Hoy es el primer día laborable en Cataluña. Me levanto, pongo la tele, por casualidad veo el primer informativo de Tele 5. En cadena, la locutora menciona una serie de casos de violación que se han cometido estos días y que se van a juzgar hoy. Realmente estremecedor. Hay delitos contra los que no se puede ser débil, y no hace falta ser feminista radical para exigir que caiga el máximo peso de la ley sobre los violadores. El problema es que no terminamos de entender qué es lo que está pasando y porqué hoy se están produciendo muchas más violaciones que hace solamente 40 años. Cuando no existe un diagnóstico correcto, resulta imposible solucionar un problema. Vaya por delante que, no tengo absolutamente la menor duda de que, ese aumento de violaciones se debe a dos fenómenos: pornografía gratuita al alcance de todos e inmigración descontrolada.
1.
PORNOGRAFÍA AL ALCANCE DE TODOS
Cualquier
restricción a la “libertad de expresión” queda condenado en nuestro sistema de
pensamiento, sometido a reflejos y estímulos irracionales. La idea no es mala,
salvo por el hecho de que determinados ejercicios de esa “libertad de
expresión” generan fenómenos indeseables. En el terreno de la sexualidad,
entre otros. Vale la pena denunciar por qué estamos en el “período dorado” de
la pornografía:
- antes era necesario pagar para tener acceso a algún medio pornográfico, hoy la pornografía es gratuita y ni siquiera se entiende cómo alguien puede considerarla negocio.
- la pornografía está al alcance de todas las edades y tiende a modelas los gustos: cada tendencia, cada parafilia, tiene su lugar en internet y cada ciudadano puede consumirla sin límites.
- ni siquiera hace falta tratar de demostrar cierta sofisticación cultural recurriendo a publicaciones que, antaño (Play-Boy, Lui, etc.), alternaban artículos y entrevistas de “alto calado cultural” con “erotismo”. Estas barreras hace tiempo que han desaparecido, abolidas por una pornografía excepcionalmente agresiva.
Esto no había
ocurrido antes en la historia y choca con la realidad social de nuestros días: una
sociedad “normal” recurriría al sexo para obtener placer, pero no se escudaría
en el sexo y en la libertad de expresión para justificar el derecho de
cualquiera pornógrafo a difundir sus “productos” a una sociedad que es,
cualquier cosa, menos “normal”. Basta mirar a nuestro alrededor para ver
que la pornografía ocupa un espacio en el cerebro de las jóvenes generaciones
que antes era ocupado por otros intereses mucha menos “peligrosos”.
Porque, la pornografía,
como la droga, como cualquier otra obsesión o adicción son “peligrosos” al ser
adoptados por personas inmaduras, en fase formación o, simplemente, sin
experiencia, ni en la vida ni en la sexualidad. La “peligrosidad” de la
pornografía es Internet viene a partir de dos hechos:
- Tiende a crear una sexualidad imaginaria que no tiene nada que ver con la sexualidad real, ni con las posibilidades reales de practicarla.
- Tiende a crear fantasmas obsesivos que se convierten en fuentes de frustración y “represión”, al no poder realizarlos en la práctica.
- Tienden a absorber energía sexual en fantasías y a restarla de las posibilidades sexuales reales, y lo que es peor, al convertirse en adicciones, como cualquier droga, precisan cada vez más de mayores dosis.
Esto explica,
por sí mismo, que exista un aumento de las violaciones, de las prácticas
sexuales desagradables para alguna de las partes o de las fantasías sin cuya
realización no se consigue llegar al orgasmo.
La
pornografía es uno de los factores -no el único, pero sí uno de los más
relevantes- que explican la contradicción entre una sociedad que, nunca como
ahora, ha sido tan libre y desinhibida en materia sexual, pero nunca como
ahora, han existido tantas disfunciones y problemas que hacen de oro a psiquiatras,
psicólogos, sexólogos y laboratorios farmacéuticos.
