INDICE GENERAL (en fase de elaboración)

jueves, 25 de agosto de 2011

El impacto económico de la inmigración


Info-krisis.- Desde junio de 2007 (oficialmente la crisis de las subprime se desató en julio de ese año), y a raíz de distintos estudios económicos que intentaban explicar porqué la economía española crece a más velocidad que la europea, lo que hasta entonces era un rumor o una suposición se convirtió en una realidad objetiva razonada y argumentada por amplios estudios técnicos. En efecto, distintos organismos, todos ellos privados –la “cosa pública” prefirió eludir el espinoso problema de qué generaba crecimiento económico y evitar así que el único “éxito” de la primera legislatura zapaterista se convirtiera en una fuente adicional de tensiones- reconocieron que si la economía española crecía se debía a la inyección de seis millones de consumidores adultos en el circuito de la economía española, es decir, de casi seis millones de inmigrantes. Solamente algunos agoreros intuían la gravedad de lo que estaba a punto de ocurrir.


A pesar de que desde el principio todos los operadores económicos y los gobiernos dijeron reiteradamente que era imposible que el contagio llegara a Europa, éste terminó por llegar. Los productos financieros empaquetados en los EEUU se habían convertido en tóxicos terminando por infectar a instituciones bancarias de todo el mundo. El agujero inicial dejado por las subprimes se agravó en países como España por el mal tratamiento que, desde el principio, se hizo de la crisis: primero no se reconoció a causa de la proximidad de las elecciones de 2008 y luego, cuando se hizo, se la trató insertando ayudas a la banca (la responsable del desastre) y luego estímulos a la construcción (los Planes E) como si la hipertrofia del sector se pudiera salvar de alguna manera. Aquellos planes hicieron que el superávit que España tenía en aquel momento se difuminara de 2008 a 2009. A finales de 2009 ya era evidente que la cosa iba para largo, que el paro se había disparado y que, de la noche a la mañana, el paro se iba a disparar –se estaba disparando- con la consecuencia de que los que hasta ese momento habían aportado hasta un 40% de mano de obra, la inmigración, iban a pasar a las listas de paro sin esperanzas  de que encontraran trabajo en otros sectores (el agrario y la hostelería estaban saturados de inmigración). Bruscamente, el colectivo inmigrante de enriquecer a las patronales de estos tres sectores, y de constituir una factura pagadera por toda la sociedad, pero asumible en situación de bonanza económica, pasó a ser una losa insalvable que pesa desde entonces sobre nuestra economía. Y en eso estamos hoy: la falta de cualificación profesional de la inmensa mayoría de inmigrantes hace que sea muy difícil para ellos encontrar trabajo en un mercado laboral cada vez más y más contraído. 

martes, 16 de agosto de 2011

Más allá del zapaterismo, los “indignados”. Indignados e inmigración.


 
Desde el 15 de mayo el “movimiento de los indignados” está en el candelero de la actualidad. Se trata de un movimiento heterogéneo a pesar de lo cual resulta fácil extraer algunos rasgos comunes (antipartidos tradicionales, orientación virada a la izquierda, humanismo y universalismo radicales, utopismo), pero si hubiera que encontrar uno de ellos que se repitiera en todas sus componentes y en todas sus provincias, ese sería el que ha rescatado y actualizado el viejo “papeles para todos”. Para el “movimiento de los indignados”, el problema migratorio se reduce a que el gobierno de turno coloca trabas a los inmigrantes para que entren los que quieran, cuando quieran y en el número que quieran; vanamente buscaríamos más matices, ni más profundidad intelectual: a esto se reduce el programa del 15-M en relación a la inmigración. Y si esta es la actitud de los “indignados” ante el problema de la inmigración habrá que convenir que, como mínimo, el movimiento presentado como “innovador”, ha incorporado tópicos demasiado viejos que, de entrada, lo descalifican. 

