¿ Ciudadanos no tiene
nada mejor que recurrir a Manuel Valls para enfrentarlo a Maragall en las
próximas elecciones municipales? Pues no, parece que no. Además, el hecho
de que sea nacido en Barcelona (aunque no con presencia, participación y
conocimiento de lo que ocurre en la Ciudad y de su actual nivel de degradación),
parece menos importante que el que haya sido ministro de interior en Francia
(de 2012 a 2014) y primer ministro de aquel país (de 2014 a 2016). ¿Quién es Manuel Valls? ¿De que va por la
vida desde que se afilió en 1980 al Partido Socialista de Francia y se situó
del lado de los más “pragmáticos” (¿o cabría decir de los más oportunistas?).
Vamos a iniciar una serie de artículos sobre tan curioso personaje. Alguien
preguntará: ¿cómo diablos se ha logrado postular como alcaldable un tipo que
apenas ha vivido en Barcelona? Respuesta: en buena medida por su militancia
masónica. Así que será bueno empezar por ahí.
UN HISTORIAL MASÓNICO
INCUESTIONABLE
En 1989, Manuel Valls, después de casi nueve años de militancia
socialista, cuando ya es consejero regional de Isla de Francia (lo será desde
1986 hasta 2002) y es concejal por Argenteuil, se afilia a la masonería, concretamente a la logia Ni Maîtres, ni Dieux. El tránsito de Valls por esta logia es su
gran secreto. Pero no hay ni duda de él y muestra su mejor rostro oportunista.
No es que se le pueda acusar de “conspiradores
judeo-masónIco-bolchevique” ni demás zarandajas: cuando alguien con el
historial de Valls, cuando se afilia a
la masonería, no lo duden, es que pretende encontrar atajos y apoyos para
escalar.
El periplo masónico
de Valls en el Gran Oriente de Francia se prolongó desde 1989 hasta 2005.
Cuando sentó sus posaderas en una poltrona en la Asamblea Nacional y comprobó
que su situación era sólida e inconmovible se dio de baja. ¿Las fuentes? Sin ir
más lejos el semanario L’Express, que titulaba en portada a
toda plana: “Un franc-maçon nommé Valls”
con el subtítlo “L’étonnant parcours d’un
“frère” pas comme les autres dans la loge Ni Maitres ni dieux” (Un
masón llamado Valls – El sorprendente recorrido de un “hermano” diferente a los
demás en la logia “Ni amos, ni dioses”).
Lo primero de lo que se sorprendía el semanario era que
Valls, desde que se convirtió en ministro del interior, jamás aludiera a ese
tránsito por las logias y que en su biografía oficial y en los datos de su currículo,
no apareciera el nombre de su “logia madre”. Hay abundante documentación sobre
esta logia. Como se sabe, el Gran
Oriente de Francia (GOF) forma parte de la masonería republicana, laica,
liberal, progresista y agnóstica, a diferencia de la Gran Logia de Inglaterra,
con conservadora, ritualista, y deísta. Pero, dentro del GOF, la logia “Ni amos,
ni dioses” estaba considerada como una logia a la que iban a parar -siempre
según L’Express- “alborotadores, rebeldes, libertarios, anarquistas, socialistas
autogestionarios o comunistas”… lo que contrasta con el “look” que
adoptó Valls durante su estancia como ministro del interior y como primer
ministro de Francia: encarnación del liberalismo social fanático de la
seguridad.
LA LEYENDA DE ALAIN
BAUER
La leyenda afirma que fue Alain Bauer quien lo introdujo en
la masonería. Y, en efecto, en este personaje se une el que tenía una larga
amistad con Valls, y que era masón. Bauer alternaba sus trabajos sobre
criminología (muy contestado por la validez científica de sus trabajos) con su
estudios sobre la masonería (en tanto que masón) y fue consultor en materias de
seguridad y terrorismo para Sarkozy. Bauer, cuyos padres eran judíos
originarios de Europa del Este, llegó a París a los 15 años y se afilió al
Partido Socialista. Desde 1980 entabló amistad con Valls y ambos se sumaron a
la tendencia de Michel Rocard en contraposición al dogmatismo socialista de
Mitterand. Se ha visto implicado en distintos escándalos judiciales.
Bauer había entrado en la masonería en 1981 y hay que
reconocer que en pocos años escaló hasta la cúpula de la orden convirtiéndose en
“consejero de la Orden” y adjunto de Philippe Guglielmi, Gran Maestre del GOF, entre
1996 y 1999 y miembro también del Partido Socialista. Curiosamente, Buer
dimitió también de la masonería el mismo año en que Valls entró en “letargo”. Bauer
reconoció en una entrevista al diario Corse-matin
que “La
masonería siempre ha sido una caja de herramientas de la República”,
completando esta información con otra extraída en otra entrevista, esta vez
emitida de televisión el 19 de febrero de 2011 en el curso del programa Ce Soir (ou jamais!) consagrado a la
masonería: “La masonería es, de alguna manera, la iglesia de la República”.
