Ejerzamos “memoria histórica”. La vida de la Falange
histórica se prolonga desde el 29 de octubre de 1933 hasta el 18 de julio de
1936. Es, por tanto, breve. Sin embargo, existen miles de libros sobre su
historia y sobre la de José Antonio Primo de Rivera. Así pues, ésta debería
conocerse al dedillo. Y, sin embargo, lo que se dispone, en realidad, es de un
anecdotario en el mejor de los casos y en el peor de una serie de ataques
formulados por historiadores que mantienen “prejuicios ideológicos” ante el
movimiento. En cualquier caso, es cierto, que la historia de Falange Española
es vertiginosa y que en apenas en 33 meses se produjeron distintas
orientaciones y bandazos. Hemos dedicado varios volúmenes a estudiar lanaturaleza de estos cambios y a los protagonistas de ese período y hemos intentado
hacerlo desde un punto de vista abierto, evitando todo tipo de trabajo hagiográfico
y procurando entender lo que sentían y lo que pasaba por la cabeza de los que
participaron en aquel intento de traer a nuestro país una nueva fuerza política
inspirada en modelos europeos.
Desde este punto de vista, cualquier detalle resulta
significativo. Y es por eso que nos llamó la atención el último ensayo escrito
por José Antonio pocas semanas antes de ser fusilado: Germánicos contra bereberes. Es significativo, tanto por el
contenido, como por la intencionalidad, como por el momento en el que se
escribió. Puede ser clasificado como una de las muestras que permitirían conocer
al “último José Antonio” y sus meditaciones en prisión. Porque el texto fue
escrito en prisión, cuando la guerra civil ya había comenzado.
Si se desconoce este texto, se desconoce la última evolución
de José Antonio. De ahí la importancia de aquellas páginas. Este ensayo no es
un simple islote, en la misma época, José Antonio escribió otro que igualmente
merece atención y que, frecuentemente, ha sido olvidado por los exégetas del
pensamiento joseantoniano: Aristocracia y
aristofobia.
En las primeras ediciones de las Obras Completas de José
Antonio, estos textos están ausentes. No es por negligencia, sino porque se
conocieron mucho más tarde, cuando la familia de José Antonio, recibió, la
maleta con las pertenencias y los papeles que había tenido en prisión. Entonces
se supo de la existencia de este texto, si bien tardó en ser incorporado a las
Obras Completas. Algunos pusieron en duda, inicialmente, su autenticidad. Hoy
no cabe la menor sombra de dudas de que fue obra del “último José Antonio”.
Hace ahora tres años, escribimos un pequeño ensayo titulado “Germánicoso bereberes. Las meditaciones del último José Antonio” cuyo índice era el
siguiente
- Introducción - pág. 5
- La hipótesis de trabajo - pág.18
- Las tesis de Germánicos contra bereberes - pág.21
- Consideraciones previas - pág.33
- Aristocracia y aristofobia: José Antonio aristocrático y
elitista - pág. 49
- ¿Spengler y la teoría falangista de la historia? - pág. 67
- Berdiaeff y la concepción histórica de José Antonio - pág.
72
- Algunas conclusiones - pág. 81
Después de escribirlo, debemos reconocer que nosotros mismos
fuimos los primeros sorprendidos por las conclusiones a las que habíamos
llegado, que contradecían buena parte de los estudios sobre José Antonio y que,
en cualquier caso, tendían a demostrar la fluidez de sus concepciones y sus
intentos de responder políticamente a las nuevas situaciones.
El estudio fue el resultado de nuestro intento de realizar
una interpretación del movimiento nacional-sindicalista, no en sí mismo, sino en
relación a las distintas corrientes de pensamiento, a los distintos movimientos
afines y dentro de la historia de la Segunda República. Entonces, las
conclusiones a las que llegamos en este ensayo están mucho más claras. Si, en
lugar de eso, nos mantenemos en el terreno hagiográfico o compartimos el “prejuicio
ideológico”, o simplemente, descontextualizamos la historia de Falange Española
de todo lo que le rodeó políticamente, el riesgo es alejarnos de las
concepciones y de las intenciones de sus dirigentes.
Presentamos a continuación, la hipótesis de trabajo con la
que abordamos este ensayo
1) El ensayo titulado Germánicos
contra bereberes es un intento de interpretación étnico–racial de la
historia de España en el que el autor intenta establecer la contradicción
marcada por aportaciones, “germánicas” y “bereberes”, y cómo se manifiestan e influyen
a lo largo de nuestra historia desde el siglo VIII hasta la victoria del Frente
Popular. Intenta cubrir la ausencia de una interpretación falangista de la
historia.
2) En agosto de 1936, un intento de este tipo solamente
podía estar inspirado en un movimiento político que atribuía un papel axial a
la composición étnica del Volk, el pueblo: el nacional–socialismo. Era
frecuente que en la retórica de los grupos de la “derecha radical”, “de la
derecha autoritaria” y del “fascismo español”, se aludiera al término “raza”
(la “raza hispana”, “el genio de la raza”, “nuestra raza”…), en tanto que
recurso ampuloso y grandilocuente, pero nunca nadie había tratado de demostrar
el papel del factor racial en la historia de España. Tal es el intento del
mencionado ensayo.
3) El 16 de agosto de 1936, fecha en la que está firmado el
texto, España vivía la primera fase de la Guerra Civil: habían llegado los
primeros aviones alemanes para apoyar la causa de Franco. En prisión, José
Antonio ya había declarado su interés por las políticas sociales y
anticapitalistas del Tercer Reich. Conocía personalmente a Hitler y a otros
altos dirigentes del movimiento nacional–socialista. Verosímilmente, intentó
adaptar la componente racial que hacía del “fascismo alemán” algo diferente de
la versión italiana, para completar la “teoría de la historia” de la doctrina
nacional–sindicalista cuyo único texto hasta ese momento era El Discurso a las
Juventudes de España de Ramiro Ledesma.
4) El Tercer Reich apoyó a Franco en la Guerra Civil, pero,
políticamente, sus afinidades y simpatías
estaban más próximas a la Falange. Esa sintonía era recíproca. A pesar
de que, por activa y por pasiva, José Antonio y los falangistas repitieran que
“no eran racistas”, lo cierto es que, a medida que aumentaba la importancia del
“fascismo alemán”, los falangistas españoles –algunos de cuyo dirigentes tenían
formación intelectual “germánica” (Ledesma) o habían visto el ascenso del NSDAP
(Redondo)– fueron aproximándose a la versión alemana (en un fenómeno similar al
que sigue todo el fascismo europeo y, finalmente, la propia Italia de Mussolini
a partir de 1937–38).
5) En conclusión, el ensayo Germánicos contra bereberes
tendría como intención:
a) Redondear una “teoría de la historia” para uso del
movimiento nacional–sindicalista,
b) Adaptar una doctrina racial a España y
c) Mejorar las relaciones con el NSDAP y el Tercer Reich a
la vista del apoyo alemán a la causa defendida por José Antonio (la “España
nacional”).
Tal es la hipótesis que intentamos demostrar -y que creemos
haber conseguido demostrar- en esta breve obra.
¿Qué por qué insistimos ahora en ello? Por que uno de los
propósitos de la militancia nacional-sindicalista en el siglo XXI, en buena
lógica, debería ser el conocimiento de su propia historia, a la vista de que
las puertas para realizar una acción política bajo esa sigla y con esos colores
está visible y notoriamente cerrada. No constituye, desde luego, el mejor
planteamiento para ganar amigos en el ambiente falangista actual, pero sí una
verdad difícilmente rebatible.