miércoles, 13 de octubre de 2010

Pateras de la muerte: cuando la debilidad mata

info-Krisis.-Vivimos una nueva avalancha de pateras y de inmigración ilegal que da la razón a quienes sosteníamos que lo peor en este terreno, estaba todavía por llegar. En efecto, en pocas horas han perdido la vida 50 personas en su loca aventura de llegar a los paraísos de consumo europeos. Vale la pena preguntarse a qué se debe el recrudecimiento en la llegada de pateras y quien es el responsable objetivo de las muertes. Casualmente ambas respuestas tienen la misma contestación: “Bambi”.

LA DEBILIDAD MATA, LA TONTERIA TAMBIEN

Sigue habiendo gente animada a cruzar el estrecho en condiciones de riesgo extremo gracias a que en toda Africa ha corrido la voz de que el gobierno español está a punto –como, por lo demás, parece cierto- de realizar una regularización masiva de inmigrantes ilegales. El efecto llamada, una vez más ha producido sus efectos más deletéreos y cientos de miles de africanos buscan en España el remedio a sus males… los pobres.

Todos los responsables del socialismo patrio se han puesto en marcha para lamentar las muertes y prometer que, si fuera por ellos, no se volverían a repetir. Buena parte del PSOE no se ha dado cuenta de que está en el gobierno y que una de las máximas prioridades es la defensa, la seguridad y la salud nacional, así como el mantenimiento del imperio de la ley. Existe una legislación de inmigración que prescribe que cualquier inmigrantes, si desea residir y trabajar en España, debe de procurarse el permiso correspondiente en el consulado más próximo a su lugar de origen. El 98% de inmigrantes que llegan a nuestro suelo no lo hacen así, prefieren optar por la política de “hechos consumados”. Y vulneran la ley. Imagínese usted vulnerando cualquiera de las múltiples leyes fabricadas como churros por nuestro parlamento y por los 17 parlamentos autonómicos… ¿se lo imagina? No, por supuesto. Aquí tenemos por costumbre cumplir con la ley. Otros no. No es que sean ilegales, es que son infractores. Deben irse. Cuando llegan en situación de ilegalidad, sin más papaleos, ni gaitas, deben reembarcarse voluntariamente o a la fuerza. Así se corte el efecto llamada. Así se evita que cientos de miles de personas sigan los pasos de quienes han llegado. Por que hoy en materia de inmigración hace falta una política de contención.

CUANDO “BAMBI” DUDA…

Pero ZP carece de redaños suficientes para aplicar una política digna de tal nombre en área alguna. Si es en materia autonómica, Maragall cubata en mano, le toma la delantera y le obliga a tragar el sapo de “Catalunya Estado”, algo más que “Catalunya Nación” y muy alejado del constitucional “nacionalitat catalana”. Si es en materia de relaciones internacionales, lo que se quita de Irak se transvasa, corregido y aumentado a Afganistán (y si en Irak teníamos poco que hacer, en la devastada y pobre tierra afgana no pintamos nada). Talante no rima con duda, pero en Zapatero, el talante es la máscara a la duda hamletiana que, en el fondo, no es sino un taparrabos a las vergüenzas de un presidente de gobierno llegado a un lugar que no le corresponde gracias a 202 muertos sobre la mesa.

“Bambi” duda. No sabe cómo resolver el problema de la inmigración. Cuatro millones de inmigrantes causan más problemas de los que resuelven (nuevamente, esta semana, la violencia doméstica ha sido protagonizada mayoritariamente por inmigrantes) y ZP no sabe qué hacer. Su ideología sofá no está en condiciones de hacerle pensar con los testículos: “detener el efecto llamada, contener la inmigración, defender los derechos de los nacidos en esta tierra”. Pero tampoco piensa con la cabeza: “el presupuesto público no va a poder aguantar durante mucho tiempo el gasto que va parejo a la inmigración”, “las capas más desfavorecidas de la población no van a guantar durante mucho tiempo las correcciones salariales a la baja impuestos por la inmigración”…

A fin de cuentas el talante está resultado eso: una renuncia a pensar con la cabeza y con los testículos, una muestra de amaneramiento político y de falta de carácter que impide tomar decisiones y “hacer política”: por que la política es distinguir entre amigo y enemigo, entre situaciones resueltas y situaciones a resolver, entre problemas y soluciones.

… ZAPATERO SUCESOR DE AZNAR

La política de inmigración no ha variado extraordinariamente desde 1999, el año en el que el fenómeno empieza a adquirir rasgos masivos. Aznar entreabrió las puertas a la inmigración. Se produjo la avalancha. Luego no fue capaz de contenerla. De no haber sido por los 202 muertos, seguramente en la actual legislatura, el PP se habría desgastado en esa dirección: por que tampoco él parecía muy predispuesto a ofrecer una salida al problema. Zapatero sigue en esa línea. Solo que ni siquiera entrevé la posibilidad de solución. Y esa solución, lo hemos dicho, tiene UN SOLO nombre: REPATRIACION MASIVA PARA CONTENER LA AVALANCHA Y DESACTIVAR EL EFECTO LLAMADA. Ni el PP ni el PSOE tienen el valor de aplicar la solución.

Pero hemos aquí instalados en plena contradicción: existen 2.000.000 de ilegales en nuestro suelo… que ni pueden acceder al mercado laboral, ni nadie les obliga a abandonar el territorio nacional, ni nadie se atreve a legalizarlos… Son una carga para el erario público (es decir para todos nosotros), alimentan los circuitos de economía sumergida (en detrimento del pequeño comercio), finalmente, ni existen legalmente (por que carecen de la posibilidad de trabajo regularizado y, por tanto, de contribuir con sus impuestos al mantenimiento del Estado), ni se les obliga a irse... como sería normal para cualquier situación de ilegalidad.

¿Bambi va a resolver este problema? Cuando el gobierno proclama que no estamos ante una regularización masiva, es que estamos ante una repesca. Es evidente que el gobierno no abrirá las puertas a cualquiera que se encuentre en estos momentos en el territorio nacional, pero no han faltado declaraciones, entre otras de Caldera, augurando una regularización “limitada”: los que llevan dos años en nuestro país y lo puedan demostrar.

En 2000 ya se intentó un a regularización de este tipo. De los 250.000 inmigrantes que se creía iban a salir a la superficie, finalmente salieron 750.000, pero eso no fue lo peor: lo peor fue que en las semanas siguiente, el efecto llamada desencadenado provocó varios cientos de muertos en el Estrecho.

Los 50 ahogados del viernes y sábados pasado nos recuerdan que estamos ante una nueva situación de este tipo. En materia de inmigración la debilidad, mata y el “talante” es el taparrabos de la impotencia.

© Ernesto Milá – infoKrisis –infokrisis@yahoo.es - http://info-krisis.blogspot.com - Prohibida la reproducción de este texto sin indicar origen