JEAN PIERRE ANTEBI,
EL AVALISTA MASÓNICO DE VALLS
Sin embargo, L’Express
disocia a Bauer de la entrada de Valls en la masonería. En efecto, Bauer
declaró que hasta 1995 no había hablado con él sobre esta asociación y que
ignoraba que perteneciera a ella. Es posible. Lo que parece confirmado es que
el “avalista” de Valls en la logia “Ni amos, ni dioses” fue otro personaje curioso:
Jean-Pierre Antebi, oficial de esta logia y tesorero de la Ligue Internationale
contre le Racisme et l’Anhtisemitismo, una veterana organización del lobby
pro-inmigracionista y que también ocupó un alto cargo en el GOF.
Antebi era también miembro del Partido Socialista y adscrito
a la corriente de Rocard. Ambos se conocieron gracias a Yves Colmou que llegó a
ser uno de los consejeros más próximos a la presidencia del gobierno.
¿Y que hay de la logia? Se sabe que ella que recibió la
patente el 10 de abril de 1986 en París. En el documento fundacional -publicado
también por L’Express en otro
artículo- puede leerse:
- "Cualquier poder, incluso si es el que contiene con más firmeza un ideal de igualdad, corre el riesgo de no frenar o encontrar un contrapeso y convertirse en sepulturero del ideal. El hombre sin amos no alberga ilusiones sobre los poderes liberadores, la igualdad no puede ser hija de la autoridad. Pero también sabe que negar un solo poder es dar a otros poderes la oportunidad de ocupar su lugar (…) El hombre sin dioses reconoce como valores sólo aquellos forjados por el Hombre y para Hombre. Pero también sabe que, si nada es eterno o sagrado, la necesidad de lo sagrado y el cuestionamiento metafísico son dos componentes de la aventura humana. Proclama que cualquier paso nuevo en la explicación de todos los fenómenos humanos solo puede ser realizado por hombres libres, dispuestos a incluir sus propias creencias y valores en el campo del conocimiento (…) El hombre sin amos ni dioses, está dispuestos para cuestionarse cualquier cosa y debe poner sus energías al servicio de la construcción de utopías que aseguren el progreso social de la humanidad. [...] Enfocado resueltamente en el futuro del Hombre, confiado en su libertad creativa, la Francmasonería progresista, fiel a sus principios, debe ser uno de los lugares privilegiados donde se elaboran las nuevas utopías constructivas que fertilizarán las futuras sociedades. Imaginativo y libre de todo prejuicio, el masón, sin maestros ni dioses, debe integrar, incluso en sus sueños más salvajes, las limitaciones de la competencia y las exigencias de la razón que se imponen a cada constructor”.
La pregunta del millón es: ¿creía Valls en todo este
planteamiento que casi parece un eco de los positivistas con olor a naftalina
del siglo XIX? ¿O se trató solamente de un trance más, necesario para su
escalada en la política francesa? Por que hoy se acepta en Francia que, fuera
como fuese, la militancia masónica supuso un “acelerador” en la carrera
política de Valls.
Vale la pena también recordar que cuando el semanario L’Express elaboró su dossier sobre la
militancia masónica de Valls, le pidió una entrevista sobre el tema… a lo que
se negó.
EL HISTORIAL MASÓNICO
DE VALLS
Valls permanecerá durante seis años y medio en esta logia y
luego, a finales de 1995 dimitirá alegando que la asistencia a dos “tenidas”
mensuales no era compatible con sus demás obligaciones políticas. Pero no “entra
en letargo” sino que pide -ahora sí- a Bauer, la transferencia a la Logia L’Infini maçonique en la que discurrirá
el resto de su historial masónico.
Resulta indudable es que quince años dentro de la masonería para
un hombre de 56 años, es decir, de los 27 años 43 años, supone permanecer en
los años de madurez intelectual absorbiendo el ideario y las prácticas
masónicas.
El nombre de la logia “Ni amos, ni dioses” derivaba de la
consigna dada por el carbonario, socialista utópico y masón, Luis-Auguste
Blanqui en 1880. Originariamente la consigna era “Ni Dios, ni Amo”, pero al constituirse la logia de Valls y Antebi,
se aplicó el plural y las minúsculas para evitar que la referencia a Blanqui
fuera demasiado directa y explícita. La logia se llenó de personajes con ideas,
no de izquierdas, sino de extrema-izquierda utópica y autogestionaria. Era la
típica logia que existe en toda obediencia masónica, a la que van a parar, no
solamente, los más radicales, sino también los más revoltosos y que peor se
adaptan a los rituales y a la vida masónica, cuestionando prácticas y rituales
alegando que no responden a los principios de la logia.
