Me quejo de que en Ceuta y Melilla exista una valla que no sirve absolutamente para nada. Me quejo de que desde hace quince años, se hayan colado por aquella frontera miles y miles de africanos. Me quejo de que la inmensa mayoría de esos africanos los estamos manteniendo usted y yo a la vista de la situación del mercado laboral en España y de la capacitación laboral de estos recién llegados. Me quejo de que, no ya las mafias de la inmigración, sino hasta incluso el africano perdido en una altea de Ruanda-Burundi o de Zimbawe, detecta cuando el Estado Español es más débil y decide que es el momento para pasar con más facilidad al mundo de los subsidios y de las subvenciones. Me quejo de que nadie diga nada y de los que digan algo, incluso suelan decirlo sin decisión, con la boca pequeña y preocupados por que no les tachen de fachas. Me quejo de que la sociedad española ha perdido cualquier reflejo de autodefensa, está sometida a una invasión por parte de tribus hostiles llegadas de África y me quejo, a fin de cuentas, de que, a la vista de lo sucedido ayer en la valle de Ceuta, nadie con dos dedos de frente, pueda dudar de que estamos siendo sometidos a una INVASIÓN SALVAJE.
Parece que se han quitado las concertinas de la valla, para facilitar mejor el tránsito (y, digo, yo, porqué no se quita de una vez por todas la valla, se sustituye a los Guardias Civiles por acomodadores y, en lugar de centros de acogida, se les dispone en cómodas suits de cinco estrellas, ya no viene de una estupidez más o menos…). Esta vez han pasado 600 y la estancia de estos 600 nuevos beneficiarios de vivienda gratis, subsidio mensual, vales de alimentación, vestimenta gratis y tránsito en jet a la península, ha costado heridas a 22 Guardias Civiles. A fin de cuentas, dirán desde el Ministerio del Interior, “para eso se les paga”.
PUES BIEN, NO, UNA Y MIL VECES NO: a la Guardia Civil se la paga para que custodia fronteras. Está armada con material disuasivo para impedir que se reproduzcan casos como los de ayer (que vienen reproduciéndose desde hace QUINCE JODIDOS AÑOS ¡¡¡CON GOBIERNOS CONSERVADORES Y CON GOBIERNOS SOCIALISTAS!!! Hubo un tiempo en el que se encomendó a la Legión la custodia de la valla… con los CETMES descargados, no fuera a ser que hicieran daño a alguien. Luego se optó por colocar a la Guardia Civil para disuadir lo suficiente como para evidenciar que se “defendía a la frontera”, pero con órdenes de no utilizar sus armas y, a lo que se ve, de DEJARSE MASACRAS para dar paso a pobres diablos que NO VIENEN POR EL TRABAJO SINO POR LA SUBVENCIÓN (¿Hay algún julay que lo pueda dudar? Si existe, que tome reforzante cerebral, que le conviene).
¿Hay alguien razonable que pueda dudar de todo esto? Lo más dramático es que, hay situaciones que son fácilmente controlables a condición de que EXISTA EL ESTADO. El tránsito de pateras, los saltos a la valla, la llegada continua de ilegales, la existencia de grupos completa y absolutamente subsidiados… BASTA CON QUE EL PODER POLÍTICO DIGA ¡¡¡BASTA!!! Pero el “poder político” es cualquier cosa menos poder. El Estado (o lo que queda del mismo) está en manos de blanditos y alfeñiques, verdadero castrados mentales y gilipoyas que no solamente se hacen daño a sí mismos, sino que están provocando un problema que en las próximas décadas estallará en toda su magnitud. Afortunadamente, este problema solamente existe en algunos países: Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda, parte de Alemania, en donde HAY REACCIONES. Solamente en España NO EXISTE REACCIÓN SOCIAL DE NINGÚN TIPO, lo que es una muestra del estado de descomposición social que vive este país y que lo sitúan en la antesala de su desintegración… no por “riesgo separatista”, sino por DESPLOME INTERIOR DE LA SOCIEDAD Y POR RENUNCIA DEL PODER POLÍTICA A EJERCER EL IMPERIO DE LA LEY.
Lo que pasó ayer en Ceuta no es un “salto de la valla”, es una invasión, acompañada de material agresivo: cizallas, palos, objetos cortantes y cal viva acompañada de orines… AL SALVAJISMO HAY QUE LLAMARLO SALVAJISMO EN LUGAR DE SUBSIDIARLO. Y menos mal con que el centro de asistencia primaria ninguno de estos salvajes ha precisado nada más que tiritas y algún tranquilizante por contener su alegría por la llegada a la tierra prometida, de lo contrario los profesionales de la “solidaridad” habrían propuesto que algunos de los Guardia Civiles heridos respondiera por el desmán. Ah, querido español: es importante que recuerdes que el concepto de “tierra prometida” no implica el que sea la tierra paradisíaca para todos. A ti te va a tocar pagar la broma. Y lo mejor de todo: tal como demuestra lo ocurrido en Francia, allí y ahora, el salvajismo es incompatible con la cultura, es refractario a la cultura y es la antítesis de la cultura. Y lo que está llegando del sur es salvajismo puro y duro. Los 22 Guardias Civiles heridos con cal viva lo evidencian demasiado a las claras para que pueda dudarse. No hay sitio para el salvajismo junto a la cultura: ASÍ QUE O TE VAS TÚ O SE VAN ELLOS.
Tal es la obra de Pedro Sánchez en su primer mes de Gran Poncio… Me quejo de que la pregunta del millón es cuánto tiempos aguantarán las costuras de este país y de la clase media que está pagando todo esto. Porque lo que está claro es que la situación es inaguantable a corto plazo… y lo más terrible es que cuando alguien decida tomar cartas en el asunto, será ya demasiado tarde.