Acaba de aparecer ULTRAMEMORIAS (Volumen I)


Infokrisis.- EMInves acaba de editar la obra de Ernesto Milà, ULTRAMEMORIAS, Volumen I, subtitulado HISTORIA PINTORESCA DE 40 AÑOS DE EXTREMA-DERECHA. La obra completa se compone de dos volúmenes.

Se ha intentado evitar que esta obra fuera otra "historia" de la extrema-derecha en los últimos 40 años y se ha optado por dar unas pinceladas suficientes para describir cómo fue aquel tiempo y cuál fue el papel que le tocó representar a la extrema-derecha. Se desvelan algunos misterios de la época (el origen del terrorismo ultra, aspectos del 23-F) y se explica, finalmente, por qué fracasó todo un ambiente político que no supo adaptarse al tiempo que se aproximaba. Se trata de un testimonio personal, pero también supone la descripción de una época y de las ilusiones que pudieron ser y no fueron. El estilo es frecuentemente irónico, con pinceladas de humor, pero no se olvida el rigor en las explicaciones de las situaciones y en la descripción de los personajes.

A pesar de tratarse de "memorias", el autor ha procurado no hablar solamente de sí mismo, sino, como puede leerse en el subtítulo, de un "fresco pintoresco de 40 años de extrema-derecha".

Descripción de la obra:

- Tamaño: 15 x 23 cm
- Páginas:  360 páginas
- Portada: peliculada

Precio de venta al público:

- 22,00 euros + 3,00 euros de gastos de envío
- Descuentos del 50% por compras de más de 9 ejemplares

Pedidos:  - eminves@gmail.com


INDICE DEL VOLUMEN I

Prefacio e intención         
 
Introducción
Recordando a Enzo desesperadamente  
       
Capítulo I
Falangistas valerosos  
      
Pinceladas de la época          
Una Guardia de Franco suicida        
Un juicio crítico rápido sobre el franquismo        
Un aparte sobre la izquierda falangista         6
La izquierda falangista y la anarquía        
Stanley Payne desmoralizando a intelectuales azules        
En el Círculo Doctrinal José Antonio      
Miserias del “hedillismo”        
Últimos coletazos del mundo falangista         

Capítulo II
Detenciones, cárcel, exilio
         

En primera plana a mi pesar...        
Detenido en Montparnasse       
En la prisión parisina de La Santé        
Allí donde empezaron mis problemas: Barcelona 1971        
Camino del exilio        

Capítulo III
Intrahistoria ultra en el arranque de la transición
       

En Fuerza Nueva       
Montejurra 76 dentro de la recomposición de la ultra       
Era jueves y la tarde había caído en las Ramblas...        
Las “fuerzas nacionales” frente a la transición        
Otro paréntesis sobre “Pertur”        
El falso diario de Argala. Así funcionaba el SEDEC        
Pequeña introducción al golpismo y a los golpeteros        
El I Congreso de Fuerza Nueva        
La irrelevante levedad del Frente Nacional de la Juventud       
Un par de provocadores        
El nacimiento del Frente Nacional de la Juventud        
Un mal giro en el Caso Papus       
El día a día activista del FNJ       
Diseñando la estrategia de la ultraderecha        
Desfile de ultras extranjeros por Barcelona        
Con el “jefe del Estado Mayor del gobierno italiano en el exilio”...        
París, la interminable        
Una zona del París mágico       
Golpistas de opereta y cursillos de pichiglás        
La muerte del FNJ, como su vida: aburrida y sin historia        

Capítulo III
El Frente de la Juventud y el atajo golpista (1ª Parte)
     

¿Qué fue la transición?       
Hybris activista       
Algunas pinceladas previas sobre el Frente de la Juventud       
El membrillo que llevó a la crisis       
Los alegres muchachos y muchachas del Frente de la Juventud       

Plan de la obra: Volumen II

Capítulo IV. El Frente de la Juventud y el atajo golpista (2ª Parte)
Capítulo V. 23–F, el fin de la transición

