El
peor favor que alguien puede hacer a Pablo Hasel es oír algunas de sus
maquetas. Se percibe el “nivelazo” de la criatura. Y esto es precisamente lo
que “asusta” del entorno de Unidos Podemos: que sus propuestas, tanto a nivel
político como cultural están a ese mismo nivel. ¿Se acuerdan cuando se decía
que la izquierda tenía la “hegemonía cultural”? Bien, pues ahora, la “nueva
izquierda” es hegemónica en la cutrez. Pero eso sí, “Welcome refugiados”….
Todo
esto viene a cuento de que Pablo Hasel ha sido detenido por los Mossos
d’Esquadra de Lérida por su participación en las agresiones que tuvieron lugar
a principios de junio en la Universidad de Lérida. Pablo Hasel es, sin duda, el
representante más acrisolado de la “revolución cultural” que viaja con Unidos Podemos.
Detrás de las pretensiones intelectuales de Podemos y de la “nueva izquierda”,
su techo cultural es, precisamente Pablo Hasel, condenado a dos años por
enaltecimiento del terrorismo por la Ausencia Nacional y detenido en 2014 en
Lérida por agresiones a periodistas en la universidad de Lérida. No creo que la
cárcel, ni las condenas penales sean el mejor castigo para Pablo Hasel: en su
biografía no aparece que tenga ningún tipo de estudios, ni educación y, en
cuanto a su música, es simplemente deleznable: rap…
¿Por
qué han detenido de nuevo al rapero leridano? El 2 de junio había participado
en un encierro en la universidad de Lérida que se había iniciado quince días
antes. Pedían “Welcome refugiados” e
impidieron las clases de la subdelegada del gobierno, Inma Manso. Y ya,
puestos, agredieron a unos periodistas de TV3 y del diario Segre. En los días siguientes las sedes de estos medios de
comunicación y las paredes de la delegación del gobierno aparecieron con
pintadas alusivas.
Llueve
sobre mojado. No es la primera vez que Pablo Hasel da que hablar y no
precisamente por su rap. Dice ser “de
ideología comunista”, aunque tiene sobre el comunismo un concepto muy
primario, casi elemental, panfletario (de panfleto de los sesenta). Al menos
eso es lo que se percibe en sus canciones. Su obsesión es el enaltecimiento de
cualquier terrorismo, con tal de que tenga un vago aroma a “izquierda” y, sobre
todo, la inmigración y la multiculturalidad, seguramente porque es ahí en donde
más admiradores de su rap pueden aparecer. En 2014 fue condenado por apoyar en
sus letras a ETA y al GRAPO y en mayo del mismo año fue detenido por atacar violentamente
el día de Sant Jordi Ia los miembros de Lleida Identitària, una asociación
anti-inmigracionista, resultando heridos de consideración cuatro miembros de
dicho grupo.
La
criatura es hijo de un conocido empresaria local, Ignacio Rivadulla. El chico
llamó la atención cuando a partir de 2011 empezó a rapear sobre el GRAPO o la
Fracción del Ejército Rojo… o Terra Lliure, demostrando sus pocas entendederas
políticas, mezclando la velocidad, el tocino y al haschisch. Lo cual no impidió
que toda una movilización de “artistas e intelectuales” de izquierdas pidieran
su libertad a través de la plataforma “Actuable”.