son dos: en primer lugar, la pérdida de las tradiciones, los usos y
la historia de la identidad europea. Más Islam equivale a menos Europa. Eso
implica una pérdida de coherencia (religiosa, étnica, cultural, identitaria) de
las naciones europeas. Una nación es viable a largo plazo cuanto más homogénea
y coherente es. El segundo problema es que el islam no es una religión como
cualquier otra: es la única religión, aquí y ahora, en cuyo nombre se mata y se
muere. No es una exageración, ni un “fake antiinmigratorio”: la yihad,
simplemente, es el “sexto pilar del islam”. De la misma forma que el católica
acepta que “Dios es uno y trino”, el islam sostiene que la “umma” (la comunidad
mundial de fieles islámicos) se expande mediante la “guerra”… ¿Quién lo dice?
Mahoma en El Corán. ¿Quién lo predica? Los imanes que adoctrinan en los miles
de mezquitas sembradas en Europa Occidental. Lo que vale para otras religiones,
no vale para el islam: es un punto y aparte y, por eso, ante él hay que adoptar
el “principio de precaución”. Y esto es lo que vamos a intentar demostrar.
Para un europeo leer el Corán significa,
simplemente, llevarse alguna sorpresa y, no tanto por ser el libro de
referencia de los creyentes en el Islam como por lo descarnado y cruel que
destilan algunos fragmentos que, de suelen ser tomados al pie de la letra por
creyentes en esta religión. No se trata, pues, de que este libro pertenezca a
otro tiempo, a otra, a otros horizontes geográficos y a otra tradición que
tiene muy poco o nada que ver con todos los valores que se han compartido en
Europa, sino que una lectura literal del texto desemboca necesariamente una
práctica extremista y peligrosa, como ya se ha visto en los focos de tensión
del mundo árabe, Asia Central y Oriente Medio, y a protagonizar actos de
terrorismo y chispazos de guerra civil en Europa.
Hemos utilizado la traducción del Corán colocada on
line en una página de sincretismos religiosos
–http://www.inmental.net/enindex.html– en la que se encuentran otros muchos
textos de otras religiones. Si hemos elegido esta traducción y no otra es para
que el lector pueda comparar el Corán con otros textos de
grandes religiones.
LA “GUERRA” EL CORÁN
El término “guerra” aparece en el Corán en 15
ocasiones y no como una palabra más, ni como una alegoría, sino como algo
que se recomienda para ser recompensado por Alá. Hacer la guerra en nombre
de Alá, aproxima al “paraíso” (concebido como un lugar de goces sensualistas).
Ser “infiel” implica, por el contrario, a hacerse acreedor de cualquier
castigo: la guerra, el primero de todos. Véase por ejemplo lo que dice el Corán:
“Retribución de quienes hacen la
guerra a Dios y a Su Enviado y se dan a corromper en la tierra: serán
muertos sin piedad, o crucificados, o amputados de manos y pies opuestos, o
desterrados del país. Sufrirán ignominia en la vida de acá y terrible castigo
en la otra. 34. Quedan exceptuados quienes se arrepientan antes de caer en
vuestras manos”. (Sura 5)
O bien este otro fragmento que va en la misma
dirección:
“55. Los seres peores, para Dios, son
los que, habiendo sido infieles en el pasado, se obstinan en su incredulidad.
57. Si, pues, das con ellos en la guerra, que sirva de escarmiento a
los que les siguen. Quizás, así, se dejen amonestar. 59. ¡Que no crean
los infieles que van a escapar! ¡No podrán! 60. ¡Preparad contra ellos
toda la fuerza, toda la caballería que podáis para amedrentar al enemigo de
Dios y vuestro y a otros fuera de ellos, que no conocéis pero que Dios conoce!”