Capítulo VI.Lo que quedó de la ultraderecha
 
Capítulo VII. Tipologías insólitas
1. El camarada alcoholizado
2. El camarada delincuente
3. El camarada maricón
4. El camarada chivato
5. Los odiadores

Capítulo VIII. Vida sexual de la ultra 
Coda

Anexo: Psicopatología de la ultraderecha

lunes, 15 de agosto de 2011

Inmigración (IV): Y entonces llegó Zapatero. La inmigración como doctrina, como dogma y como práctica suicida (2004-2011)

Infokrisis.- Resumiendo puede decirse que el franquismo preparó las bases de un modelo económico, en parte erróneo, que al estar en buena medida basado en hostelería y construcción haría necesario el que más adelante entrarán masivamente inmigrantes. El felipismo, al negociar mal nuestra incorporación a Europa generó la destrucción de amplios sectores de la economía nacional que quedó reducido a turismo y construcción. Para colmo, a partir del felipismo Ceuta y Melilla serían cada vez menos españolas y más marroquís. Los eventos del 92 contribuyeron a que las primeras legiones de trabajadores marroquíes aparecieran en España. Aznar, por su parte, basaría su modelo económico en el desarrollo de esos dos sectores, especialmente de la construcción, para lo que hacía falta una entrada masiva de inmigración. Puede decirse que con Aznar la inmigración empieza a llegar masivamente y que bajo su gobierno llegaron 3.000.000 de inmigrantes, ante lo cual el presidente optó por mirar a otro lado. 


Y así estaban las cosas el 14 de marzo de 2004 cuando un tipo gris que parecía estar eternamente planeando entre el “buenismo” y la sonrisa bobalicona alcanzó sorpresivamente el poder gracias al impacto de los atentados del 11-M. La mayoría creíamos entonces que era imposible que existiera un personaje como Zapatero y estábamos persuadidos de que sus gestos y actitudes se debían a los consejos de algún asesor de imagen, pero que a la hora de gobernar lo haría exactamente como cualquier otro político. Nos equivocamos. Zapatero era así. No puede extrañar que bajo su mandato entraran otros 4.000.000 de inmigrantes. Al concluir en medio de la crisis económica, social y nacional más importante de la historia de España (al mismo nivel que la invasión napoleónica, la pérdida de Cuba y Filipinas o la mismísima Guerra Civil), 1.000.000 de personas han desaparecido de las listas de inmigración y reaparecido como “nacionales”. Zapatero ha sido algo más que una catástrofe en la historia de España: ha sido el intento deliberado de convertir España en una nación mestiza, la tarea irresponsable y absurda de introducir a martillazos el multiculturalismo y la renuncia consciente a nuestra identidad. Esta es su obra…

miércoles, 10 de agosto de 2011

Inmigración (III): El "aznarato" (1996-2004)

Infokrisis.- Cuando en 1996, el PP gana las elecciones apenas mencionaba de pasada el tema de la inmigración. El realidad, el problema salvo en Ceuta y Melilla no existía y los niveles de inmigración que existían en aquel momento no dejaban prever la importancia del conflicto que dejaría atrás Aznar cuando los atentados del 11-M y los errores imperdonables en materia de política exterior especialmente en la cuestión de Iraq y se seguidismo bovino hacia la agresiva administración americana de la época, lo apearían inesperadamente del poder.


a. La inmigración en los programas del PP


En el programa del PP para las elecciones de 1996, la inmigración era mencionada apenas en una decena de ocasiones. Nadie podía prever que el modelo económico que Aznar pondría en marcha a partir de ese momento, se basaba en cuatro puntos, tres de los cuales tenían relación directa con la inmigración: basar el crecimiento económico en salarios bajos y mano de obra barata destinada a impulsar el sector de la construcción y la hostelería, para lo cual era preciso importar masivamente inmigración, un modelo suicida que, como era de prever desde el principio era “pan para hoy, hambre para mañana” y quiebra para pasado…

Inmigración (I): El felipismo (1983-1996)