Se conoce incluso la fecha en la que Valls “recibió la luz”
masónica: el miércoles 26 de abril de 1989 cuando era consejero de Michel
Rocard, primer ministro, en la rue Cadet, sede de la GOF. Su “avalista”, Antebi
comentó: “He realizado una buena
captación”, “Este muchacho llegará lejos”… Desde entonces, todos los segundos
y cuartos miércoles de cada mes a las 20:30 horas, Valls dará la “palabra de
paso” y entrará en la logia para las tenidas provisto de su mandil y de sus
guantes blancos.
Pero la logia “Ni amos, ni dioses”, era demasiado turbulenta
para él y en 1995, de la mano de Bauer transfiere su expediente a “L’Infini
maçonique” de la misma obediencia. Bauer, a todo esto, era padrino del segundo
hizo de Valls, Ugo, y era el Gran Maestre de este taller masónico. Se trata de
una logia más estable, serena y tranquila que la precedente que se reúne los
segundos y cuartos jueves de cada mes a las 18:30. Es ahí donde alcanza el
grado de “maestro masón”, el tercero de la orden y le abre la posibilidad de asumir
mayores responsabilidades, o como se dice en masonería, “aumentar el salario”. Le
van bien las cosas, porque en 1997, Valls pasa a ser consejero de comunicación
de Lionel Jospin, jefe del gobierno.
EVRY: NAVEGANDO ENTRE
MASONES E ISLAMISTAS
A partir de 2001, su actividad masónica va disminuyendo. Se
ha convertido en alcalde de Evry. Aún tardará cuatro años más en presentar su
petición de pasar a “durmiente”. Lo hará en 2005. Al parecer desde hacía dos
años no acudía a las tenidas de L’Infini
maçonique. Lo importante de este período es que, si pudo ser alcalde de
esta ciudad, fue gracias a la masonería.
En efecto, el anterior alcalde de la ciudad, Jaques Guyard,
era también miembro del Gran Oriente de Francia. En “Ni amos, ni dioses”, gracias a Antebi, había asumido que todas las
religiones son igualmente falsas, pero si se trataba de promocionar alguna, era
necesario que fuera la de los recién llegados: el Islam. Basó su campaña para
la alcaldía de Evry en el original y consabido tema del Islam fuera tratado con
la consideración debida a cualquier otra religión, para lo cual insistió en la
reforma de la ley de 1905.
Y luego, claro está, predicó, ya una vez como alcalde, la
laicidad. Tras aparecer como defensor de los derechos del islam en período
electoral, no tuvo el menor inconveniente en pedir a los almacenes Franprix que
volvieran a colocar productos de cerco y alcohol en las estanterías. También
acudió en defensa de una guardería que había despedido a una empleada con el
velo islámico. ¿Por patriotismo? Más bien en nombre de la laicidad asumida en
la masonería.
A pesar de haber entrado en “letargo” en 2005, Valls siguió
ayudando y apoyando a la masonería. Em 2014, hace dos días como quien dice,
cuando todavía era ministro del Interior, Valls ofreció a la masonería una “ceremonia
de saludo” en el Hôtel de Beauvau a la masonería, exhortándoles a combatir a
los extremismos… especialmente al Front National. Asistieron, como mínimo, tres
grandes maestres del GOF (Guglielmi, Bauer, y Jean Michel Quillardet) . En esta
ocasión, además de los miembros del GOF estuvieron también presentes elementos
de la Gran Logia Nacional Francesa y de otras dos obediencias masónicas. Entre
ellos había 35 masones procedentes del Ministerio del Inferior que dirigía en
ese momento. Es sólo un ejemplo, porque en aquel período, también llamó a
algunos de los antiguos miembros de la “maison Cadet” (sede del GOF) para que
ocuparan altos cargos en su administración.
EL HOMBRE DE
CIUDADANOS EN BARCELONA
¿Por qué candidato para
la alcaldía de Barcelona? Respuesta: porque es la ciudad de España en la que la
presencia masónica, desde el inicio de la democracia, ha sido más consistente.
No es por casualidad que fue en Barcelona en donde 12 años
después de las Olimpiadas tuvo lugar el Foro Internacional de las Culturas,
cuyo pabellón central -todavía existente- tiene forma triangular, alternando en
su fachada la piedra sin desbastar propia del grado de Aprendiz y las
superficies pulidas a espejo, propia del grado de Maestro.
Si hay una ciudad en la que un tipo con el historial
masónico de Valls pudiera postularse como Alcalde es, desde luego, en Barcelona.
¿Y por qué Ciudadanos?
El partido, promovido, inicialmente desde los ambientes de La Caixa, para
contrarrestar la ofensiva independentista tuvo en esta temática solamente su
excusa y razón suficiente para existir. Pero, luego, tras el despegue en Cataluña,
algunos consideraron que recuperar el viejo “centrismo” podía ser una buena
alternativa, los oportunistas de todos los colores acudieron en masa a este
partido que es hoy: en Cataluña anti-independentismo y en su conjunto
oportunismo… justo el estilo que ha caracterizado siempre la carrera política
de Manuel Valls.