Infokrisis.- Salvo en lo que se refiere a la Plataforma per Catalunya, el resultado de las candidaturas identitarias ha sido pobre o muy pobre, con excepción del que quizás sea el éxito más espectacular de estas elecciones porque se produce en el centro, en la segunda ciudad de la Comunidad de Madrid: Alcalá de Henares donde ha logrado entrar en el consistorio un candidato de E2000.
En el momento de escribir estas líneas, las presiones sobre Zapatero son extraordinarias (y no sólo por parte de la oposición, sino desde el interior de su propio partido y especialmente desde los “mercados” que han castigado a la deuda española con una prima de riesgo de 260 puntos que está en trance a lo largo de esta semana de batir récords históricos) para que convoque elecciones anticipadas.
Así pues, el problema que se abre ahora para el área identitaria es cómo concurrir a estas elecciones que están a la vuelta de la esquina, en el mejor de los casos a 5 meses vista y en el peor en un plazo de 10 meses.
A esto se une la modificación de la ley electoral que hace que para presentarse a unos comicios a partir de ahora sea preciso presentar el 0’1% de firmas de esa circunscripción electoral. Los tiempos en los que una candidatura irrelevante podía presentar candidatos en 49 ó 50 provincias, ya han pasado. Examinando el conjunto de resultados obtenidos por los grupos identitarios y las fuerzas afines, se percibe que, como máximo, solamente un par de opciones están en condiciones de presentar candidatos en apenas 4 provincias, no teniendo el resto la más remota posibilidad de conseguir los avales suficientes en el plazo requerido por la nueva reforma de la ley electoral.
Todo esto obliga a reflexionar e incluso a trasladar estas reflexiones a otros partidos hermanos del ámbito europeo.