Info|krisis.- La pérdida de 2.000.000 de votos
por parte del PP, la pérdida de 800.000 votos por el PSOE. La subida de que las
candidaturas ligadas a Podemos y a Ciudadanos, pero no tanto como ellos
deseaban y esperaban. La derecha no se ha derrumbado, ha reaparecido el centro
y la izquierda se ha fracturado. Los distintos partidos van a tener que pactar
y antes de llegar a las elecciones generales de otoño se verá cuáles son las
preferencias y cómo reaccionan los electores de cada opción. Porque lo que ha
demostrado estas elecciones y los meses previos es que las nuevas opciones
tienen un alto grado de volatilidad en sus votos. Inestabilidad y fin del
bipartidismo, tal podría ser el paradigma interpretativo de las elecciones
municipales de 2015.
El contexto: unas elecciones al final de la crisis
Estas elecciones se han convocado
en un momento en el que, no solamente el PP sino también los indicativos
macroeconómicos, afirman que se ha llegado al fin de la crisis y se vuelven a
oír cantinelas hace tiempo olvidadas del género de “España crece más que ningún
otro país europeo”. Efectivamente, ha terminado la crisis… para las grandes
fortunas y porque a lo largo de los siete años que se han sucedido desde el
2008, la caída en picado de los precios de la vivienda ha generado una
reactivación de las ventas de inmuebles… comprados por grandes inversores, fondos
de alto riesgo y empresas interesadas en disminuir su cuenta de beneficios.
Pero, a pesar de haberse relajado la cerrazón de la banca a conceder créditos,
las viviendas compradas por ciudadanos de a pie siguen a mínimos.