Infokrisis.- Cuando el felipismo llega al poder apenas hay en España 200.000 inmigrantes y cuando pierde las elecciones de 1996, la cifra ha crecido pero muy levemente: apenas 542.314 ciudadanos extranjeros, el 1,37% de la población residen dentro de nuestras fronteras. En buena medida se trata de inmigrantes marroquíes que han participado como mano de obra barata en los “eventos del 92”, especialmente en la Expo de Sevilla y muy particularmente en las obras vinculadas a las Olimpiadas de Barcelona. Aun así se trata de una inmigración que está muy por debajo de la de otros países europeos y que crece muy lentamente: en 1986 apenas había 241.971 inmigrantes (el 0,63%), cinco años después sube un 0,30% pasando a 360.655 y cuando Felipe González debe entregar el poder apenas ha subido medio punto quedando en 542.314 inmigrantes. Buena parte de esa inmigración todavía procede de la Unión Europea o bien se trata de estudiantes adscritos a distintos programas de intercambio de alumnos o simplemente becarios extranjeros que siguen preparándose en España. De todas formas, a partir de 1992-3 es cuando empiezan a notarse acumulaciones de inmigrantes en algunas zonas de Barcelona y de la costa catalana, en el cinturón de Madrid y poco más. ¿Qué estaba ocurriendo?

Dejando aparte los GAL, la corrupción y el nepotismo, el terrorismo, el desbarajuste autonómico, las características del período felipista se reducen a nuestro ingreso (mal negociado) en la Comunidad Europea (luego Unión Europea) que impuso una brutal reconversión industrial, el inicio de la llegada de fondos estructurales a modo de compensación y la política de prestigio concentrada en la fecha emblemática de 1992. Todo ello sobre el trasfondo de una situación internacional extremadamente movediza que se inicia con la crisis de la URSS y del bloque comunista y termina cuando el mundo ya está abocado al proceso globalizador. 

Inmigración (I): Así empezó el problema


Inmigración: Así empezó el problema

Veamos algunas cifras reales que tienen muy poco que ver con las cifras que nos han dado desde 2002 los sucesivos gobiernos que han asumido el timón de este país: según el informe del Instituto Nacional de Estadística en enero de 2011 residían en España 6.700.000 de inmigrantes de los que 1.000.000 había adquirido la nacionalidad española. Esto es, el 14,1% de la población total residente en territorio nacional que asciende a 47,1 millones de personas (1). No es como para tomárselo a broma. No hace mucho, en 2010, el gobierno insistía, jugando con la calificación de “legales” e “ilegales”, con la de inmigrantes empadronados y no empadronados y evitando la cifra de inmigrantes naturalizados (seguramente uno de los secretos mejor guardados en este país), para reconocer apenas 4.800.000 inmigrantes, dos menos de los reales. De aquella España salida del desarrollismo y en camino hacia la democracia formal en donde apenas existían unos pocos miles de inmigrantes, a la España de 2011 en donde esa cifra aumenta sin cesar, hay un trecho que pasa por tres etapas que nombraremos según quien estuvo en el timón del Estado: el felipismo, el aznarismo y zapaterismo. 

Quien quiera ver en la inmigración el resultado de las políticas erráticas del gobierno Zapatero, se equivoca. La debilidad programática del zapaterismo y su irresponsable política de ingeniería social supusieron apenas un agravamiento de un problema pre-existente, pero en absoluto su origen. Podemos distinguir cuatro períodos que han contribuido a la formación del fenómeno migratorio en España:

martes, 9 de agosto de 2011

Atentados de Oslo (V de V). EL CONTEXTO HISTÓRICO DE LOS ATENTADOS DE OSLO


5. Para lo que va a servir el crimen de Anders Behring Breivik: el contexto histórico

Desde hace 65 años, Europa Occidental está gobernada por partidos que llegaron en el furgón de los vencedores de 1945. Básicamente estos partidos respondían a dos características: en la izquierda, el tradicional movimiento obrero organizado en partidos socialistas, en la derecha las clases medias organizadas en partidos liberales, democristianos o conservadores. El sistema político de Europa Occidental se mantuvo firme desde entonces reposando sobre estas dos columnas: una de centro–derecha y otra de centro–izquierda. Con sus características propias, con sus etiquetas particulares, este sistema atravesó la Guerra Fría, llegó al efímero período de “fin de la historia” y se adentró en la era de la globalización.

