El “gran hermano”, guardián de
las conciencias del mundo globalizado, ha detectado un hecho inquietante para
él: la “derecha radical identitaria” cada vez está más dirigida por mujeres.
Allí en donde ha tenido lugar algún avance político de esta corriente, siempre
ha habido alguna mujer en puestos de dirección o asumiendo la responsabilidad
total. Lejanos están los tiempos en los que el MSI era la “excepción europea” o
luego, cuando el Front National tomó el relevo. Ahora, a raíz de la crisis
económica de 2007, pero también a causa del desgaste de las formaciones
políticas mayoritarias, por toda Europa han ido apareciendo opciones, más o
menos, clasificables dentro de ese espacio que definimos como “derecha radical
identitaria”.
Frauke Petry es el rostro
femenino que en Alemania ha eclipsado a las dirigentes ecologistas alemanas de
los años 80. Hoy la “alternativa” ya no está en el ecologismo, ni siquiera en
la “nueva izquierda”, sino en la Alternativa por Alemania o en PEGIDA, cuya
responsable estuvo presente en Comarruga en el acto fundaciones de [R]Respeto.
En Austria, Barbara Resenkranz,
del FPÖ, abrió el camino en 2010 al éxito de este partido en las elecciones
presidenciales del domingo 22 de mayo. Rosenkratz, conocida como “Mutterreich”
(Madre del Imperio) y “Kellernazi” (simpatizante nazi en el armario). En cuanto
a Marine Le Pen y su sobrina, no hay mucho que añadir. Su presencia femenina en
el Front, unida a la de algún dirigente gay (Le Figaró del 4 de febrero de 2016 revelaba que las parejas gays
votan con más frecuencia al Front National que a otros partidos) desdicen el
presunto “machismo” de la “derecha radical”. El Partido del Progreso (Fremskrittpartiet,
FrP) en Noruega, que cuenta con una cómoda posición parlamentaria (29
parlamentarios sobre 183), está dirigido también por una mujer, Siv Jensen,
desde 2006. A pesar de que se ha clasificado este partido repetidamente como
miembro de la “derecha radical” se trata de un partido conservador fuertemente
radicalizado. Siv Hensen es llamada “la Tatcher noruega”. Desde 2007 muestra
gran preocupación por la inmigración y la presencia islámica. Algo parecido al
Vlaams Belang, que cuenta entre su equipo dirigente con Anke Van Dermeersch, ex
modelo y Miss Bélgica 1992, sexta clasificada –nunca está de más recordarlo- en
sexto lugar como Miss Universo de ese mismo año. En cuanto a Polonia, el
Partido Ley y Justicia está dirigido por Beata María Kusińska Szydlo (Beata es nombre, no condición), actualmente primera
ministra de Polonia. De haber vivido en España durante la transición,
seguramente el partido que más se hubiera adaptado a sus convicciones (aunque
no a su estética) nacional-católicas hubiera sido Fuerza Nueva. Euroescéptica,
católica, devota de la familia y del apoyo a las clases más desfavorecidas,
tales son las impostaciones políticas de la Beata Szydlo.
Este tipo de fotos proliferarán en las próximas
semanas: tienen su patetismo y su fuerza expresiva. Cada cual puede ver en
ellas lo que desee: para muchos, la foto de Maria Teresa Asplund (la negra de
Suecia, puño en alto) lo que mostró fue a una “sueca muy poco sueca” provocando
a suecos. No todas las ocasiones en las que se ha reutuiteado la foto ha sido
precisamente para elogiar la actitud provocativa de la pelada, sino para
elogiar la actitud serena, pulcra, indiferente y decidida de los manifestantes.
En cuanto a la foto de Zakia Belkhiri, destaca su expresión cínica como
diciendo “aquí soy más reina que en mi país”, mientras que en el segundo plano,
un grupo de gente de todas las edades, sonríe mostrando pancarta y carteles
elocuentes: “no a la islamización de Europa” y no hay término medio: o a favor
del multiculturalismo y por la islamicación de europa o a favor de las
identidades nacionales y contra la inmigración masiva y la islamicación.
LA OPOSICION A LA EUROPA IDENTITARIA: INMIGRANTES Y MUJERES
Con la presencia de mujeres dirigiendo las formaciones de la
“derecha radical identitaria”, la izquierda (y el progresismo en general)ya no
puede alegar “machismo” a las acusaciones habituales contra este sector
político (xenofobia y racismo). Para contrarrestar la presencia femenina y popularizar
las oleadas de inmigración (siempre necesarias para hacer “competitiva” la
economía europea, bajando el precio de la mano de obra) la foto de un talibán o
de un rifeño barbudo con pinta de yihadista, no serían, desde luego la mejor
promoción. De ahí que en las últimas semanas y a raíz de la foto de una mujer
de raza negra, con el cráneo rasurado, puño en algo, haciendo frente a una
manifestación de identitarios suecos, a la vista de que fue retuiteado en miles
de ocasiones, ha animado a los centros de acción psicológica multiculturales a
ir por ese camino. Ahora es en Bélgica donde la joven musulmana, Zakia Belkhiri
se hace un selfie ante una manifestación del Vlaams Belang contraria a la
islamización de su tierra.