Entre otras
cosas explica también el aumento de violaciones y el que sean protagonizadas
por individuos inmaduros mentalmente, primitivos y sin capacidad de
discernimiento… pero, eso sí, “libres”, porque, en la anormalidad normal de
nuestra época se confunde -y el Julius Evola el que lo recuerda en su genial Metafísica
del Sexo- que una cosa es la “libertad en el sexo” y otra la “libertad
del sexo”. Como cualquier instinto natural, el sexo es algo que debe ser
modulado por valores que están “más allá del sexo”. Eso, o de lo contrario, se
tienen individuos “libres” en teoría, pero que, en la práctica, están
tiranizados por impulsos sexuales y, a su vez, estos, multiplicados en
intensidad por las obsesiones pornográficas.
2.
INMIGRACIÓN MASIVA
No nos
engañemos, ni tratemos de engañar, ni siquiera utilizando como argumento el
tratar de evitar “xenofobia y racismo”. El segundo motivo por el que se ha
producido un aumento en el número de violaciones es por la llegada masiva de
inmigración descontrolada (no solamente a España, sino a toda Europa: porque el
fenómeno de las violaciones es europeo), en algunos de cuyos sectores se dan tres
características:
- bajo o muy bajo nivel cultural, lo que implica escasa capacidad de adaptación.
- proceden en buena medida de horizontes culturales en los que la mujer es despreciada, considerada como un objeto o simplemente relegada a un plano muy secundario.
- han protagonizado delitos menores comprobando la debilidad de nuestro sistema judicial y llegando al a conclusión de que, aquí, “todo está permitido” y todo sale gratis. Especialmente, los “menores no acompañados” que, por lo demás, además de los problemas de adaptación, de inmadurez, de consumo de pornografía y de drogas, han protagonizado una parte absolutamente desproporcionada en relación a su número, de episodios de violaciones grupales.
Obviamente, los
medios de comunicación, las ONGs, el feminismo, inevitablemente vinculado a
forma de progresismo, los gobiernos, los medios de comunicación, tratan de
evitar, por todos los medios reconocer que aquí hay un problema que, de ser
puesto a la luz, redundaría en lo que hoy se consideran lacras como la “xenofobia
y el racismo”. Pero hay están los datos día a día.
Conocemos, los
rostros, las vidas, los nombres y las situaciones penales de la “manada” que
abusó de una chica en las fiestas de San Fermín de 2016. Incluso el asunto
tiene su página en Wikipedia. Eran todos españoles, nacidos en España.
Condenables, por supuesto y no vamos a ser nosotros los que objetemos que se
hayan publicado nombres, fotos y situaciones personales y que hayan sido
condenados a 15 años de prisión.
Lo que juzgamos
inadmisible es que, en otros casos de violación, iguales o, incluso, mucho más
espeluznantes, se oculten deliberadamente los nombres que, por sí mismos, evidenciarían
su origen étnico o nacional. Y esto, lo sabemos todos, se hace desde 1996,
sistemáticamente. Incluso podría aceptarse que esta ocultación fuera para
evitar aumento del “racismo y de la xenofobia”, pero lo que ya no puede
aceptarse es que se cree la sensación de que “sólo los españoles, con apellidos
españoles, violan” (y lo mismo podría decirse sobre la violencia doméstica).
Hoy mismo
comienza el juicio contra tres jóvenes por la violación de una chica en
Sabadell. Resultaron detenidas 9 personas, el principal acusado, por
supuesto, está en paradero desconocido. Al final solamente serán juzgados 4,
todos ellos, marroquíes y en situación ilegal.
Hoy mismo, en
Madrid han resultado detenidos 13 hombres por violación de una adolescente de
16 años que, en total fue atacado por “al menos 18 hombres” que, para colmo, lo
grabaron en móvil. Dice la noticia de “Público”, digital de izquierdas y de
los más preocupados por los temas de “xenofobia y racismo”: “Entre los nueve mayores
de edad hay seis marroquíes, un dominicano y dos españoles. Los cuatro menores
son marroquíes. Uno venezolano y uno español”… nos gustaría saber los nombres
de los “españoles” porque estamos seguros de que se trata de nacionalizados,
como ya ha ocurrido en varias ocasiones en los que se alardea de la “nacionalidad
española” de tal o cual delincuente, eludiendo decir que se trata de una “nacionalidad
recién estrenada”.