Un largo recorrido en el que, en política internacional se pasó del bilateralismo al unilateralismo y hoy se encamina hacia el multilateralismo. Pero así como el tránsito del primero al segundo supuso una victoria de los EEUU sobre la otra potencia mundial, la URSS, el tránsito del unilateralismo norteamericano al multilateralismo no puede ser considerado sino como derrota del “imperio”. Y esa derrota es algo más que la de un país arruinado que soñó durante un breve período –de 1989/91 a 2008, es decir, de la victoria norteamericana en la guerra de Kuwait, paralela al hundimiento del muro de Berlín y del bloque soviético, hasta la llegada al poder de Obama que coincide con la segunda etapa de la crisis económica internacional originada en EEUU en junio de 2007– con ser la única potencia mundial: es la crisis de un estilo de vida, de una forma de Estado, de una concepción del mundo, de una forma económica, de un estilo de organizar los Estados en base a un sistema partidocrático, es, digámoslo ya, una crisis global. Todo lo que hemos visto hasta ahora puede ser considerado como el “viejo mundo”, la etapa que se abrirá en los años que seguirán –que se está abriendo ya ante nuestros ojos y que no vemos todavía porque hemos estado demasiado tiempo con los ojos acostumbrados a la oscuridad– será tan radicalmente diferente a la que conocemos que, en rigor, podemos llamarla el “nuevo mundo”.

Atentados de Oslo (IV de V). LO QUE PODRÍA SER ANDERS BREIVIK


4. Lo que podría ser Anders Behring Breivik: una personalidad manipulada

La característica común a la inmensa mayoría de los macro atentados que han tenido lugar en Europa en los últimos 50 años es que siempre han dejado agujeros negros inexplicables y misteriosos. Desde las strage di stato (masacres de Estado de la Italia de los años 60 y 70) hasta el crimen de Anders Behring Breivik, las “versiones oficiales” de los atentados tienen una irreprimible tendencia a mostrar zonas inexplicables y no resueltas por las autoridades. Hasta la aparición de Internet, la réplica contra las “versiones oficiales” no encontraba espacio en los medios de comunicación, sin embargo, a partir de la irrupción de la red como forma habitual de comunicación aparece el contraste entre la aceptación unánime de las “versiones oficiales” por parte de los medios convencionales y la proliferación de versiones alternativas aparecidas en la red lanzadas por grupos críticos que creen haber encontrado eslabones débiles en las explicaciones dadas por los gobiernos y los servicios policiales.

Así mismo, no hay que perder de vista que las organizaciones terroristas con finalidad política tienen en su mente planes criminales guiados por una estrategia implacable de conquista del poder político (caso de ETA o de las Brigadas Rojas, por ejemplo), por tanto nunca han practicado atentados indiscriminados contra una población entre las que se podrían encontrar sus propios partidarios; su terrorismo ha sido selectivo, y siempre las “versiones oficiales” carecen de “agujeros negros”. Pero, junto a este terrorismo de paternidad indubitable, existe otro especializado en macro atentados que no aparece como apoyado por ninguna organización tangible ni reconocible y que se trata siempre de atentados “únicos”: Mc Veigth no volverá nunca a repetir su ataque al edificio federal de Oklahoma, Oswald no tendrá ocasión de matar a nadie más que a JKF, Breivik permanecerá toda su vida en la cárcel, su crimen no tendrá continuación… son terroristas aparentemente solitarios, que pasan de no haber roto literalmente un plato durante toda su vida, a ser capaces de cometer un macro atentado superando incomprensiblemente todas las dificultades que frecuentemente llevan a los miembros de organizaciones terroristas a ser detenidos. Siempre es posible que aparezcan “locos solitarios”, pero da la sensación de que no todos ellos, aun estando locos, son tan solitarios y en muchos casos aparece la posibilidad de que hayan sido teledirigidos por alguien.

