INDICE GENERAL (en fase de elaboración)

viernes, 3 de junio de 2016

FRANCIA: EL 20% DEL PRESUPUESTO PARA LA LUCHA ANTITERRORISTA, SE DEDICA A LA LUCHA CONTRA… LA “EXTREMA-DERECHA”


El gobierno de François Hollande, en su alarde de irresponsabilidad e irrealismo político considerada que el terrorismo es malo “venga de donde venga”. El único problema es que, en este momento, el terrorismo solamente viene del fundamentalismo islámico. De ahí que resulte incomprensible que un 20% del presupuesto para la lucha antiterrorista, se dedique a la lucha… “contra la extrema-derecha”.

No ha habido acciones terroristas de extrema-derecha en Francia desde los tiempos de la OAS en los años 60. Está claro que las actividades de Front National se han realizado y se realizan en el marco estrictamente legal y que no existe absolutamente ninguna formación –salvo el islamismo radical- que proponga poner bombas, asesinar a rivales políticos o ideológicos. Sin embargo, esa realidad que está al alcance de todo aquel que tenga ojos y vea, entendimiento y entienda, es algo que se le escapa a las autoridades del ministerio del interior francés.


Ochenta millones de euros del presupuesto de interior se dedicarán ¡a combatir a la extrema-derecha! Eso es lo que ha declarado el jefe de la Dirección General de Seguridad Interior quien sostuvo que “el auge de los radicalismo es un problema grave”… ¿”los radicalismos”? ¿Qué radicalismos? Solamente existe un radicalismo y no hay francés que no lo sepa identificar. El jefe de antiterrorismo francés lo explicó ante la Asamblea Nacional.

Hay que añadir algo mucho más inquietante: la cantidad de fondos sustraídos a la lucha contra el fundamentalismo islámico y orientado contra la “ultra-derecha”, podría aumentar “si los movimientos ultra siguen radicalizándose y multiplicando sus ataques contra la población inmigrante”.

El primer ministro francés, Manuel Valls, dio las cifras presupuestarias para luchar contra el “terrorismo venga de donde venga”: 425 millones de euros en los próximos tres años. Asía pues, estamos hablando de 80 millones de euros destinados a luchar contra una presencia fantasmal.

La medida es considerada como irresponsable por todo aquel que lee los titulares de prensa cotidianos: en el último año, las víctimas del terrorismo islámico en Europa han ascendido a casi 300. Se trata de un terrorismo que cuenta con la adhesión, la solidaridad y el encubrimiento de una parte de la población islámica. Sin embargo, el único crimen cometido por un individuo aislado y de facultades visiblemente perturbadas, como el noruego Anders Breivik, indica que ni existen redes terroristas de extrema-derecha, ni siquiera sectores que estén decididos a vulnerar la legalidad vigente en defensa de sus ideas.


Lamentablemente, en el futuro veremos nuevos atentados islamistas en Francia. Seremos los primeros en recordar la irresponsabilidad, rayana en lo criminal de las autoridades antiterroristas francesas al entregarse a lo políticamente correcto cuando existen vidas en juego y un terrorismo muy real situado… en la parte del radicalismo islámico y en ninguna otra.