En Francia, vale
la pena recordarlo, desde hace 20 años, la violación de mujeres rubias se ha
convertido en algo habitual. ¿Los protagonistas? Las estadísticas parecen
sugerir que existe una desproporción extrema de violadores de origen argelino.
¿A qué se debe? El fallecido Guillaume Faye explicaba en varios de sus libros
que la mujer rubia es el sinónimo de lo “inalcanzable” en el imaginario de
algunos pueblos. “Poseer”, aunque sea por la fuerza a una mujer rubia es el
signo que algunos primitivos instalados entre nosotros consideran como el mayor
“símbolo de poder”.
LOS GOBIERNOS
AVESTRUZ
Negarse a
reconocer las realidades implica no estar en condiciones de afrontar los
problemas con garantías de éxito. Los gobiernos españoles, desde Aznar, llevan
haciéndolo, por lo que no es extraño que el problema de la pornografía y de los
efectos indeseables de la inmigración masiva, vayan aumentando. Es un
problema europeo, que en España se agrava a causa de la lasitud de nuestro
sistema judicial y de la falta de iniciativa cívica.
Y, sin embargo,
el problema es fácil de resolver:
- En primer lugar, poniendo coto a la pornografía en la red. A estas alturas, con un sistema educativo destrozado, parece demasiado evidente que la “educación sexual” no ha servido absolutamente para nada y los efectos positivos que pudiera aportar, han quedado absolutamente aplastados por la oleada de pornografía. Mientras esto no se convierta en una exigencia social, no se logrará atenuar, ni siquiera mínimamente, el problema de las violaciones grupales.
- ¿Cómo se “pone coto a la pornografía”? Es simple y hace falta decirlo en voz bien alta: una cosa es el derecho a la libertad de expresión y otra el derecho a difundir contenidos sexuales alimentando adicciones, paranoias y neurosis de matriz sexual. De la misma forma que se cierran webs que difunden series de TV de manera ilegal, a través de programas P2P, también pueden prohibirse (no hay que tener miedo a las palabras) páginas porno.
- En segundo lugar, poniendo límites a la inmigración ilegal: aquí se viene a respetar leyes, normas y tradiciones, no ha delinquir. Ni siquiera tienen derecho a delinquir los MENAS “tutelados”. ¿Delinques? Cumples condena y se te deporta a tu país con prohibición de volver al territorio de la UE.
- Los medios tienen la OBLIGACIÓN de aportar todos los datos que exige el tratamiento periodístico de cualquier noticia (quién, qué, cómo, cuando, por qué). Lejos de excitar xenofobia y racismo, lo que se facilitará es una visión muy clara de quién delinque y de cómo resolver la cuestión. Y si se trata de grupos de origen extranjero, facilitará el que ellos mismos se cuiden, para mantener su prestigio, de controlar a sus propios co-nacionales cuyas acciones puedan estimular el racismo y la xenofobia.
Pero, no nos
engañemos: nada de todo esto está al alcance de un gobierno, ni de izquierdas,
ni de derechas (ha gobernado Rajoy, ha gobernado Aznar, ha gobernado el PP en
comunidades autónomas y no han hecho ABSOLUTAMENTE NADA por resolver esta
cuestión). Quien proponga medidas para acabar radicalmente con estos problemas
será marginado por el resto de partidos. Eso es lo que ocurre en Europa y esto
también empieza a ocurrir aquí.
Mientras, los
medios seguirán lamentando violaciones, enmascarando hasta el límite de lo
posible el origen de los violadores y el “legislador” se contente con realizar
cambios (los que ahora propone ese engendro llamado “Ministerio de Igualdad”)
legislativos cosméticos y minúsculos para que un piropo sea considerado al
mismo nivel que una violación grupal.
La sociedad ha enloquecido, de eso podéis estar bien seguros.