(Sura 8)
Es importante destacar que los
llamamientos a la yihad no van dedicados a los “guerreros”, a
una casta militar en concreto, sino a toda la comunidad de los fieles y
esto de manera muy explícita. Esto explica, por sí mismo, la increíble
facilidad que ha demostrado el Islam “moderado” para deslizarse, brusca y
rápidamente, hacia sus posiciones más extremistas: lo hemos visto en
Irán, en Egipto, en Libia, en Argelia, en Iraq, en Siria, en Marruecos, en
Turquía y lo estamos viendo en estos momentos en Europa Occidental… ¡El
“espíritu” y la “letra” de estos fragmentos del Corán son una
lección de odio para quien se lo toma literalmente…! basta que aparezca un imán
fundamentalista en una mezquita hasta ahora moderada, para que recalque estos
fragmentos, o bien basta que el fiel “moderado” lea el Corán para
que se convierta en un yihadista radical, si quiere gozar de
todas las ventajas y dones que Alá entrega a quienes participan en la yihad.
Nadie pues, en el islam está exento de la obligación de practicar la yihad,
tal como atestigua este fragmento:
“38. ¡Creyentes! ¿Qué os pasa? ¿Por
qué, cuando se os dice: «¡Id a la guerra por la causa de Dios!», permanecéis
clavados en tierra? ¿Preferís la vida de acá a la otra? Y ¿qué es el breve
disfrute de la vida de acá comparado con la otra, sino bien poco...? 39. Si
no vais a la guerra, os infligirá un doloroso castigo. Hará que otro pueblo
os sustituya, sin que podáis causarle ningún daño. Dios es omnipotente.
41. ¡Id a la guerra, tanto si os es fácil como si os es difícil! ¡Luchad
por Dios con vuestra hacienda y vuestras personas! Es mejor para vosotros. Si
supierais... 42. Si se hubiera tratado de una ventaja inmediata o de un viaje
corto, te habrían seguido, pero el objetivo les ha parecido distante. Jurarán
por Dios: «Si hubiéramos podido, os habríamos acompañado a la guerra». Se
pierden a sí mismos. Dios sabe que mienten”. (Sura 9).
El islamista que no acude a la llamada de la yihad,
simplemente, “se pierde a sí mismo”… Más adelante, por si esto no hubiera quedado claro, el Corán insiste
en el mismo orden de ideas:
“81. Los dejados atrás se alegraron de
poder quedarse en casa en contra del Enviado de Dios. Les repugnaba luchar por
Dios con su hacienda y sus personas y decían: «No vayáis a la guerra con este
calor». Di: «El fuego de la gehena es aún más caliente». Si
entendieran... 82. ¡Que rían, pues, un poco! Ya llorarán, y mucho, como
retribución de lo que han cometido”. (Sura 9)
No practicar la yihad, pues,
implica conocer el “fuego de la gehena” (el infierno). Y luego está el odio, la saña, la crueldad
sistemática, recomendada en la Sura 47, completamente alejada de la lucha con
honor y sin odio ni rencor:
“4. Cuando sostengáis, pues,
un encuentro con los infieles, descargad los golpes en el cuello hasta
someterlos. Entonces, atadlos fuertemente”. (Sura 47).
El yihadista recibirá de Alá un
mayor reconocimiento y, sobre todo, más “premios”:
“95. Los creyentes que se quedan en
casa, sin estar impedidos, no son iguales que los que combaten por Dios con su
hacienda y sus personas. Dios ha puesto a los que combaten con su
hacienda y sus personas un grado por encima de los que se quedan en casa. A
todos, sin embargo, ha prometido Dios lo mejor, pero Dios ha distinguido a los
combatientes por encima de quienes se quedan en casa con una magnífica
recompensa” (Sura 4).
Este otro fragmento sentencia que la
muerte es la única “retribución” de los infieles:
“190. Combatid por Dios contra quienes
combatan contra vosotros. 191. Matadles donde deis con ellos, y
expulsadles de donde os hayan expulsado. Tentar es más grave que matar. No
combatáis contra ellos junto a la Mezquita Sagrada, a no ser que os ataquen
allí. Así que, si combaten contra vosotros, matadles: ésa es la
retribución de los infieles”. (Sura 2).
Todo sea, en cualquier caso, por el botín:
“94. Dios ofrece abundantes
ocasiones de obtener botín” (Sura 4)
En realidad, toda la Sura 8 está dedicada a este
tema y se titula, precisamente: El Botín (Al–Anfal), cuyo
primer versículo es explícito:
“1. Te preguntan por el botín.
Di: «El botín pertenece a Dios y al Enviado».”