Atentados de Oslo (III de V). LO QUE ERA EN REALIDAD ANDERS BREIVIK


3. Lo que era en realidad

Sabemos ahora que rasgos mediáticos le han atribuido los medios de comunicación (lo que no era) y lo que en realidad creía defender (lo que creía ser), sin embargo, el estudio sobre la personalidad y el perfil político de Anders Behring Breivik no estaría completo si no atendiéramos a lo que era en realidad (es decir, a una valoración objetiva de su personalidad, realizada, no en función de los rasgos que le han atribuido los medios, ni de cómo gustaba presentarse a sí mismo). Eso nos dará otro elemento importante en la ecuación personal del asesino de Oslo.

a.– Un desequilibrado

Desde el principio de este análisis hemos repetido en varias ocasiones que alguien que asesina a 73 personas solamente puede ser considerado como un desequilibrado. Las razones que pueda tener un desequilibrado para cometer un crimen son siempre inextricables y derivan de su personalidad desviada. En esta parte de nuestro estudio lo esencial va a ser realizar una aproximación a las alteraciones mentales de Breivik ante las que cualquier definición ideológica que pueda dar de sí mismo o que otros puedan inferir pasa a segundo plano. Un intento de definición de su perfil psicológico nos parece mucho más importante que cualquier otro dato que pudiera aportarse. A fin de cuentas, disponemos de dos elementos para analizar su personalidad: su “obra” (la bomba de Olso y la masacre de Utoya) y su “testamento” (las 1.500 páginas de su manifiesto político). No hace falta mucho más. Los cuatro rasgos que podemos deducir de todos estos elementos son cuatro:

Atentados de Oslo (II de V). LO QUE CREÍA SER ANDERS BREIVIK


2. Lo que sí creía ser Anders Behring Breivik


A pesar de que Breivik cite a numerosos autores en sus escritos, a poco que uno se adentra en las 1.500 páginas de su manifiesto percibe el caos que llevaba en su interior: mezcla de autores mal asimilados, búsquedas inorgánicas en Internet que no tenían en cuenta el paso del tiempo y el que informaciones exactas hoy se van modificando a medida que avanza la flecha del tiempo, una ausencia completa de evaluación sobre la solvencia de las fuentes y, finalmente, errores metodológicos debidos a su particular ecuación personal con mucho de psicópata y mucho más de paranoico.


Anders Behring Breivik tenía una percepción alterada de sí mismo: tendía a sobrevalorar su ego tal como lo demuestra el que incluyese un amplio capítulo sobre cómo elaboró la bomba; esta egomanía la confirma el hecho de que jamás se sintiera integrado en organizaciones creadas por otros hasta el punto de que en 2002 sintió la necesidad de crear su propia orden neo–templaria. La egolatría es, siempre, uno de los rasgos más acusados de la personalidad del psicópata. 

Atentados de Oslo (I de V). LO NO ES ANDERS BREIVIK


Anders Behring Breivik
Lo que no es, lo que cree ser, lo que es,
lo que podría ser y a quién sirve su crimen


Introducción

Es preciso leer los 1.500 folios escritos por el autor de la masacre de Oslo con la intención de situar su locura en el panorama político. Vaya por delante que los locos –y asesinar a 73 personas define, por sí misma, su personalidad– no merecen la molestia de leer los productos de su alienación mental, pero si en este caso es necesario repasar su escrito es solamente para poder establecer los contornos ideológicos precisos que asumía. El único testimonio que tenemos de él es el documento titulado “2083, Una declaración de independencia europea – De Laude Novae Militia – Pauperes Commilitones Christi Templiqui Salomonici” y firmado por el propio interesado By Andrew Berwick, London – 2011”.