Quien esto escribe, acaba de
recibir la publicidad electoral de En Comú Podem que agrupa a Barcelona en
Comú, Equo, ICV, EU, Podemos… cada uno de los cuales, es a la vez, una pequeña
coalición de fuerzas que, en la práctica son de izquierdas, en diversos tonos,
desde el verdoso, hasta el rojo fuego, pasando por el rosado. El sobre e
propaganda electoral es el primero que recibo. Dentro hay poca cosa: unos
sobres electorales y unas papeletas de voto. La candidatura no me dice nada.
Absolutamente nada. Ningún nombre me resulta conocido. Intento leer el programa
o algo que me indique de qué van estos de El Comú Pomen. Doy por sentado que se
trata de la traducción catalana de Podemos más una serie de incrustaciones, más
o menos, oportunistas. Equo es poco, EUE son los antiguos estalinistas del PSUC,
los que en su tiempo se llamaron “afganos”, mientras ICV son los antiguos
eurocomunistas que, en pérdida de votos, incorporaron a los “ecologistas” que
parecían –tiempos aquellos- que arrasaban en Europa. De eso hace mucho.
Hoy ese conglomerado no es más
que el rostro de la Colau, la idea de que son “Podemos a la catalana” y poco
más. Y digo poco porque de todo el sobre solamente hay un panfleto del que
menos de un tercio contiene el “programa”. No más de 28 líneas (por una parte
en castellano y por otra en catalán). Resaltan una serie de frases, casi
asépticas. Dicen, por ejemplo: “Gente como tú” (gracias a Odín no se trata de
extraterrestres). Luego, como segundo punto, añaden: “La política al servicio
de la gente” (como debería ser), más tarde “Que la ciudadanía decida” (¿a pesar
de que la educación venga fallando desde hace décadas y “la gente” carece de
espíritu crítico y, muy frecuentemente, es incapaz de discernir?). El punto
siguiente propone: “Expulsar la corrupción y la precariedad”… (algo que todos
proponen, imposible decirle al electorado lo contrario). Y el último punto es
el más curioso: “Ganemos a la abstención”. A mí no me ganarán. Parece que el
enemigo de estos es la abstención. Eso es todo. Nada más. Obviamente, con estos
elementos, nadie con dos dedos de frente, confiaría en quienes no son capaces
de proponer ninguna medida concreta, ni siquiera algo más que unas frases
tópicas.
Pero esto no es lo que me llama
la atención. Lo sorprendente es el redactado de estas pobres y tristes frases:
no se utiliza, como es preceptivo en lengua castellana y como recomienda la
Real Academia de la Lengua, se utiliza el masculino genérico para evitar las
memeces reiterativas de “Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niñas”,
puesto de moda durante el zapaterismo y, al parecer, ya superado por En Comú
Podem.
En efecto, este partido ha
decidido “hacer visible a la mujer” (como si la mujer hoy no fue visible,
incluso debajo de los burkas se intuye que hay una mujer). Y lo ha hecho
cambiando el masculino genérico por… el femenino genérico. Dicen por ejemplo en
el tercio del folletito en cuestión, parte castellana: “queríamos dejar de ser simples espectadoras”, “Sólo nosotras podemos
ganar al PP”, “Estamos preparadas para liderar un gobierno de cambio”, “Ellos
confían en que la abstención lo evite. Nosotras estamos convencidas de que
entre todos y todas, en común, si nos movilizaos ¡ganaremos el cambio!”…
Para esta izquierda-mosaico, lo
que cuenta es la “nueva ideología de género”: feminizar a la sociedad empezando
por el lenguaje. Lo sorprendente no es que en dicha hoja de En Comú Podem,
apenas haya ideas que merezcan ser contrastadas ni tenidas en cuenta, lo que
sorprende es que, además de ese vacío absoluto, existe una deliberada voluntad
de crear, no ya un lenguaje neutro, resaltando aquello que ni siquiera importa
a la inmensa mayoría de las mujeres y que hace sonreír –en ocasiones de
tristeza por el destrozo generado en la educación que confirman síntomas como
éste- sino de destruir el lenguaje (catalán y castellano, por cierto) como
rastro de identidad. Es significativo que en la última frase que hemos citado,
se califique al enemigo como “Ellos” (olvidando que las mujeres en el PP están
bien situadas, pero cuyo género se niega), al tiempo que se retuerce hasta el
límite del buen gusto la frase siguiente con un “Nosotros estamos convencidas de que entre todos y todas”…
No es que sean tontorrones al
adoptar esa “ideología de género femenino”, es que el sistema educativo ha
generado a tontorrones como estos capaces de asumir cualquier estupidez y
fatuidad con tal de que parezca progre…