Y, cómo no, las mujeres infieles son
consideradas en tanto que “botín”:
“50. ¡Profeta! Hemos declarado lícitas
para ti a tus esposas, a las que has dado dote, a las esclavas que Dios te ha
dado como botín de guerra” (Sura 33).
LA ÚNICA RELIGIÓN EN NOMBRE DE LA QUE SE MATA AQUÍ
Y AHORA
No creemos que valga la pena insistir mucho
más. Resulta evidente, por su espíritu y por su letra, que estos
fragmentos hablan por sí mismos y demuestran que no se está aludiendo a
símbolos morales, ni pueden ser entendido por nadie de esa manera: se está
hablando de guerra pura y simple, de botines y de formas de matar, se alude
explícitamente a que el yihadismo es la forma más elevada de
práctica el islamismo, por encima de cualquier otra.
Es evidente que todos los textos sagrados,
escritos en épocas muy distantes a la nuestra, para sociedades primitivas,
cometen los mismos excesos. Encontraríamos, así mismo, frases similares en
el Antiguo Testamento, sin embargo, hay que reconocer que, en
la actualidad, ¡solamente hay una religión, sólo una, que considera
estos versículos como preceptos y que está dispuesto a ponerlos en práctica! Y
lo que es peor: algunos de sus miembros se han deslizado hacia el
fundamentalismo y de ahí al yihadismo ¡y los está poniendo en práctica!
Por otra parte, cabe preguntarse, ¿cuándo hay “guerra
santa” y cuándo no? Respuesta: mientras existan “infieles” existirá la obligatoriedad
de luchar contra ellos a través de la yihad. Pero esto trae un problema
añadido. Por ejemplo, los piratas berberiscos que hostigaron hasta principios
del siglo XIX la navegación en el Mediterráneo y capturaban cristianos para
esclavizarlos y pedir rescate por ellos (especialmente en las costas de Italia
y de España), estaban convencidos de que “practicaban la yihad” y eran tenidos
por las poblaciones del Magreb como tales… mientras que para Europa eran
simples delincuentes en busca de botín y de esclavos. Y esto nos lleva a
nuestro tiempo: la frialdad con la que islamistas cuentan en youtube o en
clips de Instagram de twiter o de tik-tok, cómo roban en Europa Occidental o la
proliferación de acuchillamientos, degüellos y agresiones con arma blanca, contra
ciudadanos europeos, sugieren que no experimentan ningún tipo de sanción
religiosa, ni siquiera de prohibición moral: es más, en muchos casos, dan la
sensación de que están practicando la “yihad”.
Nunca se insistirá suficientemente en este orden
de ideas: a la vista de estos fragmentos, el fiel islamista “moderado”, carece
completamente de argumentaciones cuando el islamista “radical” se los recuerda.
Por eso hemos iniciado esta exposición diciendo:
EL ISLAM NO ES NECESARIAMENTE NI YIHADISMO, NI FUNDAMENTA-LISMO, PERO EL YIHADISMO Y EL FUNDAMENTALISMO SON SIEMPRE DERIVACIONES DEL ISLAM GENERADAS POR UNA ESTRICTA OBSERVANCIA DE SU LETRA. VARIAS RELIGIONES EN SUS TEXTOS SAGRADOS INCLUYEN EXALTACIONES DE LA VIOLENCIA, PERO NINGUNA HOY GENERA TERRORISMO… SALVO LA CONCEPCIÓN FUNDAMENTA-LISTA Y YIHADISTA DEL ISLAM.
- De ahí la necesidad de prevenirse contra esa forma de islamismo.
- De ahí la peligrosidad de convivir con islamistas radicales.
- De ahí la trampa que no entienden los islamófilos: que el Corán premia al yihadismo.
- De ahí la necesidad de que el islam tenga una regulación distinta a otras religiones.
- De ahí que el mismo Corán deba ser considerado como un inaceptable texto de odio religioso.
