El viernes 10 de 2016, los líderes de Alternativa por
Alemania (AfD) y el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) se reunieron en los
Alpes Bávaros para establecer un protocolo de colaboración e impulsar juntos “el
movimiento euroescéptico en Europa”. Las delegaciones de ambos partidos
estuvieron encabezadas por Frauke Petry, líder de la AfD y por Heinz-Christian
Schache por el FPÖ. El primer acuerdo fue unir sus fuerzas en el parlamento
europeo.
Además de anunciar este objetivo, en la rueda de prensa que
siguió, la dirigente de AfD exigió que las próximas elecciones que tendrán
lugar en Alemania sean irreprochablemente democráticas desde el principio hasta
el final, para evitar el pucherazo de última hora realizado a través del
sospechoso aumento de los votos por correo escrutados en las alecciones
austríacas que dieron la victoria por la mínima a la candidatura rival del FPÖ.
En las próximas elecciones generales alemanas las encuestas atribuyen un 10-12%
a AfD con la posibilidad, no solamente de romper la barrera del 5% para entrar
en el parlamento federal, sino también para convertirse en la tercera fuerza
del país.