QUINCE PUNTOS PARA EVITAR LA GUERRA ETNICO-RELIGIOSA EN EUROPA
Los recientes incidentes que han estallado en Inglaterra e Irlanda
desde el 29 de julio confirman en el temor que hemos expresando en este mismo
blog en innumerables ocasiones desde 2005, sobre la sombra de que estalle una
guerra civil en Europa (especialmente en Europa Occidental y en los Países
Nórdicos), guerra que será a la vez étnica, religiosa y social: una guerra por
el control del territorio generada por los contingentes masivos de inmigrantes
procedentes de países musulmanes que aspiran a implantar la ley coránica en
Europa y a incorporar nuestros países a la “umma” (la comunidad islámica).
Reiteramos la necesidad de adoptar un programa de 15 puntos para cerrar el paso a la
islamización de Europa, al yihadismo y al fundamentalismo, y
por una política de prudencia ante la inmigración procedente de países de
mayoría islámica:
1. Adopción de una legislación especial sobre el fundamentalismo islámico: el Islam, en su tendencia fundamentalista y yihadista, ha demostrado ser una religión diferente a cualquier otra, la única creencia religiosa en cuyo nombre se mata y que promete un paraíso sensualista al yihadista muerto, la única religión excluyente ante cualquier otra, no puede aspirar a que se le aplique la misma legislación sobre libertad religiosa vigente para el resto.
2. Exigencia a todos los musulmanes que aspiren a vivir en Europa de un juramento en el que condenen explícitamente a la yihad y la difusión del islam mediante la guerra: todo aquel islamista que pretenda convivir en Europa durante toda la vida o por un período más o menos corto, deberá pronunciarse de manera explícita contra cualquier forma de yihad para obtener visado o permiso de residencia.
3. Prohibición de la difusión del Corán en Europa mientras contenga versículos induciendo a la yihad y a la guerra como vehículo para difundir su religión: el contenido original del Corán no sería un problema si fuera sólo un objeto de estudio antropológico, histórico o cultural, pero en la medida en que es un manifiesto religioso no puede ser difundido en Europa incluyendo llamamientos a la yihad o al odio.
4. Privación de la nacionalidad a los yihadistas: el acto administrativo por el cual se concede la nacionalidad a un inmigrante o a un nacido hijo de inmigrantes, debe ser revocado en el momento en el que existan sospechas de que esa persona apoya el yihadismo. En caso de ser nacido en Europa, deberá ser considerado como miembro de “banda armada” y juzgado.
5. Prohibición del uso público de signos religiosos ajenos o contrarios a nuestra tradición: la cada vez más frecuente exhibición de prendas de contenido religioso, especialmente por parte de las mujeres, debe terminar. Dejando aparte la ilegalidad de cubrirse el rostro, el rechazo se fundamenta en el principio de laicidad de las sociedades europeas y también en el carácter retrógrado de tales prendas.
6. Cierre de las mezquitas en las que haya predicación radical: la inflación de mezquitas y de escuelas coránicas en las que se predica el fundamentalismo debe concluir. No puede tolerarse la prédica del terrorismo bajo la excusa de la “libertad religiosa”.
7. Control sobre los imanes y sobre los profesores de escuelas coránicas: decir que el “islamismo no tiene nada que ver con el terrorismo” implica dejar vía libre, sin el más mínimo control, a la predicación de ideas yihadistas (luego, islamistas) en las mezquitas y en las escuelas coránicas. Es preciso un juramento por parte de los imanes a renunciar a la implantación de la sharia en Europa y, por supuesto a no difundir el “sexto pilar del islam”, la yihad. Es preciso controlar estos centros como es preciso controlar la difusión de infecciones.
8. Limitación de la inmigración procedente de países con mayoría islámica: un país cuando es libre puede elegir qué tipo de inmigración prefiere y procedente de dónde. La experiencia demuestra la conflictividad de los núcleos de inmigrantes procedentes de países islámicos allí donde van. Las políticas de integración -generosas y continuas- han fracasado en todo el mundo y especialmente en el marco de la Union Europea: la limitación de acceso a ciudadanos de esos países debe ser la consecuencia directa, así como la desincentivación de inmigración musulmana y africana en dirección a la UE y un necesario proceso de “remigración” a los países de origen o a países que compartan los mismos horizontes religiosos y culturales.
9. Prohibición del envío de fondos para la extensión de cualquier doctrina religiosa: es preciso que el Estado cierre el flujo de fondos en dos direcciones, de los países islamistas a las comunidades islámicas en territorio europeo y de estas a los yihadistas que operan en los distintos focos de conflicto. Cierre de redes de negocios cuyos beneficios de utilizan en actividades islamistas radicales.
10. Política de defensa de la identidad y de la tradición europea: El Estado no es neutro. Tiene la obligación de defender nuestro patrimonio y nuestra identidad cultural. En España y en toda la UE, la historia demuestra que nuestra identidad se ha forjado frente al Islam y contra el Islam, incluso recientemente. Los valores de Europa son valores opuestos a los defendidos por el fundamentalismo y el yihadismo. El Estado debe defender esta tradición si quiere tener raíces profundas.
11. Cordón sanitario ante los Estados Islámicos en los Balcanes: La política de los EEUU ha permitido la aparición en Europa de entes islámicos (Kósovo, Bosnia, Albania, Macedonia) que forman el “corredor turco de los Balcanes”, zona de tránsito de droga, teatro de bandas de delincuentes y de contaminación yihadista. Esta es la no–Europa y no debe tener lugar en la UE.
12. Política exterior de neutralidad vigilante en Oriente Medio: Nuestro país y la UE deben permanecer neutrales ante el conflicto, instando a las partes a la negociación para resolver los conflictos planteados y tutelando la seguridad de las comunidades cristianas en aquellos países.
13. Retirada de los contingentes militares españoles en países islámicos: Los contingentes militares españoles destacados en los teatros de operaciones de Oriente Medio deben ser repatriados. Nada esencial para nuestra defensa nacional se juega en esos países y la tarea de interposición entre las partes debe de realizarse mediante medios diplomáticos. El único y real foco de tensión internacional para España está en el Sur: en la defensa de Canarias, del Estrecho, de las ciudades de Ceuta y Melilla y de nuestra integridad nacional. Es aquí, en estos teatros, donde debe estar lo mejor de nuestras FFAA.
14. Liquidar la presencia del islamismo fundamentalista en Europa: mientras la amenaza yihadista no sea conjurada en todo el Viejo Continente, resulta imposible considerar al islamismo como una religión entre cualquier otra, por tanto, deben arbitrarse todos los medios para reducir la presencia de islamistas en el continente, en beneficio de otros grupos no conflictivos.
15. Control activo sobre los flujos migratorios: la actuación del yihadismo en Europa es uno de los “daños colaterales” generados por la inmigración masiva y descontrolada, permitida en los últimos 20 años por los gobiernos de la UE. La imposibilidad para integrar a estos flujos, los trastornos generados en el mercado laboral, afirman la necesidad de cortar las políticas de integración en beneficio de las de contención.
Llamamos a todos los partidos patrióticos, a todos
los blogueros, youtubers e influencers conscientes del riesgo y de lo que está
en juego a incorporar estos puntos en el contexto de un programa de contención
y prudencia ante el islamismo radical y la sospecha de yihadismo.
Llamamos a la ciudadanía para que exprese su protesta
ante la ofensiva del islamismo radical y ante la dejadez, las políticas del
avestruz y la islamofilia de los grupos que nos han llevado hasta donde estamos,
especialmente al Partido Popular Europeo y a la izquierda ansiosa por
incorporar los votos de las bolsas de inmigrantes naturalizadas-
Llamamos a la solidaridad con los ciudadanos
anglosajones que, en estos momentos, están defendiendo su derecho a salir a la
calle y no ser acuchillados, como sucedió con las tres niñas de Southport el 29
de julio y como está sucediendo prácticamente a diario en toda Europa
Occidental ante la pasividad de las autoridades preocupadas solo por que no se
extienda el racismo, la xenofobia y el rechazo a la inmigración.
Creemos sinceramente que solamente un programa CLARO
(que no deje dudas sobre lo que es la cultura Europa), RADICAL (que apunte a
las raíces de los problemas), RESPONSABLE (consciente de que cada día estamos
un poco más cerca de la guerra étnico-religiosa) y que MIRE AL FUTURO, puede
EVITAR LA GUERRA CIVIL racial, religiosa y social en Europa Occidental.